El mundo no siempre fue de estudiantes. Las universidades no estuvieron todo el tiempo. Los colegios son invención reciente, y la edad en la relación entre el alumno y el maestro es de hace poco, y se remonta al tiempo del nacimiento de las grandes religiones históricas como el judaísmo, el Budismo y el Hinduismo; […]
El mundo no siempre fue de estudiantes. Las universidades no estuvieron todo el tiempo. Los colegios son invención reciente, y la edad en la relación entre el alumno y el maestro es de hace poco, y se remonta al tiempo del nacimiento de las grandes religiones históricas como el judaísmo, el Budismo y el Hinduismo; y a la Grecia de los filósofos en que algunos pocos privilegiados sabios conocían el arte de leer la vida y con artificios de magia, con explicaciones míticas, y con el logos del espíritu de búsqueda le daban sentido a todo el mundo exterior.
Los discípulos eran una especie de esponja y absorbían toda clase de conocimientos que les llegaba, pero los pobres no pasaban de su rol de esclavos, y solamente se era discípulo si pertenecías a las castas religiosas, políticas y militares.
En esos incipientes conocimientos, el sol viajaba de este a oeste, la tierra era plana y si llegabas a la orilla podías caer al abismo, los dioses preñaban a las hembras y estas parían centauros con rostros humanos y cuerpos de animales. La luna era un pretexto para los enamorados y un trazo redondo que pintó un dios para alumbrar la noche. El conocimiento era de unos pocos, la ignorancia era patrimonio de muchos.
La educación servía para explotar, por eso los amos consideraban a los esclavos como bestias de cargas, y todo seguiría así hasta tanto éstos no abrieran los ojos.
El mundo medieval secuestró el conocimiento y se lo llevó a los conventos. De allí que solo podías ser discípulo si contabas con suficientes bienes para pagar un maestro o una institutriz.
La revolución francesa nos trajo la Ilustración. La educación tenía que ser laica. El ser humano se tenía que liberar de la ignorancia, de los prejuicios, de los miedos religiosos y de los dogmas que convertían en piedra el espíritu. En el marxismo Dios era un cuento de hadas, y no tenía que explicarnos que su sol se movía o que su tierra inventada en un oráculo nebuloso se estaba quieta en su centro aristotélico.
¿Quién aplicó estos valores en nuestro país y en Centroamérica?
Fue el General Francisco Morazán, pero no fue ese general que está en la plaza central de Tegucigalpa, porque a ese los ricos de Honduras y los soldados de las Fuerzas Armadas y los policías que golpean al pueblo, le llevan ramilletes de flores en una actitud hipócrita de veneración. Es lógico, ellos adoran las piedras, el mármol y el retraso.
Quieren a un Morazán quieto, inmóvil, que no diga nada, ni hable nada, que calle, y haga silencio.
Por eso les estorban los soldados de Morazán, que andan en las calles protestando por un país, al que los ricos, los gringos, y las Fuerzas Armadas, lo han convertido en un símbolo del atraso y de la ignorancia.
La iglesia misma en su momento fustigó al General Morazán, porque les quitó sus bienes terrenales, buscaban el cielo pero les interesaba más la tierra, y hasta había una monja de Guatemala que decía, que ella hablaba con los ángeles y que los ángeles en las noches le escribían en papelitos blancos, que ella dejaba en los patios de los conventos: «que el que matara a Morazán iba directo al cielo sin pasar por la aduana del purgatorio».
¿Ustedes creen que Morazán le hubiese dado un abrazo al cardenal después de apoyar el golpe de estado?
No, porque Morazán en su tiempo incomodó a la iglesia y hoy los verdaderos soldados de Morazán siguen incomodando a la iglesia.
¿Porque le digo esto?
Nosotros como maestros les hemos enseñado matemáticas, ciencias naturales, filosofía, historia, sociología, ciencias forestales, agropecuaria, física, español, pero sobre todo, les hemos Enseñado que el país se defiende en las calles, en las luchas, en las marchas, y en los sueños de liberarlo de las ataduras de un sistema que apuesta por los números y no le importan las `personas.
Les hemos dado clases de dignidad.
¡nada de agachar la cabeza!
No es fácil graduarse hoy, sus padres hicieron un esfuerzo y ustedes no los defraudaron. Han dado un paso importante, muchos se pierden en el camino y otros con muchísimo talento no tienen oportunidades.
Esto que ven ahora. Este escenario de fiesta. A sus padres sentados. A ustedes a punto de recibir su diploma y a los maestros vestidos de gala y el ambiente de colores. Este es el sueño muchachos y muchachas, este el resumen de las tareas, de los difíciles exámenes, de las horas en las aulas, de sus uniformes a medio planchar, de la preocupación de sus padres por conseguir aquel dinero que te pidieron.
Esta es una burbuja de la realidad, este es un espacio de la alegría, esta es una isla de fiesta.
Sin embargo después de hoy hay un sábado, hay un mañana después, y hay una senda que nos espera.
Han llegado a medio camino, pero el camino sigue. Está la universidad esperando, sigan estudiando. Hay pocos espacios de trabajo pero hay lugar para la creatividad.
Dignifiquen su vida en el lugar donde estén, alumbren senderos con sus conductas. Sean faros orientadores, que sus sueños no se pierdan en el individualismo y que aparte de luchar por sus familias luchen por su país.
A los peritos mercantiles mi consejo: 2 más 2 no tienen que ser nunca 5, ni 100 más 100 tiene que ser 20, en cualquier empresa en que trabajen sean solidarios con sus hermanos, y no construyan falsas contabilidades, porque la vida tarde o temprano nos pasará la factura.
A los agrónomos no obedezcan sembrar maíz o frijoles con genes de pescado recuerden es una prioridad la producción y las utilidades, pero es más una prioridad la seguridad alimentaria del país. Además nadie debe obediencia a nadie si esta obediencia implica derrotar la dignidad de cualquier ser humano.
Tengo que agradecer de forma muy especial a los maestros, ellos son los escultores de sus destinos profesionales, de alguna forma la responsabilidad de sus triunfos y de sus fracasos depende de la formación académica.
Por eso, los exhorto, a que la actualización profesional y el interés por el alumno sea el eje fundamental en que se asienten nuestras obligaciones académicas.
A los padres quiero agradecer. A esos padres que nos tuvieron paciencia. A esos padres que comprendieron que hemos sido víctimas de injurias y de calumnias por unos medios de comunicación que defienden los intereses de los ricos. Ellos apostaron a que el año académico no lo terminábamos. Recibieron una lección.
Padres, maestros, alumnos estemos atentos a la realidad social, a la vida, total aquí nos tocó vivir, aquí nos tocó soñar, aquí nos tocó esperar, aquí nos tocó luchar. Estemos atentos porque el país y la patria a veces nos reclaman, estemos atentos.
Estemos despiertos decía Jesús, y Jesús tenía mucha razón porque como bien lo dijo el Poeta chileno Pablo Neruda: «alta es la noche y Morazán vigila»
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