No os ofendáis, capitalistas, pero todo vuestro mercado de valores con sus precios y cotizaciones es un engaño y una ilusión, que funciona gracias a vuestro deseo y al deseo de los «inversores» de enriquecerse rápida e injustamente únicamente gracias a la especulación, sin producir nada, sin crear productos útiles que tengan un valor añadido tangible y real.
Escribo la palabra «inversores» entre comillas, porque la mayoría de ellos son víctimas y perdedores futuros que tienen dinero y quieren enriquecerse rápidamente.
El mercado de valores que habéis creado es una enorme burbuja inflada con el aire del deseos irrefrenable de conseguir beneficios rápidos, cuyas cifras nada tienen que ver con los activos reales ni con el producto fabricado.
Estos últimos días lo confirman claramente. ¿Puede una riqueza real de decenas de billones de dólares desaparecer sin dejar rastro en unos pocos días? Han desaparecido en unas pocas horas o incluso minutos, se ha desplomado el precio de las acciones de las mayores empresas, han perdido la mitad de su valor. ¡Caramba, menudo truco! ¿Han desaparecido la mitad de los activos de producción de Apple, Tesla, Amazon, Wollmart, Mikrosoft, Google?¿La mitad de las fábricas de iPhone, de los parqués y almacenes, de los productos de software y de propiedad intelectual, de los productos acabados y de las mercancías que hay en los almacenes han desaparecido o se han autoliquidado?
Por supuesto que no, todos los activos productivos de estas y otras empresas están en su sitio y funcionan como siempre, simplemente no valen lo que los mercados de valores dicen que valen. Y no pueden valerlo. Su valor de billones y trillones de dólares es ficticio. No ocurre que el valor real de un objeto primero caiga a la mitad en unos días y luego se recupere en unas horas. Es ficticio, una manipulación. Solo un globo se puede inflar y desinflar tan rápido, y esa transformación se puede ver.
Recordemos que hubo un momento en que las acciones de una empresa reflejaban el valor real de sus activos, de sus capacidades: máquinas, edificios, equipos, bienes, etcétera. La compra de acciones permitía convertirse en propietario de una empresa o de una parte de ella, y la posibilidad de recibir parte de los beneficios (en función de la participación en ella).
Pero después, bajo la presión de los deseos irrefrenables del capital de obtener beneficios rápidos (dinero rápido y en grandes cantidades solo gracias a la especulación), el mercado de valores empezó a tener su propia vida. En la mayoría de los casos las cotizaciones de las acciones en este mercado, que han sido infladas muchas veces, ya no corresponden al valor real de las empresas o negocios. Cuando el valor nominal de una acción era de 10 dólares, se empezó a vender por 100, 200 dólares ¡e incluso más! ¿Creen ustedes que quienes la compraron recibirán dividendos en proporción a cuánto pagaron de más en Bolsa? Yo no lo creo. En el mejor de los casos, sus dividendos, lo mismo que las acciones, se calcularán según el valor nominal de la acción.
¿O acaso creen ustedes que Apple o Amazon realmente poseen bienes y activos de fabricación por valor de billones de dólares y de repente ya no, y luego, una vez más, los tienen?No, por supuesto, no es sino una cotización en Bolsa, un deseo. Todos estos saltos salvajes que todos hemos visto recientemente, los valores multimillonarios o incluso billonarios de empresas en Bolsa, su hundimiento y su rápida recuperación, todo este supervalor es un globo inflado por el deseo de obtener beneficios rápidos. La película The Wolf of Wall Street [El lobo de Wall Street] convertida en un documental.
Entiendo que está en la naturaleza humana querer ser rico y todavía más llegar a serlo sin hacer demasiado. Pues bien, quienes organizan las Bolsas se llevarán todos los beneficios, mientras que la inmensa mayoría de los «inversores» se convertirán en perdedores y se arruinarán.
Pero lo más preocupante es que intentarán cambiar esos cientos de miles y billones de dólares «inflados» (que son básicamente ficticios, falsos y no reales) por activos reales, [esto es], lo que da a la población vida, trabajo, sentido; lo que encarna a los pueblos y países: minerales, agua, tierra, otras riquezas nacionales reales. Ya están tratando de apoderarse de esos activos reales y, con la ayuda de gobiernos locales corruptos, de cambiar sus billones «vacíos» por riqueza real y de valor incalculable para las personas y los Estados. Ejemplo de ello son Ucrania, algunos países africanos y el mismo Estados Unidos, donde el 1% de la población posee la mitad de la riqueza nacional.
Maxim Goldarb es el presidente de la Unión de Fuerzas de Izquierda (por un Nuevo Socialismo) de Ucrania.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.