La masacre campesina contra un grupo de trabajadores rurales sin tierra del Brasil fue el detonante. A partir de entonces, el 17 de abril de cada año, fecha en que se conmemoran los hechos de Eldorado de Carajás (1996), se ha convertido en una jornada mundial de lucha campesina. «Lo hacemos para mantener vivo el recuerdo de todos los compañeros que murieron por la reforma agraria», enfatiza Marina dos Santos en esta entrevista exclusiva. Dos Santos, 33, es miembro de la Coordinación Nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, organización a la que se sumó cuando sólo tenía 15 años, al integrarse con su padre a un campamento del MST.
P: Sería importante recordar una vez más el origen de la jornada del 17 de abril…
R: Esa fecha fue convertida por Vía Campesina en el Día Internacional de la Lucha Campesina en memoria de los 19 trabajadores brutalmente asesinados en la Masacre de Eldorado de Carajás. Ese día, en el año 1996, tres mil familias Sin Tierra ocupaban la autopista PA-150 para exigir que les sea entregado un latifundio improductivo. Dos grupos de militares cercaron a los sin tierra y comenzaron a tirar, cumpliendo las órdenes de Almir Gabriel, entonces Gobernador del Estado de Pará. Desde entonces, esta jornada busca mantener vivo el recuerdo de todos los que murieron en la lucha por la reforma agraria y para denunciar la impunidad oficial ante esas masacres.
P: Usted habla de impunidad…
R: Doce años después, los responsables de esos hechos están libres y todavía no ha habido una condena de parte de la justicia.
P: ¿Cómo se organiza este año el 17 de abril en Brasil?
R: Vamos a hacer una gran jornada con protestas, marchas y ocupaciones de tierra para mostrar al conjunto de la sociedad que la Reforma Agraria está parada. 150 mil familias están acampadas esperando que se les asigne una parcela de tierra. La violencia y la impunidad de los crímenes de los grandes propietarios terratenientes y del agro – negocio continúan en el país. Queremos que ese día la necesidad de la reforma agraria se instale en el debate político nacional. Presentaremos un proyecto de desarrollo para el campo brasilero que tenga como eje la creación de empleo y la producción de alimentos, para resolver los problemas del conjunto del pueblo brasilero. El primer paso para avanzar seriamente, es el asentamiento de las familias que están acampadas -ocupando tierras- en todo el país.
P: ¿Podría explicar mejor cuando habla de la Reforma Agraria frenada en Brasil?
R: Tal cual. La Reforma Agraria no avanza…Tampoco se avanza en desconcentrar la propiedad terrateniente. Se aplican, sólo, algunas políticas asistencialistas que intentan destrabar los conflictos sociales. El Gobierno sigue priorizando el modelo agro – exportador, el denominado *agro – negocio*, que se basa en la producción de monocultivos en los grandes latifundios para exportar soja, algodón, eucalipto… Esta tendencia sustenta una visión económica neoliberal pero no es garantía ni de crecimiento ni de la resolución de los problemas del pueblo. Lo que avanza en Brasil, es la alianza entre los grandes terratenientes y las empresas transnacionales de la agricultura. Estas son, entre otras, Bunge, Cargill, Monsanto, Stora Enzo, Syngenta etc. La tierra distribuida por el Gobierno no pone en cuestión al latifundio. En la mayoría de los casos, es pública. El Gobierno no cumplió ni siquiera el mismo Plan Nacional de la Reforma Agraria y ahora no quiere definir nuevas metas de distribución de tierra.
P: Usted subraya la responsabilidad de las grandes transnacionales del agro…
R: En efecto. Y de ahí la importancia de Vía Campesina a nivel internacional, conformada por más de 120 organizaciones de *sin tierras*, trabajadores rurales, pequeños agricultores, indígenas etc. de 50 países. En este momento, el principal enemigo de los campesinos es la articulación internacional de grandes trasnacionales del agro. Y no es posible enfrentarlos en un solo país. De ahí la enorme importancia de Vía Campesina…
P: ¿Una red internacional que implica acuerdos cada vez más concretos entre los actores sociales en el campo?
R: Necesitamos un nuevo modelo agrícola – a nivel internacional- que mantenga el control de las semillas y de la producción en mano de los agricultores. Y garantice la preservación del medio ambiente y alimentos sin agrotóxicos. La reforma agraria y la soberanía alimentaria son dos pilares fundamentales de la construcción de ese nuevo modelo. El futuro de la humanidad depende de la derrota del agro-negocio, de las grandes empresas transnacionales de la agricultura y del neoliberalismo.
P: Una reflexión final…
R: Insistir en la importancia enorme que tiene el apoyo que nos brindan las organizaciones amigas. La solidaridad es un valor fundamental para la construcción de un mundo más justo. Nos refuerza enormemente saber que en muchos países del mundo hay personas y organizaciones que apoyan la Reforma Agraria como instrumento para resolver los problemas sociales en nuestro país.
*Servicio de prensa E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria a través del intercambio de personas. Contraparte del MST/Brasil