En una reciente comparecencia el Gobernador del Banco de España ha criticado claramente la política general del goibierno español y, en particular, la política económica. Entre otras críticas, afirma que el próximo año el gasto público se puede «desbordar» como consecuencia del aumento de los gastos sociales. Es increible que alguien tan bien informado como […]
En una reciente comparecencia el Gobernador del Banco de España ha criticado claramente la política general del goibierno español y, en particular, la política económica. Entre otras críticas, afirma que el próximo año el gasto público se puede «desbordar» como consecuencia del aumento de los gastos sociales.
Es increible que alguien tan bien informado como él pueda decir eso si las previsiones presupuestarias para el año próximo contemplan un superávit equivalente al 0,2% del PIB, y cuando la Unión Europea admite hasta un déficit del 3%. ¿Es que no sabe contar el gobernador o es que está involucrado en la campaña de acoso y derribo del gobierno de Rodríguez Zapatero?
Y es también muy significativo que este individuo critique ahora porque teme que se desborde el gasto público porque suban los gastos sociales cuando se mantuvo callado durante los años en que el Partido Popular ha hecho políticas de efectos muy negativos para el bienestar social y que han aumentado la inequidad y la desigualdad y, para colmo, con registros de déficit más elevados que los del gobiernmo actual.
Sus declaraciones demuestran que es completamente falso que los gobernadores y dirigentes de los bancos centrales sean técnicos, como ellos dicen, que por esa razón deban tener independencia. Son tan políticos como todos nosotros, como cualquier ciudadano y tanto como los dirigentes del gobierno o de los partidos, aunque sin su legitimidad representativa.
En el caso concreto de Caruana, el actual Gobernador, lo que se ha demostrado es que es un político más y de derechas, al servicio de los intereses de los poderosos, que clama y protesta cuando aumenta el gasto social y que guarda silencio cuando los gobiernos reparten a favor de los ricos.
Y se ha demostrado, además, que estos gobernadores tienen un poder (antidemocrático) excesivo que incluso les permite saltarse su propia ley a la torera. La española que regula el funcionamiento del Banco de España dice lo siguiente:
Artículo 7. 2. Sin perjuicio del objetivo principal de mantener la estabilidad de precios y del cumplimiento de las funciones que ejerce en tanto miembro del SEBC en los términos del artículo 105.1 del Tratado, el Banco de España apoyará la política económica general del Gobierno.
Es evidente que las críticas infundadas del gobernador Caruana no apoyan la política económica del gobierno sino que la combaten y la debilitan y por eso podemos decir que no solo es un político de derechas más sino que además incumple la ley.
Y esa es una prueba evidente de que la concesión de independencia a los bancos centrales no se hace porque sus dirigentes sean técnicos asépticos sino porque se quiere blindar a quienes manejan el poder monetario, como Caruana, en beneficio de los poderosos.
La impunidad de personas como este gobernador en el ejercicio de sus funciones al amparo de esa independencia muestra que este es un principio antidemocrático cuya desaparfición hay que exigir si queremos que nuestras sociedades sean realmente democráticas.
Juan Torres López (www.juantorreslopez.com) es catedrático de Econom-ia Aplicada de la Universidad de Málaga (España) y colaborador habitual de Rebelión