El ascenso al poder del presidente Moreno ratificó la inequívoca voluntad del pueblo ecuatoriano a continuar su proceso de transición hacia una sociedad más justa e independiente. El nuevo gobierno buscó un diálogo nacional, en alianza con sectores progresistas como el movimiento indígena, de mujeres, de ecologistas y organizaciones de obreros y campesinos que se habían apartado del proceso fundacional de la Revolución Ciudadana. Este hecho despertó una lucha orgánica al interior del movimiento de gobierno. Apelamos a respetar las complejas diferencias internas surgidas en el movimiento Alianza PAIS, a no intervenir en su desarrollo.
Con enorme entusiasmo, las fuerzas progresistas del mundo, asistimos a la transformación extraordinaria de Ecuador, país hermano que, desde el año de 2007, recuperó su soberanía, su dignidad y su rol protagónico en el concierto regional. A este proceso se lo conoció como la Revolución Ciudadana y generó, desde sus entrañas profundas y libertarias, la Constitución de Montecristi y con ella, hitos como: la plurinacionalidad e interculturalidad de su Estado de Derechos y Justicia, los derechos de la Naturaleza, el concepto de Movilidad Humana y Ciudadanía Universal y de que ningún ser humano es ilegal, la declaración de Ecuador como Territorio de Paz sin bases militares ni tropas extranjeras, la Integración como principio de su política exterior, entre otros muchos que recogen los sueños y aspiraciones centenarias de gran parte de los pueblos de América.
El ascenso al poder del presidente Moreno ratificó la inequívoca voluntad del pueblo ecuatoriano a continuar su proceso de transición hacia una sociedad más justa e independiente. La pequeña diferencia de votos entre el candidato ganador y el potentado perdedor, motivó que este último lanzara una campaña denostando la transparencia, reconocida internacionalmente, de la contienda electoral. El nuevo gobierno buscó de manera urgente y necesaria, un diálogo nacional, en alianza con sectores progresistas como el movimiento indígena, de mujeres, de ecologistas y organizaciones de obreros y campesinos que se habían apartado del proceso fundacional de la Revolución Ciudadana. Este hecho despertó una lucha orgánica al interior del movimiento de gobierno.
En cumplimiento con principios constitucionales ecuatorianos, el gobierno convocó una Consulta Popular para el próximo 4 de febrero.
Ante ciertos pronunciamientos y ante la necesidad de decir nuestra palabra:
Reconocemos el derecho soberano del pueblo ecuatoriano a pronunciarse en la Consulta Popular y el de su gobierno a consultarle.
Rechazamos cualquier intento injerencista de aplicación de la denominada Carta Democrática de la OEA contra Ecuador y contra cualquier país hermano que no se identifica con los fines ideológicos de su secretario general.
Apelamos a las organizaciones sociales, movimientos y partidos políticos, académicas y académicos, lideresas y líderes de opinión, artistas e intelectuales, de izquierda y progresistas, a respetar las diferencias internas, complejas y delicadas, surgidas en el movimiento Alianza PAIS, a no intervenir en su desarrollo.
De la misma manera que reconocemos los logros y avances, la enorme inversión pública y los aciertos que dejaron atrás al nefasto neoliberalismo, de parte del gobierno que presidió el ex presidente Rafael Correa, creemos fundamental hacer una autocrítica en base a las necesidades y opiniones de la ciudadanía y a enmendar los errores cometidos. Así mismo, manifestamos nuestra satisfacción con la re emergencia de las luchas y conquistas de la mujer, la lucha ética contra la corrupción y el fortalecimiento de una política exterior que ponga por delante los intereses nacionales.
Reconocemos los esfuerzos realizados por el gobierno del presidente Moreno en apoyo a la paz completa en Colombia, dando continuidad a su papel de anfitrión y garante de los diálogos entre el gobierno colombiano y el ELN.
Llamamos a defender la Revolución Ciudadana ecuatoriana, más allá de las diferencias y debates que atañen a su coyuntura histórica. Su futuro inmediato, su destino, no solamente está en manos del pueblo de Rumiñahui, Manuela Sáenz y Eloy Alfaro, sino también de todos los seres humanos que, desde siempre y hasta siempre, luchamos por la Paz, el Diálogo y un Mundo más justo, pacífico y solidario.
Enero de 2018
– Ignacio Ramonet, periodista y académico (Francia).
– Aída (Mocha) García-Naranjo, educadora, diplomática, exministra (Perú).
– Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, ex Jefe de Gobierno del DF y ex candidato presidencial (México).
– Marc Becker, historiador y académico de la Truman State University (EE.UU.).
– Fernando «Pino» Solanas, cineasta y Senador (Argentina).
– Alberto Anaya, Profesor, político, dirigente nacional del PT (México).
– Enrique Leff, académico de la UNAM (México).
– Piero de Benedictis, cantautor (Argentina).
– Dolores Padierna, Senadora (México).
– Catalina Toro Pérez, coordinadora del Grupo de Trabajo de Ecología Política-CLACSO (Colombia).
– Claudio Batalha, académico de la Universidad de Campinhas (Brasil).
– Alejandro Olmos Gaona, economista, ex asesor del gob. ecuatoriano en la auditoría de su deuda externa (Argentina).
– Alejandro Encinas, Senador (México).
– Juan Torres López, Profesor U. de Sevilla (España).
– Fanor Ángel Avendaño Sosa, Rector de la U. de Estudios Humanísticos (Nicaragua).
– Detlef Nolte, director del Institute of Latin American Studies-GIGA (Alemania).
– Susana Finquelievich, académica de la U. de Buenos Aires (Argentina).
– Carlos Béjar, académico de la UNAM (México).
– Armando Chaguaceda, académico, U. de Guanajuato (México).
– Jean-Jacques Kourliandski, consultor, investigador Instituto de RRII y Estratégicas (Francia).
– Martin Khor, director ejecutivo del South Centre (Malasia).
– Esteban Silva, sociólogo y político (Chile).
– Rafael Araya, periodista, experto en política exterior (Argentina).
– Miguel de Jesús Blandón, escritor (Nicaragua).
– Salvador Altamirano, arquitecto, académico de la UNAM (México).
– Sergio Rodríguez, ensayista, historiador (Venezuela).
– Mario A. Pérez Rincón, presidente de la Sociedad Andina de Economía Ecológica (Colombia).
– Jaime Incer Barquero, Presidente de la Academia de Geografía e Historia (Nicaragua).
– Héctor Saint-Pierre, académico de la U. Estatal Paulista (Brasil).
– Silvia Rodríguez Cervantes, Red de Coordinación en Biodiversidad (Costa Rica).
– Alberto Mayol, sociólogo y político (Chile).
– Ximena Ramírez González, Directora Ejecutiva del Congreso Permanente de Mujeres Empresarias (Nicaragua).
– Germán De La Vega, historiador, académico de la UNAM (México).
– Hugo Cabieses, político socialista (Perú).
– René González Mejía, Director Ejecutivo del Instituto de Cultura Hispánica (Nicaragua).
– Alcira Argumedo, socióloga y ex diputada (Argentina).
– Meenakshi Raman, académica y activista por la defensa del medio ambiente (Malasia).
– Denis Torres, director del Instituto Martin Luther King de la U. Politécnica (Nicaragua).
– Salvador Lozada, ex juez y Pdte. honorario de la Asociación Internacional de Derecho Constitucional (Argentina).
– Rabindranath Salazar, político (México).
– Félix Herrero, dirigente de Proyecto Sur (Argentina).
– Florencia Melo, Profesora de la U. Católica (Argentina).
– Danilo Madrigal, académico de la U. Nacional Autónoma (Nicaragua).
– Julio Pérez, académico de la U. Nacional Autónoma (Nicaragua).
– María Elsa Suárez García, directora general del diario Bolsa de Noticias (Nicaragua).
– Rosalía Bohórquez, Directora de Asuntos Internacionales de la Unión Nacional de Estudiantes (Nicaragua).
– Roger Bellolio, Presidente de la Comunidad de Ecuatorianos Residentes (Nicaragua).
Siguen firmas…
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