«El gobierno de Correa otorga concesiones a empresas mineras y esto representa la continuidad de un modelo capitalista»
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador afirma que la construcción de un Estado plurinacional no depende solo del gobierno o de la CONAIE, «depende de la sociedad ecuatoriana, de las fuerzas productivas a las que nos enfrentamos, del contexto nacional e internacional, y de un nuevo pensamiento teórico, filosófico de un nuevo pensamiento intelectual».
A sus 38 años, Humberto Cholango, es licenciado en Gestión de Desarrollo Local por la Universidad Politécnica Salesiana, posee un posgrado en Gobernabilidad y Cooperación Internacional por la Universidad Carlos III de Madrid, fue primer presidente de la confederación de pueblo Kayambi, ha sido presidente de la Confederación Kichwa del Ecuador (ECUARUNARI) durante el periodo 2003- 2006, y reelecto para el mismo cargo durante el periodo siguiente 2003-2009. Fundó y ejerció como presidente de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), ha fomentado la participación de los Pueblos y Nacionalidades en los medios comunitarios, colaboró en la creación de Radio Inti Pacha [en quechua significa «Sol y Tierra»] y en la actualidad es presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), organización Nacional que aglutina a las Nacionalidades, Pueblos, comunidades, centros y asociaciones indígenas del Ecuador [1].
Una vida intensa que más allá de la admiración por su compromiso social y político también le ha reportado críticas por la temprana edad en la que ha asumido este último cargo. «Me han criticado por ser joven, pero nunca por no tener una posición ideológica y política, ni por mi falta de honestidad. Soy un dirigente, una persona muy coherente desde muy niño», declara con una seguridad que traspasa su edad, una convicción que nace de ser heredero de una generación de dirigentes indígenas. Su abuelo, José María Cholango luchó junto a la reconocida dirigente indígena Dolores Cacuango por la recuperación de las tierras y la educación bilingüe en quechua. «Yo empecé a involucrarme desde que ingresé en los primeros años a la escuela. Mi padre me llevaba a las asambleas en mi comunidad, que se celebraban a escondidas, en las quebradas, en los páramos o en casa de algún compañero, y leía los documentos porque los habitantes de mi comunidad [Los Andes, parroquia Cangahua] no sabían ni leer ni escribir», relata Cholango del Pueblo Kayambi.
El reto de construir un Estado Plurinacional
Después de un proceso histórico de maduración de las reivindicaciones colectivas, los pueblos y nacionalidades indígenas lograron constituirse como el núcleo fundamental de la dinámica de construcción del Estado plurinacional. Aquí, el concepto de plurinacionalidad representa un intento decisivo para la superación del paradigma clásico del Estado-nación.
La Constitución de Ecuador de 2008, votada bajo el mandato de Rafael Correa [2006- actualidad], incorporó la reivindicación realizada desde el Movimiento Indígena de declarar al país como un Estado plurinacional e intercultural. El artículo primero de la constitución establece:
«El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada» [2].
Sin embargo, Humberto Cholango, dirigente kichwa se muestra más cauteloso respecto a este logro. «Aunque de derecho somos un Estado plurinacional porque así lo declara la Constitución, de hecho no lo somos, de acuerdo a como lo concebimos desde el Movimiento Indígena. La construcción de ese Estado no depende solo del gobierno o de la CONAIE, depende de la sociedad ecuatoriana, de las fuerzas productivas a las que nos enfrentamos, del contexto nacional e internacional, de un nuevo pensamiento teórico, filosófico de un nuevo pensamiento intelectual», reflexiona. Cabe recalcar que el concepto de plurinacionalidad busca reflejar «la realidad del país y del continente, en base al respeto de las diferencias nacionales, culturales y la instauración de la igualdad social, política y económica» (Intervención de la CONAIE en el Quinto Centenario de la Invasión Española, 1992).
A pesar de ello, Humberto Cholango reconoce que se han producido esfuerzo de avances sociales, por ejemplo, la decisión del gobierno de instalar que el 12% de los funcionarios públicos en el Estado ecuatoriano sean indígenas, reflejado en la incorporación en la diplomacia ecuatoriana como nuevos funcionarios (Terceros Secretarios del Servicio Exterior), entre ellos, 20 indígenas, 11 afroecuatorianos, 10 montubios, y 29 mestizos; De los indígenas, seis son otavaleños, cuatro kayambis, tres shuar, dos saraguros, dos kichwa-otavalos, uno kichwa- amazónico, uno cañari y uno caranqui. Entre otros avances importantes también se encuentra, la Ley orgánica de comunicación (aprobada el 14 de junio por la Asamblea Nacional) en su artículo 106 establece que las frecuencias del espectro radioelectrónico destinadas al funcionamiento de radio y televisión serán distribuidas equitativamente, 33% para medios públicos, 33% para medios privados, y 34% para medios comunitarios. Empero, Cholango se lamenta de que no exista una real transformación de las instituciones del Estado, tanto en la Cortes Constitucionales, Cortes Supremas, Asamblea Nacional, y propone que los organismos del Estado deben dotarse de un contenido pluralista en las normas y conceptos y que no venga marcado exclusivamente por el dato estadístico, es decir, por la cuota de indígenas que formen parte de ellos, no basta con decir, «tenemos ya unos tres cuatro jueces indígenas», porque esto no es un Estado Plurinacional.
Sin embargo, para Cholango, el reto de los dirigentes indígenas que participan en las funciones públicas es superar las críticas, ya que muchos compañeros [de oposición al gobierno de la Revolución Ciudadana] consideran que «entrar en el Estado es una traición»; Él nos cuenta, «personalmente, como presidente de la CONAIE considero que es un derecho, además, los funcionarios indígenas tienen la tarea de incidir en las políticas estatales del país».
Respecto a la educación intercultural bilingüe, el presidente de la CONAEI también asume que es una ventaja importante que la educación intercultural bilingüe no sea solo para los indígenas «sino que sea una política de Estado para todos los ecuatorianos», empero, reconoce que actualmente, el Estado Ecuatoriano «está haciendo mal», y plantea que la educación intercultural bilingüe debe entrar en un proceso de transición con la sociedad para verdaderamente, convertirse en una educación intercultural para todo el país. ¿Qué es lo que está pasando en estos momentos? Está pasando un reacomodo institucional del Estado, un reacomodo de manera tecnocrática y centralizado un reacomodo de un Estado que no visualiza la diversidad pluralista y no supera esa mentalidad colonial. Reflexiona.
«Cuando se respeten las normas jurídicas, los comportamientos, las tradiciones de los pueblos indígenas, y sea política de Estado la administración de justicia indígena en igualdad de condiciones, entonces podremos hablar de un paso mas hacia Estado Plurinacional. Ahora bien, esto no significa que nos negamos a la globalización, ni tampoco queremos encerrarnos o retroceder. Lo que planteamos es que las democracias modernas deben basarse en la inclusión de las diferencias, de la diversidad y al respeto a sus culturas y principios», afirma contundente.
Nuevos desafíos políticos para el Movimiento Indígena
El Movimiento Indígena en opinión de Humberto Cholango debe reconstituirse para no solo luchar por sus reivindicaciones o por sus derechos «porque esto ya lo tenemos, ya lo logramos», sino para ofrecer una re-construcción de un nuevo Estado, y poder adoptar un proyecto político definido, es decir, cómo profundizar hasta aquí todo los logros políticos que hemos obtenido. «Nosotros como organización tenemos una propuesta política, debatirla con todos los actores políticos, económicos y construirla es el desafío político», reconoce.
En el año 2000 la CONAIE planteó la posibilidad de una integración de los países de Sur, frente a la crisis neoliberal que golpeaba a la región al mando de Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. Planteamientos que actualmente se ha concretado en la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la necesidad de una moneda única regional en el Sur del continente, una defensa de la seguridad estratégica del Sur, la nacionalización del petróleo y la integración en PETROSUR. «Estas cosas no se han avanzado y es un camino que debe transformarse», asegura.
El presidente de la CONAIE observa que dentro del Movimiento Indígena hay dos posturas: la primera, que promueve el diálogo con el gobierno, y la segunda, que se niega a dialogar con el gobierno. «Si se sigue con la actitud de no querer diálogo con el Ejecutivo, el Movimiento Indígena puede tener dificultades para los desafíos estructurales en el país. Sí que hay que sentarse y hablar con todos los sectores del país, no tenemos problemas, porque nosotros si tenemos propuestas con actores que son una realidad en Ecuador. Como presidente de la CONAIE creo en un diálogo con el gobierno, pero el diálogo visto como estrategia política de avanzar en la profundización del cambio y no como una alianza política. La CONAIE como dirigencia no estamos dialogando con el gobierno, pero las bases de Chimborazo, Tungurahua, Bolívar, Cañar, sí están realizando ese dialogo. Y es una nueva experiencia, ante este escenario no puedes seguir diciendo: no al dialogo con el gobierno», señaló.
Cholango expone que es importante enfrentar al presidente Rafael Correa en temas como el extractivismo, la criminalización y judicialización a los indígenas y en algunas visiones conservadoras, pero también, «hay que reconocer que bajo su mandato el Ecuador es un país distinto, no podemos decir que la salud, la educación, o las empresas estratégicas del país estén privatizadas. El gobierno del presidente Correa es antineoliberal, pero no anticapitalista porque sigue en alianza con las empresas transnacionales», puntualiza.
¿Por qué antineoliberal, pero no anticapitalista?
Porque el neoliberalismo busca siempre la privatización de los servicios públicos. Por ejemplo, «cuando nosotros luchamos los gobiernos en turno privatizaban las empresas estatales del país, existía la tercerización laboral, había un achicamiento del Estado, es decir, destruía la institucionalidad del Estado, y la democracia se sometía a la banca, a la opresión del poder, y se sometía a los dictámenes del Fondo Monetario Internacional y a la embajada norteamericana, hoy no hay eso. Seamos sinceros».
El dirigente kichwa reconoce que los anteriores gobiernos «privatizaban todo», y hace la diferencia con el actual gobierno de la Revolución Ciudadana, «podemos decir que en el gobierno de Correa hay derecha, pero no podemos decir que el Fondo Monetario Internacional manda en el país». Sin embargo, explica que la no privatización no solo es una gratuidad del Estado, sino que «nosotros, como Movimiento Indígena resistimos y luchamos».
El presidente de la CONAIE, también se muestra crítico ante el actual gobierno de Correa y explica que es «un gobierno capitalista» porque tiene alianzas con las empresas trasnacionales (mineras y petroleras) «poniendo las normas duras del estado», pero a nivel local, «el Estado no ha topado a las grandes haciendas terratenientes, no ha desprivatizado el agua». «El gobierno de Correa otorga concesiones a las empresas mineras y esto representa la continuidad de un modelo capitalista», reitera.
Cholango porta un sombrero característico del pueblo kichwa, demuestra una actitud segura y apasionante a la hora de hablar de las series de transformaciones políticas que ha habido del movimiento campesino al movimiento indígena. Al mismo tiempo, nos invita a reflexionar colectivamente la siguiente pregunta: ¿El movimiento indígena tiene que seguir solo resistiendo o el movimiento indígena tiene que buscar un nuevo horizonte de un nuevo poder en la región?
Como conclusión, los desafíos que enfrenta el movimiento indígena ecuatoriano derivan, básicamente, de la actitud por adoptar hacia el nuevo tipo de Estado que busca construirse en base a la Constitución del 2008. La relación conflictiva entre el movimiento y el gobierno de Rafael Correa contribuye a mantener, en toda su fuerza problemática, la cuestión de la relación transgresora que mantiene la movilización de los pueblos y nacionalidades con la política instituida en el Estado. En este sentido, el movimiento indígena constituye la expresión de sobrevivencia, descomposición y reconstrucción del tejido social de los pueblos y nacionalidades indígenas, dentro de un contexto de globalización.
«Tenía el deber moral de estar y de solidarizarme con Evo Morales, en el espacio que sea».
Respecto a la visita que realizó (como presidente de la CONAIE) al palacio Carondelet explicó que algunos dirigentes indígenas y personas «criticaron mí acción», y reprochó «algunos decían que me iban a destituir de la CONAIE por esa Visita al Carondelet», sin embargo, «por coherencia, por mi posición política e ideológica de lo que le venía pasando a nuestro compañero Evo Morales, [cuando su avión fue desviado a Austria después de que Francia y Portugal negaran cruzar su espacio aéreo], yo tenía el deber moral de estar y de solidarizarme con Morales, en el espacio que sea, sea en el palacio, sea en cualquier lugar que hubiese estado en Ecuador».
Asegura también, que la solidaridad con el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia fue porque se deben combatir el racismo hacia los pueblos y nacionalidades indígenas, «lo que le hicieron a Morales no es solo contra de la posición ideológica de él, sino contra todo el pueblo al que él representa», y aseguró con un tono de voz firme, «estas acciones de racismo y discriminación no pueden continuar».
Después, hubo una convocatoria para realizar una asamblea con las bases comunitarias de la CONAIE, en dicha asamblea, «recibí todo el respaldo del Movimiento porque la decisión de ir a solidarizarme con Evo Morales fue consultada, primero, con el consejo de gobierno, y segundo, informando a varios dirigentes».
Y menciona que las organizaciones indígenas «no son las que no me perdonaron esa acción, fueron algunos dirigentes indígenas porque saben que yo no voy a ir, simplemente, hacer una oposición por oposición a Rafael Correa, yo voy a encarar con Correa con fundamento, yo tengo clara mi línea política y si este proceso hay que empujar, hay que empujar».
Cholango reconoce que los gobiernos de Hugo Chávez y Evo han construido un proceso de cambio político, económico y social para el continente, «que estaba gobernando por los neoliberales, por el Fondo Monetario Internacional». La República Bolivariana de Venezuela y el Estado Plurinacional de Bolivia son un claro ejemplo de una propuesta política que defiende los recursos naturales. Y también, en este proceso de lucha, de cambio, se ha encontrado limitaciones y dificultades, la tarea propuesta consiste en reflexionar, «¿Cuál es nuestra propuesta para avanzar? ¿Juntarse con los movimientos neoliberales? ¿Juntarse con los medios de comunicación para atacar este proceso de lucha? ¿Juntarse con la derecha? Debemos juntarnos movimientos indígenas y movimientos sociales del Continente del Abya Yala para avanzar, para caminar en la lucha política».
El presidente de la CONAIE saluda los acuerdos entre las FARC y el Gobierno Colombiano.
Los diálogos de paz entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia FARC, con el objetivo de «buscar la paz con justicia social por medio del diálogo» (Iván Márquez, negociador de las FARC), reflejan para el presidente de la CONAIE, un ejemplo de que el dialogo puede ser una necesidad política. Este proceso de dialogo se ha realizado en la Habana, Cuba y Oslo, Noruega.
Como contexto, cabe mencionar que para el Jefe de la guerrilla, Iván Márquez, «lo primero que está por resolverse es la necesidad de que en Colombia se respete el derecho a la vida, la diferenciación política, la no estigmatización y el poder debatir las ideas sin temor a ser asesinado, perseguido o criminalizado», además, dijo que «el destino del país depende de toda la ciudadanía y no de un puñado de oligarcas que quiere feriarlo y ofrecerlo a las trasnacionales [3] «.
Humberto Cholango, toma este proceso de diálogo de paz como ejemplo, «Muchos dicen, dialogando ya van a ser parte del gobierno de Correa y pregunto, ¿acaso las FARC pasan a ser de la línea política de Santos?». El dirigente indígena expresó un saludo fraterno ante los diálogos de paz y por los últimos acuerdos anunciados entre la guerrilla de las FARC y el gobierno colombiano, «la paz tiene que llegar para los pobres que luchan cada día por una Colombia más digna y soberana, este hecho es saludable para todos, no entender realidades así es simplemente encapricharse».
Finalmente, el mismo día que realizábamos la entrevista al presidente de la CONAIE, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también felicitaba este diálogo de paz, «Quiero felicitar al presidente Santos y también a las FARC por los acuerdos que están logrando en la mesa de conversaciones de La Habana, que parecen apuntar hacia un proceso de paz, de pacificación en Colombia» [4] .
Entrevista realizada por: Gema Tabares Merino [5]
Sistematización: Gema Tabares y Nylva Hiruelas [6]
[1] Ver www.conaie.org
[2] Artículo 1, Constitución de la República del Ecuador. Título I: Elementos Constitutivos del Estado. Capítulo Primero)
[3] Semana. 06 de noviembre. Iván Márquez: «Vamos por una verdadera democracia». Disponible en http://www.semana.com/nacion/
[4] El heraldo. 07 de noviembre de 2013. Maduro felicita a Santos y a las FARC por acuerdos. Disponible en www.elheraldo.co/nacional/
[5] Actualmente cursa el Doctorado en Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma Metropolitana (México). E investigadora asociada de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) sede Ecuador.
[6] Periodista, diplomada en Periodismo Preventivo, especialista en Información Internacional y Países del Sur.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.