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Declaraciones nada inocentes las del general Castro

Fuentes: Rebelión

Los soldados de nuestras FFAA., y en especial sus oficiales, por la naturaleza de la profesión están sujetos a lo largo de su carrera a una formación continua, y específicamente quienes llegan al grado de general de la República, han recibido en los cursos de Estado Mayor y otros -por llamarlas de alguna manera y […]

Los soldados de nuestras FFAA., y en especial sus oficiales, por la naturaleza de la profesión están sujetos a lo largo de su carrera a una formación continua, y específicamente quienes llegan al grado de general de la República, han recibido en los cursos de Estado Mayor y otros -por llamarlas de alguna manera y reunirlas en un solo término- materias de carácter estratégico, como geopolítica, análisis estratégico y otras, que buscan de quienes van a dirigir las FFAA, desarrollar competencias que le permitan asumir el rol que tan alta jerarquía exige. Se espera de un general de la República capacidades y destrezas para comandar, administrar, educar y representar a tan importante y querida institución, como son nuestras FF.AA.

Por ello las declaraciones realizadas por el general Luis Castro no pueden ser consideradas inocentes, ya que un oficial de su nivel jerárquico y formación profesional es muy consciente de las implicaciones y consecuencias políticas de una declaración de carácter político, como la que realizó. Las mismas han dado pábulo al discurso de la oposición en el sentido de que se está construyendo un fraude y provocando dudas infundadas en la ciudadanía, conocedor de que esa matriz de opinión la oposición la viene erigiendo desde antes de la primera vuelta electoral. Las declaraciones del general Castro fueron inmediatamente utilizadas por todos los opinólogos de la oposición y amplificadas por todos los medios que tienen una línea editorial de oposición al actual gobierno, facilitando la atmósfera que requieren determinados actores fanáticos para justificar la violencia que se quiere generar en caso de que el candidato Lasso no gane la elección en la segunda vuelta. General Castro, usted seguramente conocía que en las afueras del CNE se apostaron entre la multitud que se concentró ahí, aproximadamente 50 elementos armados con armas incluso largas. Probablemente paramilitares colombianos y guarimberos venezolanos. Como es de dominio público, y usted general Castro debería conocer dado su nivel jerárquico, que existen intereses hegemónicos que buscan destruir o neutralizar los gobiernos nacional-populares aplicando diferentes metodologías, que en su momento las hemos analizado. Buscan destruir las democracias que han favorecido a las mayorías y han promovido una línea de actuación autónoma como forma de llegar a un desarrollo nacional integral e inclusivo.

Un dirigente político -hasta la primera vuelta de oposición- ha expresado muy acertadamente que antes que parecernos a Venezuela, si el pueblo ecuatoriano se equivoca, nos vamos a parecer a la Argentina de Macri. La práctica del discurso opositor siempre ha sido posicionar clichés para provocar miedos al estilo de «ya viene el comunismo». En los últimos días hemos vuelto a escuchar que estamos a «un tris de convertirnos en Venezuela», al igual que durante 10 años nos pusieron el miedo de que Correa nos va a sacar de la dolarización; en el medio militar se escucha otro cliché, que el gobierno quiere destruir las FF.AA, cuando en este período se ha logrado en mucho recuperar sus capacidades operativas, pero obviamente en esto hay mucho por hacer no porque el gobierno no lo haya promovido, sino porque estas capacidades requieren del concurso y gestión de los mismos militares, como también lo propio debe suceder en los otros campos de la vida nacional. La historia del pueblo ecuatoriano nos ha enseñado que no copia modelos, puede analizar experiencias pero nunca copiarlas. Los ecuatorianos construimos nuestra historia, al estilo ecuatoriano, y aspiramos a seguir haciéndolo de esa manera.

Si de buscar en nuestra historia -parecidos- deberíamos cuestionar de acuerdo a las revelaciones que Wikileaks nos proporciona de los cables diplomáticos estadounidenses, como durante décadas muchos oficiales de alta graduación buscaron parecerse al ejército de los EE.UU y algunos fueron informantes de la embajada.

Han sido los gobiernos nacional-populares o de izquierda los que han respetado de manera absoluta la voluntad popular expresada en las urnas, como por ejemplo cuando el gobierno del presidente Chávez perdió el referéndum constitucional en el año 2007 por mínima diferencia, lo mismo ocurrió cuando el gobierno del presidente Maduro perdió la mayoría en la Asamblea Nacional en el año 2015. A pesar de que se ha construido el cliché de que las FF.AA venezolanas son chavistas, éstas también se han enmarcado en el respeto de las instituciones democráticas de nuestra hermana república. Lo que ha sucedido en Venezuela con las FF.AA es que éstas han recuperado el origen del cual surgieron, su carácter de bolivarianas.

Se espera de un oficial de alta jerarquía de nuestras FF.AA un mínimo de ubicación geopolítica, un mínimo de comprensión del actual contexto nacional e internacional y los intereses que se juegan en el mismo. Y también se espera que no contribuya a exasperar los ánimos en el marco de las tensiones normales que provoca una elección presidencial. Usted, general Castro, favoreció con sus declaraciones a intereses antipatria que buscan provocar violencia y en ese caso sí, no respetar la voluntad popular. Aquí cabe preguntar qué y quiénes están detrás de las declaraciones del general Castro, hasta el momento la evidencia que existe al respecto es la arenga sediciosa que realizó el candidato vicepresidencial Páez, en la cual le nombró a usted varias veces.

Mario Ramos: Director del Centro Andino de Estudios Estratégicos

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.