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El correismo, el patriarcalismo y la equidad de género

Fuentes: Rebelión

«Nos ponen como segundo país con mayor equidad de género de América Latina. Todavía dicen que ataco a la mujer. Son ocho años y siguen repitiendo lo de gordita horrorosa que en realidad quiere decir que es malcriada. Soy un Presidente que apoyará a la mujer». R. Correa, Enlace 412 El correismo se ufana de […]

«Nos ponen como segundo país con mayor equidad de género de América Latina. Todavía dicen que ataco a la mujer. Son ocho años y siguen repitiendo lo de gordita horrorosa que en realidad quiere decir que es malcriada. Soy un Presidente que apoyará a la mujer». R. Correa, Enlace 412

El correismo se ufana de la «equidad de género», de que «la mitad del gabinete ministerial son mujeres», y de que en «el bloque de AP el 55% está conformado por mujeres», creyendo que ese es el asunto de fondo para una equidad entre hombres y mujeres. Al contrario, la «equidad de género» es más un efecto anti-femenino y anti-comunitario, que algo de provecho para las mujeres y su pensamiento horizontal, espiral, relacional y comunitario. El asunto raizal no es el género sino la «mente patriarcal», convirtiéndose la «equidad de género» en la naturalización de la mente patriarcal y consecuentemente en la ablación de la mente femenina con sus otras construcciones, percepciones y dimensiones en la recreación de la vida.

En este sentido, de qué sirve que haya un 55% de mujeres o un 100% de mujeres en un gobierno o en cualquier instancia de poder de este sistema, si la que sigue gobernando es la mente patriarcal: divisoria, separatista, logocéntrica, antropocéntrica. No hay cambio estructural en la sociedad y en el mundo, si cada día aumentan más las «mujeres patriarcales» como diría la psicóloga española Rosilda Rodrigañez, en desmedro y en contra de la mujer matricial. La «equidad de género» no es la equidad de la mente masculina y la mente femenina sino la equidad de la mente patriarcal sostenida también por las mujeres. La «mente patriarcal» era promulgada y defendida por hombres, ahora es también convalidada por la mujer patriarcal. De esta manera permitiendo que el sistema se vuelva más firme, cuando son las propias mujeres las que sostienen y mantienen al Estado y sociedad patriarcal creada.

Los ejemplos son claros y amplios en Alianza País y otros sectores feministas, cuando creyeron que simplemente había que llenar de mujeres aquellos espacios inventados y ocupados por los hombres, sin darse cuenta de que esas estructuras son creación y producción de la mente patriarcal. Toda la institucionalidad de este sistema de tipo vertical, piramidal, hegemónico, jerárquico, racionalista, es creación de la mente patriarcal, totalmente diferente al sistema femenino o matricial de característica armónica, cíclica, sistémica y correspondiente. Entrar a ser parte del mismo sistema-mundo patriarcal y no su cuestionador y transformador, es simplemente reforzar el estatus quo. Decirse revolucionario y ser parte del poder patriarcal es naturalizar la dominación hasta que ésta se convierta en algo normal y cotidiano, como así se presenta actualmente sin que las mujeres patriarcales hayan tomado conciencia de ello.

Después de 5.000 años de patriarcalismo, de machismo, de patrimonialismo, de paternalismo y de colonialismo, la mujer occidental y las mujeres occidentalizadas, han formado y constituido la mente patriarcal dentro de su conciencia. Todos sabemos que el machismo es delimitado y fomentado por las madres machistas, las mismas que han sido educadas y domesticadas en la familia patriarcal. La misma mujer termina auto reprimiéndose, como es el caso de la mayoría de mujeres que cuestionan a aquellas feministas que abogan por cambios en la relación de inferioridad de la mujer hacia el varón. De ahí que es importante establecer la gran diferencia que existe entre el feminismo patriarcal y el feminismo matricial[1]. Las unas creían que el problema estaba simplemente en conquistar los mismos derechos de los hombres, o de igualarse a las actividades y ventajas que habían recreado cierto grupo de hombres; sin entender, que se trataba de acabar con el patriarcalismo para recrear otro mundo: complementario y recíproco entre las diferencias de hombres y mujeres. Esto es, un mundo en donde convivan dos formas de concebir la vida y no un mundo donde convivan hombres y mujeres en una sola forma de vivir la realidad (patriarcalismo).

Esto la izquierda tampoco lo ha entendido y también alaba a la «equidad de género». Y de otra parte, cuando han creído que el problema era simplemente del capital, sin entender que el capitalismo, el imperialismo, el eurocentrismo, el cristianocentrismo, el civilizacentrismo, solo son ramas de una raíz más profunda, que es el patriarcalismo. Como refleja la historia mundial, si se altera la acumulación del capital y no se altera el patriarcalismo se genera una nueva forma de dominación y de concentración. La izquierda ha pretendido desmontar al capitalismo manteniendo el mismo Estado patriarcal, y lo que ha logrado es reforzar al mismo sistema antes que resquebrajarlo (China, Corea del Norte, Cuba). Pero lo más grave, generando un sistema más represivo, dictatorial y autoritario, que el del propio sistema patriarcal de derecha, que es más sutil en el proceso de control y sujeción social.

El «PLAN FAMILIA» Patriarcal

En la larga lista de acciones de la mente patriarcal de Alianza País durante los últimos 8 años, en complicidad y en sometimiento a la mente de su líder patriarcal, conservador y puritano, hoy se suma el caso del Plan Familia y de su mentora Mónica Hernández, quién dice ya no ser del Opus Dei, pero que tampoco se ha declarado contraria a sus visiones y postulados. En todo caso, no hay diferencia entre lo que ella y el Opus Dei proclaman en defensa de la familia. Pero, de cuál familia. Obviamente de la familia patriarcal. Y cuál es el prototipo o referente de esta familia patriarcal. El hombre blanco, rubio, de pelo corto, alto, moderno, universitario, heterosexual, católico, rico, de centro-derecha. Ese el modelo o estereotipo que la alta sociedad, la buena familia, y la mujer sensible y honorable busca de un hombre, bien hombre.

Incluso Dios tiene ese mismo referente, y Cristo es presentado dentro de esos mismos estereotipos. Y si observamos toda la publicidad comercial, sus personajes guardan esas mismas características. Por lo que el Plan Familia tiene el propósito de patriarcalizar y occidentalizar mucho más al Ecuador, o dicho de otra forma, de terminar con el proceso de colonización evangélica o de catequización iniciado hace 500 años. Si la mente patriarcal empezó su dominio hace 5.000 años en el Medio Oriente y de ahí se ha extendido al mundo entero, todavía falta terminar de domesticar a aquellos «salvajes y bárbaros» que se resisten a transformarse en «caballeros civilizados».

Para la mente patriarcal, hace 5.000 años como ahora, el problema está en la sexualidad, pues saben que la primera forma de dominación es la sexual, si se la domina se hace más fácil dominar las demás expresiones humanas. Especialmente para dominar a la mujer hay que dominar su sexualidad: una vez dominada sexualmente está dominada reproductivamente, patrimonialmente, socialmente, para todo centralizarlo en el modelo varón-macho-civilizado. Dominada de esta manera la creatividad y la inteligencia de la mujer, la mente patriarcal se puede instalar en el cerebro femenino y dar surgimiento a la mujer patriarcal. Así desaparece lo integral, lo holístico, lo complejo, y todas las ontologías relacionales, para dar lugar al separatismo, al individualismo, al hedonismo, y todas las ontologías dualistas. Y dentro de éstas, la «equidad de género» refuerza al individualismo en desmedro de lo asociativo, al potenciar al individuo-género que a la comunidad-conciencia. Se principaliza al egocentrismo y sus necesidades personales en desventaja de lo colectivo-naturaleza[2].

En ese orden, la sociedad patriarcal ecuatoriana ha generado y provocado altos personajes de la mente patriarcal. Uno de los más importantes y resaltables es Rafael Correa, quién como todo un patriarca ha repetido durante 8 años: mientras yo sea presidente se hará lo que yo creo[3]. Lo más alto del patriarcalismo democrático es el hiperpresidencialismo republicano, que no es una dictadura declarada ni un fascismo abierto, sino la forma sutil de concentración y acumulación del poder en un solo individuo. Aquí vale diferenciar entre el sistema de gobierno patriarcal y el paradigma matricial. En la democracia patriarcal el monopolio de la política está circunscrito a los partidos políticos, a quienes vía sufragio universal acceden al modelo presidencialista. Por lo contrario la democracia matricial o consensocracia comunitaria funciona por turno y rotación, en la que todos en forma paritaria cumplen obligatoriamente la función de gobierno de la comunidad. Esa la diferencia con la mente patriarcal, que cree que por haber ganado las elecciones burguesas tiene toda la potestad y la atribución para hacer y deshacer a su antojo[4], amenazando alevosamente que si no se quieren sujetar a su designio se «busquen otro presidente»[5]. Como diría el refrán popular «dios los cría y ellos se juntan». No es casualidad ni un azar los que se han reunido en Alianza País, y que sea el ala más conservadora la que mande y gobierne, a pesar de la «equidad de género» dentro de este movimiento. Por ejemplo, ahí está un Alexis Mera[6], todo un personaje de la mente patriarcal de derecha, quién entre otros de sus múltiples arrebatos ha señalado que son las mujeres las que se dejan violentar[7]. Ellas son las culpables de que sean abusadas y maltratadas por ser «mal culeadas» por sus hombres. Concepto similar al de otra mente patriarcal, la del jefe de policía de Canadá quién llegó a señalar que las mujeres si querían dejar de ser violadas debían dejar de vestirse como putas. Algo que de seguro estará de acuerdo Mónica Hernández, como muchas más mujeres patriarcales que critican ciertas expresiones femeninas, pues para ellas estas mujeres rayan en la «vulgaridad» y en la falta de «refinamiento social». Entonces, señoras feministas patriarcales, conservadoras e izquierdistas de Alianza País y demás tiendas políticas de la democracia patriarcal, la violencia -de todo tipo- no se va acabar por la «equidad de género», sino cuando desaparezca la mente patriarcal, pues la equidad de género afina y consolida la sutil dominación de la mente patriarcal. La violencia es sistémica, es consustancial al patriarcalismo, y mientras hayan patriarcas que crean que porque ganaron elecciones patriarcales se hará lo que ellos quieran[8], la violencia continuará y se reforzará mucho más[9]. Así será, hasta que el pueblo despierte de la «triste y larga» mente patriarcal y termine con todo el sistema presidencialista[10], electorero y partidista para instalar un sistema matricial, comunitario, espiral, en el cual podamos hablar de equidad de mente y de corazón, y no solamente de equidad de género.

NOTAS

[1] Algunos autores también hablan de «feminismo des-colonial»

[2] «En otras palabras, este feminismo descolonial, además de cuestionar los discursos feministas herederos de la Ilustración, descubre las construcciones patriarcales de lo femenino escondidas en los llamamientos a favor de la tradición y la diferencia. Dos espacios han sido importantes para esta tarea: las crecientes redes transnacionales de mujeres indígenas y afrolatinoamericanas, y determinados movimientos sociales, en los que las mujeres se han embarcado en el cuestionamiento cotidiano de las construcciones patriarcales de lo indígena (por ejemplo, Rivera Zea, 2008). Un tercer aspecto de este feminismo es su naciente cuestionamiento a la categoría de «género» por considerarla parte de las concepciones individualizantes y, por lo tanto, inaplicable -al menos en su forma liberal- a los mundos relacionales.» ESCOBAR ARTURO, en Reinventar la Izquierda en el siglo XXI, Iaen, Quito, 2014.

[3] Todos a defender el Plan Familia porque fue hecho por gente honesta, por padres de familia que queremos la felicidad de nuestros hijos. Ya algunos dirán que el loco soy yo. Mientras sea Presidente se aplicará el programa de Gobierno que ganó en las urnas. Plan Familia Ecuador brinda a los niños y adolescentes una educación de afectividad y sexualidad que promueve desarrollo integral». Rafael Correa, Enlace 417. [4]»Es la trampa, nos sacan 5.000 personas a las calles y yo gané las elecciones con cinco millones de votos y quieren que nos sentemos a dialogar. No hablaré con la gente que solo entiende el lenguaje de las piedras, palos, de la demagogia, que no tienen una sola propuesta, son simples politiqueros porque así con sus demostraciones de fuerza han condicionado a otros gobiernos», expresó el mandatario (Rafael Correa) durante el acto de inauguración de la reconstrucción de la carretera Playas-Posorja, en la costera provincia del Guayas. ANDES, 24-03-15 [5] «Ya basta de engaños sociales, si ser demócrata es hablar con los que no quieren oír, búsquense otro presidente. No vamos a volver al pasado, sería deshonrar a ustedes, su confianza», fustigó (Rafael Correa). ANDES, 24-03-15

[6] «Pero sí hay que enseñar a las adolescentes a prevenir el embarazo. No es solo una planeación médica. Por ejemplo: la mujer debe saber que es preferible que estudie en la universidad. Ese es un valor. El Estado debe enseñar a las mujeres que es preferible que retrasen su vida sexual y que retrasen la concepción para que puedan terminar una carrera. Eso hace que las mujeres tengan un mejor desarrollo.» 16 marzo 15 El Comercio

[7] «En que las mujeres no se valoran adecuadamente, porque se dejan violentar y el hombre tiene una educación equivocada en que la violencia es un mecanismo de desarrollo familiar.» EL COMERCIO, 16-03-15

 [8] «A mí no me gusta el nombre Huancavilca. Si bien Huancalvilca es muy relacionado con la historia de Guayaquil, esa tribu huancalvilca, llena de valor, llena de coraje, se trata de un parque de familia, se trata de un parque la niñez. Así que veamos si le buscamos otro nombre a ese parque», dijo Correa. EL UNIVERSO, 25-03-15

[9] «Pepe (José Serrano), estoy muy molesto porque no podemos humillar a los policías; alguien dio la orden de no detener. Mientras yo sea presidente, sin importar los titulares de la prensa corrupta, deben ser detenidos», increpó al asegurar que lo contrario es inaudito. El Universo 22 de marzo 2015

 [10] Aproximadamente a las 10:00 de este 18 de marzo, un periodista le preguntó vía Twitter al presidente Rafael Correa sus comentarios «sobre la controversia generada por las declaraciones del doctor Alexis Mera», secretario jurídico de la Presidencia. «Sí. Opiniones personales que además no tienen que ver con sus funciones», respondió casi de inmediato el Mandatario. Y añadió en ese mismo tuit: «No las comparto y la política la decide el Pdte.» R. Correa, EL COMERCIO, 18-03-15

El autor es miembro de la COMUNIDAD ALTERNATIVA SUMAK

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.