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Carta abierta al Presidente de la República, al pueblo ecuatoriano y a los jóvenes del país que son el presente y el futuro

Demandamos una moratoria a nuevas concesiones mineras

Fuentes: Acción Ecológica

El gobierno ecuatoriano hace pocos días anunció la apertura del catastro minero, a pesar del rechazo que hay en las comunidades a los proyectos mineros en sus territorios, de la crítica nacional e internacional al extractivismo por ser insustentable a mediano plazo, por los efectos que provoca a la naturaleza, y por la violación a […]

El gobierno ecuatoriano hace pocos días anunció la apertura del catastro minero, a pesar del rechazo que hay en las comunidades a los proyectos mineros en sus territorios, de la crítica nacional e internacional al extractivismo por ser insustentable a mediano plazo, por los efectos que provoca a la naturaleza, y por la violación a los derechos humanos que estas actividades conllevan.

La apertura del Catastro Minero, por parte del Ministerio de Minería y la Agencia de Regulación y Control Minero (ARCOM), da carta abierta para intervenir en todo el país: áreas protegidas, fuentes de agua, nacimientos de agua, bosques protectores, páramos, territorios indígenas o áreas de producción campesina. La amenaza de destrucción de la naturaleza, desplazamientos y violaciones a los derechos, como ya ha ocurrido con la empresa china ECSA en el proyecto Mirador, ubicado en la Cordillera del Cóndor, se cierne sobre todo el país.

Las concesiones son dadas en un proceso en el que interviene sólo el Estado y la empresa minera, desconociéndose el derecho que tiene la población de ser consultada, especialmente las comunidades que serán afectadas. A veces se hacen simulacros de compartir información y por regla general la opinión de los participantes es ignorada.

La Organización Mundial de la Salud, reconoce que la explotación minera es una de las actividades más contaminantes que existen: es nociva para el medio ambiente, destruye bosques y biodiversidad, altera los ecosistemas, contamina el agua, aire y tierra, afectando a las poblaciones locales, sus formas de vida y sustento. Según la FAO, la minería es una de las principales detonadoras del acaparamiento de tierras. La declaración de utilidad pública, permite expropiar zonas agrícolas, lo que atenta contra nuestra soberanía alimentaria.

Todos estos impactos sólo favorecen a empresas chinas, canadienses y otras corporaciones transnacionales a quienes se les entrega nuestra soberanía patrimonial; mientras que en el Ecuador quedarán territorios destruidos, pueblos empobrecimiento, dependencia y endeudamiento externo. Ya nadie se cree que la minería traerá desarrollo.

Para el Ecuador la minería no es una alternativa: somos el país de los derechos de la Naturaleza, poseemos los más altos índices de biodiversidad e importantes reservas de agua dulce, tenemos la capacidad alcanzar la soberanía alimentaria, y podemos construir nuestro futuro basándonos Sumak Kawsay o Buen Vivir; en la producción campesina de alimentos, en la agroecología y en el desarrollo de energías limpias, descentralizadas y sustentables.

Por eso demandamos una moratoria a la expansión minera en el Ecuador.

Por eso decimos NO al festín minero.

Fuente: http://www.accionecologica.org/component/content/article/1946-2016-06-14-02-11-15