El desempleo juvenil mundial alcanzará un 13,1% este año y se mantendrá a ese nivel en 2017, según proyecciones que acaba de presentar en Ginebra la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Eso significa que 500.000 jóvenes más van al desempleo. Más jóvenes pobres que adultos En su informe global de tendencias y perspectivas de […]
El desempleo juvenil mundial alcanzará un 13,1% este año y se mantendrá a ese nivel en 2017, según proyecciones que acaba de presentar en Ginebra la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Eso significa que 500.000 jóvenes más van al desempleo.
Más jóvenes pobres que adultos
En su informe global de tendencias y perspectivas de empleo, divulgado esta semana, la OIT precisó que el incremento de apenas dos décimas porcentuales con relación al índice de 2015 (12,9%) constituye el primero en tres años. Pero significa que medio millón de jóvenes entrarán a las filas de los desocupados para sumar 71 millones a fin de año.
En los denominados «países emergentes» ese aumento será significativo: del 13,3%, en 2015, al 13.7% en 2017. Para América Latina y el Caribe la previsión es preocupante: se pasará del 15,7% en el 2015 al 17,1% en 2017.
La organización onusiana señaló, además, que es alarmante la cantidad de jóvenes que viven en condiciones de pobreza extrema o moderada en los países en desarrollo, incluso teniendo trabajo. 156 millones, es decir el 37,7% de la fuerza laboral joven, se encuentra en la pobreza extrema. Esa cifra se reduce al 26% en el caso de los adultos que trabajan.
El economista Steven Tobin, uno de los responsables del informe de la OIT, advirtió que este panorama complica la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La combinación del alza de la tasa de desempleo, por un lado, y la persistencia de las altas tasas de pobreza entre los trabajadores, por el otro, hará muy difícil llegar a la meta de poner fin a la pobreza para 2030 «a menos que redoblemos los esfuerzos para alcanzar el crecimiento económico sostenible y el trabajo decente para todos, incluida la juventud», dijo Tobin durante la presentación del estudio a la prensa en Ginebra.
El documento también destaca una brecha de género preocupante entre los jóvenes trabajadores y llama a los países a resolverla con urgencia. Mientras en 2016 el nivel de actividad de los hombres jóvenes era del 53,9% el de las mujeres jóvenes apenas alcanzaba el 37,3 %. Problema esencialmente significativo en el sud-este asiático, en África del Norte y algunos países árabes.
Las mujeres jóvenes doblemente sancionadas
En cuanto a las denominadas «economías desarrolladas», se percibe de más en más una evolución de la pobreza según la edad. Los jóvenes reemplazan a los ancianos en cuanto a categoría de edad más golpeada por la pobreza (definida ésta según el criterio de contar con salarios inferiores al 60% del ingreso medio). Por ejemplo en la Unión Europea, en 2014, la proporción de jóvenes trabajadores expuestos al riesgo de pobreza se elevaba al 12,9% de la población en tanto que el porcentaje de los trabajadores adultos -de entre 25 y 54 años- se situaba en un 9,6%.
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