«Entendemos la transformación educativa como uno de los ejes, el principal instrumento hacia el desarrollo de la revolución ciudadana, que no podría entenderse sin una revolución en la educación». Con estas palabras explicaba en la embajada ecuatoriana en Madrid su ministro de Educación, Augusto Espinosa, el lanzamiento en España de su nuevo programa Quiero Ser […]
«Entendemos la transformación educativa como uno de los ejes, el principal instrumento hacia el desarrollo de la revolución ciudadana, que no podría entenderse sin una revolución en la educación». Con estas palabras explicaba en la embajada ecuatoriana en Madrid su ministro de Educación, Augusto Espinosa, el lanzamiento en España de su nuevo programa Quiero Ser Maestro. «Desde el Gobierno ecuatoriano estamos convencido de la importancia de tener un buen sistema educativo en el país, aunque los resultados comenzarán a verse a medio plazo no haya una cosecha política inmediata», ha afirmado.
Esta «revolución educativa» a la que se ha referido Augusto Espinosa abarca todos los niveles, desde las infraestructuras y equipos en las escuelas -«de las 20.000 que habíamos contabilizado como precarias ya tenemos 5.500 con el equipamento adecuado»- hasta la renovación y la capacitación de la plantilla para poder optar a la excelencia de su profesorado. Las dos carencias fundamentales que presenta la educación ecuatoriana se encuentra en el primer y el último nivel de la enseñanza obligatoria; la infantil, para niños de entre 3 y 5 años, y la destinada a los adolescentes que se encuentran en los tres últimos años antes de pasar a la universidad. Por tanto, serán los profesores de estas áreas quienes más necesidad tendrán de repatriar.
El plan Quiero Ser Maestro tiene como objetivo a los ciudadanos ecuatorianos o a los extranjeros que hayan residido al menos dos años en Ecuador, ya que la ley del país establece que solamente aquellos que tengan la nacionalidad ecuatoriana pueden ser docentes de las escuelas de la enseñanza obligatoria pública. A pesar de que está pensado lanzar este proyecto en distintos países, han decidido empezar por España por ser el lugar en el que reside la mayor comunidad de emigrantes procedentes de Ecuador, alrededor de 500.000.
«Calculamos que, de los 115.000 docentes que hay actualmente, unos 40.000 se habrán jubilado para 2017», ha explicado el ministro. Una parte de ellos obligatoriamente, por haber alcanzado los 70 años o presentar una enfermedad que le impida seguir con su labor profesional, y, por otro lado, aquellos que tengan entre 60 y 70 años que decidan retirarse voluntariamente. Esta revolución educativa, respecto al profesorado, se basa en dos pilares: el recambio generacional y la actualización del conocimiento de los docentes que ya estén trabajando. «Necesitamos consolidar una plantilla que debe alcanzar los 140.000 profesores en 2017, por lo que la necesidad de incorporar nuevos docentes al sistema educativo va a ser constante hasta esa fecha», ha afirmado Espinosa.
El programa de renovación de esta plantilla, que será simultáneo en España y Ecuador, constará de varias fases. La primera, de la inscripción de aquellos que quieran optar a una plaza de maestro, que se realizará en la página web www.quierosermaestro.ec y que, en España, estará funcionando a partir del mes de agosto. Entre los requisitos necesarios para poder entrar en el concurso público, además del de la nacionalidad ecuatoriana, estarán la vocación de los convocados, así como un título de, al menos, tercer nivel.
La segunda fase será la de seleccionar al grupo de «elegibles» y la tercera la de la oposición meramente dicha, cuyas pruebas se harán dos veces al año. Quienes superen las tres rondas, mantendrán su nota durante dos años, de manera que, tal y como ha recalcado el ministro de Educación ecuatoriano, «no se vean obligados a presentarse a ningún concurso de manera inmediata y tengan suficiente tiempo para organizarse».
Otra de las novedades que trae consigo este proyecto de renovación educativa tiene que ver con el fin de lo que Augusto Esposa ha denominado como la «discriminación de aquellos que no provenían de la carrera de Ciencias de la Educación» Hasta ahora, únicamente aquellos que habían estudiado magisterio podían optar a una plaza de maestro de la enseñanza pública. A partir de este momento, aquellos profesionales que quieran dar clases podrán también presentarse siempre y cuando cursen un máster en diversas universidades españolas con las que Ecuador ya ha firmado convenios.
Esto significa que, si un licenciado en Matemáticas quiere ser docente, deberá superar un curso de capacitación en pedagogía que correrá a cargo del Gobierno de Ecuador. Tal y como ha relatado Augusto Espinosa, la Universidad Autónoma y la Complutense de Madrid, la Universidad de Barcelona y la UNED impartirán, a partir del 15 de julio, el primer curso para 2.400 profesionales que quieran dedicarse a la enseñanza. El año que viene habrá dos cursos más, uno por semestre para un total de 4.800 profesionales más. Además, Espinosa ha adelantado que están negociando con otras universidades de manera que poder contar con ofertas más amplias. Todos estos cursos se podrán seguir a distancia, aunque «habrá períodos intensivos de clases teóricas en Ecuador que, aunque no son obligatorios, entendemos que va a ayudar a formar mejor a quienes los estén cursando», ha afirmado.
Una carrera estable y bien remunerada
Augusto Espinosa ha explicado que, dado que el objetivo del Gobierno de Rafael Correa es crear una base sólida desde la que fortalecer el sistema educativo ecuatoriano, otra de las maneras de atraer a diferentes profesionales a este sector pasa por ofrecer un salario y una carrera laboral acorde con sus metas. «Los recién graduados en ciencias de la educación son los mejor pagados de todos. El salario para estos recién licenciados duplica el del arranque de las carreras de otras ramas», ha dicho.
Además de económicamente, Ecuador justifica esta medida en que buscanaspira a reconocer el valor de los maestros como piezas clave para la transformación socio-educativa del país, por lo que la nota de corte para acceder a la carrera la han equiparado a la de los médicos de modo que son las dos únicas profesiones para las que se requieren 8 puntos sobre 10 para poder estudiarlas. A esto hay que sumarle el programa de progresivo ascenso laboral y salarial de los docentes, de manera que quienes decidan ser profesores sepan que tendrán una carrera «permanente, estable y de continua formación y capacitación».
Finalmente, el ministro de Educación ha aclarado que, para poder evaluar cómo se está reflejando su plan en los resultados educativos, han decidido formar parte del Sistema PISA, un estudio anual elaborado por la OCDE para evaluar los conocimientos y competencias de los alumnos de 15 años de los países participantes. «Sabemos que supone un esfuerzo enorme, pero queremos saber cómo estamos en relación con los demás países y cómo vamos evolucionando».
Fuente: http://www.lamarea.com/2014/07/01/ecuador-lanza-un-programa-para-repatriar-sus-maestros/