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EE.UU. siempre está buscando la curación del sistema mediante el desastre

Fuentes: Rebelión

EE.UU. y sus satélites, siempre sustentaron su sistema, en base al Poder económico como producto de sus políticas de explotación y saqueo, y con la prosecución de esa política a través de las guerras e invasiones de impunidad que viene desarrollando, desde tiempos lejanos por no decir desde siempre, con la complicidad hoy de gobiernos […]

EE.UU. y sus satélites, siempre sustentaron su sistema, en base al Poder económico como producto de sus políticas de explotación y saqueo, y con la prosecución de esa política a través de las guerras e invasiones de impunidad que viene desarrollando, desde tiempos lejanos por no decir desde siempre, con la complicidad hoy de gobiernos europeos y la venia interesada de potencias mundiales que sospechosamente, callan y otorgan «visto bueno» a tanto abuso de poder imperial, «tratando de curarse en salud».

Los atentados terroristas recientes en Bielorrusia, denunciados por el gobierno de Lukashenko como un «regalo extranjero», quien puede negar que sea otra prueba de ese plan macabro del capitalismo imperial, para acabar con gobiernos que no son sus sumisos clientes.

Los pueblos del mundo están en franca rebelión en contra del sistema capitalista, no importan las modalidades y formas, pero esas rebeliones en todo el planeta, son contra el sistema y sus gobiernos que son fieles sirvientes a los EE.UU.

El imperio es consciente de esa situación y como siempre en su táctica de adelantarse a los acontecimientos, inicia invasiones y guerras apoyadas y fraguadas por sus organismos a su servicio y su dispuesta policía custodio de sus intereses la OTAN.

El avasallador sabe que a través de su codicia por el petróleo y los recursos no renovables, y el exterminio de pueblos está la sobrevivencia del sistema capitalista y esa es su desesperación. Aceleran el paso en su carrera infernal, fomentando en forma pública y descarada a través de organismos, con miles de millones de dólares «para apoyar las democracias», comprando y alquilando conciencias de sus agentes del sistema y de confundidos grupos, en los países que no son parte de sus sometimientos, promueven y financian sus «revoluciones de colores» y de «manos blancas», siempre utilizando a sus lacayos nacionales.

En otras partes del mundo cada día se comprueba más, que promueven, financian y arman a sus subordinados, dándoles su apoyo con toda su franqueza abusiva y se dan el lujo de decir después que ese pueblo «elegido», está bajo bombardeo masacrando civiles en defensa de sus protegidos, de que tal o cual presidente de ese país «debe abandonar el gobierno», en obediencia a ese sector de pueblo que ellos apoyan e inducen a cometer actos de terrorismo,¿las pruebas?,todos las conocemos están a la vista, son las declaraciones y hechos concretos del nuevo «Cesar» Obama, sus voceros y algunos falderos como Sarkozy y otros sirvientes al amo.

El plan les funciona a medias con la forma de coacción de acusar a otros de terroristas y ellos en los hechos desencadenar el verdadero terrorismo como una institución estatal, en países no sólo revolucionarios como Cuba, Venezuela etc. que según ellos, cometen el «delito» de ser progresistas y contestatarios, a las políticas de sometimiento, del decadente sistema capitalista imperial.

Su afán en esta desbocada carrera fascista, es Irán, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador si es que sus pueblos logran que sus gobiernos persistan en su política de liberación nacional. Perú y argentina dependiendo de futuros acontecimientos puedan sumarse a esa larga lista del imperio en esta parte del continente.

Tal es la desesperación por salvar el sistema de su peor crisis de su historia, que estúpidamente cree que con las actitudes que está desencadenando, pueda salvar el sistema mediante el desastre y además, es casi seguro que en este plan macabro deben estar China y Rusia entre otros grandes, donde usarán el mismo método terrorista, apoyar minorías, provocar masacres en algunos descontentos de pueblos en movimiento y luego invadir y exigir la salida de Presidentes, como el caso sintomático y reciente de Libia .Claro que en los casos que nos referimos ,no encontraran «mangos bajitos».

De que todo su plan lo puedan lograr he ahí la cuestión. Todos quienes queremos la paz, una verdadera democracia con justicia y libertad y por la completa autodeterminación de los pueblos, no lo podemos permitir y es urgente y necesario, que todos los pueblos y gobiernos continuemos rechazando permanentemente esa locura imperial , consolidando una organización que resista unitariamente y denuncie en los foros mundiales, todo a lo que nos quiere llevar el imperio ,a una guerras de » todos contra todos» creyendo ilusamente que ellos y sus cómplices, serán «los pescadores en río revuelto».

Todos hagamos la parte que nos toca y con todos los medios posibles. Mañana puede ser demasiado tarde.