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Día Mundial de la Lengua Portuguesa y Marx

Fuentes: Rebelión / Vermelho (Brasil) [Imagen: Karl Marx. Créditos: Vermelho]

El pasado 5 de mayo se celebró el día mundial de la lengua portuguesa y el día del nacimiento de Karl Marx. Así que me encuentro con este difícil callejón sin salida: entre los dos fundamentos, ¿qué hacer?

– Una cosa no se opone a la otra -me podría decir un compañero comunista-.

A lo que yo respondo:

– Pero si no se oponen, ¿dónde puedo encontrar la competencia madura para hablar al mismo tiempo de ambos?

– La práctica es el criterio de la verdad: ¡escribe y verás! -ordena el camarada-.

Así que aquí estoy, perdido como un ciego en un tiroteo. ¿A dónde voy en medio de tantos disparos? Si soy un practicante de la lengua portuguesa, bueno o malo, bueno o malo, de Marx puedo decir que soy un fanático sin reservas o cualquier reserva. Pero confieso que soy un admirador que no ha estudiado en profundidad los textos clásicos del filósofo que cambió el mundo. Bueno, ¡los clásicos de Marx! Seamos francos y verdaderos: ¿sólo vale la pena leer el Manifiesto? ¿Es suficiente su interpretación por Lukács y Gramsci? ¿Basta con leer algunos textos de Lenin? Y así continúo, perdido entre los disparos.

Empecemos, pues, por lo más fácil, que es el Día Mundial de la Lengua Portuguesa. A partir de ahí puedes ver la sombría jungla en la que me he metido. Pero vamos.

Para salvarnos del abismo, es bueno que el portugués sea flexible. Es una lengua que tiene muchas direcciones, y en ella caben todas las variantes, porque son hablantes legítimos de los distintos pueblos del mundo. Desde Brasil hasta Santo Tomé y Príncipe, pasando por Angola, Mozambique, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Timor Oriental, Macao, Cabo Verde y Portugal, tenemos las voces del idioma. Una unidad en un mundo diverso podría decirse, si nos dejamos llevar frívolamente por el sabor encantador de la frase. Pero no nos engañemos. Esta unidad se logró y se conquistó con sangre. A fuego y espada sobre los pueblos colonizados, como ha sido la expansión de las lenguas y culturas en el mundo.

José Saramago observó una vez con acierto: «Hay lenguas portuguesas y no una sola lengua portuguesa. Estas lenguas son, al mismo tiempo, iguales y diferentes«. En el caso brasileño, las aportaciones africanas e indígenas en las condiciones más crueles se hicieron no sólo en el léxico, sino en el habla y el ritmo del habla. Hoy, si nos fijamos bien, el habla brasileña del portugués es otro portugués. Lo que Noel Rosa expresó con tanta genialidad en la samba Não Tem Tradução: «Todo lo que el bribón pronuncia / con voz suave es brasileño, ya es portugués«.

José Saramago. Créditos: Vermelho

Pero será más seguro si llevo el portugués al terreno donde soy menos ignorante. Y un camino ligero hacia la literatura. En ella, el lenguaje encuentra su realización más fructífera. En ella, brasileños, africanos, asiáticos y portugueses son a la vez distintos y uno. Distinto no sólo de los temas, el paisaje, las personas narradas. Distinto en la nueva forma de ver la realidad humana en nuevas culturas y características.

Machado de Assis ya nos ilustró en el ensayo Instinto de Nacionalidade, en 1873:

«Quien examina la literatura brasileña actual reconoce inmediatamente en ella, como su primer rasgo, un cierto instinto de nacionalidad. La poesía, el romance, todas las formas literarias del pensamiento buscan vestirse con los colores del país, y no se puede negar que tal preocupación es un síntoma de vitalidad y un aval del futuro«.

Y con Machado de Assis, llego a la mayor dificultad, que es unir a Marx con el día mundial de la lengua portuguesa en un solo texto. Es decir, yo que conozco poco a Marx, puedo muy bien rendir homenaje al amigo y escritor comunista José Carlos Ruy. Supo unir como pocos los clásicos de la literatura a los clásicos marxistas. El gran Ruy escribió textos luminosos sobre la realidad histórica y política de Brasil en más de un libro. Y, de manera brillante, dejó el Diccionario Machado de Assis, aún inédito por la Editora Anita Garibaldi, que tiene el original listo para lanzarlo al mundo.

José Carlos Ruy. Créditos: Vermelho

En caso de duda, mire una hermosa página del inédito Dicionário Machado de Assis:

«Machado de Assis fue un realista dialéctico y una excelente afirmación de esta idea está en la novela ‘Memórias póstumas de Brás Cubas‘ (1881), cuyo narrador ya no está entre los vivos: el difunto Brás Cubas.

La novela es un ejemplo paradigmático de lo que Marx, al describir el funcionamiento dialéctico del pensamiento, denominó «pensamiento concreto»: el ideal como lo concreto traducido y transpuesto al pensamiento, al cerebro, reflejando el mundo objetivo no como un espejo o una fotografía -como suponía el viejo materialismo, criticado por Marx y Engels- sino en forma de registro condicionado por las creencias, ideas y concepciones ya existentes mentalmente. La imagen mental corresponde al mundo objetivo, esta imagen mental está marcada por las concepciones, los prejuicios, las creencias, la ideología que el sujeto ya tiene en su mente.

En la «Introducción a la crítica de la economía política» (en el punto «El método de la economía política«) Marx presentó su definición metodológica más directa; allí describió cómo las categorías caminan entre lo abstracto y lo concreto, produciendo representaciones mentales ricas en múltiples determinaciones y relaciones. Vale la pena recordar ampliamente lo que escribió: ‘el método que consiste en elevarse de lo abstracto a lo concreto es para el pensamiento precisamente la manera de apropiarse de lo concreto, de reproducirlo como pensamiento concreto».

Y así concluyo este homenaje al Día Mundial de la Lengua Portuguesa y a Karl Marx, con una cita del Dicionário Machado de Assis, que considero un clásico de José Carlos Ruy. Editora Anita Garibaldi, ¿a qué espera?

Urariano Mota es escritor brasileño, autor de la novela “A mais longa duração da juventude”.

Traducción: el autor.

Fuente: https://vermelho.org.br/coluna/dia-mundial-da-lingua-portuguesa-e-marx/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.