Ecuador apoya la propuesta del presidente Hugo Chávez de una mediación internacional para solucionar pacíficamente la crisis en Libia, dijo hoy a la AFP el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño. Consultado sobre la opinión del gobierno acerca de la iniciativa, el ministro señaló: «Bien, no solamente la mediación, sino también para ir a verificar las cosas», […]
Ecuador apoya la propuesta del presidente Hugo Chávez de una mediación internacional para solucionar pacíficamente la crisis en Libia, dijo hoy a la AFP el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.
Consultado sobre la opinión del gobierno acerca de la iniciativa, el ministro señaló: «Bien, no solamente la mediación, sino también para ir a verificar las cosas», reseñó AFP.
Patiño puso en duda la veracidad de algunas informaciones provenientes del país norafricano, y evocó las denuncias sobre la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, que nunca fueron probadas y derivaron en la invasión estadounidense a ese país en 2003.
«Nunca las encontraron», apuntó el canciller, previo a una reunión en Quito con su homólogo peruano, José García Belaúnde, y los ministros de Defensa de ambos países, Javier Ponce (Ecuador) y Jaime Thorne (Perú).
El mandatario ecuatoriano Rafael Correa había dicho el pasado martes que veía con buenos ojos el planteamiento de su aliado venezolano. «No he conocido la propuesta, pero no me parece mala idea», expresó.
El ministro venezolano de Información, Andrés Izarra, aseguró este jueves a la AFP que tanto el gobierno libio como la Liga Arabe están interesados en la propuesta de Chávez.
La idea de la mediación internacional de paz en Libia será tratada también en el seno de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), cuyos cancilleres tienen previsto reunirse en Quito el 11 de marzo, según Izarra.
Correa estableció relaciones diplomáticas con el líder libio Muamar Gadafi a finales de 2008.
La iniciativa de Venezuela interviene en momentos en que la comunidad internacional exige la salida de Gadafi, en el poder desde hace 42 años, tras la represión que el régimen emprendió contra los manifestantes.