Si me preguntaran a quien elegiría como orador directo, conciso y claro para asistir a una de sus charlas de actualidad social, entrevistas o videos, no tendría ninguna duda que sería David Icke.
Si me preguntaran igual, para leer sus publicaciones y artículos, lo haría por Juan Manuel de Prada. Ni diplomacia ni paja, sin tibieza ni pelos en la lengua… veteranos del verbo y la pluma.
En una de las últimas entrevistas, el primero hace un repaso cronológico desde 1.980, sobre cómo los gobiernos, aleccionados por esos cerebros grises, fueron colocando en ámbitos de decisión y políticas educativas, a personas muy fieles y sumisas a un ideario, manual antipedagógico y agenda globalista, afínes en contenido de materias y conductista-involucionista en operatividad psicologica.
Aparentan alcanzar consensos innovadores y pedagógicos: ratios alumno/aula, reciclado del profesorado en holistica de componente humano, no exámenes, no competitividad, igualdad, no deberes en casa, etc. Acuerdos amables con la comunidad docente y asociaciones de padres de enseñanza básica, desde lo cívico y democrático..pero no. Arrebatan el control sobre la educación, violando el derecho de los padres a elegir la educación que desean para sus hijos, tanto en conocimientos como en valores, ya que no es suficiente el hacer, sino que lo importante es el proceso, el cómo se hace, cómo vamos…aunque no se llegue.
Bien saben que, como dijo Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”. En esta tercera década, llamada a ser la del despertar, el espejo social nos muestra que, el sistema educativo (también el sanitario), es un fracaso pedagógico y humano. Fracaso premeditado, ante el rechazo en aceptar demandas que incluyan en el aula, patio, cocina, comedor, sala de artes escénicas, musicales, etc., modelos pedagógicos de éxito en las escuelas libres. Nulo interés a concienciar en nutrición saludable, incruenta y consumo local de la huerta a la mesa, que entre otras, evitaría la obesidad infantil que se da, a la vez que fomentar la autogestión de la salud. Sobra educación sexual y falta el “alimento” que acabaría con los suicidios juveniles. Sobra normativa y falta conciencia cívica para enseñar a los jóvenes a reclamar derechos cívicos básicos. Sobran lecciones de adultos y falta escucha activa a quienes nacen sabiendo, y más aún…. nacieron para enseñarnos.
Son cada vez más las personas que ya toman conciencia, de que, los sistemas educativos institucionalizados, fueron diseñados para lastrar y adormecer la espontaneidad, castrar la individualidad creativa y hacer rebaños sumisos, insensibles e incapacitados en pensamiento crítico y autosuficiencia afectiva. Rebajar la potencialidad humana, resta autoestima y cosifica a las personas, pues conlleva desidia a explorar la vida… hasta el olvido de nuestro Ser.
Un diagnóstico, se hace a partir de una sintomatología, lo mismo sea en la salud personal como en la colectiva o social. Si hoy la sociedad está enferma de falta de autoestima y amor al semejante, no es porque las hayamos perdido sino porque las hemos invertido. Es como si camináramos cabeza abajo y quien nos ve piensa que no tenemos cabeza; el amor y la cabeza siguen ahí, pero hemos sustituido su función y anulado su poder creador de salud y vida.
Esta realidad observable, es un Diagnóstico que sirve únicamente para Toma de conciencia, sin culpar a nadie. Lo tercero: Resolver, desde Corregir, al saber para qué nos quieren enfermos y cómo operan. Ardua tarea desde una mente ejercitada en memorizar más que en discernir, en acumular información más que a multiplicar los talentos sobre al arte de vivir…. como base del sentir.
Siendo que la adolescencia es una etapa en que las erupciones emocionales y sismología sexual, están especialmente activas y eruptivas, hoy, a pesar de la no represión que antes otros sí sufrimos, y la buena literatura orientativa editada al respecto, pienso que la invasión de tecnología virtual y audiovisual hasta en las aulas a edades tempranas, les impide vivir más atentos con lo presencial-sentible, lo cual les impide explorar sobre nuestra esencia de ser.
Hoy, les cuesta mucho discernir sobre ¿qué pretenden de nosotros a partir de estas pandemias psicológicas que no sanitarias, con arranque en la del Sida hace 40 años? Al confiar en un sistema de bienestar que les aseguraba el placer confundido con felicidad, les cuesta creer que buscan hasta el control de ese placer, en base a conducir tecnológicamente, hasta las emociones de las personas, el sentimiento, discernimiento, amor propio… la anulación del alma.
¿Porqué hemos llegado a esto? Ambos pensadores, señalan dos campos de batalla: educativo y sanitario, como los únicos servicios socio-humanitarios de uso obligado, en los cuales los gobiernos, vuelcan toda su caudal científico-psicológico para persuadir a ciudadanos menores de edad como a adultos, a su programación académica y medicación obligatorias… esta es la gran perversión
Ambos, como cada vez más… coinciden en asegurar que, esto es una tiranía.
“Hay algo que ha acabado con múltiples dictaduras totalitarias a lo largo de la historia: el amor propio o auto-respeto. Cuando te respetas a ti mismo lo suficiente, no puedes consentir el totalitarismo. Y por eso quieren acabar con nuestro amor propio, ya que saben que sin él… solo nos queda la sumisión”.
Si fuésemos capaces de rumiar esta frase, hasta hacerla memoria íntima en cada célula de nuestro ser, no se darían las múltiples diferencias de clases que hasta hoy hemos conocido a lo largo de la historia de la humanidad, siendo que hoy las han reducido solo a dos: los de arriba y los de abajo.
En la misma línea expresiva que David Icke, escribe Juan Manuel de la Prada en uno de sus últimos artículos titulado: “Los dueños del mundo”, y que en el mismo destaca una frase de Leibniz: “El dueño de la educación, es el dueño del mundo”, con la cual convengo plenamente, como con la de Maquiavelo: “Quien controla el miedo de la gente se convierte en dueño de sus almas”.
Diagnóstico acertado para una Toma de conciencia y reconocimiento sincero, de que, ha sido la desidia y falta de corresponsabilidad de los adultos, la causa que nos ha traído a esta situación. Solo una actitud de ánimo al cambio, nos llevaría a discurrir la Resolución individual acertada, tras la cual, podríamos salir con las mínimas heridas vitales y menor quebranto moral y económico, de este lodazal en que nos encontramos. Ahí todos ganaríamos…. ellos también.
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