Dicen así algunas fotografías con fondo negro que aparecen en las redes sociales. Que Ecuador está de luto. ¿Por qué? Porque se aprobaron las enmiendas a la Constitución de Montecristi en la sesión del pleno de la Asamblea. Mientras esto ocurría, afuera había dos manifestaciones: la que era en contra, en donde resultaron heridos manifestantes, […]
Dicen así algunas fotografías con fondo negro que aparecen en las redes sociales. Que Ecuador está de luto. ¿Por qué? Porque se aprobaron las enmiendas a la Constitución de Montecristi en la sesión del pleno de la Asamblea.
Mientras esto ocurría, afuera había dos manifestaciones: la que era en contra, en donde resultaron heridos manifestantes, periodistas de medios públicos y privados, y también algunos policías, y la que era a favor, como ya se ha venido viendo, con su show y su optimismo que ignoran las tentativas de masacre en menos de un kilómetro a la redonda.
Sería bueno que cada persona de las que se manifestaron o de las que se lamentan por la aprobación de las enmiendas a la Constitución verbalice en unas pocas palabras en qué aspecto puntual de su vida privada o pública le afecta tal o cual enmienda. Cómo se ve afectado su negocio, su supervivencia, su salud… Qué ‘libertades’ coarta… Porque, por ejemplo, si hablamos de libertad de expresión, que es de lo que más se quejan, ahí estaba un exasambleísta detenido dando declaraciones desde la ventanilla del auto policial.
De luto. No estuvo de luto Ecuador cuando se arrastró por las calles de Quito al cadáver del Presidente de las mayores transformaciones ocurridas en nuestra historia desde la época de la conquista española. Tampoco estuvo de luto Ecuador (¿o sería porque no había redes sociales?) cuando por culpa de la estulticia y el descuido de más de un gobernante en contubernio con la ambición de algunas empresas petroleras se fue perdiendo más de la mitad de nuestro territorio original sin que el poder local, continental o mundial moviera un dedo por impedirlo.
No se puso de luto nadie cuando éramos internacionalmente conocidos por una mujer que en su desesperación decidió castrar a su marido y por un presidente que cantaba (mal) ‘El rock de la cárcel’ subido en una tarima. Tampoco se puso de luto ninguno de ellos cuando tantos y tantos ecuatorianos fueron expulsados del país por la crisis económica de fines de los noventa. Ni se pusieron de luto por la inestabilidad de los años anteriores y siguientes. Pero sí se pusieron de luto estricto y agresivo cuando se pretendió modificar una ley que supuestamente afectaba las herencias, y de luto cuando se aprueba un paquete de enmiendas constitucionales que no afectan a la vida ni a la integridad de ningún ecuatoriano. Porque no les interesa el país, sino dar la contra. Porque no les preocupa la gente, sino el dinero. Porque no les importa el bien común, sino salirse con la suya.
Fuente: http://www.telegrafo.com.ec/opinion/columnistas/item/de-luto.html