Xi Jiping citó un proverbio chino en la reunión del BRICS en Johanesburgo después de la admisión de los nuevos miembros «Ninguna montaña puede impedir el curso y el crecimiento de un río». Luego añadió “la lucha es inevitable porque es una lucha noble y necesaria».
Los nuevos miembros del BRICS son Irán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Egipto y Etiopía. Los 11 miembros juntos aportan un 37% del Producto Mundial Bruto y albergan el 47% de la población mundial.
Eso los coloca en cuanto a la participación en la economía mundial por encima del G-7 y también del G-20 en cuanto a la población.
El aporte del G-20 al Producto Mundial Bruto es del 30%. Hay que aclarar que Argentina y Arabia Saudí, miembros del G-20, ahora son miembros del BRICS.
El BRICS busca lograr un mundo donde todos se beneficien sin parásitos que chupen la prosperidad de los demás. Efrahim Patel, Ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica dijo el 24 de agosto cuando comentaba sobre el ingreso de nuevos miembros el BRICS que el grupo no quería entrar en una nueva guerra fría con el G-20 ni con el G-7, sino ser un bloque que defendiese el desarrollo del Sur Global que hasta ahora ha sido relegado.
“La Guerra Fría no fue un buen momento para la humanidad», “dijo Patel, quien presidió el Foro sobre negocios del BRICS en Johanesburgo, luego comentó “Habrá que esperar para saber si Estados Unidos y Europa aceptarán alguna vez un enfoque multilateral en lugar de atacar para defender su hegemonía, sino para interactuar en una sana competencia”.
Patel explicó cómo opera internamente el BRICS.
Cuando los jefes de Estado se juntan se decide entre ellos por consenso.
El BRICS seguirá creciendo porque ya ha solicitado sumarse una larga lista de países: Argelia, Bangladesh, Bielorrusia, Bolivia, Guinea. Grecia, Honduras, Kuwait, Marruecos, México, Nigeria, Siria, Tayikistán, Turquía y Venezuela..
Argentina, el único país hispanoamericano recién admitido al BRICS, es un país que conozco bien y quiero mucho porque viví ocho años allí.
Argentina parece condenada por los dioses a vivir algo como la condena de Sísifo, repetir lo mismo una y otra vez. Aunque haya resultado de errores de política económica, no es un caso de locura colectiva. Se trata de un caso de reiterada obediencia a las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Javier Milei el candidato que por ahora lleva ventaja en las encuestas es un economista porteño que pareciera que estudió en Tel Aviv y ahora es asesorado por un rabino.
Milei, entre otros disparates, asegura que en cuanto asuma retirará a Argentina del BRICS, que hará del dólar la moneda nacional (a pesar del espantoso resultado de ese experimento en tiempos de Domingo Cavallo, Carlos Menem y Fernando de la Rúa). Esa política llevó Argentina a la ruina e impago de deudas en 2001. Entre los disparates que propone Milei está el de mover la Embajada argentina de Israel de Tel Aviv a Jerusalén, una iniciativa que viola el derecho internacional, y también quiere cortar relaciones comerciales con China.
El más próximo rival de Milei es Patricia Bullrich, que también se declara pro-Israel y prodólar .La única esperanza para el futuro de Argentina es Sergio Massa de quien el diario español El Pais dice que de día hace de ministro del Gobierno del Presidente Alberto Fernández y de noche hace de candidato peronista en la televisión.
Sin embargo el peronismo es una vez más la única perspectiva de coherencia y salvación para Argentina.
Conviene recordar que el Justicialismo es la única doctrina autóctona de Iberoamérica y que propone la colaboración de clases en lugar de la lucha de clases. Esa concordia es vista con hostilidad en Washington y Londres, las dos capitales que llevan siglos fomentando la discordia entre los hispanoamericanos, para debilitarnos, dominar y poder extraer un tributo.
Una persona insospechable que tiene muy clara la perspectiva de los BRICS, según declaró el pasado martes en el Congreso, es la representante de Georgia en el Congreso de EE.UU. Marjorie Taylor Greene, republicana de Georgia.
Taylor Greene predijo que “Si el BRICS gana más miembros la economía de Estados Unidos va a resentirse, porque será imposible imponer sanciones a los países desobedientes y aún algo peor, comerciarán entre ellos usando monedas distintas a nuestro dólar.
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