A propósito del libro de Javier Cortines Novelas cortas y poesía amorosa del antiguo Egipto. Madrid, Liber Factory, 2020, 138 págs.
Javier Cortines, consumado periodista y excelente conocedor del mundo árabe y la cultura oriental, ha sido y es un escritor dotado de una pluma muy singular, fina e imaginativa. En esta ocasión, nos regala una obra compuesta por un breve pero cristalino ramillete de destellos literarios provenientes de la vetusta civilización egipcia. A tal fin, utiliza fragmentos de manuscritos narrativos y poéticos milagrosamente conservados en papiro, la planta-soporte de la venerable escritura jeroglífica, para componer, adaptar y ofrecernos una pequeña joya literaria que evoca un tiempo muy lejano. Tiempos en los que, en el Egipto antiguo, la escritura ya se abría paso frente a la larga tradición oral, aunque la victoria de lo escrito no dejaba de transparentar la presencia de la “oralidad” en la prosa y el canto poético. Esta vecindad, hoy cada vez más en desuso, dota a los cuentos y poemas de este libro de una belleza muy particular, remota pero que en nada nos es ajena, porque, si bien se mira, a lo largo de la historia, los seres humanos han buscado incansablemente el eterno retorno a las bellas y antiguas palabras, aquellas que se forjaron en los albores de la civilización, en la temprana niñez de la humanidad, cuando aún el lenguaje tenía la inocencia de algo adánico.
La obra de Javier Cortines nos trae a la memoria una realidad que a menudo se ignora, a saber, que Egipto constituye uno de los pilares de lo que hoy llamamos “cultura occidental”, porque Europa hunde sus raíces no solo en el mundo clásico, sino también en la fabulosa elaboración de pensamientos y mitos forjados allende de su actual geografía. Resucitar, recomponer y reactualizar esos añejos textos es una manera de plantar cara a lo que un antropólogo inglés llamó “robo de la Historia”, o sea, al eurocentrismo y a la idea de que la evolución de la humanidad es, como el propio Hegel pensaba, un continuo progreso desde Oriente hacia Occidente.
La composición resulta muy original y nada académica. Los textos se agrupan en cuatro subconjuntos temáticos: 1) novelas cortas; 2) leyendas, costumbres, religión y sexo; 3) papiro de Turín (¿La primera revista pornográfica de la historia?); y 4) poemas amorosos. Se trata, en su mayor parte, de manuscritos antiguos adaptados y pulidos felizmente por la propia mano del autor a fin de lograr el mejor acercamiento y comprensión del lector o lectora de hoy. Pero también hay alguna narración del propio Cortines que, desde sus juveniles experiencias periodísticas en Egipto, ha mantenido un indestructible vínculo de estudio y admiración por las costumbres y mitos engendrados en las tierras regadas por el Nilo (no en vano su muy recomendable blog se llama Nilo-Homérico). Su mano experta ha dotado de tersura y encantamiento a los cuentos y de sencillez austera y rotunda a los poemas. En unos y otros resuenan las voces de una época perdida y ya muerta pero que tiende a revivir cada vez que uno se adentra en vestigios escritos como los alojados en esta antología de pecios del antiguo Egipto.
Por lo demás, no existe uniformidad en el conjunto de la obra, ni en cuanto hace a la extensión ni por lo que se refiere al contenido y secuencia de cada fragmento escogido, pero el todo, aunque un tanto desarticulado formalmente hablando, resulta literariamente muy atractivo. Cada uno de los textos siempre viene precedido de un “proemio” en el que nuestro autor explica la procedencia de los papiros y señala la mayor o menor literalidad de la adaptación efectuada. Pese a ese cierto “desaliño indumentario” del libro, mi experiencia como lector me dejó al final un agradable sabor de boca, seguramente porque los textos por lo general son amenos, fantasiosos y, en ocasiones, hacen saltar luminosas chispas de genio literario. En fin, sin duda, en estos tiempos de desolación pandémica, una lectura más que recomendable para espantar el tedio a través del placer de la lectura.
Raimundo Cuesta (Santander, Cantabria) profesor formado en Salamanca y doctor con premio extraordinario en Historia. Cofundador de los grupos Cronos y Fedicaria, plataformas de pensamiento crítico en el ámbito de la educación que han tenido una marcada influencia en España y América Latina durante los últimos veinticinco años. Es autor de cientos de artículos y de una veintena de títulos. Su última obra “Verdades Sospechosas: Religión, Historia y Capitalismo”, es una reflexión profunda y crítica sobre los maestros de la sospecha, Marx, Nietzsche y Freud, entre otros, que contribuyeron a moldear, dejando su indeleble huella, un mundo en perpetua reconstrucción.