Recién nos enteramos de la muerte del destacado economista, filósofo y teólogo alemán, Franz Josef Hinkelammert, ocurrida en la ciudad de San José, Costa Rica.
Franz, como le conocían sus colegas, amigos y alumnos, fue un nombre muy familiar a la Academia Latinoamericana y movimiento popular. Estuvo ligado a la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) como catedrático e investigador, igual fue investigador del Centro de Estudios de la Realidad Nacional (CEREN); el golpe de Estado contra Salvador Allende lo alejó de aquel país, pero se reconoció también su militancia política en el Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) fundado en mayo de 1969, integrante de la coalición del gobierno de la Unidad Popular.
Fran J. Hinkelammert analizó la posición y las acciones de la Iglesia Católica Chilena frente al Golpe: 1973-1974, donde destaca su parcialidad en contra del gobierno de Allende y de los pobres que quiere apoyar, manifestada en las acciones, declaraciones y mensajes del Cardenal y del padre Hasbun, vocero del golpe de Estado y la masacre ocurrida por medio del canal 13 de la Televisión de la Universidad Católica.[1]
En Centroamérica, Franz fue el primer director del Postgrado Centroamericano en Economía y Planificación del Desarrollo (POSCAE), adscrito a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), fundado en 1978, un año antes del triunfo de la Revolución Nicaragüense (julio de 1979) y la posterior presencia de la “Contra” en territorio hondureño apoyada por el gobierno de Estados Unidos con el fin de derrocar el gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua. Posteriormente, se instaló en Costa Rica, siendo profesor de la Maestría Centroamericana en Política Económica con sede en la Universidad Nacional de Heredia. También fue fundador del Deparmento Ecuménico de Investigaciones (DEI), al cual estuvo ligado la mayor parte del tiempo y donde se encuentran y destacan sus principales investigaciones y libros publicados.
Sus aportes a la teoría del desarrollo son innumerables, como también aquellos que forman parte y complementan la llamada teología de la liberación.
En 1970 publicó el libro “Subdesarrollo Latinoamericano, un caso de Desarrollo Capitalista”, apoyado por la Escuela de Sociología de la Universidad Católica de Chile y el Instituto Latinoamericano de Doctrina y Estudios Sociales (ILADES). En el supera aquellas tesis “modernizantes” que consideran el desarrollo como una situación donde hay un uso eficiente de los recursos económicos y mejor absorción de la técnica de producción, como la única manera de enfrentar los problemas de la sociedad tradicional, caracterizada por la baja productividad física y del trabajo y la existencia de creencias, valores y modelos de conducta que frenan el desarrollo, incluyendo la religión. Esta sociedad nueva para países latinoamericanos tiene en menteuna sociedad moderna al estilo europeo, con diferencias marcadas en lo económico, social, político y cultural.
Para Franz, el “subdesarrollo es, pues, una situación especial de frustración en la cual un país no quiere ser lo que es mientras no puede convertirse en lo que quiere ser”. Es un concepto incluso muy distante del manejado por teóricos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) con Raúl Prebish a la cabeza y su concepción de Centro- Periferia, pero muy cerca de los aporte de Marini, Do Santos y Bambirra fundadores de la teoría de la dependencia.
Ya en Centroaméricapública “Dialéctica del Desarrollo Desigual”, por la Editorial Universitaria Centroamericana, donde reafirma sus tesis de la debilidad del estudio del subdesarrollo latinoamericano sin considerar su contraportada: el desarrollo. Para Franz “el subdesarrollo existe en forma de determinadas relaciones estructurales con los centros desarrollados. Se trata de relaciones económicas, tanto como de relaciones políticas, sociales, ideológicas, etc. Por lo tanto, la sociedad subdesarrollada sabe que es subdesarrollada.”[2]
Es una crítica a aquellas concepciones liberales y neoliberales que miran en la libre empresa, comercio libre, la Inversión Extranjera Directa y la importación del conocimiento, técnicas de producción, patrones de consumo y culturales, la mejor opción que tienen los países subdesarrollados para superar su condición. Incluso, cuestiona los argumentos “desarrollistas” de un rol más protagónico del Estado en coyunturas donde hay evidencia de captura del mismo Estado por empresas transnacionales en asociación con grupos empresariales locales subordinados al capital.
Frente a la crisis de la deuda externa impagable de Latinoamérica, Frank escribió el libro “La Deuda Externa Latinoamericana: El Automatismo de la Deuda[3]”, que acompaño la llamada década perdida de los países en los años 80s, pero cuyo origen se encuentra a inicios de la crisis de los años 70s. Una tesis central lo fue y sigue siendo el “llamado automatismo de la deuda”, donde las nuevas deudas contratadas o a contratar por los países se pagan con nuevos créditos (prestamos de la banca privada y de organismos multilaterales), resultando insuficientes los ingresos captados por el Estado vía impuestos.
Es un mecanismo que opera en forma independiente de las decisiones de los gobiernos y que se profundiza con los programas de estabilización económica y ajuste estructural. En el 2000, con la vigencia de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP), como instrumento de “desarrollo”, según el Banco Mundial y el FMI, para aquellos países severamente endeudados (Bolivia, Nicaragua, Honduras), destinaron recursos del pago de la deuda al combate de la pobreza, y se pensó que el automatismo era cosa del pasado, pero hoy estamos en un nuevo ciclo de endeudamiento donde los países pagan sus deudas con más créditos (Argentina y Honduras entre otros), aun cuando países como China acepten comprar parte de dichas deudas por ser países que apoyan la política de una sola China.
En conjunto con Henry Mora, publicó “Hacia una Economía para la Vida”, con la Editorial Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI) en 2005, considerado un tratado sobre enfoques alternativos para enfrentar los problemas del subdesarrollo y dependencia, pocos visibles en los postulados teóricos y políticas de los modelos neoliberales vigentes en países latinoamericanos (incluyendo ciertos gobiernos tipificados de corte progresistas), donde se consideran una ideología. Hay que potenciar las dos fuentes de valor de la sociedad: trabajo (garantizar reproducción material del trabajador y su familia) y la naturaleza, al servicio de la población y humanidad.
Este libro y sus actualizaciones, debería ser lectura obligada en las carreras de ciencias sociales de las universidades centroamericanas, y en las facultades de economía asumido como un enfoque alternativo a las teorías, políticas y prácticas neoliberales, más allá incluso de aquellos enfoques de economía y políticaseconómicas heterodoxas de corte neo keynesiano y estructuralista.
Una de las críticas más completas al pensamiento neoliberal se encuentra en el libro “Critica a la Razón Utópica”, publicado por la editorial del DEI en 1984, que sirvió de texto básico de la clase “Planificación Vrs Mercado” impartida en la primera promoción de la Maestría en Política Económica en la Universidad Nacional de Heredia, Costa Rica, siendo uno de sus alumnos que llegamos de toda Centroamérica, Dominicana y parte de Latinoamérica a recibir sus enseñanzas. Destaca su crítica a Hayek, Popper y Friedman, como los principales exponentes del pensamiento e ideología neoliberal.
Es un pensamiento, según Franz, orientado a deslegitimar la sociedad socialista profundizando las políticas y prácticas del mercado libre y el conocimiento imperfecto por los ciudadanos (consumidores) de los problemas de la sociedad, o sea contra el conocimiento de la realidad que da la planificación en función de fines establecidos a favor de las mayorías, identificándose previamente los medios.
A finales de los años 90, Franz integró el pensamiento de varios miembros del DEI, docentes y ex/alumnos en la publicación del libro “ El Huracán de la Globalización”(1999) , donde destaca la creciente integración del capital financiero y la generalización de políticas neoliberales, como de sus impactos negativos en la población al aumentar la pobreza, desigualdad, destrucción del medio ambiente y las violaciones de los derechos humanos por gobiernos autoritarios ligados a la hegemonía del capital de los países centrales.
La creación del DEI en 1976, en conjunto con el teólogo brasileño, Hugo Assmann, como un punto de encuentro y reflexión en investigaciones bíblicas, teológicas y sociales con amplia participación de activistas y ciudadanos involucrados en las enseñanzas teológicas y sabares, pero con una visión crítica del desarrollo y, siguiendo a Marx, contra la fetichizacion de las relaciones económicas.
Un libro que marcó un punto de partida, lo fue “Las Armas ideológicas de la Muerte, publicado a finales de la década de los 70s, unos años después de la fundación del DEI; también de enseñanza obligatoria y debate critico en los cursos de economía política y sociología marxista de las facultades de ciencias sociales de Latinoamérica.
Sus aportes han sido reconocidos por universidades y centros académicos, pero también por gobiernos progresistas. En Venezuela recibió el premio Libertador, en honor a SimónBolívar, de la mano de Hugo Chávez, por sus aportes al pensamiento crítico latinoamericano. El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) publicó una Antología Esencial de su vida y obra, igual la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), en 2008, institucionalizó la Catedra de Pensamiento Critico “ Franz Hinkelammert”, que dio paso a la creación del grupo Pensamiento Crítico. La Universidad Centroamericana “JoséSimeón Cañas”, la UCA en el Salvador, mantiene vivo su pensamiento con la recopilación y divulgación de sus obras y ensayos.
A iniciativa del Dr. Roque Castro de la Maestría en Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNAH, se busca desarrollar conversatorios sobre el pensamiento de Franz Hinkelammert, que deben ser apoyadas por las autoridades académicas, como un reconocimiento al aporte para el estudio del estado de la economía y planificación del desarrollo en la región.
Franz se consideraba un latinoamericano, centroamericano y hondureño más (tiene familia de origen hondureño), por lo que su pensamiento y aportes a la teoría del desarrollo no debería mantenerse “invisible”. Debería servir de referencia para orientar las políticas públicas y acciones que ejecutan los gobiernos tipificados como progresistas que construyen un modelo socialista democrático.
En el caso de Honduras, en una entrevista a Franz en San José, Costa Rica, le preguntaba cuáles eran los principales desafíos que se enfrentarían en caso que el partido Libertad y Refundación (LIBRE) triunfara y asumiera el poder.
a) Mantener un Estado al servicio de la gente pobre y excluida;
b) No depredar los recursos naturales;
c) Apoyar la democracia participativa, generando espacios de dialogo y discusión amplios sobre la base de nuevas ideas para el desarrollo de cambio económico, social y cultural;
d)Fortalecer los sistemas de planificación con el involucramiento de minorías étnicas y demás sectores excluidos
e) Reivindicar los derechos humanos, incluyendo el derecho a la tierra y alimentación.
Honduras no ha podido, porque se le ha vedado el espacio (s) para el desarrollo de su gente, tanto desde dentro como de afuera.
Descansa en paz maestro y amigo, tus enseñanzas y aportes a la teoría del desarrollo y pensamiento crítico seguirán vigentes hoy y siempre.
Notas:
[1]Ver el libro “Ideología de Sometimiento”, Educa, Centroamérica, 1977.
[2]Ver Franz Hinkelammert “Dialéctica del Desarrollo Desigual”. Editorial Centroamericana, Colección Aula, 1983, San José, Costa Rica, 1983, pag.17
[3]Ver Franz Hinkelammert “La Deuda Externa Latinoamericana: El Automatismo de la Deuda”. Editorial, DEI, San José Costa Rica, 1988.
Javier Suazo. Economista hondureño especializado en políticas económicas y relaciones internacionales, con estudios doctorales en ciencias economías.
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