Recomiendo:
0

Deuda interna de USA y la guerra de aranceles

Fuentes: Rebelión

La deuda interna de Estados Unidos ya suma 36 billones de dólares y con  la actual capacidad de recolección fiscal basada en impuestos al consumo es impagable. Porque el PIB de los Estados Unidos es de 27,7 billones y ese es el principal problema de Estados Unidos, porque es una oligarquía donde solo  los trabajadores asalariados sufren la presión fiscal  porque la  mayor carga fiscal se pone no sobre las grandes fortunas ni sobre los ingresos y salarios dorados, se pone sobre el consumidor.

Desde hace 200 años, gracias al economista e historiador ginebrino Jean Charles Sismondi sabemos que la única renta nacional que de gasta  íntegra en consumo son los salarios. Sismondi fue el primer filósofo de la economía que se preocupó por la distribución de la riqueza nacional entre la población. Fue Sismondi  y no Marx quien descubrió que el capitalista se enriquecía porque pagaba el trabajo menos de lo que en efecto valía. Sismondi llama ese  fenómeno Mieuxvalue  du travail. Marx lo tradujo al inglés como plus-value del trabajo.

 Volvamos a los aranceles de Trump.  Al Presidente Trump, que parece entender poco o nada como se elabora una política comercial, se le ha ocurrido  pagar la deuda  cobrando aranceles  altos. Sin duda alguna los aranceles aduaneros son un ingreso fiscal. Parece que el Presidente  Trump cree que los fabricantes extranjeros van a bajar los precios para compensar los altos aranceles. Es absurdo que un hombre de negocios como Trump pueda  creer  esa fábula. Sus aranceles caprichosos los va a pagar la víctima preferida del sistema capitalista norteamericano…  la clase media asalariada  que es quien gasta la totalidad de su ingreso en consumo.

La otra víctima son los empresarios del país exportador que irán simplemente a vender su producto  a otros consumidores en otro país. Es curioso que Trump parece ignorar que el comercio de servicios no paga aranceles y que  la economía mundial es cada vez más una economía de servicios y sobre todo de servicios financieros, una red que  Estados Unidos y Europa solo recuerdan para imponer sanciones. Esas sanciones  financieras son posibles porque  la mayor parte del mundo (40%) aún usa el dólar estadounidense como referencia de valor. Después del robo ocurrido con los  más de 600.000 millones de dólares que Rusia tenía en el sistema financiero occidental, la confianza en el dólar  y en los bancos occidentales ha quedado muy erosionada.

 El país al que resultan más incomodos los caprichos arancelarios de Trump es sin duda China

China se opone firmemente a cualquier acuerdo alcanzado a expensas de sus intereses para la supuesta reducción arancelaria; si esto ocurre, China nunca lo aceptará y se opondrá firmemente para salvaguardar sus legítimos derechos e intereses, advirtió el sábado un portavoz del Ministerio de Comercio de China (MOFCOM).

Estas declaraciones  responden a una pregunta de los medios, mientras funcionarios estadounidenses afirman que están intensificando las negociaciones con las economías relevantes y esperan alcanzar acuerdos comerciales con algunos países antes de que finalice el período de suspensión de 90 días de  eso que Trump llamó ”aranceles recíprocos” el 9 de julio, según un comunicado publicado en el sitio web del MOFCOM. Para los países con los que no se ha llegado a un acuerdo, los aranceles caprichosos podrían fijarse unilateralmente.

El secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, afirmó que el presidente Trump estaba preparado para finalizar una serie de acuerdos comerciales en las próximas dos semanas. Eso demuestra la total ignorancia tanto de Trump como de Lutnik de lo que son las listas arancelarias y que sus diversas secciones implican políticas comerciales distintas. En relación con la fecha límite del 9 de julio para restablecer los aranceles más altos que suspendió en abril, informó Bloomberg el viernes. Mi recomendación a China  en el remoto caso de que algún funcionario  chino me lea es la siguiente: China importa por encima de 20.000 millones de productos agrícolas de Estados Unidos. Para  continuar abasteciendo el mercado  chino sobran para ese tipo de productos, sobra la oferta en  Latinoamérica y el sudeste asiático. Basta que China deje de  abastecerse  con productos agrícolas de Estados  Unidos. Ese mensaje llegará rápido a Trump  y Lutnik, porque los estados que más productos agrícolas exportan a China son la principal base electoral de Trump y los republicanos conservadores y allí se acaba  el debate.

La teoría de poder pagar la inmensa deuda del Gobierno norteamericano con la renta proveniente de aranceles en principio es como pretender que la paguen China y Japón, que a su vez son los mayores compradores de deuda  pública norteamericana y como por casualidad son los dos principales exportadores a  Estados Unidos. La deuda pública de Estados Unidos es impagable y más temprano que tarde tendrá que convocar a sus acreedores.  En todo caso la quiebra de Estados Unidos, mirado desde el punto de vista legal, es tipificable como una quiebra fraudulenta del tipo que técnicamente se define como Pirámide de Ponzi.

Lutnick afirmó que el presidente estadounidense también ha dicho que, en última instancia, enviará «cartas» a los países dictando los términos comerciales si no se alcanzan acuerdos a tiempo. Según el informe de Bloomberg, los países serán clasificados en «categorías adecuadas» el 9 de julio.

China invita a todas las partes a resolver las diferencias económicas y comerciales con Estados Unidos mediante consultas equitativas. Al mismo tiempo, China insta a todas las partes a defender la equidad, la justicia y la corrección histórica, defendiendo firmemente las normas económicas y comerciales internacionales y el sistema multilateral de comercio, declaró el portavoz del Ministerio de Comercio en el comunicado.

China defiende constantemente el principio de abordar los asuntos económicos y comerciales entre países dentro de un marco multilateral, lo que incluye la adopción de un enfoque igualitario y mutuamente beneficioso hacia todas las naciones. Por lo tanto, si ciertos países no se adhieren a los principios multilaterales en las negociaciones comerciales, lo que causa pérdidas a China, ésta ciertamente no respaldará tales prácticas, declaró Zhou Mi, investigador principal de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica, al Global Times el domingo.

La declaración del MOFCOM vuelve a indicar claramente que, para los países y socios comerciales que buscan establecer relaciones económicas y comerciales normales con China, la parte china espera que respeten las normas comerciales multilaterales y se abstengan de acciones que perjudiquen a otros sin beneficiarse a sí mismos.

Anteriormente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, animó al presidente estadounidense a unir fuerzas con sus aliados para abordar los desequilibrios comerciales de China, en lugar de imponerles aranceles en la cumbre del G7, celebrada en Canadá a mediados de junio, según un informe de Politico. Bruselas ha intentado durante meses convencer a EE. UU. de que no se centre en la UE en la guerra comercial, argumentando que la cooperación en la política industrial de China es la mejor manera de garantizar la igualdad de condiciones en el comercio, al tiempo que intenta halagar y persuadir al presidente estadounidense para que retire sus aranceles restrictivos, según el informe de Politico.

Nikkei Asia informó el 5 de junio de que Japón presentaría a Estados Unidos un paquete de cooperación centrado en las cadenas de suministro de tierras raras chinas y gas natural licuado (GNL) estadounidense, que se han visto afectadas por las tensiones, según un informe titulado «Japón propondrá un ‘paquete de contramedidas contra China’ en las próximas negociaciones arancelarias con Estados Unidos».

Las afirmaciones de Bruselas violan las normas de la OMC, que son no discriminatorias, y su afirmación equivale a atacar específicamente a China sin apuntar a Estados Unidos, declaró He Weiwen, investigador principal del Centro para China y la Globalización, al Global Times el domingo.

Al hablar sobre si los países que sacrifican los intereses de China para obtener exenciones arancelarias estadounidenses podrían realmente obtenerlas, Zhou afirmó que, al hacerlo, se enfrentarán a la oposición de China, lo que podría afectar negativamente sus intereses de desarrollo, sus futuras oportunidades de mercado y su credibilidad.

En abril un portavoz del Ministerio de Comercio afirmó que el apaciguamiento no trae paz, el compromiso no genera respeto y que los intentos de negociar los intereses de otros a cambio de exenciones arancelarias están condenados al fracaso y, en última instancia, perjudicarán a todas las partes involucradas. Estas declaraciones surgieron en respuesta a informes que indican que Estados Unidos se prepara para presionar a otros países para que restrinjan sus lazos comerciales con China a cambio de exenciones arancelarias.

Los aranceles perturban el orden comercial internacional.

A medida que se acerca la fecha límite del 9 de julio, informes de medios extranjeros revelan que las conversaciones continúan sin acuerdos específicos firmados con algunos de los principales socios comerciales de Washington.

Lutnick afirmó que la Casa Blanca tiene planes inminentes para llegar a acuerdos con un grupo de 10 socios comerciales importantes, sin especificar los países, según informó Bloomberg al ser preguntado por las declaraciones de Lutnick sobre los 10 posibles acuerdos y el estado actual de las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y Japón en una conferencia de prensa habitual el viernes por la mañana en Tokio, del secretario jefe del Gabinete de Japón, Yoshimasa Hayashi,

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.