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Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada (México)

«El fin del boicot a Irán favorece las inversiones de las grandes multinacionales»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Guillermo, un hecho internacional casi excluyente sería el acuerdo que han firmado Estados Unidos, Irán y la Unión Europea que permite poner fin al boicot contra la República Islámica de Irán. ¿Usted comparte este punto de vista? G.A.: Sí, lo comparto porque es un alivio muy importante para Irán y un freno para los […]

M.H.: Guillermo, un hecho internacional casi excluyente sería el acuerdo que han firmado Estados Unidos, Irán y la Unión Europea que permite poner fin al boicot contra la República Islámica de Irán. ¿Usted comparte este punto de vista?

G.A.: Sí, lo comparto porque es un alivio muy importante para Irán y un freno para los que querían ir al extremo en las acciones en su contra y además deja descolocada a Arabia Saudita en estos momentos.

M.H.: Afecta también a Israel ¿no?

G.A.: Claro. Ellos no querían saber nada con el acuerdo y querían agravar al máximo la situación con Irán.

M.H.: Se llega a este acuerdo a pesar de la oposición de los republicanos, el Presidente de la Cámara de representantes de Estados Unidos, Paul Ryan rechazó el levantamiento de sanciones económicas a Irán después de la firma de este acuerdo. ¿Qué efecto tiene esta posición del Partido Republicano de los Estados Unidos?

G.A.: Yo creo que el Partido Republicano, que está en campaña presidencial, va a tomar siempre la posición opuesta a la que tome el gobierno demócrata de Estados Unidos por razones incluso de interés electoral. El Partido Republicano está alineado con el llamado Tea Party, que es un fundamentalismo político y religioso, en el Partido Republicano han perdido lugar los tradicionales liberales misioneros tipo Rockefeller y está marcado ahora por los Trump y gente semejante que son extremistas, siempre se van a oponer. Habrá que ver qué séquito tienen en las elecciones, pero eso solo lo podremos ver dentro de un tiempo.

M.H.: El acuerdo significa la liberación de 100.000 millones de dólares congelados en bancos occidentales y evidentemente va a afectar al mercado petrolero, ya que Irán posee la cuarta parte de las reservas mundiales de petróleo y la segunda de gas natural, por lo tanto, esto hace prever una nueva baja en el precio del barril de petróleo.

G.A.: Tratarán de administrarlo lo mejor posible porque nadie tiene interés en regalar el petróleo que dentro de poco será muy escaso, de todas maneras, la primer reacción va a ser largar al mercado grandes cantidades de petróleo que van a bajar el precio a escala mundial.

M.H.: Impresionan las cifras que se están manejando porque por un lado está esta liberación de fondos congelados pero, por otro lado, se habla de inversiones del orden de 200.000 a 300.000 millones de dólares, inclusive la renovación de toda la flota de aviones; Airbus ya habría vendido 114 aviones, mientras que Iran Air necesitaría 500 nuevos aviones.

G.A.: Es el gran negocio, creo que uno de los motivos de los acuerdos es la presión de estas grandes compañías que no quieren perder su parte del mercado.

M.H.: ¿Cómo incide internamente en el régimen iraní este acuerdo?

G.A.: Yo creo que esto va a favorecer a los sectores más ligados a los comerciantes, o sea a los sectores más reformistas, menos duros, que buscan una República islámica pero basada en el comercio mundial y no exclusivamente en el rigor y la expansión teológica. Eso va a tener un efecto interno, ya entre los ayatolas hay una selección en ese sentido. Se acabó la época de los discursos inflamados.

M.H.: ¿Cómo incide el conflicto que se ha abierto con Arabia Saudita?

G.A.: Yo creo que la lucha con Arabia Saudita va a ser permanente porque es un conflicto muy viejo y además muy duro. Arabia Saudita no solamente es la gran competidora petrolera sino también militar, como potencia en la región. Hizo todo lo posible para debilitar al gobierno iraní, apoyó a Sadam Hussein en la guerra de 8 años contra Irán. Además, Arabia Saudita es la guardiana extremista ortodoxa del pensamiento suní y los ayatolas de Irán son chiítas. Arabia Saudita acaba de asesinar, entre todas las personas que mató recientemente, nada menos que al Jeque que lideraba el chiísmo en Arabia Saudita, entonces hay una pelea demasiado enconada como para que puedan haber acuerdos. La cosa es en qué medida Europa y Estados Unidos frenan a Arabia Saudita o la respaldan. Por ahora la están frenando.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.