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Desenlace electoral 2025 (primera vuelta)

Fuentes: Rebelión

Ecuador es un país con 18 millones de habitantes, en el cual el voto es obligatorio (facultativo solo para un segmento de ciudadanos), de modo que los resultados de las elecciones de primera vuelta, tanto para presidente y vicepresidente de la república (en binomio) como para la asamblea nacional (151 asambleístas) realizadas este domingo 9 de febrero (2025), reflejan posicionamientos políticos de la mayoría de la población nacional. Hasta la hora del cierre de este artículo (8:00h del 10/2/2025) los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (https://elecciones2025.cne.gob.ec) para presidente permiten algunas reflexiones que vale puntualizar.

1. Aunque participaron 16 binomios presidenciales, existe una rotunda polarización social y política en el país, marcada por el odio al “correísmo”, que ha resultado ser el motivo esencial de convergencia de todas las fuerzas que apoyaron al presidente/candidato Daniel Noboa, quien alcanza el 44.31% de los votos. Continúa activo el bloque de poder oligárquico edificado desde 2017, que ha sostenido a tres presidentes defensores de sus intereses económicos y cuyo “enemigo” es el expresidente Rafael Correa y todo lo que sea para ellos el “correísmo”. La candidatura de Noboa no tuvo límites constitucionales, legales ni institucionales para llevar adelante una campaña millonaria que incluyó el uso de recursos públicos. No ha faltado el amedrentamiento a los opositores contando con la colaboración de otros aparatos e instituciones del Estado. Ha sido permanente el respaldo de una serie de periodistas y de los grandes medios de comunicación que a diario cultivan todo tipo de ideas sobre el “peligro” del correísmo. Apenas concluyó el proceso electoral estos medios se adelantaron a difundir, con total irresponsabilidad, un Exit Poll que daba el triunfo a Noboa con el 50.12% de los votos. En plena campaña Noboa decretó quién debía ser su vicepresidenta en reemplazo y actuó políticamente frente a las fuerzas armadas y a la policía, a las que destacó para una guerra internacontra la delincuencia, el terrorismo y el crimen organizado que, paradójicamente, ha crecido, al punto de que el mes de enero/2025 es el más violento en la historia del país, con 731 asesinatos, de acuerdo con cifras oficiales. Ecuador pasó a ocupar el primer lugar de violencia en América. Lo que no suele conocerse muy bien en el exterior es que este cuadro de factores, que la sociología histórica reconoce como parte de la dominación social, es el que ha producido un clima de miedo e inseguridad, ante el cual la población se ve impotente. Lo acompaña al deterioro de las condiciones de vida y trabajo, a su vez afectadas con el derrumbe de los servicios públicos, la flexibilidad de los derechos y el desajuste de la democracia.

2. En el otro extremo, Luisa González/Diego Borja, el binomio de la Revolución Ciudadana, (RC) ha alcanzado el 43.83% de los votos (0,48 puntos menos que Noboa, es decir solo 45.306 votos), aunque la candidata denuncia inconsistencias e irregularidades en las actas (https://t.ly/ffSDS). Es una votación victoriosa si se contemplan no solo las fuerzas de apoyo a Noboa, sino también el poder de la maquinaria de dominación social, junto al hecho de que, desde 2017, la RC es la organización política más perseguida, atacada y denigrada, con dirigentes en el exilio, militantes enjuiciados y varios apresados. Han actuado contra este sector no solo tres gobiernos, sino la fiscalía, la contraloría, otras instituciones estatales y una serie de jueces que utilizaron el lawfare como instrumento para la aniquilación política. La RC ha demostrado ser la única alternativa organizada para el ejercicio del poder público y Luisa ha logrado la convergencia del progresismo social en torno a un proyecto contrario al neoliberalismo/libertarianismo, al que se han aferrado las élites empresariales del país, a pesar de que en el mundo capitalista ese esquema está roto.

3. Leonidas Iza, el candidato del movimiento indígena encabezado por Pachakutik y la CONAIE, alcanzó el 5.26% de la votación. No logró ser la alternativa deseada frente a la RC porque las fuerzas en su apoyo continúan privilegiando la visión, las identidades nacionales y las reivindicaciones culturales y territoriales de las comunidades de base, que si bien despiertan solidaridad y apoyo entre distintos sectores, no han podido captar el respaldo contundente y mayoritario del resto de la población. En todo caso, aunque tocará examinar los datos desagregados, resulta inquietante, por decirlo de alguna manera, que Luisa solo gane en las 7 provincias de la Costa ecuatoriana, pero pierde en 9 de las 10 provincias de la Sierra y también en 4 de las 6 provincias amazónicas, mientras en todas ellas (en varias con casi el doble de votos), incluyendo aquellas provincias con alta presencia indígena, gana Noboa. Y es una tendencia ya manifestada en elecciones anteriores. De modo que la RC y Pachakutik-CONAIE tendrán que encarar, con seriedad y madurez, una convergencia política que se convierta en fuerza capaz de acabar con la segunda época plutocrática que vive Ecuador desde 2017.

4. Las izquierdas tradicionales profundizaron su esclerosis política: la Unidad Popular obtuvo el 0.39% y el Partido Socialista el 0.53% de los votos. En 46 años de democracia que vive el país no han podido ser alternativa electoral, vanguardia política del pueblo, ni representantes exclusivos y masivos de la izquierda marxista “auténtica y verdadera”. De otra parte, cada uno de los candidatos de la llamada “centroizquierda” obtuvo menos del 1% de la votación. Igualmente, ninguno de los candidatos de las otras derechas que se suponían ser alternativas a Noboa llegó al 1%. Está muy claro que abandonaron el respaldo a sus propios candidatos y volcaron su apoyo a Noboa. Si bien una de las candidatas de los irrelevantes clubes políticos personalistas logró el 2.71% de votos, los otros candidatos de estas filas no superan el medio punto. Ecuador demuestra la necesidad de una nueva ley de partidos y movimientos políticos que termine con un “multipartidismo” sin representatividad social ni significación política. Hoy son 78 las organizaciones reconocidas legalmente por el Consejo Nacional Electoral.   

5. Para el balotaje a realizarse el 13 de abril la unidad de las fuerzas de apoyo a Noboa está consolidada, pero afinarán todo tipo de estrategias para impedir el triunfo del “correísmo”. Y si finalmente Luisa Gonzalez gana la presidencia, el problema de fondo será cómo enfrentar al régimen oligárquico, que deja graves herencias. Como lo ha demostrado el pasado de la “democracia” ecuatoriana, las élites empresariales y la casta política tradicional levantarán el incendio apenas adviertan que los intereses de sus negocios y rentabilidades se alteran con la restitución de una economía distinta a la neoliberal/libertaria.

Además, a diferencia de lo que ocurrió durante la década presidencial de Rafael Correa (2007-2017), que tuvo condiciones históricas muy favorables incluso porque América Latina vivía un inédito ciclo de gobiernos progresistas, hoy existe una región desunida, en la cual los presidentes progresistas son una minoría, aunque al frente de países enormes y de alta significación continental, como Brasil o México. Al mismo tiempo se advierte el ascenso de un agresivo monroísmo con el presidente Donald Trump, bajo el interés de recuperar la hegemonía de los Estados Unidos y frenar cualquier avance de un mundo multipolar tanto como el crecimiento de los intereses internacionales de China, Rusia y los BRICS. Si en la segunda vuelta electoral triunfa Noboa, obviamente su segunda presidencia tendrá mayores oportunidades para redoblar el régimen construido, en un ambiente internacional y americanista indudablemente favorable al conservadorismo en el mundo occidental.

Blog del autor: Historia y Presente
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