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Descolonizando lo decolonial desde los territorios

Fuentes: Rebelión

A propósito de la realización de la III Escuela de Pensamiento Crítico Descolonial en Venezuela y la creación del Instituto Nacional para la Descolonización en dicho país, en un contexto regional marcado por la profundización del extractivismo, se hace necesario preguntarse qué estamos entendiendo por dichas nociones y si están siendo o no útiles para […]

A propósito de la realización de la III Escuela de Pensamiento Crítico Descolonial en Venezuela y la creación del Instituto Nacional para la Descolonización en dicho país, en un contexto regional marcado por la profundización del extractivismo, se hace necesario preguntarse qué estamos entendiendo por dichas nociones y si están siendo o no útiles para las luchas de los movimientos socioambientales existentes o más bien funcionales a lógicas depredatorias como lo son la megaminería, el agronegocio, la explotación petrolera, el negocio forestal, los proyectos energéticos, etc.

En primer lugar, resulta llamativo que en la discusión que se ha llevado a cabo en Venezuela en dichos espacios académicos y políticos a nivel institucional por algunos de las y los investigadores del llamado giro decolonial (Ramón Grosfoguel, Enrique Dussel, Juan José Bautista, Karina Ochoa, Houria Bouteldja, Sabelo J Ndlovu- Gathseni, José Romero- Losacco), no ocupen un lugar central las implicancias racistas y ecocidas del proyecto del Arco Minero del Orinoco, el cual pone en riesgo la principal fuente de agua del país y el futuro de comunidades indígenas completas.

De ahí que la crítica decolonial a un sistema mundo occidentalista cristiano-céntrico capitalista/patriarcal moderno/colonial no solo deba tomar en consideración sus bases eurocéntricas sino también antropocéntricas, ya que son la base de la colonización de los territorios en Abya Yala que se originan con la minería en Potosí en 1545 y que tienen su continuación en proyectos como el Arco Minero del Orinoco.

No se entiende por tanto una idea decolonialidad desterritorializada, ya que termina siendo una concepción funcional a la dualidad moderna cultura-naturaleza y a la destrucción misma de la vida, en donde en la región se han disparado el número de conflictos socioambientales y de muerte de defensoras y defensores de los territorios, dentro de un marco mundial de cambio climático, antropoceno y capitaloceno.

Afortunadamente, en Abya Yala existen múltiples organizaciones socioambientales de defensa de los territorios, las cuales no solo están resistiendo a megaproyectos extractivistas en esta civilización de la muerte, sino también planteando alternativas al desarrollo y la idea de un crecimiento económico sin fin, desde ontologías relacionales que no ven a los seres humanos como el centro del planeta, sino como parte de un ser viviente que puede ser llamado Madre Tierra, Pachamama, Gaia, etc.

Lo mismo con distintas corrientes provenientes del Ecofeminismo, Decrecimiento, Ecología Política, Ontología Política, Sumak Kawsay, Suma Qamaña, Agroecología, los cuales junto a investigadores y activistas de toda la región están haciendo un tremendo aporte para la descolonización de los territorios, la cual debiera ser la prioridad de aquellos intelectuales que están participando en III Escuela de Pensamiento crítico Descolonial en Venezuela y del Instituto Nacional para la Descolonización.

A su vez, llama la atención que aquellos investigadores banalicen cualquier tipo de cuestionamiento al proceso interno en Venezuela, como ha pasado con miradas críticas del proceso bolivariano y también cercanos a lo decolonial (Emiliano Terán Montovani, Edgardo Lander, Alicia Moncada, Esther Pineda, Jose Angel Quinteros Weir, Francisco Javier Velasco, Juan Carlos La Rosa), señalando que estarían haciendo el juego a la derecha imperial de aquel país. Estos últimos han sido férreos críticos del proyecto del Arco Minero del Orinoco y se han comprometido con las comunidades más afectadas.

No es casualidad entonces que se plantee desde los gestores de aquel Instituto de Nacional para la Descolonización en Venezuela una idea de imperialismo que solo contempla el nefasto rol de Estados Unidos en el capitalismo histórico, descuidando completamente el rol de China en la actualidad en un sistema mundo cada vez más destructivo y peligroso para la supervivencia de los seres humanos y no humanos de la Tierra.

Al parecer, esos investigadores no se dan cuenta que el centro del capitalismo si bien se está desoccidentalizando, seguirá recolonizando territorios sin parar a través de la hegemonía de China, como pasa con la extracción de oro en el Arco Minero del Orinoco, en donde el país asiático tiene un rol central. Sus miradas por tanto siguen siendo eurocéntricas y antropocéntricas, ya que cometen los mismos errores de muchas izquierdas del siglo XX, al no ver que el extractivismo es intrínseco a la colonialidad.

Por tanto, se hace urgente descolonizar lo decolonial desde los territorios, sino el extractivismo seguirá destruyendo los bienes comunes o las fuentes de vida, mal llamados recursos naturales por la lógica moderna. De ahí la necesidad de un nuevo giro ecoterritorial de algunos investigadores decoloniales, los cuales no están situándose en el planeta actual, sino por el contrario, están más bien reforzando ideas que nos llevarán a la catástrofe socioambiental si no actuamos a tiempo.

Andrés Kogan Valderrama, Sociólogo / Editor Observatorio Plurinacional de Aguas

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.