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Entrevista a Ricardo Antunes, sociólogo y profesor de la Universidad de Campinas (Sao Paulo)

El asesinato de Marielle es una tragedia, pero desató una lucha muy importante en Brasil que tiende a continuar

Fuentes: La Maza / Rebelión

Mario Hernandez.- Me interesa hablar contigo sobre el asesinato de Marielle Franco, concejala del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Río de Janeiro, asesinada a tiros en plena calle. Recuerdo que en la última comunicación que tuvimos hablamos de la ocupación militar de Río y habías hecho una reflexión diciendo que no era la solución […]

Mario Hernandez.- Me interesa hablar contigo sobre el asesinato de Marielle Franco, concejala del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Río de Janeiro, asesinada a tiros en plena calle. Recuerdo que en la última comunicación que tuvimos hablamos de la ocupación militar de Río y habías hecho una reflexión diciendo que no era la solución para los problemas que enfrenta esa ciudad. Pasados algunos días nos encontramos con este asesinato de la concejala relatora de la comisión creada para fiscalizar las operaciones policiales en el marco de la intervención militar en Río de Janeiro.

Ricardo Antunes.- El asesinato de la mediadora Marielle es en primer lugar una clara afrenta de los sectores más corruptos de la policía en Río de Janeiro que no aceptan a una mujer negra, socialista, de origen de las favelas y que defendía a la población pobre.

Hay una población enorme en las favelas, solo en la favela de Maré son casi 150.000 personas y como esa hay decenas en Río de Janeiro. Allí vive la población pobre y también se introduce el narcotráfico, la economía del crimen, grupos criminales y también las llamadas milicias, que son policías, militares o civiles, que durante el día visten de policías pero que crearon empresas ilegales que tienen una relación con las favelas y que plantean que para garantizar la paz la población de las favelas tiene que pagarles. Para comprar las garrafas de gas para la cocina solo pueden comprarle a las milicias, para tener televisión por cable tienen que pagarle a las milicias. O sea, es la banda pobre de la policía que por los salarios bajos que tienen se involucran con otra forma de criminalidad y la población pobre se queda entre las milicias, los sectores criminales y la banda de la policía militar y civil que tiene arreglos con la economía política del crimen para preservar y garantizar sectores del crimen.

Marielle denunciaba a todos estos grupos y hay un cuarto elemento que es el policía militar que no es necesariamente corrupta, pero es violenta. Marielle denunció al Batallón militar nº 41 que es el más violento de Río de Janeiro, que tiene el mayor número de jóvenes de las favelas asesinados. Marielle hacía la denuncia de esta tragedia que ataca a todas las favelas de Río de Janeiro que son muchas, decenas, con millares de personas que viven, trabajan y mueren allí.

Quien disparó contra Marielle era profesional, usaba un arma calibre 9mm y fue usada por un especialista, las balas atravesaron el auto, asesinaron a Marielle y al conductor y salieron por el otro lado. Probablemente de las milicias que son los militares que se enriquecen con la corrupción y con el control de las villas miserias o por la policía violenta y corrupta de los sectores más duros que no aceptaban a una mujer negra de las favelas que tenía mucha fuerza, coraje, osadía y dignidad.

Es un acto para confirmar que la intervención militar no le interesa a las bandas pobres de la policía, a las prolongaciones del Estado represivo carioca y fue un acto para decir que la intervención militar no va a terminar con la causa más brutal de la violencia contra los pobres.

Todo indica que el ataque es para demostrar que los militares son incapaces, no están preparados para una guerra civil urbana, están preparados para una guerra entre naciones, con armas pesadas, es muy distinto a una guerra civil que tiene por un lado al narcotráfico, por otro a las milicias, o sea policías con empresas ilegales que ganan mucha plata, por otro lado la policía civil y militar corrupta y por otro el grupo honesto de la policía.

Este fue un acto para dejar claro que la intervención no va a terminar con los grupos paramilitares en Río de Janeiro. Es una tragedia pero hubo un error de cálculo, porque no tenían idea de la monumental repercusión nacional e internacional de esta muerte. Hoy (20/3) hace unos minutos estaba ocurriendo en Río de Janeiro un acto con miles de personas, a una semana de la muerte de Marielle y no hay hasta ahora ni un elemento fuerte para decir quién fue y por qué la mató. Y lo más importante, quién mandó a matar a Marielle y por qué. No hay ninguna información relevante hasta ahora, siete días después.

Es una guerra abierta la que hay en Río de Janeiro, entre todos estos grupos, los comandos de la policía civil, del ejército que no tiene control de los grupos brutales de corrupción del aparato represivo del Estado que tiene en Río de Janeiro sus tentáculos más importantes.

Es una tragedia, pero desató una lucha muy importante en Brasil y tiende a continuar, porque Marielle era más que una representante del PSOL, era una mujer negra como la mayor parte de las mujeres brasileñas, de origen pobre, como la mayor parte de las mujeres brasileñas, era una mujer que defendía el colectivo LTGB, que luchaba contra la homofobia, contra todo tipo de discriminación contra mujeres, negros, negras, homosexuales, etc. Una mujer sin ningún elemento en contra, hacía poco tiempo estaba en la Cámara municipal de la legislatura y se convirtió en un símbolo nacional e internacional. Hay actos públicos en París, en Portugal, en Inglaterra, en Buenos Aires, en muchos países.

Mario Hernandez.- Te escuchaba hablar sobre estas bandas y pensaba en una especie de segundo Estado.

Ricardo Antunes.- El primer Estado, tal vez no sea el segundo. Porque en las favelas el Estado no existe. Hay una brutal desigualdad social, nosotros vamos camino a ser una especie de India latinoamericana.

Estuve hace pocos años en la India, la miseria de ese país asiático es naturalizada y brutal, es una miseria que no existe todavía en América Latina, pero va a empezar por Brasil, por México y por los Estados más ricos y al mismo tiempo con más explotación.

En Brasil hoy hay más trabajadores y trabajadoras en la informalidad que en la formalidad, hay un desempleo oficial de más de 12 millones de personas. Si sumáramos al desempleo, el desempleo por desaliento, son casi 30 millones de personas en esta condición, más de 33/34 millones en la informalidad y otros poco más de 30 millones en la formalidad; además, hay un alto nivel de miseria en las favelas que es donde vive la población más pobre.

Para resolver este problema de la criminalidad el primer punto sería enfrentar la tragedia de la miseria brasileña que es brutal, de tipo asiática como la india. Por otro lado, como no hay Estado en las villas miseria, el narcotráfico tiene su tipo de relación con la población, intercambian ser protegidos a cambio de medicinas, alimentos y seguridad. Entonces la población se encuentra entre ceder a la presión del narcotráfico o a la presión de las milicias policiales. Y cuando hay lucha entre ellos va la policía y también tira, entonces son tres presiones.

Marielle ahora era una de las jóvenes militantes que sabía usar la institucionalidad para combatir a todos estos grupos xenofóbicos, racistas, fascistas, milicianos y criminales. Por eso hoy está muerta.

Mario Hernandez.- Se está desarrollando en tu país el Foro Social Mundial (FSM). ¿Podés comentarnos algo al respecto?

Ricardo Antunes.- Lamentablemente no pude asistir por un problema en la columna que me dejó por 3 semanas completamente paralizado. El FSM está llevándose adelante en Bahía que tiene un rector que es un hombre progresista y de coraje, que creó las condiciones para que la Universidad pudiese ser el centro. Es un encuentro amplio donde prácticamente participan todos los sectores sociales de izquierda. Es un momento importante porque empezamos a tener movilizaciones espectaculares como la que se dio en repudio a la muerte de Marielle y, por otro lado, manifestaciones como la del FSM y otras que plantean una situación de pequeña retomada de una lucha social y política más crítica en Brasil.

Estamos en un año electoral, hay un proceso de inclinación de la sociedad brasilera hacia la fascistización, que no se da solo en Brasil, también en Latinoamérica, en Norte América y en Europa, es global. Hoy recibí información sobre cómo el archivo de Lukács, el más importante filósofo marxista del siglo XX, está siendo sacado de su residencia. Entonces, con Trump en EE UU, el Brexit en Inglaterra, Macron en Francia, Macri en Argentina y Temer en Brasil este es un mundo en proceso de lo que yo llamo hace un tiempo ya, como vengo publicando en la revista Herramienta y tema sobre el que voy a publicar en junio un libro que se llama «El privilegio de la servidumbre», una contrarrevolución global bajo el comando del capital financiero y con una tendencia hacia la fascistización, como lo es el fenómeno Trump en los EE UU.
 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.