Ecuador dio un paso más en su vinculación económica con China, al suscribir un préstamo con Beijing de 1.000 millones de dólares, con lo que la deuda de esta nación andina con el gigante asiático suma 2.682,7 millones de dólares, en un nexo que despierta recelos y expectativas.
El ministro de Finanzas, Patricio Rivera, precisó que el crédito suscrito en Beijing el 31 de agosto no tiene colateral en petróleo, a diferencia del obtenido por igual monto el año pasado, que el gobierno del izquierdista Rafael Correa no contabiliza como deuda por haberse pactado como una «venta anticipada de petróleo».
«Si se sumaran las acreencias, el total de lo que debemos a China este momento supera los 3.100 millones, porque ya se ha pagado con petróleo la mitad de los mil millones obtenidos el año pasado», dijo a IPS el economista Vicente Albornoz, director de la consultora Cordes y crítico con la dependencia creciente del país con Beijing.
Una dependencia que organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) o el Banco Mundial ven como inevitable, aunque llena de desafíos. Resaltan además que el entramado de las relaciones económicas con China fue determinante para que los países de la región sufriesen poco la crisis financiera global estallada en 2008.
El economista jefe del Banco Mundial para América Latina, el ecuatoriano Augusto de la Torre, subrayó a fines de agosto que a la región «la salvó su acercamiento con China» y que «estar conectado al polo de crecimiento del mundo es clave».
La venta anticipada de petróleo se pactó a 7,2 por ciento de interés y a dos años plazo, durante los que se deben entregar a China 96.000 barriles diarios de petróleo, lo que Quito comenzó a cumplir en agosto de 2009.
Rivera explicó que ahora «lo que se ha hecho es aprovechar la situación de que Ecuador es una nación exportadora de crudo y de tener en el país asiático un comprador que, a más de pagar en efectivo por el crudo ecuatoriano, y a precios de mercado, ofrece también un crédito favorable a los ecuatorianos».
Para algunos analistas, con estos detalles se admite una atadura del crédito chino al suministro petrolero. «Al explicar el ministro que se ha aprovechado la coyuntura del suministro petrolero a China está dejando entrever que es por allí que se aseguran los asiáticos¨, dijo a IPS María de la Paz Vela, especialista en macroeconomía de la revista Gestión.
La Presidencia ecuatoriana detalló que 800 millones de dólares del nuevo préstamo son de libre disponibilidad, mientras los 200 restantes estarán destinados a proyectos en el sector petrolero. En un informe difundido el jueves 2 por la Cepal en su sede en Santiago se alertó que un problema de la relación que está construyendo América Latina con China es que las exportaciones de la región son sobre todo materias primas. Ecuador responde a ese patrón porque 94 por ciento de sus ventas a la nación asiática son petroleras, según sus cifras.
El crédito fue contratado con el Banco de Desarrollo de China a un plazo de cuatro años, con seis meses de gracia, y un interés anual de seis por ciento y el gobierno de Correa supera así las dificultades de caja que tenía con el financiamiento del presupuesto de este año.
Rivera precisó que el grueso del crédito es para financiar el Plan Nacional de Inversiones y «permite cerrar el financiamiento presupuestario de este año y por ende la ejecución de proyectos de gran importancia para el Ecuador».
«Al gobierno no le alcanza el dinero, a pesar de tener los precios de petróleo más altos de la historia y los ingresos tributarios más altos de la historia», consideró Albornoz. «El gasto corriente es el doble del año 2006», cuando Correa tomó el gobierno, planteó.
«La subida es gigantesca, tanto en salarios como en número de funcionarios, otros gastos corrientes y también en los gastos de inversión», insistió Albornoz.
Las complicaciones crecerán por descenso de los precios del crudo, que en la primera semana de septiembre llevo al barril del tipo Oriente, el que exporta Ecuador, por debajo de los 65,63 dólares establecidos en el presupuesto de este año. El Oriente se cotiza 7,50 dólares por debajo del tipo West Texas Intermediate, el marcador en el mercado de Estados Unidos.
El nuevo préstamo es el segundo pactado con Beijing este año. En junio se suscribió otro con el Eximbank chino por 1.682,7 millones de dólares, a un interés de 6,9 por ciento, 15 años de plazo y cinco años y medio de periodo de gracia. Financiará 85 por ciento de la construcción del proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair, en la vertiente oriental de Los Andes.
La entidad china todavía no inició el desembolso de los recursos. Pero el gobierno ecuatoriano hizo efectivo el 31 de agosto el segundo aporte por 49,4 millones de dólares, correspondiente a la contraparte nacional de 296,9 millones de dólares, que debe completar en diciembre.
Con esos fondos, la compañía china Sinohydro, a la que se le adjudicó el contrato, realizará durante seis meses los estudios de diseño e ingeniería básica de la central y, posteriormente, se espera que construya vías de acceso a la obra, mientras se fabrican en China dos topos que excavarán los túneles de conducción de las aguas.
La fabricación de estos topos demorará cerca de un año, y este mes se definirán sus características por parte de 40 técnicos chinos que desde inicios de agosto se hallan en la zona realizando los estudios.
Pero esos no son todos los planes que tiene Ecuador con la potencia global emergente. El viceministro de Comercio Exterior e Integración, Galo Borja, anunció que una empresa china invertirá unos 3.000 millones de dólares en proyectos mineros y, en especial, en la explotación de cobre.
Según dijo, la firma Tongguan Investment Corporation compró 96 por ciento de las acciones de la canadiense Corriente, propietaria de Ecsa Ecuacorriente. La agencia financiera Bloomberg informó que será otra compañía china, Nonferrous Metals Group Holdings Co, la que erogará los recursos para esta adquisición.
«Yo no creeré hasta no ver el primer desembolso», dijo Albornoz a IPS. «El actual Gobierno viene hablado desde hace dos años de espléndidas inversiones chinas, pero hasta el momento no han puesto un centavo. Lo que el gobierno sí ha conseguido son onerosos préstamos chinos».
Otro gran proyecto donde participará una empresa china fue anunciado por el secretario nacional de Planificación, René Ramírez. Informó que productora de maquinaria CAMC firmó un compromiso para invertir en el país 1.000 millones de dólares.
Los recursos se destinarán a la construcción de silos, la producción de granos y riego, según detalló Ramírez.