La respuesta a la necesidad de democratizar el Estado y la economía hacia el bien común pasa por caracterizar el tiempo que vivimos, sus desafíos y oportunidades, y visualizar el destino al que deseamos llegar para construirlo en un proceso participativo que lo enraíce en los territorios y poblaciones en el día a día, dando las respuestas necesarias a los retos mientras se construyen cimientos sólidos de la nueva institucionalidad para que perdure en el tiempo.
Supone un cambio de paradigma para la nueva época que iniciamos, un cambio cultural de la sociedad retomando los valores que nos humanizan, nuevas y diferentes motivaciones para su implementación, y nuevos objetivos en los que manifestarse. Dejar de lado el PIB y el incremento de beneficios de accionistas de las empresas como objetivos esenciales y casi únicos. Lo que no se mide no se conoce, y no puede ser transformado. Por ello es imprescindible dotarnos de los ratios e indicadores para la gestión pública y económica de las sociedades que nos orienten y encaminen en la construcción de una sociedad y humanidad digna, solidaria y hermanada, integrada y respetuosa con el medioambiente planetario, democrática y participativa.
ATTAC se planteó esta necesidad en 2007/8 en tiempo de la crisis financiera y la gran depresión. De estos primeros impulsos surge la propuesta de la Economía del Bien Común (EBC) que en 2010/2011 se emancipa de ATTAC con la constitución de la Asociación internacional de la EBC. En estos años se han desarrollado herramientas para ello que han sido contrastadas con experiencias reales, llegándose a institucionalizar de la mano de Compromís en el anterior gobierno de la Comunidad Autónoma del País Valencià: Balance y Matriz del Bien Común para empresas https://economiadelbiencomun.org/la-matriz-del-bien-comun/y ayuntamientos https://economiadelbiencomun.org/media/2015/11/Guia-Practica-sobre-el-Balance-del-Bien-Comun-para-ayuntamientos.-V2.0-Internacional.pdf Balance y Matriz de la Ciudad del Bien Común para la gestión de los territorios (municipios, comarcas, provincias, Comunidades Autonómicas y Estados) https://economiadelbiencomun.org/blog/2021/03/28/ciudad-del-bien-comun-herramienta-para-el-urbanismo-sostenible-inclusivo-y-regenerador-de-vida/
Tiempo que vivimos
La democracia liberal está en peligro porque ha llegado el fin de un tiempo y de su institucionalidad. Vivimos el tiempo de la confrontación entre la unipolaridad de EE UU- OTAN y la multipolaridad representada por el BRICS+, que representa a la inmensa mayoría de la humanidad. Esta confrontación adquiere su mayor manifestación en la guerra de Ucrania, perdida ya por la OTAN. Implica la caída de las grandes familias oligarcas de occidente, soporte de la red sionista mundial. Y parece que están dispuestas a provocar la tercera guerra mundial en territorio europeo, esta vez nuclear, antes de claudicar. Ninguna guerra es nuestra guerra. Menos esta que puede devolver a la humanidad a la barbarie. En esta confrontación entre unipolaridad y multipolaridad las fuerzas de progreso debemos estar apoyando la segunda con una gran movilización mundial por justicia y paz.
Hoy algunos de los países promotores de la multipolaridad están gobernados por partidos conservadores como es la India y Rusia; teocracias como son Arabia Saudí, emiratos e Irán; y China por el partido comunista. El triunfo de la multipolaridad, que indudablemente avanza hacia mayor justicia global y la necesaria transformación, no garantiza el mundo mejor al que debemos aspirar. Los BRICS+ siguen rigiéndose por los valores, motivaciones y objetivos del antiguo paradigma. China es donde más se manifiesta la contradicción entre una economía nuclear de la globalización liberal y una institucionalidad diferente guiada por la igualdad y la responsabilidad ante la humanidad, valores que chocan con esa misma economía liberal.
Vivimos un cambio de época que implica un nuevo comienzo, pero con mayor consciencia y responsabilidad ante la Vida en nuestro planeta, ante Gaia a la que pertenecemos. Vivimos la confrontación entre el mundo que muere y el que nace sobre el proceso de unificación de la humanidad. Y esta confrontación se manifiesta hoy en el genocidio, exterminio y expulsión, del pueblo palestino, en las masacres televisadas en Gaza y Cisjordania. Democratizar el Estado y la economía implica tomar partido por la Humanidad y su futuro. Por abrir este nuevo tiempo y esta nueva vida de la humanidad hermanada.
La sociedad y ciudadanía europea no queremos la guerra a la que nos abocan desde la institucionalidad y los gobiernos. Vemos como los partidos de extrema derecha, por apoyar a Putin y conseguir apoyo electoral, se hacen con las reivindicaciones de la paz y la soberanía nacional. El movimiento asambleario entre agricultores y transportistas lo capitaliza los partidos de extrema derecha. En las próximas elecciones europeas de junio la extrema derecha cogerá fuerza y pactará con la derecha conservadora, gobernando las instituciones europeas. Y esto nos provocará un mayor enfrentamiento con el resto del mundo.
Democratizar el estado pasa por avanzar en la nueva institucionalidad de la democracia participativa; defender los Derechos Humanos ampliados en este contexto del comienzo de la historia de la humanidad unida, de la nueva soberanía de la ciudadanía universal. Paz, justicia global y soberanía de la ciudadanía universal. El bien común de la humanidad es el internacionalismo del S. XXI [i] . No debemos tener miedo a denunciar a la UE antidemocrática. Ampliar esta democracia liberal con la generalización de referéndum consultivos es algo que deberíamos haber hecho ya.
Nota:
[i] https://economiadelbiencomun.org/blog/2020/03/22/bien-comun-de-la-humanidad-internacionalismo-del-s-xxi/
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