La economía venezolana reafirmó en 2007 su continuo ascenso y además de situarse entre las de mayor impulso en la región, la nación bolivariana demostró a sus detractores que cuando existe voluntad política se pueden llevar adelante numerosos programas sociales a favor de la población. La República Bolivariana de Venezuela cerró el año con un […]
La economía venezolana reafirmó en 2007 su continuo ascenso y además de situarse entre las de mayor impulso en la región, la nación bolivariana demostró a sus detractores que cuando existe voluntad política se pueden llevar adelante numerosos programas sociales a favor de la población.
La República Bolivariana de Venezuela cerró el año con un crecimiento del 8.4% del Producto Interno Bruto (PIB), que por primera vez en su historia llegó a un poco más de 200 000 millones de dólares, y con 34 309 millones en sus reservas internacionales de divisas, a pesar de haber transferido de esa cuenta, a principios de año, 7 000 millones de dólares para el Fondo de Desarrollo Nacional.
La dificultad más relevante dentro de la economía fue la inflación que llegó a 22,5% cuando se esperaba que se situara solo en 12%, pero el gobierno ya ha iniciado las medidas para disminuirla. Otra acción puesta en ejecución a principios de 2008 resultó el lanzamiento de una nueva moneda, el Bolívar Fuerte, que elimina tres ceros a su tradicional denominación,
Algunos medios de comunicación internacionales de occidente y los nacionales controlados por la oposición, apostaban y auguraban en 2007 una crisis económica en Venezuela debido a las políticas sociales asumidas por el gobierno.
No solo ha sido un crecimiento armónico y sostenido en los últimos cuatro años desde los fracasados golpe de Estado (2002) y de la huelga petrolera realizada entre diciembre de 2002 y febrero de 2003 por la dirección de PDVSA con el respaldo de Washington, sino que también Venezuela cerró las 14 cuentas de deudas que tenía con el Banco Mundial, y no le debe un centavo de dólar al Fondo Monetario Internacional, según informó el ministro saliente del Poder Popular para las Finanzas, Rodrigo Cabezas..
Ahora los detractores aducen que los resultados alcanzados se deben al alto precio del petróleo, pero si el gobierno de Hugo Chávez no hubiera tomado las medidas jurídico-financieras necesarias para que los dividendos de la producción del crudo pasaran en su mayoría al erario público, las ganancias obtenidas hubieran sido saqueadas nuevamente por las compañías transnacionales y la oligarquía nacional.
Salvador de la Plaza en su libro «El petróleo en la vida venezolana» publicado en 1976, describe el saqueo de que fue objeto el país desde que en 1917 fue descubierto ese combustible en Venezuela.
La producción acumulada entre los años 1917-1964 alcanzó la gigantesca cantidad de 2 945 millones de metros cúbicos con un valor de exportación de 123 000 millones de bolívares. La Plaza señala que «sería lógico concluir que los escasos 8 000 000 de habitantes de Venezuela en 1964 habrían disfrutado y disfrutaran de la más plácida holganza, sin embargo, no es así, y por el contrario, salvo una pequeñísima minoría, el resto de la población vive hoy (1976) en las más lamentables condiciones de miseria».
Esas son las reglas de juego que ha estado cambiando el gobierno bolivariano desde 1999 cuando Hugo Chávez llegó al poder. En una reciente intervención durante la pasada IV Cumbre de PETROCARIBE efectuada en Cienfuegos, Cuba, Chávez subrayó: Venezuela terminó el siglo XX con más del 50% de la población viviendo en condiciones de pobreza y de miseria…y ese es el eje central de la batalla de la Revolución Bolivariana».
A solo ocho años del triunfo, el pueblo venezolano ha experimentado enormes mejorías que han marchado junto a más de dos decenas de misiones sociales que están presentes en toda la geografía del país, apuntaladas por la recuperación del ingreso petrolero.
Es decir, el desarrollo económico sostenido se ha dirigido fundamentalmente a la intensificación de los programas sociales, la disminución de la pobreza acumulada, la recuperación del empleo y el aumento del salario mínimo, por citar las más importantes.
Sin temor a equivocaciones se puede afirmar que en la actualidad ningún venezolano esta excluido de la atención médica y de los servicios de salud; 1 750 000 niños han sido inmunizados de manera gratuita en hospitales y centros asistenciales.
En esa misma dirección, la producción de vacunas alcanzará en los próximos meses los 35 millones de dosis anuales, siete veces la capacidad actual, para beneficiar a medio millón de menores de un año y a otras 10 millones de personas.
En el país funcionan 395 centros de diagnóstico integrales dotados de moderna tecnología; 485 centros de rehabilitación integral y 18 centros de alta tecnología. Con asistencia de profesores cubanos se forman como médicos cerca de 30 000 jóvenes bolivarianos.
En esa nación andina se han abierto 17 centros oftalmológicos con 31 posiciones quirúrgicas que han operado a 480 000 venezolanos.
Mediante la Misión Robinson se desarrollo un amplio programa de alfabetización que posibilitó a esta nación eliminar ese flagelo y con la Misión Robinson Dos, todos los ciudadanos que lo deseen pueden graduarse de duodécimo segundo grado.
Por primera vez, 2 300 000 personas que vivían en barrios insalubres han tenido acceso al agua potable; se han edificado 110 000 nuevas viviendas para la población de bajos ingresos.
Por medio de la Operación Mercal, el Estado garantiza la alimentación necesaria a los núcleos familiares más necesitados.
La tasa de desempleo disminuyó de 26% en 2002 a 7,5% al concluir este año, lo cual demuestra el interés del gobierno por resolver un puesto de trabajo a cada ciudadano que esté en capacidad de laborar.
Cerca de otras 15 Misiones sociales fueron establecidas en el país para mejorar la situación de los pobres, los indígenas, los indocumentados y en fin, de toda la población venezolana.
Estos son, a grandes rasgos, algunos de los logros más relevantes obtenidos por el gobierno bolivariano en su poco tiempo de vida, pese a enfrentar intentos de golpes de estado, huelgas petroleras, acciones desestabilizadores promovidas desde Estados Unidos y campañas difamatorias de los medios de comunicación.
Esos halagüeños resultados también son los que provocan el malestar y la desilusión de sus detractares.