El poder más autoritario en el mundo de hoy es el capital financiero: los bancos y los banqueros, los especuladores y los que vivan de la renta monolpolistica. Un triunfo del banquero Guillermo Lasso en las elecciones presidenciales ecuatorianas el 2 de abril, significaría la captura del Estado ecuatoriano por este mismo capital financiero, tanto […]
El poder más autoritario en el mundo de hoy es el capital financiero: los bancos y los banqueros, los especuladores y los que vivan de la renta monolpolistica.
Un triunfo del banquero Guillermo Lasso en las elecciones presidenciales ecuatorianas el 2 de abril, significaría la captura del Estado ecuatoriano por este mismo capital financiero, tanto nacional como internacional.
1) Un país entero, Grecia, hoy está siendo sistemáticamente destruído, por los bancos y los banqueros europeos.
2) El «feriado» bancario ecuatoriano (1999), por un lado la pérdida de los ahorros de toda una vida y la emigración de millones de ecuatorianos y, por otro lado, el rescate y salvataje de los grandes bancos y banqueros ecuatorianos, fue orquestado por estos últimos cuyo líder máximo fue nada menos que Guillermo Lasso.
3) El «corralito» bancario argentino (2001), donde millones de argentinos vieron sus ahorros congelados y después desaparecidos, llevando a una crisis en la cual docenas de personas fueron asesinadas por las fuerzas de represión del Estado, fue orquestado por los bancos y banqueros argentinos, liderados por el Ministro de Economía, Domingo Cavallo.
4) La gran crisis financiera de los Estados Unidos (2008), donde millones de familias perdieron sus casas y la riqueza neta de la mitad más pobre del país vio su valor disminuído por miles de millones de dólares, mientras que los grandes bancos y banqueros (es decir, los mismos delincuentes que orquestaron la crisis) fueron rescatados y premiados por el Estado de Barack Obama y sus asesores de Goldman Sachs.
5) La crisis del Banco del Vaticano (2013), depositario de los dineros sucios de la mafia italiana (y centro mundial del lavado de dinero ilícito), llevó a la resignación del Papa Benedicto XVI (del Opus Dei, igual que Guillermo Lasso), y su reemplazo por el jesuíta argentino Jorge Bergoglio (Francisco).
Podría dar muchos ejemplos más del desastre causado por el capital financiero, los bancos y los banqueros, en el mundo de hoy, pero no creo que sea necesario.
Lo peor que podría pasarle al pueblo de Ecuador sería que se le entregara la presidencia al máximo representante del capital financiero en el país, de los bancos y banqueros, del capital financiero nacional y también internacional, y así premiar, injustamente, al arquitecto del atraco más grande del siglo XX en Ecuador: Guillermo Lasso.
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