Traducido del francés para Rebelión por Caty R.
A lo largo de las tres partes de este artículo analizamos la tumultuosa historia del FMI en Ucrania desde el desencadenamiento de la crisis de 2007/2008 hasta la actualidad, con una atención especial al período posterior a la insurrección de 2014. El plan de endeudamiento aprobado a la fuerza por el Gobierno no elegido surgido del movimiento revolucionario es una ganga para la institución y le permite reforzar sus recetas capitalistas en la antigua Unión Soviética.
I.- El FMI, presente y activo en Ucrania desde 1994, no quiere oír hablar de subidas salariales
Tras un poderoso movimiento insurreccional que desembocó en la destitución del presidente ucraniano Viktor Yanukovich, el nuevo Gobierno provisional establecido el 27 de febrero de 2014 ofrece al FMI la oportunidad de infligir una violenta cura de austeridad al pueblo ucraniano.
Un mes después, incluso sin esperar a las elecciones, oscuras negociaciones con el Gobierno no elegido desembocaron en la adopción de políticas ultraliberales a cambio de un préstamo del FMI de entre 14.000 y 18.000 millones de dólares (entre 10.200 y 13.000 millones de euros) cuyo primer pago se preveía en el mes de abril.
Jalonando los tramos sucesivos del reembolso según un calendario confidencial, el aumento de las tarifas del gas, la congelación de los salarios y las pensiones de los funcionarios y muchas otras medidas dirigidas a transformar la política monetaria y presupuestaria, así como los sectores financiero y energético, deben someter al país al dogma capitalista promovido por la institución. A pesar del rechazo inicial de los diputados del Parlamento ucraniano el 27 de marzo, el impopular programa exigido por el FMI finalmente se adoptó tras febriles negociaciones.
A lo largo de su tumultuosa historia y a pesar de algunos éxitos, el FMI siempre se ha enfrentado a reticencias a sus exigencias desmesuradas. Incapaz de rematar sus dos últimos acuerdos, esta vez el FMI esperaba conseguir sus ajustes cualquiera que fuera el resultado de las elecciones programadas para dos meses después. Da igual que sus políticas diseminadas por todo el mundo provoquen el caos social, como en Grecia y otros lugares. La institución prosigue su camino devastador reverenciado por los gobernantes sumisos. Pretender instaurar la prosperidad y vencer la pobreza añadiendo nuevas políticas de austeridad en un Estado liberticida y endémicamente corrupto es inútil. El FMI, con todas las revueltas que ha desencadenado a lo largo de su historia, ya debería saber que la miseria no necesariamente vuelve dóciles a las personas y que nada impide que la plaza Maidan recupere su actividad. Pero en este terreno todo es posible, tanto que el FMI está dispuesto a soplar las brasas todavía calientes de la denominada «Revolución Maidan».
No es la primera vez que Ucrania se enfrenta a la dictadura del FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI), bien conocido en los países «empobrecidos» (también denominados países en desarrollo) por haber impulsado duros recortes presupuestarios que han exacerbado las crisis de la deuda en Asia y América Latina, también es temido por haberse implicado fuertemente en la ola de privatizaciones desastrosas de Europa del Este durante la transición postcomunista a principios de los años 90.
A partir de 1994 Ucrania llegó a un primer acuerdo con el FMI y en 1995 fue firmado un crédito de 1.490 millones de dólares del Fondo por el gobernador del banco central de la época, Viktor Yuschenko, antes de que se convirtiera en el líder de la famosa «Revolución Naranja» (1). Desde entonces, respaldada por su representación permanente en Kiev, la institución trabaja sin descanso en Ucrania y sean cuales sean los gobiernos establecidos impone su dictadura.
El FMI suspende un préstamo a Ucrania tras la decisión del Gobierno de aumentar el salario mínimo (2)
Desde que Ucrania se unió al FMI en septiembre de 1992, su relación está hecha de enfrentamientos y rupturas sobre el fondo de constantes y opacas negociaciones. Mientras la institución basada en Washington no soporta la idea de una suspensión de pagos por parte de los países endeudados, cierra con dureza el grifo del crédito y suspende sus remesas cuando los países no se pliegan a sus exigencias.
En noviembre de 2008, poco después de Islandia, Georgia y Hungría, Ucrania cayó en la trampa del FMI. A cambio de un préstamo (3) de 16.400 millones de dólares (13.000 millones de euros) en dos años, el Parlamento ucraniano fue obligado a adoptar un plan de «salvamento» draconiano, con privatizaciones y cortes presupuestarios. Obligaron a Ucrania a elevar la edad de jubilación de las mujeres de 55 a 60 años y a aumentar el 20% la tarifa del gas de la compañía Naftogaz.
Pero la subida del 11% del salario mínimo y el aumento de la renta básica un 12% a partir del 1 de noviembre, y después el 18% a partir de enero de 2010, pusieron nervioso al FMI, que bloqueó su programa. «Estoy muy preocupado por el acuerdo del presidente a ese proyecto de ley que pone fuera del circuito el programa que habíamos firmado. En esas circunstancias me temo que será muy difícil superar el próximo examen del programa» (4), declaró el entonces director del Fondo Dominique Strauss-Kahn, quien por su parte se había subido el salario más del 7% a su llegada a la dirección del FMI (5). Para justificar sus temores con respecto a Ucrania añadió: «Una reciente misión del Fondo en Ucrania ha llegado a la conclusión de que ciertas políticas en algunos ámbitos, como la nueva ley del salario mínimo, amenazan la estabilidad» del país. Y a continuación la agencia de calificación Standard & Poor’s emitió una nota negativa de la deuda de Ucrania. Cuando siguió un bloqueo del programa de privatizaciones la reacción del FMI no se hizo esperar y suspendió el pago del cuarto tramo de un montante de 3.800 millones de dólares, previsto en noviembre de 2009. Esperando buenos resultados después de haber mantenido una tasa de crecimiento medio del 7,5% del PIB de 2000 a 2007, Ucrania registró uno de los peores resultados económicos del mundo: el PIB cayó el 15% en 2009 y la producción industrial el 22%.
II.- Después de bloquear su programa en noviembre de 2009 tras la decisión del Gobierno de aumentar el salario mínimo, el FMI vuelve a la carga e impulsa la reforma de las pensiones
Desde el principio de la crisis, en noviembre de 2008, Ucrania aparece entre los primeros países europeos prestos a caer en la trampa del FMI, poco después de Islandia, Georgia y Hungría. Tras unirse al FMI en septiembre de 1992, recomienza entonces una historia de soberanía violada, de políticas impuestas y de avasallamiento neocolonial. Se prestan sumas astronómicas para garantizar el reembolso de antiguas deudas y preparar las futuras. Y sobre todo para no permitir que cambie una política fracasada. Desde hace más de 30 años se sigue aplicando el polvoriento «Consenso de Washington», con los riesgos y peligros de una población empobrecida, a cambio de un endeudamiento masivo con el pretexto del «salvamento».
En 2011 el FMI consigue la subida de la edad de jubilación
Tras la formación en Ucrania, en febrero de 2010, del nuevo Gobierno prorruso, observamos un acercamiento entre el nuevo presidente ucraniano Viktor Yanukovich (5) y el FMI. La institución aprobó un préstamo de 15.400 millones de dólares, repartido en 29 meses, en julio de 2010 (6). Y esta vez Standard and Poor’s elevó la nota de Ucrania (posteriormente la rebajó a «CCC», calificación próxima a la suspensión de pagos tras las violencias de la plaza Maidan). A cambio de este préstamo, Ucrania se compromete a reducir su déficit al 5,5% del PIB en 2010 y al 3,5% en 2011 (7). Ucrania consiguió llegar al 5,8% del PIB en 2010 y al 2,8% en 2011 con la reforma de la función pública y una subida importante de las tarifas del gas suministrado por la compañía nacional Naftogaz. Por otra parte, finalmente el Parlamento ucraniano aprobó el 8 de julio de 2011 una exigencia importante del Fondo: la edad de jubilación de las mujeres aumentó progresivamente, seis meses por año, y pasó de 55 a 60 años. Para los hombres empleados en la función pública pasó de los 60 a los 62 años por tramos de seis meses al año. Además el número de años de cotización requerido para obtener una pensión completa mínima pasó de 20 a 30 años para las mujeres y de 25 a 35 años para los hombres. Como para festejar el nuevo año, la ley entró en vigor el 1 de enero de 2011, un regalo envenenado del FMI. La austeridad practicada por el Gobierno «prorruso» de Yanukovich no se diferencia mucho de la de los demás países europeos más próximos a Bruselas.
Esta violenta regresión en un país donde la esperanza de vida era de 66 años para los hombres en 2011 (8), va en la línea de lo que reclaman numerosas instituciones como el Banco Mundial, que señala en un informe:
«Elevar la edad de jubilación y que las personas trabajen más tiempo mientras sean capaces y tengan salud podría ayudar a hacer más viables y más sostenibles financieramente los planes de jubilación y proporcionar una renta mínima para la vejez» (9). Informe Banco Mundial 2014, «Invirtiendo la pirámide: los sistemas de pensiones frente a los retos demográficos en Europa y Asia Central», 21 febrero de 2014.
En 2013 Ucrania abandona el FMI y se vuelve hacia Rusia
El FMI, después de librar casi 3.400 millones de dólares en dos entregas, la última en diciembre de 2010, parecía haber conseguido su objetivo de imponer sus leyes, como la aprobación del aumento de la edad de jubilación (10). Pero a principios de 2011 vuelve a bloquear sus pagos frente al rechazo de Yanukovich de poner en marcha las reformas de austeridad exigidas, especialmente respecto a los precios del gas. Ucrania nunca se plegó y continuaron las negociaciones con la institución de Bretton Woods. Regularmente se fijan misiones del FMI, como la del 29 de agosto al 5 de septiembre de 2012 retrasada a la segunda quincena de enero. La agencia de calificación Moody’s rebajó entonces la calificación financiera de Ucrania al nivel B, «muy especulativa».
Tras las elecciones legislativas ucranianas del 28 de octubre de 2012, la misión del FMI prevista del 7 al 17 de diciembre de 2012 para negociar un nuevo programa stand-by con nuevas condiciones también se retrasó. El primer ministro de ese momento, Nikolai Azarov, se plantea que Ucrania podría prescindir de la financiación del FMI gracias a una serie de medidas y la ayuda del banco nacional. Finalmente, en diciembre de 2013, Ucrania se vuelve hacia Rusia con la que firma un contrato de 15.000 millones de dólares (casi 11.000 millones de euros) de los que recibe un primer tramo de 3.000 millones de dólares (2.200 millones de euros) el 24 de diciembre. En realidad, por este acuerdo, Rusia compra 15.000 millones de dólares de deuda ucraniana (los «eurobonos» de dos años emitidos por Ucrania, lo que permite al país evitar la suspensión de pagos. Por otra parte Rusia acuerda una rebaja del 30% en el precio del gas ruso, lo que representa entre 2.000 y 3.000 millones de euros de ahorro anual. Moscú se apresuró a entregar un nuevo tramo de 2.000 millones cuando la situación se incendió en Kiev.
III.- El FMI o la asfixia de la opción única
El nuevo Gobierno de Yuschenko, una ganga para el FMI
Los sucesos insurreccionales de Ucrania en febrero de 2014 ofrecen una oportunidad soñada al FMI para recuperar el control de la política ucraniana con el fin de imponer a la población sus políticas procedentes del «Consenso de Washington» (que designa la terapia de choque aplicada al conjunto de los países del Sur tras la crisis de la deuda del Tercer Mundo de 1982).
Según el actual primer ministro Arseni Yatseniuk no existe ninguna otra posibilidad frente a los dictados del FMI. Ya en octubre de 2008, cuando era presidente del Parlamento, Yatseniuk, declaraba a propósito del programa del FMI: «No tenemos elección. No se trata de política, es una cuestión vital para la actividad del país» (11). Cinco años y medio después, en marzo de 2014, convertido en primer ministro del Gobierno provisional, afirmó a propósito de un inminente programa de austeridad del FMI: «El Gobierno responderá a todas las condiciones fijadas por el FMI porque hay otra opción» (12).
Presiones diplomáticas y complacencia del FMI para comprometer nuevos préstamos a cambio de contrarreformas
El 21 de febrero de 2014, inmediatamente después de los violentos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía que dejaron al menos 60 muertos en Kiev, Standard & Poor’s rebajó a «CCC» (ultraespeculativa y próxima a la suspensión de pagos) la nota de la deuda soberana de Ucrania. La agencia de calificación estadounidense temía que el país no pudiese reembolsar a sus acreedores: El apoyo financiero de Rusia se suspendió en enero y Ucrania todavía tiene que reembolsar antiguos créditos a plazo, entre ellos los del FMI. El 23 de febrero, Christine Lagarde confirmó desde Sidney, donde participaba en una reunión de los gobernadores de los bancos centrales del G20, que la organización que preside está dispuesta a ayudar a Ucrania si el país lo solicita. A raíz de esto publicó un comunicado con el secretario del Tesoro de Estados Unidos en el que estiman que «Ucrania necesita apoyo al mismo tiempo bilateral y multilateral para un programa de reformas». Una vez más, el FMI une su voz a la de su accionista mayoritario y vuelve a mostrar su déficit democrático. Los días 25 y 26 de febrero, vísperas del establecimiento del nuevo Gobierno, los delegados del Departamento del Tesoro estadounidense y los consejeros económicos de la Casa Blanca acompañaron al secretario de Estado adjunto, William Burns, en Ucrania (13). Teniendo en cuenta el hecho de que el presidente Viktor Yanukovich está huido (abandonó la capital la noche del 21 al 22 de febrero) y que el nuevo Gobierno todavía no está formado, esta diligencia del FMI y el constante baile diplomático estadounidense constituyen una injerencia flagrante en los asuntos del Estado.
El 27 de febrero el FMI indica que había recibido, tras el voto del Parlamento instituyendo un Gobierno de transición, una petición oficial de ayuda de Ucrania. «Estamos dispuestos a dar una ayuda financiera», respondió con diligencia la directora general Christine Lagarde, antes de apresurarse a activar una misión del Fondo que puso en marcha el 4 de marzo Nicolai Gueorguiev (14). Así, el FMI respondía a la llamada de Arseni Yatsenku quien tres días antes, sin estar nombrado todavía primer ministro provisional, declaró el 24 de febrero: «Necesitamos ayuda financiera urgente de nuestros socios europeos y es necesario asumir inmediatamente el programa de cooperación con el FMI» (15). Yatsenku estimaba entonces en 35.000 millones de dólares (unos 25.000 millones de euros) para los dos próximos años las necesidades de Kiev para reembolsar su deuda (16) y hacer frente a la profunda crisis del país, al borde de la suspensión de pagos (17). Pero la suma necesaria todavía podría aumentar si se tienen en cuenta los miles de millones de dólares que Yatsenku sospecha que el antiguo régimen escondió en cuentas en el extranjero. «Han saqueado el tesoro nacional», acusa. Si este es el caso, los ucranianos están en su derecho de reclamar a Suiza y a otros países cómplices (como la City de Londres o Francia) que restituyan a Ucrania los haberes presuntamente congelados del antiguo presidente huido y los de otros altos funcionarios responsables de desvíos de fondos públicos (18).
Recién investido primer ministro, Arseni Yaseniuk se declara decidido a implantar «medidas extraordinariamente impopulares» para conseguir estabilizar las finanzas. «Las cuentas públicas están vacías, lo han robado todo. No prometo mejoras ni hoy ni mañana» (19). Estamos avisados. Su determinación es tal que, de vuelta de Kiev, el director del departamento europeo del FMI Reza Moghadam afirmó tras entrevistarse con él: «Estoy impresionado positivamente por la determinación de las autoridades, su sentido de la responsabilidad y su compromiso en un programa de reformas económicas y en la transparencia» (20). ¿Estará abonado el terreno para un plan de austeridad al estilo de Grecia?
Notas
(1) Viktor Yuschenko asumió rapídamente la presidencia pero finalmente fue rechazado en las elecciones de 2010 en las que solo logró el 5,45% de los votos, los peores resultados conseguidos nunca por un presidente.
(2) Esta parte, revisada y actualizada, fue inicialmente publicada por el autor en el capítulo dedicado al FMI en el libro La dette ou la vie, Aden 2011, coordinado por Damien Millet y Éric Toussaint. El libro recibió el Premio del Libro Político de Liège 2011.
(3) Se trata de un préstamo Stand-By Arrangement de 11.000 millones de Special Drawing Rights (derechos especiales de giro), unidad monetaria de referencia del Fondo calculada sobre la base de una canasta de divisas. Leer la carta de intenciones firmada por el presidente Yusenko y la primera ministra de entonces Julia Timochenko: https://www.imf.org/external/np/loi/2008/ukr/103108.pdf
(4) Despacho de Reuters, «El presidente de Ucrania eleva el salario mínimo a pesar del FMI», 30 de octubre de 2009.
(5) El salario anual de Dominique Strauss-Kahn era de 440.980 euros, sin contar una indemnización de 79.120 dólares para gastos de representación. El salario anual de la francesa Christine Lagarde, que le sustituyó en su puesto es de 467.940 dólares (323.257 euros). Además recibe más de 83.760 dólares anuales (57.829 euros) para gastos de representación. En total, la directora roza los 551.700 dólares (380.989 euros) anuales libres de impuestos.
(6) El 7 de febrero de 2010, Viktor Yanukovich consiguió el 48,53% de los votos, contra el 45,88% de Julia Timochenco en la segunda vuelta de las elecciones.
(7) Leer la carta de intenciones .
(8) Informe Ucrania. Public Financial Management Performance Report 2011 . The International Bank for Reconstruction and Development / The World Bank 2012.
(9) Esperanza de vida : y Banco Mundial .
(10) «Raising retirement ages and supporting people to work longer, as long as they are able and healthy, could help pension systems be more financially sustainable and provide for basic old-age income«, informe del Banco Mundial 2014, » The Inverting Pyramid: Pension Systems Facing Demographic Challenges in Europe and Central Asia «. Significant Pension Reforms Urged in Emerging Europe and Central Asia, 21 de febrero de 2014.
(11) » We have no choice. It is not a political issue, it is an issue of the country’s vital activity.» Yatsenyuk: Parliament will adopt unpopular conditions in exchange for IMF aid , 27 de octubre de 2008.
(12) «The government will meet all the conditions set by the IMF, because we have no other choice» Yatsenyuk said during a meeting with members of the European Business Association (EBA). Ukraine vows to meet IMF loan conditions , Xinhua, 3 de marzo de 2014.
(13) Reuters, 24 de febrero de 2014: Des conseillers économiques avec William Burns en Ukraine .
(14) Inicialmente prevista hasta el 14 de marzo, la misión se prolongó hasta el 21 de marzo y después hasta el 25 de marzo. Ucrania: Arseni Yatseniouk dirigirá un «Gobierno de kamikazes» , La Tribune, 27 de Febrero de 2014. IMF Sends Fact-Finding Team to Ukraine , IMF, 5 de marzo de 2014. Las últimas misiones del FMI en Ucrania se desarrollaron en febrero, en abril y del 17 al 29 de octubre de 2013.
(15) Ukraine: le pro-européen Arseni Iatseniouk désigné pour le poste de Premier ministre , HuffigtonPost con AFP, 26 de febrero de 2014.
(16) Sólo para este años sería necesarios 13.000 millones de dólares. Renaud Vivien, » Ucrania, la nueva presa del FMI «.
(17) El rendimiento de las obligaciones que vencen en abril sufrirían un ascenso fulgurante de casi el 44,8% (AFP, 3 de marzo de 2014)
(18) Según El País del 6 de marzo de 2014, los activos de 18 funcionarios ucranianos responsables de desvíos de fondos públicos también se habrían congelado. Lucía Abellán, » Bruselas ofrece 1.000 millones a Ucrania para alejarla de la quiebra «.
(19) Ukraine: Arseni Iatseniouk dirigera un «gouvernement de kamikazes» , latribune.fr, 27 de febrero de 2014.
(20) Ukraine: Le FMI «impressionné» par la volonté des autorités , AFP, 7 de marzo de 2014.
Fuente: http://cadtm.org/Le-FMI-activement-present-en, http://cadtm.org/Apres-avoir-bloque-son-programme, http://cadtm.org/Le-FMI-ou-l-asphyxie-du-choix