El otro día me enteré de que ya al nacer llevamos el virus de la gripe a cuestas, resfriado materno le llaman, por lo visto ya nacemos infectados. Comienza entonces una batalla a vida o muerte, nuestras defensas contra el maldito virus, solo hace falta enfriarse, mojarse o estar falto de alguna vitamina, para que […]
El otro día me enteré de que ya al nacer llevamos el virus de la gripe a cuestas, resfriado materno le llaman, por lo visto ya nacemos infectados. Comienza entonces una batalla a vida o muerte, nuestras defensas contra el maldito virus, solo hace falta enfriarse, mojarse o estar falto de alguna vitamina, para que esta maldita enfermedad vaya ganando la batalla.
¿Cómo es posible que aun no se haya encontrado una vacuna para un simple constipado? Hace apenas unos días leí una noticia en la que hablaban de una cura para la mayoría de tipos de cáncer y no hace más de unas semanas que vi anunciar una vacuna para el VIH. Son enfermedades que representan un gran gasto para la seguridad social, en cambio no sucede lo mismo con el antiguo resfriado. Todo tipo de remedios se venden sin recetas, ya sea en farmacia, en herbolario, grandes almacenes y hasta en el chino del barrio. Estos productos vitaminados, que van de las Aspirinas, el Frenadol, Bisolgrip, a multiestamínicos granulados, vitamina C, jalea real e incluso zumos concentrados.
¿Cuántas empresas se arruinarían si la gente no se resfriase?
Pero si incluso te venden yogures y cereales, creo que hasta la mortadela se vendería mejor si se le atribuyesen mejoras para las defensas. Piensen:
-Por favor: póngame cuarto y mitad de mortadela con aceitunas, que he oído que viene una ola de frío y no quiero resfriarme.
¿Pero qué les pasa a ese montón de cerebritos? tenemos científicos que mandan cohetes a la luna, investigadores de Física Cuántica, químicos capaces de hacer cualquier tipo de experimento con gaseosa marca La Revoltosa y, ¿no hay ni uno que sea capaz de desarrollar una vacuna que cure el común de los constipados?
Toda la vida luchando, unas veces en cama y otras trabajando y la maldita gripe siempre acechando. Es una batalla perdida, desde el mismo momento en el que nacemos. Puede que resistamos unos años, quien sabe a lo mejor más de ocho décadas, pero al final el maldito resfriado materno ganarála batalla, pues es este constipado común el que nos acaba enterrando.
Total: ¿Quien quiere vivir ochenta años con tos, fiebre y con el moco colgando?
Si tienes a la vez calor y frío, la cabeza te da vueltas y la garganta parece un alfilitero, si te has tomado cuatro Actimel enteros, es posible que hayas dejado de estornudar, pero no por que las ganas te hayan faltado, más bien por miedo cagarte por un estornudo descontrolado.
PD. Si tras ingerir unos canapés de mortadela, los síntomas remiten, no olvides comunicarlo al sindicato de carniceros y charcuteros, estarán contentos de poder añadir una etiqueta con el valor curativo-nutritivo de este entremés o aperitivo.
El acceso a la cultura jamás debe estar supeditado a los intereses económicos de unos pocos.
Mis libros pueden descargarse de forma gratuita.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
rCR