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Deepseek y el plusvalor extraordinario (2): el relato

Fuentes: Rebelión

En el artículo anterior vimos que la empresa china Deepseek había sacado un modelo de Inteligencia Artificial (R1) igual de bueno que los estadounidenses, pero bastante más barato. Esto había provocado movimientos en bolsa y en el mercado de la IA. Pretendemos aprovechar este fenómeno para exponer el punto de vista de la crítica de la economía.

Ahora se trataría de pararnos en cómo se presenta esta cuestión por la prensa. Este relato mediático trata de llevar al gran público la conciencia libremente enajenada que los economistas naturalizan. La forma más extendida de esta naturalización en las academias y universidades es la teoría neoclásica, cuyos planteamientos principales exponemos a continuación.

En general, la economía, la empresa, todo, está en equilibrio. Además, añaden los economistas neoclásicos, es la situación deseable. La mejor expresión del equilibrio es que la oferta iguala a la demanda. En el ámbito del sector eso significa que el precio iguala al coste marginal (coste adicional que supone incrementar la producción en una unidad); y en el ámbito de la empresa que el precio iguala al coste medio.

En el equilibrio, el beneficio económico (ingresos menos costes en sentido amplio) es nulo, no existe. El beneficio económico hay que distinguirlo del beneficio contable (ingresos menos costes en sentido estrecho). La diferencia está en que la ganancia capitalista es un coste más, junto al coste del capital humano (salario); esta ganancia es la retribución que corresponde a la propiedad de la empresa. Con este “ocultamiento” se naturalizan el beneficio y la propiedad.

Ahora bien, ocurren fenómenos que perturban esta situación, uno de ellos es una innovación tecnológico como ha sido el R1 de Deepseek. Esto ha llevado a la economía, al sector (en nuestro caso el de la Inteligencia Artificial) a un desequilibrio (precio no se iguala al coste medio), que será más o menos pasajero, hasta que se restaure de nuevo el equilibrio. También la empresa innovadora, Deepseek entra en desequilibrio. Qué significa esto para nuestra empresa.

La innovación del R1 supone que Deepseek obtendrá beneficios positivos (extraordinarios). Pero, de dónde surge este beneficio extraordinario.

La posición ventajosa de Deepseek radica en que produce a menor coste que la media del sector y, como vende al mismo precio, obtiene un mayor beneficio que el sector. Por ello, nuestra empresa obtendrá los beneficios extras. Pero, quién es el responsable del éxito, quién debe apropiárselos.

Aquí se produce un pequeño debate en la economía académica, dado que está en juego el destinatario de este beneficio extraordinario, entre quienes defienden que es el propietario por ser el que arriesga el capital (capitalista emprendedor), o el gestor por ser quien ha llevado a cabo la innovación (empresario innovador). En nuestro caso el propietario de Deepseek es un fondo de cobertura, High-Flyer, y el director ejecutivo es uno de sus fundadores, Liang Wenfeng. Desde luego, el resto de la plantilla laboral ni está ni se la espera en el reconocimiento del éxito de la operación, no digamos ya en la participación del mencionado beneficio.

El relato mediático gusta mucho de resaltar los aspectos individuales e individualistas del proceso innovador y del éxito en los negocios. Este es un asunto en el que tiene mucho interés la denominada ciencia económica que suele reclamarse del individualismo metodológico. Este individualismo, sea el del individuo emprendedor que arriesga sea el del individuo innovador que inventa, implica que las personas y sus motivaciones son la causa última de los fenómenos sociales, dejando de lado las condiciones sociales que rodean a nuestro individuo; condiciones que explican que esa persona sea lo que es, esté donde está y haga lo que hace. Así el épico individuo hecho a sí mismo, parece una feliz aparición social. Se trata de la naturalización del individualismo.

Aunque se viertan kilómetros de tinta y gigas de video sobre Liang, Deepseek debe gran parte de su éxito inmediato, además de a sus fundadores, a su equipo investigador y ejecutor; y esta cualificada fuerza de trabajo debe algo a la formación que la sociedad china les otorgó, por no hablar de otros aspectos más prosaicos como la alimentación, el vestido, la vivienda, … Son acreedores del interés que la sociedad china, a través de su gobierno, ha puesto en la Inteligencia Artificial como rama productiva a impulsar; por no hablar de las condiciones del mercado mundial, particularmente la dificultad que el gobierno de USA impuso al capital chino restringiendo su acceso a la tecnología más avanzada, los chips de Nvidia; y podríamos seguir añadiendo circunstancias que explicarían que Deepseek haya llegado a lanzar el R1. Pero, hay una que es trascendental, la relación social general que domina la sociedad actual, el capital.

Tenemos, así, a nuestra empresa innovadora apropiándose beneficios extraordinarios que se reparten propietarios (capitalista) y gestores (empresarios), pero qué ocurre con el resto de empresas, con la competencia, cómo viven este desequilibrio de la industria. ¿Quién retornará el sector al equilibrio?

El mercado, amigo. Sí, gracias a la competencia entre los capitales, pues todos se disputan el beneficio aspirando a maximizarlo, se restituye el deseado equilibrio. La entrada de capitales, la competencia entre estos, que reviste las más diversas formas concretas (innovaciones tecnológicas, reducciones de precios, publicidad, espionaje, atracción del talento, intervenciones estatales, etc.), es lo que hará que se nivelen las condiciones de producción. Desapareciendo el beneficio extraordinario.

La situación a la que llegaremos, el nuevo equilibrio, se caracterizará por unas condiciones de producción de menores costes, allí las empresas no tendrán beneficios extraordinarios y la demanda, los compradores de IA, será soberana. Soberanía del consumidor, que expresa su libertad, cuya base es la capacidad de compra (la libertad está en el bolsillo, dirá Marx). Las empresas estarán al servicio de los consumidores (los soberanos) buscando procurarles la máxima utilidad con la asignación de recursos más eficiente (menores costes).

Tras la exposición de las líneas generales que acompañan el relato mediático del plusvalor extraordinario, que exaltan el individualismo, el egoísmo, la propiedad, el mercantilismo y el capitalismo, nos queda la exposición de la crítica y su fundamento en la que nos detendremos próximamente.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.