El 27 de enero se produjo un atentado con coche bomba cargado de explosivos que destruyó el cuartel de la Policía de San Lorenzo, provincia de Esmeraldas. Se trataba de un episodio inédito para nuestro país que, al contrario de Colombia, nunca ha vivido el asedio de grupos terroristas. Tras encenderse las alarmas, el Gobierno […]
El 27 de enero se produjo un atentado con coche bomba cargado de explosivos que destruyó el cuartel de la Policía de San Lorenzo, provincia de Esmeraldas. Se trataba de un episodio inédito para nuestro país que, al contrario de Colombia, nunca ha vivido el asedio de grupos terroristas.
Tras encenderse las alarmas, el Gobierno Nacional decretó el estado de excepción en los cantones de San Lorenzo y Eloy Alfaro. Un total de 12.000 efectivos policiales y militares fueron desplegados en esa zona fronteriza en la que operan grupos narcotraficantes y disidentes de la guerrilla colombiana; un poco más de $ 12 millones se han destinado para facilitar el despliegue de tropas, el patrullaje y toda la logística que se requiere para defender la soberanía nacional.
Sin embargo, más ataques, a día seguido, sacudieron nuevamente la frontera y sembraron el terror. A mediados de la semana anterior un cuartel policial de Borbón fue atacado y durante el fin de semana se registraron dos ataques que dejaron tres militares heridos. Nuestras tropas, explicó el ministro del Interior, César Navas, están equipadas para velar por la paz y el bienestar en todo el territorio. El ministro dijo que la focalización del estado de excepción en los cantones de San Lorenzo y Eloy Alfaro ha permitido que otros sectores de la provincia de Esmeraldas se desarrollen sin inconvenientes. Y añadió: «Hemos tratado de ir modulando el estado de excepción en esta zona, de acuerdo a la dinámica propia de la información que nos proporciona inteligencia y de lo que sucede en cada una de las parroquias del cantón San Lorenzo».
Si bien los hechos no son comparables con lo que ha sufrido Colombia durante medio siglo, el combate al terrorismo requiere de una primordial atención para evitar que el conflicto escale a otros niveles. Es necesario recordar que, pocos días después del atentado en San Lorenzo, se reunieron en Pereira los presidentes de Ecuador y de Colombia. El mandatario colombiano se comprometió a trabajar bilateralmente para prevenir ataques que -comprobado está- provienen del lado de Colombia.