Aunque siempre en Venezuela se ha invocado a Bolívar, pocas veces se había practicado su doctrina y su pensamiento. De hecho, uno se pregunta si algún presidente anterior a Chávez había leído seriamente a Bolívar. Venezuela es hoy un país arruinado por la corrupción de los últimos decenios, cuando, gracias al petróleo, el país ha recibido, como todo el mundo sabe, el equivalente de varios planes Marshall
Chávez se inspira en el Bolívar político y visionario, el economista, el constitucionalista, el militar, el demócrata. Es apasionante constatar las similitudes entre aquella época, en la que Bolívar trata de entender su momento histórico y producir ideas originales, restituyéndolas en las acciones político-prácticas con genialidad, y compararlas con nuestro tiempo. En estos últimos años también hemos vistos mutaciones espectaculares, cambios radicales que nos están haciendo, efectivamente, cambiar de época. Hemos visto mutaciones tecnológicas que nos hacen pasar de la era industrial a la era digital, con el triunfo de la sociedad de la información y de la comunicación. Mutaciones económicas que nos hacen pasar del capitalismo industrial al capitalismo financiero, de la economía real al triunfo de la economía virtual y a la globalización económica. Mutaciones políticas, lo he dicho ya, desde la desaparición de la Unión Soviética, la marginalización de las Naciones Unidas, y la hegemonía de la superpotencia estadounidense.
Aunque siempre en Venezuela se ha invocado a Bolívar -es una tradición que todos los gobiernos han hecho-, pocas veces se había practicado su doctrina y su pensamiento. De hecho, uno se pregunta si algún presidente anterior a Chávez había leído seriamente a Bolívar. Venezuela es hoy un país arruinado por la corrupción de los últimos decenios, cuando, gracias al petróleo, el país ha recibido, como todo el mundo sabe, el equivalente de varios planes Marshall. Sin embargo, su población sigue hundiéndose en una gran pobreza. El 80% de los venezolanos viven bajo el nivel de pobreza. El 39% de ellos viven en una pobreza extrema y la mortalidad infantil supera el 21 %.
Contra la corrupción, el gobierno de Hugo Chávez ha retomado la idea bolivariana, su idea utópica del Poder Moral. Restablecer la ética política, la ética económica para edificar un modelo de gobierno en que el Ejecutivo no solo sea elegido democráticamente, sino que gobierne de manera democrática. Eso es lo que exigen los ciudadanos de hoy: no solo que los gobernantes sean elegidos democráticamente; lo que quieren los ciudadanos de hoy es que los gobernantes gobiernen de manera democrática.
Quiero terminar con una cita de Simón Bolívar: «El sistema de gobierno más perfecto es el que produce la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política». Este es el programa, creo yo, del presidente Chávez y me parece que es un programa que desafía a la mundialización, un programa de una modernidad y una ejemplaridad radical.