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El Día Internacional de la Mujer y los destacados papeles de Clara Zetkin y Flora Tristán

Fuentes: Rebelión

El venidero 8 de marzo del corriente año se celebra un aniversario más del Día Internacional de la Mujer, como recuerdo del llamamiento de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, los días 25-27 de agosto de 1910 en Copenhague, Dinamarca, con la participación de delegadas de dieciocho países; posteriormente con ocasión del L aniversario […]

El venidero 8 de marzo del corriente año se celebra un aniversario más del Día Internacional de la Mujer, como recuerdo del llamamiento de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, los días 25-27 de agosto de 1910 en Copenhague, Dinamarca, con la participación de delegadas de dieciocho países; posteriormente con ocasión del L aniversario del D.I.M., la Federación Democrática Mundial de Mujeres organizó los días 21-24 de abril de 1960, también en la capital de Dinamarca la Conferencia Internacional de Mujeres, esta vez, con la participación de novecientas delegadas de setenta y tres países. A partir de entonces esta fecha emblemática ha adquirido una significativa importancia en la lucha de las mujeres por sus derechos políticos, sociales y económicos.

En ese día se suele evocar la figura revolucionaria de Clara Zetkin, compañera de Rosa Luxemburgo, junto a quien combatió por la propagación de las ideas socialistas e internacionalistas. En su currículo de luchadora incansable podemos destacar la participación en su condición de militante socialdemócrata en el Congreso Marxista de París de 1889 , en el Congreso de la II Internacional de Londres de 1896, oportunidad en que presentó una avanzada ponencia sobre educación y en el Congreso de Stuttgart de 1907 donde abogó por la aprobación de un proyecto favorable al voto femenino. Todo ello ha llevado a considerar a Clara Zetkin como una de las primeras y principales definidoras del feminismo socialista, lo que le valió para ser designada jefa del sector femenino de la socialdemocracia alemana y directora de su órgano Gleincheit en el año de 1892. Opuesta con acerada firmeza a la guerra, desde su cargo de Secretaria de la sección femenina de la II Internacional, reunió en Berna, Suiza, una conferencia internacional de mujeres en los meses de febrero y marzo de 1915, que se pronunció por la lucha revolucionara contra la guerra que asolaba a Europa. Su cercanía a Rosa Luxemburgo y a sus tesis políticas la condujo a ingresar al Partido Socialista Independiente en el año de 1917, y luego, fuera del «útero» socialdemócrata se unió al grupo espartaquista en los años de 1918-1919, e ingresó al Partido Comunista Alemán donde hizo causa común con Paúl Levi. Fue integrante del Reichstag durante los años de 1920-1933 y se marchó a la URSS al subir al poder Adolfo Hitler, en cuyo territorio murió en el mismo año de su arribo. Conoció a Ulianov y escribió un esbozo biográfico denominado Lenin.

Otra heroína y antecesora del feminismo revolucionario y socialista, menos conocida y de mas vieja data es la luchadora franco-peruana Flora Tristán, nacida y muerta en París (1803-1844). Era hija de un criollo peruano y de una francesa. Tras un controvertido matrimonio, abandonó a su marido y viajó por Europa durante un lustro (1825-1830), luego marchó a la patria de su padre, Perú, y de regreso a Francia publicó sus aventuras bajo el título de «Peregrinajes de una Paria», defendiendo el divorcio y el amor libre, lo cual exacerbó los celos de su marido de entonces, quien intentó matarla. Flora se vio obligada a huir a Londres donde publicó «Paseos en Londres» (1840), donde describe la vida de los obreros británicos, y establecida de nuevo en París, da a conocer en Francia los inicios del cartismo, movimiento político obrero del Reino Unido, activo entre los años de 1837 y 1848, cuyo origen se sitúa en la persistente crisis económica de la época y en la negativa del gobierno a promulgar una constitución democrática, que hiciera posible el logro de las reivindicaciones plasmadas en la llamada Carta del Pueblo. Finalmente, hacia 1848, ese movimiento entró en un proceso de decadencia. De clara conciencia obrerista a partir de entonces, publicó la Unión Obrera en 1843, cinco años antes de que Marx y Engels publicaran por encargo de la Liga de los Comunistas el Manifiesto Comunista. En ese texto Flora Tristán presenta el primer proyecto de una «Internacional de Trabajadores» que debía apoyarse en la unión de la clase obrera apoyada en sindicatos.

Clara y Flora o mejor Flora y Clara, para respetar el orden cronológico, son dos ejemplos de mujeres que como otras muchas menos conocidas, vivieron vidas consagradas no solo a la reivindicación de género sino también a la lucha de clases, concientes de que sólo a través de la destrucción del orden burgués y su sustitución por una sociedad que tienda a la definitiva supresión de las diferencias entre los seres humanos es posible trascender la etapa de la prehistoria y comenzar a vivir la verdadera Historia del género humano. (Marx dixit).

Actualmente, nuestro país se encuentra empeñado en llevar adelante un proceso de cambios en la dirección que nuestras homenajeadas en estas breves líneas , soñaron y por el que lucharon incansablemente , ambas duramente perseguidas por el establecimiento en que les correspondió transcurrir su andadura y además, incomprendidas por una sociedad que situaba a la mujer en minusvalía jurídica y por ende, social, económica y política . Afortunadamente no es el caso venezolano. Nuestras mujeres , herederas de la estirpe de Josefa Camejo y Luisa Cáceres de Arismendi, transitan en igualdad de condiciones, así lo establece nuestra Constitución Bolivariana , el mismo camino de los hombres, y de ello estamos orgullosos y orgullosas. Felicitaciones a todas en este día de lucha revolucionaria.

Gilberto Madrid. Abogado. (UCV) M S en Derecho de Integración e Internacional Económico.(UCV)