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El imperialismo Deus ex machina estadounidense y la biotanatopolítica de la sociedad del control soberano

Fuentes: Rebelión

1. Imperialismo, modernidad, pos-modernidad y biotanatopolítica. Si el imperialismo constituye el momento en el que la expansión colonizadora de los centros de poder adquiere una dimensión sistémica global, sería previsible, por lo tanto, que tal expansión fuese a ocurrir como un espectro completo, ocupando, explotando y colonizando no sólo recursos primarios sino también artefactos culturales, […]


1. Imperialismo, modernidad, pos-modernidad y biotanatopolítica.

Si el imperialismo constituye el momento en el que la expansión colonizadora de los centros de poder adquiere una dimensión sistémica global, sería previsible, por lo tanto, que tal expansión fuese a ocurrir como un espectro completo, ocupando, explotando y colonizando no sólo recursos primarios sino también artefactos culturales, conocimiento, alteridades de género, étnicas, de clase, además de deseos, inclusive los de emancipación y de justicia.

El imperialismo se expande colonizando nuevos estratos sociales, políticos, económicos, simbólicos y, en la actualidad del neocapitalismo (capitalismo salvaje), captura y redefine plásticamente al propio inconsciente humano, razón suficiente para, al menos, tener como hipótesis el siguiente argumento: la colonización occidental del planeta es la causa y, al tiempo, la consecuencia del imperialismo, no siendo casual que Said, en Cultura e Imperialismo, se haya posicionado así:

Usaré el término imperialismo para designar la práctica, la teoria y las actitudes de un centro metropolitano dominante gobernando un territorio distante; el colonialismo, casi siempre una consecuencia del imperialismo, es la implantación de colonias en territorios distantes (SAID, 2011: 42).

Heredero de las colonizaciones expansionistas de Occidente, el imperialismo vuelve lo distante próximo a sí mismo, a su centro colonizador y, en su version gringa, las colonias son principalmente las alteridades de género, étnicas, de clase, epistemológicas, entendiendo por estas las huellas predicativas de una subjetividad que no cae en el patrón blanco, heterosexual, patriarcal, plutocéntrico, ontologocéntrico, occidental.

Volver lo distante cercano, conocido, bajo este punto de vista, es transformar otredades en norma, adaptándolas al patrón del actual momento del falso de la civilización burguesa por medio del dispositivo, en términos de Michel Foucault (1979), de la confesión, pues es confesándose a sí mismas que ellas tienden a volverse «ovejas de Dios» del imperialismo occidental-gringo.

El imperialismo estadounidense transformó al planeta entero en una colonia; en una empresa mundial de producción de «ovejas de Dios», entrando en un rango bioconductual conocido como bioestilo gringo, programado fundamentalmente para capturar otredades, volviéndolas incluidas excluyentes, aporía que al mismo tiempo supone la inclusión («estoy en el bioestilo occidental»), pero también está inevitablemente implicada con la exclusión, sea porque la inclusión no pase de una quimera, una demagogia del sistema, por no ser nunca colectiva; sea porque, colectivamente, sólo puede ocurrir de forma bioconductual.

Por lo tanto, jamás como inclusión económica, bajo el punto de vista colectivo.

Como una especie de complemento a la escena inicial de la saga 2001: una odisea espacial (1968), filme anglo-gringo de Stanley Kubrick (1928-1999), a partir de la cual en los albores de la humanidad, cuando el primer homínido levantó el primer pedazo de palo y lo convirtió en un arma, el imperialismo yanqui puede ser analizado como la actual Odisea espacial heredera de la primera tecnología de guerra, con el cuidado de decir que el palo hoy es erguido sobre/contra toda la humanidad teniendo en cuenta sus fuerzas armadas, divididas en dos dimensiones absolutamente convergentes: la de la tanatopolítica (el palo) y la de la biopolítica de la población mundial (la zanahoria).

Este juego antinómico entre una tanatopolítica y una biopolítica mundiales definen al imperialismo estadounidense, a flor del socius, lo que se evidencia muy bien, bastando tener ojos para ver, en el modelo de realización planetario de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTIC), dominadas por transnacionales gringas como Microsoft, Google, Apple, Youtube, entre otras, además de los «viejos medios»: televisión, radio, revista y prensa escrita.

Es en el ámbito de las NTIC, que es posible observar el juego antinómico entre tanatopolítica y biopolítica del imperialismo yanqui.

Antes de analizar el citado juego, se pregunta: ¿Qué es una biopolítica de la población? ¿Qué es una tanatopolítica? ¿Como el modelo de realización del imperialismo gringo produce su rollo de datos bios y/o de dardos tánatos, en el tablero del ajedrez planetario, sin que bios se oponga a tánatos?

2. La biotanatopolítica del imperialismo pos-moderno estadounidense

Para dilatar estos asuntos explicados, el filósofo italiano Roberto Esposito (2013), se constituye en un dialogante provocador, muy especialmente teniendo en cuenta la relación que el autor de Immunitas. Protección y negación de la vida (Amorrortu Editores, 2005, 256 pp.), establece entre communitas (en otro libro: Communitas. Origen y destino de la comunidad, Amorrortu Editores, 2003, 216 pp.) e immunitas, describiendo así el siguiente tramo de Pensamiento vivo: origen y actualidad del pensamiento italiano (2013):

Podría ser dicho que, así como la communitas, en todas las comunidades, se presenta siempre -por lo menos en cierta medida- inmunizada, a su vez revela immunitas, observada en el fondo de su mecanismo reproductor, también un elemento comunitario. El pasaje hermenéutico de una perspectiva a otra es determinada por la deconstrucción de carácter individualista que la modernidad atribuyó al estatuto del sujeto moderno (ESPOSITO, 2013: 301).

Si la communitas dice respecto a dimensión de la comunidad y la immunitas tiene relación con aquello que se aleja de las mayorías con el objetivo de inmunizarse «sanitariamente» del común, lo que Esposito propone es un juego antinómico entre una dimensión y otra, argumentando que la communistas ejerce su propia immunistas, así como esta, como una porción de tierra, posee rasgos communistas.

En este sentido, la idea de comunidad no se constituye y tampoco está condenada, de antemano, al horizonte de una identidad hermética coincidente consigo misma. Es sobre todo potencialmente trabajo vivo creativo, comprendido como la producción que no hay, con el objetivo de volver la vida común más inmune a las adversidades inherentes a la condición humana mortal.

Communitas e immunitas, bajo el punto de vista de Esposito, no se oponen, toda vez que son potencialmente intercambiables y por tanto habrán de inscribirse más como creación común de la vida -así como de las singularidades individuales.

Por otro lado, si se considera la historia efectiva del término, la etimologia immunitas surgió en el contexto de la Roma antigua para referirse a ciudades y/o perfiles sociales exentos de impuestos, indicando un evidente privilegio en relación con las personas comunes.

Tal palabra resurge en el cambio del siglo XVIII al XIX, en Occidente, a partir de una apropiación biomédica enfocada y dedicada a establecer una política sanitaria de la población, con el objetivo de evitar epidemias y pandemias, al mismo tiempo que objetivaba también cuidar de la fuerza del trabajo, inclusive de la fuerza laboral bélica: más bien, claro, que cuidar de la salud del trabajador.

En este contexto, aún con Esposito, el presupuesto/privilegio jurídico de la immunitas de la Roma antigua pasa a converger con el protocolo biomédico. La modernidad immunitas y el mundo pre-moderno (bajo el punto de vista de la immunitas moderna) communitas, principalmente a partir del siglo XVIII, forman ahora un escenario de círculo virtuoso (o vicioso) a partir del cual el orden soberano se vuelve inherente al régimen biopolítico.

Surge, entonces, lo que especialmente en La historia de la sexualidad: voluntad de saber (1976) y En defensa de la sociedad (1997) Michel Foucault designó como biopolítica, concepto que se confunde con la idea de immunitas, si se considera la modernidad, razón suficiente para deducir que esta sea depositaria de la propia herencia histórica del término: lo que la hace posible de ser analizada como privilegio geobiopolítico de un segmento de clase: la oligarquia eurocéntrica.

El imperialismo gringo sobrepasó al europeo porque supo, sobre todo después de la II Guerra Mundial, producir un bioestilo planetario, exportando la biopolítica y/o immunitas de la modernidad para las oligarquías del mundo entero y también para las otredades, ahora identificadas como la communitas estadounidense, lo que equivale a decir «como immunitas estadounidense».

En este contexto, emerge la pos-modernidad, que se inscribe como escenario mundial de una immunitas especialmente para las alteridades de género, etnia, clase, pero también para perfiles oligárquicos (resulta de ahí el bioestilo actual de los delirios racistas de la clase media mundial), como bioestilo gringo a ser experimentado como el Ideal de ego en todos los rincones del planeta.

La pos-modernidad immunitas puede ser comprendida, por lo tanto, como la biopolítica eurocéntrica de un modelo de exportación planetario, envasado, como la mercancía que efectivamente es, por los multicoloridos adornos del estilo yanqui de vida: el ya caduco american way of life, hoy, american way of death.

La tanatopolítica es inherente a esta biopolítica de exportación del bioestilo gringo porque este, el bioestilo yanqui, separa, en el campo de los derechos, los civiles de los sociales y económicos, constituyéndose como biotanatopolítica primero que todo porque se inscribe en el campo cosificado de los derechos civiles en contextos en los que los derechos económicos y sociales son mortalmente ignorados, masacrados.

Aquello que Foucault llamó racismo de Estado (1997), como contraparte de la biopolítica de Estado, por lo tanto tanatopolítica, tuvo un capítulo agónico con las cámaras de gas de los campos de concentración de Hitler, pero evidentemente no terminó con la muerte de este ni con la supuesta derrota del nazismo ni, mucho menos, es un atributo intrínseco del Tercer Reich, toda vez que la propia modernidad gestada como immunitas colonización occidental-gringa del mundo es la que supone en sí misma una inherente tanatopolítica contra la communitas económica, social, ecosistémica planetaria.

En su versión marcada por el publicitario bioestilo gringo, la relación entre communitas e immunitas se volvió incomprensible porque la biopolítica, ante todo después de la II Guerra Mundial, eliminó referencias antinómicas, como centro y periferia, típicas de la modernidad eurocéntrica, y asumió una configuración espectacularmente no maniqueísta, porque presupone una humanidad en sí misma biotanatopolítica, contexto a partir del cual cobra sentido hacer la aporía incluido excluyente, sea porque la inclusión, como estilo de vida, se inscribe, hoy, como horizonte posible para cualquier persona, sea porque tal modelo virtual-individual de inclusión asume por sí mismo la producción de un colectivo excluido, comprendido como el cuerpo socio-político planetario de la tanatopolítica de base racista.

El aumento de las guerras e incluso la actual tendencia de tercerizarlas tiene relación directa con la oligarquización planetaria de la biopolítica gringa y por lo tanto con la «invención» permanente de un colectivo excluido para ser eliminado, en nombre de la immunitas, del estilo gringo de vida.

En nombre, por lo tanto, de su immunitas pos-moderna, como sanitarios y cosificados derechos civiles bioconductuales, el imperialismo yanqui interviene con la tanatopolítica contra el colectivo excluido: la vida desnuda, esta communitas impedida de producir su immunitas de creación, de emancipación, de justicia socio-económica, siendo anticipadamente masacrada (he ahí las guerras preventivas) para que incluso sueñe con la energía immunitas de su internacional communitas.

En este contexto, no es exagerado llamar al imperialismo gringo imperio del caos, porque está en su dinámica biopolítica (en nombre de la cual habla, se vende, se exporta) masacrar el contagio de la communitas mundial, evitando así que pueda hacerse al mismo tiempo immunitas, potencia comunista de producción colectiva de la vida desnuda en el campo de los derechos civiles, pero también en lo económico, en lo social, en lo bioambiental.

3. El imperialismo estadounidense y las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTIC).

Si el juego del imperialismo estadounidense supone, en nombre de la biopolítica de su bioestilo oligárquico mundial, producir un racismo planetario bajo la forma de una tanatopolítica de la vida desnuda, el espacio virtual de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (NTIC), bajo su dominio oligopólico, se constituye como un guion cinematográfico en tiempo real, indefinidamente reeditado para separar a la immunitas pos-moderna de la communitas de la vida desnuda o del colectivo excluido; juego que se realiza de la siguiente manera:

a) Lo virtual como immunitas communitas. ¿Qué significa esto? Significa mucho, simplemente que lo virtual es, bajo el dominio del imperialismo gringo, literalmente el lugar por excelencia de la immunitas pos-moderna por la evidente razón de que es producción maquínica; una extensión no biológica de la creación humana.

El imperialismo gringo transformó las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación en un espacio virtual planetario de realización de la immunitas, en el cual la humanidad entera se puede experimentar biopolíticamente, vía confesión civil de sus marcas subjetivas o communitas, sin que efectivamente las viva en lo cotidiano, entendido como un cluster que inscribe en proceso todas las dimensiones de la vida colectiva, la social, la económica, la política, la ecológica, la cultural, configurando esta communitas que también es immunitas.

Esta immunitas que se inscribe en los soportes de las NTIC (como en Facebook, por ejemplo), además de ser una potencia infinita de producción de sus marcas subjetivas, imita a communitas no sólo ocupando espectacularmente su lugar, sino realizando virtualmente aquello que Esposito llamó relación indiscernible entre communitas e immunitas, tal que una es tanto otra más cuanto más se hace interdependiente, sin contradicción y sin competencia.

Las NTIC, bajo el dominio orquestado del imperialismo yanqui, realizan virtual y parasitariamente aquello que no existe comunístamente: la potencia indefinida del común a partir del común.

Esta espectacular virtualización de la immunitas produce un nihilismo, entendido como voluntad de la nada en el lugar de la nada de la voluntad, en relación com la communitas, expresándose de la siguiente forma: utopismo tecnológico de la y en la immunitas virtual versus nihilismo, en lo que se refiere a la vida común y a sus pueblos -biopolítica espectacular versus tanatopolítica social del colectivo excluido.

2). Si, aún con Esposito, el estatuto del hombre moderno y su carácter individualista, como expresión posible de immunitas, en la biopolítica pos-moderna esta expresión se desplaza a las otredades de género, étnicas e incluso de clase, lo que quiere decir que el único espacio posible de inclusión colectiva de las alteridades es lo virtual inscrito en la dinámica de las NTIC, aun así al precio de encarnar el nihilismo en relación con la vida social común, a través de un biocomportamento individual o de grupos étnicos, de género y de clase claramente desconectados del cotidiano de los pueblos y de los ecosistemas terrestres.

En este escenario de inclusión virtual de las otredades, consideradas colectivamente, el mundo entero se vuelve la parodia de sí mismo, porque su efecto es potencialmente nihilista tanto más que las antinomias de la modernidad son borradas del mapa, aunque sea virtualmente: como la de opresor y oprimido, la de norte y sur, la de alfabetizado y analfabeto.

Aunque estas rupturas de las antinomias modernas sean básicamente virtuales, ellas tienen mientras tanto un efecto trágico en el cuerpo de la communitas mundial, porque, como parten de la absolutización del punto de vista y de la visión del punto de la immunitas virtual, no sólo tienden a ignorar la vida social común, sino también tienden a partir del presupuesto de que esta no existe y, como no existe, no sufre, no muere.

Es en este contexto del bioestilo gringo que es posible afirmar: en la actualidad todos somos burgueses, razón por la cual sea posible deducir que el mundo virtual de las NTIC se constituye como una parodia immunitas de la vida social común; una parodia immunitas de la communitas, lanzada a la fosa común de la anónima muerte del colectivo excluido.

4. El genérico momento del falso de la communitas y de la immunitas

Un oportuno espacio virtual para coger esta parodia que el campo del utopismo tecnológico realiza de la vida común, se da en el ámbito del registro escrito del habla de personajes o incluso de personas reales, disponible en diferentes videos linkeados, por enlazados, en Youtube.  

Como podrá ser verificado por cualquier persona que presione la tecla subtítulos de estos videos que tengan en ellos el recurso de traducción simultánea de voz para escritura, independiente del género, de la banda etaria, de ideología e incluso de la lengua, el registro del habla en ellos presentado puede ser definido como un falso genérico y a la vez como una parodia o carnavalización de la communitas mundial.

Falso genérico por dos motivos. El primero está relacionado con el filósofo francés Alain Badiou (1937) (1), que tiene en el genérico, en diálogo con el matemático gringo Paul Cohen (1934-2007), un concepto angular de su eventual filosofia, no siendo casual que defina así al genérico en El ser y el acontecimiento (1988): «Un procedimiento genérico fiel inmanentiza lo indiscernible. Así, el arte, la ciencia, el amor y la política cambian el mundo, no por lo que en él disciernen, sino por lo que en él indisciernen. Y la omnipotencia de una verdad no es otra que la de cambiar aquello que es, a fin de que pueda ser este innominable ser, que es el ser incluso de lo-que-es» (BADIOU, 1988: 270).

Constituirse como indiscernible, el genérico, significa que no puede ser capturado por el conocimiento. En una multiplicidad cualquiera, el genérico es su innombrable, lo que, teniendo en cuenta los argumentos presentados en este ensayo, equivale, por lo tanto, a la relación indiscernible e inmanente entre el communitas y el immunitas, en contextos en los cuales aquella se da como multiplicidad y esta como aquello que emerge como creación sin dueño, porque es de todos y de nadie, transformando en devenir la communitas: proceso sin fin posible sólo en una sociedad sin clases, luego comunista, en términos de Marx o en el forzamiento, en términos de Badiou, en el campo del arte, de la ciencia, de la política y del amor, de este mundo siempre posible de una communitas e immunitas igualmente indiscernibles, inmanentes.

El falso genérico es una parodia del genérico de Badiou y se expresa no por lo indiscernible, sino por la exageración obscena (etimológicamente obstaculizar la escena) de marcas reconocidas por el conocimiento: inclusive las marcas de las subjetividades de género, étnicas y de clase.

Si el genérico de Badiou se inscribe en un campo de sustracción de marcas hasta llegar al infinito de nuevas posibilidades de sustracción, produciendo el universal, tanto que no se es negro, gay, blanco, indio, amarillo, mujer, hombre, obrero, sino el universal común en potencia y en acto, el falso genérico se expresa por la suma, incluso pornográfica, indefinida de particularidades discernibles, porque se confesaron.

Si, en términos de Badiou, el proceso siempre genérico de una verdad al sustraerse vuelve reversibles a la immunitas y a la communitas, a partir de la inmanencia de esta, produciendo el evento de una communitas que existirá con la llegada de su autocreación común, con miras a la positividad de un futuro por venir, el falso genérico eterniza las marcas y hace a la communista identificarse consigo misma, volviéndola un zombítico (escribir/hablar de zombis) presente sin futuro.

Como ejemplo, la version en video de O sítio do Pica Pau Amarelo, obra de literatura infantil brasileña de autoria del escritor Monteiro Lobato (1882-1948). La versión de 2005, capítulo 2, parte 2 (en ella es posible ver al personaje Delegado Lupicínio jadeante diciendo que no habría alcanzado a un carterista que entró como tumbando en una fiesta celebrada en Arraial dos Tucanos). El Coronel Teodorico, el desafiado candidato a alcalde de Arraial dos Tucanos, responde alegando que, cuando él se haga alcalde, todo esto acabará porque intensificará la vigilancia.

Si se presiona la tecla «subtítulo» de la versión disponible en Youtube (Cf. con la version online en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=l1A9PqD77qw), sólo parcialmente lo que aparece como la version escrita del habla de los personajes corresponde a lo que efectivamente es dicho, asimetría que adquiere una configuración extrañamente genérica, tal como es posible ver a continuación: «Y pensar que esta ciudad fue siempre un lugar tranquilo. Seguridad absoluta formada por integrantes del Dem, cuatro horas al dia. La candidata del PT señaló la caída de la chica. La receta federal ha dejado caer la barbilla. Al respecto, el escocés fue identificado».

«Integrantes del DEM» (Partido brasileño de derecha), «la candidata petista», «receta federal ha dejado caer la barbilla» y «al respecto, el escocés fue identificado», evidentemente son registros escritos que no corresponden en nada al habla de los personajes del video Sítio do Pica Pau Amarelo en cuestión. 

Como falsos genéricos los registros escritos parodian la communitas socio-política brasileña poniendo todo en la misma «cesta del gato». El exceso de marcas institucionales de la realidad nacional, a contramano del genérico de Badiou, no sólo puede ser analizado como una parodia del estado brasileño sino también una generalidad subliminal bajo sospecha, de tal manera que todo se vuelve ridículo y sospechoso, inclusive y primero que todo cualquier posibilidad de intervención política si no apta al menos propensa a liberarse de la sumisión total a las marcas de la modernidad, las que hacen a la communitas identificarse consigo misma, eternizando el presente histórico y al tiempo obstaculizando el devenir creativo de una immunitas colectiva.

Esta omnipresencia de marcas en un presente aplanado en sí mismo, puede ser interpretado como parte de la dinámica de la relación entre cultura e imperialismo. Bajo este punto de vista, el fragmento de los subtítulos del video precitado, se inscribe en el campo de uso del falso genérico, tal vez no siendo casual, a propósito, que Gene Sharp, aunque en outro contexto, en su libro De la dictadura a la democracia: un sistema conceptual para la liberación (Dharana, 2002) (2), desde el comienzo, haya presentado la siguiente recomendación para el uso del (falso) genérico: «De la necesidad y de la elección deliberada, el foco de este ensayo está en el problema genérico de cómo destruir una dictadura e impedir el surgimiento de una nueva» (SHARP, 2002: 6).

Este problema (falsamente) genérico de que habla Gene Sharp en el tramo citado, ¿sería el método a partir del cual el imperialismo occidental-gringo, vía industria cultural, inscribe la captura de la fabula, siempre colectiva, vendándola con el propósito de, por ejemplo, volver «natural» el absurdo mundo en que vivimos? ¿Qué modelo de sociedad está en la base de esta estandarización de un genérico, así definido porque pone en el mismo plano, de forma inmanente, los diversos eventos del mundo actual, a saber: guerras, genocidios, diferentes modalidades de deporte, personalidades políticas reales y fictícias, así como de filmes, novelas y un sinfín de otras cosas?

Esta captura de fabula colectiva (de la communitas) se da hoy en el campo de la industria cultural, empresa mundial de producción de virtualidades communistas/immunitas que funciona al mismo tiempo como parodia y dispositivo de captura de la communitas y de la immunitas, bajo el signo de su potencia colectiva, razón suficiente para insistir en la pregunta ya formulada: ¿cuál modelo de sociedad está en la base de este acuerdo socio-histórico del imperialismo yanqui a partir del cual lo virtual funciona como un falso genérico de communitas e immunitas de la vida colectiva?

5. La civilización del Palacio de Cristal y la fabula actualizada de la sociedad de control soberano.

Si las grandes civilizaciones se constituyeron básicamente como un secuestro oligárquico de la immunitas producida por la communitas de sus respectivas épocas, el desarrollo histórico de ellas heredó tres arreglos sociales que son también tres formas de tecnologías de captura de la fábula colectiva.

Son ellas: la sociedad de la soberanía, la sociedad disciplinaria y la sociedad de control.

La sociedad de la soberanía, anclada en el poder mortal del soberano, atesora todo el socius y establece una relación dicotómica entre el orden de lo visible, los súbditos, y de lo invisible, el soberano, de tal forma que este, imponiéndose sobre lo visible, sacrificándolo, produce sin cesar la trascendencia de su poder, concebido como divino.

Se trata de un arreglo socio-histórico que funciona como verdadera megamáquina de producción secuestrada por la trascendencia (léase, por la immunitas), a partir del sacrifício del súbdito o de la vida desnuda, no siendo casual que todas las grandes religiones de la humanidad hayan sido creadas al interior de la sociedad de la soberanía.

Este modelo social no terminó con la llegada de la sociedad disciplinaria. Esta se inscribe como multiplicidad de instituciones limítrofes y limitadas, como la cárcel, la escuela, el cuartel, el asilo, el conocimiento (disciplinario), habiendo surgido de verdad dentro de la modernidad industrial del imperialismo europeo, hoy planetario.

Su llegada no significó el fin de la sociedad de la soberanía. Esta pasa a ser administrada cuidadosamente a partir de las tecnologías de poder de la sociedad disciplinaria, lo que hizo posible um modelo híbrido, razón por la cual podrá ser llamada sociedad disciplinaria soberana.

A su vez, el actual modelo social, basado en el control tecnológico del socius, engendrando una sumisión maquínica internacional, no elimina ni la sociedad de la soberanía, ni la disciplinaria, pero las incorpora planetariamente, produciendo una especie de geopolítica mundial de la sociedad del control integrado: en Occidente predominaria tal, la del control disciplinario; en Oriente, la de la soberanía; en las periferias, modelos mixtos, aunque, en honor a la verdad, todo el mundo, independiente del sitio histórico, se esté transformando cada vez más en una sola y misma virtualidad falsamente genérica, teniendo en cuenta una biopolítica mundial, cuya existencia por sí sola produce la tanatopolítica de las poblaciones planetarias.

La modernidad, entendida como immunitas en relación con los períodos históricos precedentes y, por esto mismo, la época por excelencia de la biopolítica; el punto de bifurcación a partir del cual la immunitas jurídica de la Roma antigua, con sus zonas de privilegios tributarios, se conecta con los protocolos biomédicos para hacer de la vida humana, al mismo tiempo, el sujeto y el objeto de la civilización burguesa.

Esta situación podría presuponer dos ordenes: una soberana, pre-moderna; y otra inscrita en la dinámica del régimen biopolítico, la moderna.

En la sociedad del control integrado, bajo el dominio del imperialismo gringo, la orden soberana, a su vez, se constituye como el propio régimen biopolítico contemporáneo.

Si la sociedad de la soberanía puede ser definida por la relación entre trascendencia (immunitas aristocrática) e inmanencia (communitas vilipendiada), tal que la primera atesora a la segunda, sacrificándola, es porque el derecho de muerte del soberano sobre la vida desnuda colectiva no sólo venía primero sino también porque configuraba el horizonte de un modelo civilizacional que hacía de la tanatopolítica la forma simbólica fundante de los medios de producción social, lo que significa decir que era preciso matar al colectivo excluido, la vida desnuda, sacrificarla, para que la oligárquica immunitas se constituyese como privilegio de clase.

Con el protocolo biomédico de la modernidad la tanatopolítica y la biopolítica se volvieron inmanentes porque la orden soberana fue desplazada no a la figura de un soberano, como tal, sino al modelo de producción de la civilización burguesa.

Se hizo, pues, impersonal en contextos en los cuales la personalidad es al mismo tiempo la tanatopolítica y la biopolítica, resultando de ahí, bajo el signo del imperialismo gringo, el uso paródico, por medio de los soportes técnicos de la industria cultural, del falso genérico.

Cuanto más marcas de personalidad más se afirman la biopolítica y la tanatopolítica. Una dimensión acciona a la otra dentro de la civilización burguesa, orden soberana sin rostro propio porque está hecha de la multitud de rostros del mundo, los cuales tanto más se personalizan y se biopolitizan, tanto más sin contradicción alguna se tanatopolitizan en la fábula del capital, por el capital.

La fábula, siendo siempre colectiva (communitas e immunitas) se constituye, pues, como una especie de capital primario a ser indefinidamente editado (generalmente de forma paródica) por las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, bajo el dominio del imperialismo yanqui, argumento que justifica un diálogo con el libro Aquí América Latina (2013), de Josefina Ludmer, y también con el ensayo El derecho a la literatura (1995), de António Cândido, puesto que en este texto, teniendo a la literatura como pretexto, está precisamente el asunto de la fábula colectiva.

Josefina Ludmer, en Aquí América Latina, defiende que la literatura pos-autónoma, en la fábrica de realidad contemporánea, eliminó la autonomia del libro, teniendo en cuenta la primacía de la que ella llama imaginación pública, tal como es posible inferir del siguiente trozo de su libro:

Las literaturas pos-autónomas del presente saldrían de la «literatura», atravesarían la frontera y entrarían en un medio (una materia) real-virtual, sin exterior, que es la imaginación pública; en todo lo que se produce y circula y nos invade y es social y privado y público y real. O sea, entrarían en un tipo de materia y [en] un tipo de trabajo social, donde no hay «índice de realidad» o de «ficción», construyendo presente. Entrarían en la fábrica de la realidad, que es la imaginación pública, para narrar algunas historias cotidianas en alguna isla urbana latino-americana (LUDMER, 2013: 133).

Por otro lado, lo que Ludmer llama fábrica de realidad, António Cândido, designa como fábula colectiva en El derecho a la literatura, posicionándose así al respecto:

[…] la literatura aparece claramente como manifestación universal de todos los hombres en todos los tiempos. No hay pueblo y no hay hombre que pueda vivir sin ella, esto es, sin la posibilidad de entrar en contacto con alguna especie de fábula. Así como todos sueñan todas las noches, nadie es capaz de pasar las 24 horas del dia sin algunos momentos de entrega al universo de la fábula (CÂNDIDO, 1995: 242).

Una importante hipótesis de este ensayo parte del siguiente argumento: la imaginación pública, en términos de Josefina Ludmer; y la fábula colectiva, en términos de António Cândido, hoy, son editadas y reeditadas mundialmente por la tecnología de poder de la biotanatopolítica de la sociedad del control soberano.

Esta, la sociedad del control soberano, juega, para dividir al humano, com las personalidades o subjetividades, parodiando ideologias, proyectos, Estados, perspectivas de género, étnicas, de clase, religiones, de una forma tragicómica, a partir de la obscenidad editada y reeditada de la communitas mundial, lo que puede ser evidenciado en el video de Youtube, de la serie Peppa Pig, producida por Astley Baker Davis, versión completa, en portugués, en cuyos subtítulos del episodio Aviones de papel, es posible leer lo siguiente:

Con esto yo este problema una barbie distanciar el mundo para ir al trabajo es óptima estos son todos los papeles que el alcalde Tião no te pierdas cierto de rotura hyde park está claro y convincente lo que ustedes quieren hacer anunciando en el TSE pero para la gente ella fue apoyada vamos a hacer un avión en el episodio tecnología de aviones en el mes pasado homenaje al quizás sólo necesitamos de un poco de papel es esta Tyson tiene paquete O’Brien gbr que es un freno en el lejano oriente hay un estudio con el plato la madre pidió para hacer un avión de papel en el medio del camino ella es el rostro del duro kandos en cada extremo en caramelos finos de nuevo para hacer una buena lucha y enseguida el mismo día de la entrevista la Tepco en campo taveira vamos a ver si ellos logran votar con el PCB para argumentar por qué el avión de la pam en consumo en un barcito mueble pero ahora los enemigos gran amigo de Delúbio de hoy que está dando vueltas y vueltas de consumo en un año con patrício era no es de extrañar en Anchieta una vez que se necesita un papel realmente grande en este enlace fiscal de supermercados está penalizando una cámara conectada tuvo apoyo de donde hicieron un gran día azulito […] porque nosotros estamos del lado de los patrones yo ya vi de todo gracias por combatir […] que el tiempo debe transformarse en un avión de papel Hilary habló porque nosotros no pensamos que el maldito suelo lanzará escoriaciones […] eso es Bueno matar al respecto de la ley desear […] (Cf. https://www.youtube.com/watch?v=6q6mwTSQq64)

Sin entrar a examinar y ya haciendo el registro escrito se constituye como asimetría del habla de los personajes, en estos videos, tal vez, y es lo más probable, porque el recurso técnico que permite esta transcripción simplemente no es perfecta ni puede serlo, si se consideran las diferencias de ritmos entre la lengua hablada y la escrita, la dicción oral, no siempre clara para ser interpretada correctamente y una serie de posibles interferencias.

Necesariamente, por lo tanto, estos registros no significan un montaje conspiratorio, aunque nada impide que sean usados para comunicación de lenguajes cifrados, teniendo en cuenta intereses políticos o incluso hasta articulaciones, por ejemplo, de revoluciones de colores contra Gobiernos no sometidos totalmente a los juegos geopolíticos del imperialismo gringo, siempre buscando la sumisión integral de los Estados.

Para el análisis de estos registros escritos de habla de personajes, tal vez el asunto más importante no radicará en la opción interpretativa por un polo de la antinomia intrínseca a estos subtítulos, teniendo en cuenta la siguiente pregunta que no quiere callar, a saber: ¿serán estos registros conscientemente programados o harán parte de un automatismo de una tecnología de transposición de habla a la escritura aún no cien por ciento eficiente?

Si se considera la teoría psicoanalítica de Freud, por ejemplo la presentada en el libro La interpretación de los sueños (1900), teniendo en cuenta el asunto relativo al contenido primario y manifiesto de la narrativa onírica, sería interesante analizar estos registros escritos en línea de los videos de Youtube como una situación que vuelve indiscernible el contenido primario y el manifiesto, tal que uno es otro en el horizonte del control oligárquico de las NTICs y por lo tanto también de la Internet, porque su dinámica biopolítica, siendo la del falso genérico, es la que tiende a producir y a reproducir las marcas predominantes de la realidad contemporánea, a partir de aquello que podría ser llamado estructura de eco, así entendida si se tiene en cuenta que lo que surge en estos registros escritos son simplemente ecos de dichos y escritos que circulan en la Red Mundial de Computadores, un poco y mucho de conformidad con la premisa del sociólogo canadiense Marshall McLuhan (1911-1980) de que «el medio es el mensaje».

El medio como mensaje fabula y confabula la communitas de la actualidad no siendo casual la presencia, en el trozo precitado, de un tal O’Brien y un Tyson, así como, en el contexto de la política nacional e internacional, la de un nombre como el del alcalde Tião, las de las siglas del TSE, Tribunal Superior Electoral, la del Partido Comunista del Brasil; la del tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), Delúbio, así como la de la ex secretaria gringa de Estado, Hilary, sin contar las huellas de lugares como el Hyde Park, de Londres, y tal vez la ciudad brasileña de Anchieta.

Estos registros nada tiene de común con las líneas de habla de los personajes del video en cuestión. El argumento propuesto aquí para analizarlos parte de las siguientes preguntas: a) ¿Las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, bajo el control de la Industria Cultural anglosajona, serán el medio del mensaje de una máquina de realidad que captura la imaginación pública planetaria para parodiarla, naturalizarla, transformando la immunitas, los procesos sociales de fabulación, en una communitas sin futuro, en un círculo vicioso más que virtuoso, para siempre identificada con ella misma?; b) El imperialismo yanqui puede ser definido, en su estrategia de dominación planetaria, como el productor mundial de la sociedad del control soberano, entendida como la que aproxima los extremos, la sociedad de la soberanía y la del control, con el objetivo explícito de inscribir una sumisión maquínica internacional de la vida en la tierra?; c) Si, con Carl Schmitt (1888-1985), «el soberano es aquél que decide el estado de excepción» (SCHMITT, 2009: 15), la civilización burguesa, la que se impone a partir del dominio gringo, ¿no podrá ser descrita en la actualidad como una forma de la sociedad del control soberano que confabula permanentemente con la immunitas de la fabulación colectiva, parodiándola a partir del uso cínico del dispositivo biotanatopolítico de la población mundial por medio del cual la especie humana pasa a ser editada y reeditada sin cesar a un ritmo similar al de la aceleración de los avances tecnocientíficos?

Para todas estas preguntas la respuesta es un sonoro SÍ. El «imperio del caos», la estructura de poder del imperialismo gringo, es el productor mundial de la imaginación pública habiéndola transformado en su más dilecta mercancía por medio de la espectacularización general de la vida en la tierra, oportuno argumento sea en función de la presencia del Hyde Park de Londres en el tramo aludido del video de Peppa Pig aquí analizado, sea porque coincide, al menos en cuanto al campo semántico, con la siguiente cita de Agamben en Medios sin fin: notas sobre la política (2015):

Marx se hallaba en Londres cuando, en 1851, fue inaugurada, con enorme revuelta, la primera Exposición Universal del Hyde Park. Entre los varios proyectos propuestos, los organizadores habían escogido el de Paxton, el cual preveía un inmenso palacio construido enteramente de cristal. En el catálogo de la Exposición, Merrifield escribió que el Palacio de Cristal «es tal vez el único edifício del mundo en el cual la atmosfera es perceptible… para un espectador situado en la galería, en el extremo oriental u occidental… las partes más distantes del edifício aparecen envueltas en un halo celeste. Esto es, el primer gran triunfo de la mercancía ocurre, al mismo tiempo, bajo el signo de la transparencia y de la fantasmagoria» (AGAMBEN, 2015: 72-73).

La biotanatopolítica del imperialismo gringo es la máquina de realidad (o de terror) de la sociedad del control soberano y esta tiene como principal objetivo el siguiente: la transformación de la civilización burguesa si ya no lo fue en el Palacio de Cristal tanto más transparente más fantasmagórico, sea porque en ella y a través de ella todo hace eco a todo o todo se vuelve ventrílocuo de todo; sea porque en ella y a través de ella la transparencia y la fantasmagoria no sólo se volvieron intercambiables, una es otra, sino también porque se convirtieron en bios y tánatos, al mismo tiempo, de forma indiscernible.  

Si en el primer volumen de El capital, de Marx, en el capítulo sobre la mercancía, esta es presentada como fantasmagórica porque se vuelve cosa personificada sin dejar de ser cosa, en el Palacio de Cristal de la sociedad del control soberano el triunfo de la mercancía ocurre cuando el humano biopolíticamente es convertido en mercancía, estando, paradójicamente, muerto, tanatopolíticamente.

El movimiento es contrario al que ocurre con la mercancía en sí, como cosa personificada vuelta fantasmagórica, porque en este caso el humano, como biopolítica, como immunitas, para convertirse en mercancía, es transformado en cosa en sí, muerta: si la mercancía en cuanto tal es personificada, en su dimensión biopolítica ella es despersonificada.

En este caso, bajo el punto de vista biopolítico, la mercancía humana es su fantasmagórica transparencia immunitas, bajo la forma de un fantasma de sí misma, editado y reeditado sin cesar, como imagen de imagen, virtualidad de virtualidad. Bajo el punto de vista de la tanatopolítica, a su vez, la mercancía humana es su fantasmagórica transparencia communitas, bajo los pies del derecho de muerte del soberano, tal como ocurre en la sociedad de la soberanía, aunque, en este caso, el soberano sea o tenga la forma de un artefacto tecnológico o de las técnicas de reproducción de las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación.

Este juego especular del Palacio de Cristal de la civilización burguesa bajo el dominio del imperialismo yanqui coloniza el futuro, eternizando, en el presente, la sociedad de la soberanía.

La sociedad de la soberanía es la que somete la communitas al derecho de muerte del soberano, para que este produzca su trascendencia o su privilegiada immunitas, identificándose con Dios. En la sociedad del control soberano, es la biopolítica, habiendo sido convertida en transparente mercancía, la que se vuelve tanatopolítica en las manos de la soberana civilización burguesa como Palacio de Cristal.

Todo funciona como las imágenes que aparecen en el retrovisor de un carro mientras este avanza al frente, al futuro: es el pasado tanatopolítico que se refleja en el espejo retrovisor y lo es, he ahí la paradoja, como si fuese la producción del propio futuro. Por lo tanto, como si fuese la producción de la inmmunitas o de la biopolítica: de la vida.

Si la pantalla de un celular, por ejemplo, una touch screen (o pantalla táctil), es la que corresponde a un avance tecnológico de la figura del espejo, su función, en el contexto de la sociedad del control soberano, es la de reflejar el pasado soberano tanatopolítico, a partir de un tiempo sin historia.

El Palacio de Cristal de la civilización burguesa o esta comprendida como Palacio de Cristal fantasmagórico y transparente puede ser comparado con una pantalla touch screen en la que, en diálogo con Esposito, la naturaleza en ella reflejada o editada toma el lugar de la historia, entendida como proceso, devenir; así como la communitas sutura la immunitas y la zoé reemplaza a bios y/o la tanatopolítica se hace biopolítica.

Todo esto ocurre por un motivo muy simple y hasta previsible, si consideramos a la sociedad de la soberanía, en la que en todos los rincones reina el poder soberano y su derecho de muerte sobre la communitas; poder, el soberano, que decide el estado de excepción, masacrando a la vida desnuda, la communitas y al mismo tiempo apropiándose de la plusvalía immunitas.

A su vez, en la sociedad del control, el acelerado utopismo tecnológico intensifica la relación entre conocimiento y poder de tal forma que aquel se vuelve acelerado poder tecnológico sobre la vida desnuda, sometiéndola, técnicamente. Así, la sociedad del control, es sólo un capítulo más en la larga historia de la tradición del oprimido.

Es un estado de excepción tecnológico-oligárquico. Nada más y nada menos.

Por lo tanto, como evolución histórica de la sociedad de la soberanía, la del control es la que mantiene el derecho de muerte bélico-tecnológico sobre la communitas, la vida desnuda; derecho que debe ser ejercido permanentemente porque es de la naturaleza del soberano decidir el estado de excepción contra las mayorías.

El estado de excepción del control es lo que vuelve omnipresente la tanatopolítica de la vida desnuda, de la communitas, sustituyéndola fantasmagóricamente por el espectáculo virtual propiciado por las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación.

6. El imperialismo estadounidense como deus ex machina de la co-fabulación soberana.

El imperialismo gringo es el deus ex machina del estado de excepción de la sociedad del control: un «Dios» surgido de la megalomáquina tecnocientífica que somete a la communitas mundial.

Si, como técnica de fabular, el recurso del deus ex machina es el que posibilita una solución inesperada para un callejón sin salida de una trama narrativa de ficción, que puede, en este caso, terminar de cualquier modo, como un milagro divino que interviene en la trama para dar la configuración que le conviene, el imperialismo gringo es este deus ex machina de la sociedad del control soberano que interviene en la civilización burguesa mundializada con el objetivo de inscribir en ella el final que igualmente le conviene.

Para ello, el imperialismo yanqui actualiza sin parar las narrativas de la sociedad de la soberanía, eternizándola en el retrovisor touch screen del presente histórico en el que vivimos, el juego, bajo la forma de la confesión religiosa, de género, étnica, de clase, no siendo casual, bajo este punto de vista, su alianza de sangre con el yihadismo, la Hermandad Musulmana, el Emirato Islámico, el takfirismo, el wahabismo, con el sionismo, las dictaduras del Golfo Pérsico, compuesta por países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait: verdaderos museos contemporáneos de la sociedad de la soberanía pre-moderna.

Aquello que los registros escritos asimétricos del habla de los personajes o incluso de figuras históricas de los videos de Youtube realiza es precisamente una parodia de la humanidad contemporánea reactualizando, a través de la técnica del deus ex machina, la tanatopolítica de la sociedad de la soberanía pre-moderna y al mismo tiempo volviéndola omnipresente en las máquinas de realidad de las tramas de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación.

El imperialismo deus ex machina gringo agobia a la humanidad entera al producir un modelo de fábula colectiva, vía Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, a partir del pacto literalmente de muerte entre el anacrónico, el divino derecho de muerte del soberano, con la tecnociencia pos-moderna, engendrando así un pos-humano que es tanto más biopolíticamente maquínico, cyborg, cuanto más rebobina, en las puras técnicas de los medios, los mensajes/imágenes/confabulaciones de los genocidios sin tregua de las sociedades soberanas pre-modernas, burlándose paródicamente de la vida común y especialmente de aquéllos que las protagonizan, como pasa con el contenido manifiesto y primario, a la vez, de la transcripción del habla de Hugo Chávez en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, que comienza así: La candidata del PP a la servidumbre de la Asamblea General […] Señora presidenta , excelencias, perfecto estado, fcc gobierno y altos representantes de los gobiernos del mundo». […]

Es así que de una u otra forma el imperialismo yanqui, confabulando siempre la imaginación pública de las sociedades de la soberanía, edita paródicamente, en su automatismo tecnológico, incluso a sus vasallos celosos, como el PP español, al mismo tiempo que infiltra, deus ex machina, una solución inesperada, y por esto no menos paródica, en medio del habla de Hugo Chávez, bajo la forma de este «fcc» diabólico, soberano.

¿Sería el FCC Servicios Ciudadanos, un holding internacional? Si lo fuera, así se presenta en su sitio web: «Nuestra diversificación nos permitió ofrecer un servicio global al ciudadano, desde el desarrollo de infraestructuras hasta la prestación de servicios ambientales y urbanos a la comunidad. Hacemos ciudades». (Cf.http://www.fcc.es/fccweb/informacion-corporativa/que-es-fcc/index.html)

El imperialismo deus ex machina gringo también es un holding. En su lado communitas, destruye ciudades e infraestructuras, con sus incesantes guerras tecnológicamente soberanas; en su lado immunitas, las edita cínicamente convirtiendo el Castillo de Cristal de la civilización burguesa en un fantasmagórico y transparente (teniendo en cuenta la pura técnica de los medios) servicio global a los ciudadanos.

La personalidad única despojada y bufonesca de Hugo Chávez, como presidente de Venezuela, lo volvió mundialmente conocido porque más que nadie supo lanzar veneno contra veneno, al parodiar la parodia que la fábula del imperialismo gringo hace de la humanidad, mostrando de forma teatral e irónica cómo la estrategia imperialista de los EE.UU vive de actualizar las barbaries de la sociedad de la soberanía, en nombre de su publicitario bioestilo civilizacional, no siendo casual que haya dicho, en la tribuna de la Asamblea General de la ONU, estas inolvidables frases: «Ayer el diablo estuvo aquí. Aquí huele a azufre», al referirse al entonces presidente gringo, George Bush, quien había estado en la misma tribuna el día anterior.

La referencia al diablo y al azufre lo es primero que todo a la figura del soberano, pronto de la sociedad de la soberanía, arreglo socio-histórico que funcionó y funciona como máquina de la realidad maniqueísta, del bien y del mal, de Dios y del Diablo.

Mientras la académica intelligentsia immunitas dice a boca llena que el maniqueísmo es cosa del pasado, el imperialismo estadounidense lo inscribe, deus ex machina (3), en la carne communitas del actual presente histórico, llorándolo de forma biotanatopolítica.

Hugo Chávez, con valor, parodió la fabula colectiva de la sociedad de la soberanía pre-moderna, llevada a cabo por el imperialismo gringo, no siendo casual que haya escogido la interlocución con Chomsky, especialmente con su libro Hegemonía o sobrevivencia: la estrategia imperialista de Estados Unidos, diciendo incluso lo que Chomsky no dice en su libro: la estrategia estadounidense del puro acto tecnológico biotanatopolítico es anacrónicamente esta: producir un mundo confabulado cuya imaginación pública se adapte servilmente al hedor de azufre pre-moderno, bárbaro, mientras el deus ex machina de los artefactos de la industria cultural edita y reedita la farsa de una fábrica de la realidad virtualmente especiecida.

REFERENCIAS:

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CHOMSKY, Noam. Hegemonía o sobrevivencia. La estrategia imperialista de Estados Unidos, Barcelona: Ediciones B, 2004.

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_________. Pensamento vivo: origen y actualidad de la filosofía italiana. Trad.Henrique Burigo. Belo Horizonte: UFMG, 2013.

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SHARP, Gene. De la dictadura a la democracia: una estructura conceptual para la liberación. Trad. José A.S. Filardo. São Paulo: The Albert Einstein Institution, 2010.

SOARES, Luis Eustáquio. La sociedad del control integrado: Franz Kafka e Guimarães Rosa. Vitória: Edufes, 2014.

NOTAS:

1. Como el escritor y jazzista Boris Vian, el filósofo, escritor y científico Alain Badiou puede ser considerado un polímata, o un renacentista de hoy, pues además de lo dicho es matemático, novelista y dramaturgo, al mismo tiempo que se interesa por la ciencia, el cine, el psicoanálisis o la política con el mismo rigor, idéntica pasión, el mismo interés por encontrar la verdad. Considera que hay cuatro «verdades» sobre las que se apoya la filosofia y sin las cuales ella sería un simple formalismo: el arte, la ciencia, la política y el amor. Fuera de «militante sin partido» es actor permanente en los debates sociales en los que, sostiene, se juega el devenir colectivo. Incluso, se agrega, el devenir del colectivo excluido. En El ser y el acontecimiento (1988), presenta su filosofia en la que las matemáticas se entrelazan con el innovador potencial de cada situación específica y singular.

2. Gene Sharp, con su libro mencionado, es el protagonista, el funesto protagonista, de la teoria del Golpe suave, eufemismo para la política de intervencionismo gringo y de desestabilización política en los países de América Latina, con su guerra sucia de baja intensidad y siempre invocando el fantasma del comunismo, cuando la razón obvia no es otra que recuperar los espacios de dominación perdidos en luchas políticas abiertamente democráticas, como en el caso específico de Venezuela; aunque, claro, hay otros en los que la hegemonia gringa es, por fortuna, cosa del pasado: Argentina, Ecuador, Bolivia, Uruguay. Colombia no entra por obvias razones: sus presidentes han tenido siempre similar función: simples fusibles o mayordomos de una gran hacienda ajena. En ese mismo sentido, va buena parte de la política exterior yanqui respecto al Brasil de Dilma Rousseff.

3. Deus ex machina es una expresión de origen griego (apò mēchanḗs theós) traducida al latín y de ahí al español como «Dios desde la máquina». Se origina en el teatro griego cuando una grua (machina) introduce a un dios (deus) desde el exterior del escenario para resolver una situación. Hoy se usa para referirse a un elemento externo que resuelve una historia sin respetar su lógica interna, como hace el imperialismo gringo con la de los pueblos a los que invade. Desde la estructura de un guion, la expresión hace referencia a cualquier evento cuya causa viene impuesta por necesidades del mismo guion, a fin de que mantenga lo que se espera de él desde un punto de vista del interés, de la comercialidad o de otro factor, a riesgo de arruinar la estética e incurriendo en una falta de coherencia interna. No se requiere investigar mucho en los guiones para encontrar ejemplos de Deus ex Machina: la llamada del sheriff al carcelero para que suelte al bandido; la llegada postrera del héroe para salvar a otro bandido; la sorpresiva carga de caballería para acabar con los indios: es muy difícil aquí, como en la vida, evitar la aparición de estas cosas, cuando al autor del (perverso) guion es Estados Unidos de América.

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