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El impetuoso regreso del FMI a Europa

Fuentes: CADTM

Capítulo 3 del libro La deuda o la vida, Europa en el ojo del huracán, Icaria, 2011 [http://www.icariaeditorial.com/libros.php?id=1241]

La gran crisis internacional que comenzó en Estados Unidos en los años 2007-2008, y se extendió luego a casi la totalidad del planeta, dio pie al Fondo Monetario Internacional para convertirse en un actor principal en Europa, después de haberlo sido durante más de treinta años en la mayor parte de los países en desarrollo. Aunque desacreditado por el desastre social causado por las políticas que impuso en el Sur, el FMI aprovechó la crisis para volver a recuperarse y generalizar en el Norte las mismas políticas nefastas. La misma lógica está siendo aplicada actualmente en el Norte: el FMI se convierte en acreedor de diversos países de Europa occidental y, más allá de las recomendaciones que prodigaba aquí y allá, ahora interviene directamente en las políticas económicas en el corazón del viejo continente. Lejos de servir al interés de las poblaciones afectadas por la crisis, el FMI actúa al servicio de las grandes potencias y de las empresas transnacionales, entre las cuales las grandes sociedades financieras privadas desempeñan un papel fundamental. Joseph Stiglitz, que fuera el nº 2 del Banco Mundial entre 1997 y 2000, ya había sacado esta conclusión a comienzos de los años 2000: «Si examinamos el FMI como si su objetivo fuera servir los intereses de la comunidad financiera, se encuentra sentido a unas acciones que, de otro modo, parecerían contradictorias e intelectualmente incoherentes.» 1

En 1976, el FMI intervino en el Reino Unido a pedido del Partido Laborista, a fin de salvar la libra esterlina menoscabada por los mercados. El acuerdo al que se llegó aprobaba un préstamo de 3.900 millones de dólares, el más importante concedido hasta entonces. El impacto social de las medidas impuestas por el FMI en esa ocasión fue tan desastroso que los laboristas fueron desalojados del poder tres años más tarde, despejando el camino a las medidas ultraliberales de Margaret Thatcher. Por entonces, se firmaron dos acuerdos entre Portugal y el FMI, uno en 1977 y el otro en 1983. En este último caso, Le Figaro recordó que «La ayuda del FMI, negociada por el gobierno de Mario Soares (socialista), se acordó al precio de medidas draconianas: aumento del tipo de interés, de los impuestos, fuerte devaluación del escudo, recortes en los gastos públicos y reducción de los salarios, hasta un 25 % en tres años. Resultado: el consumo se hundió, el desempleo trepó hasta el 11 % y el crecimiento tuvo una fuerte reducción.» 2 Desde entonces, la institución instalada en Washington no había vuelto a operar en la economía de un país de Europa occidental.

Lo que no quiere decir que el FMI estuviese ausente de Europa. Por una parte, cada año, en aplicación del artículo IV de sus estatutos, una misión del Fondo visita a las autoridades de los países miembros y distribuye sus recomendaciones, lo cual les permite seguir de más cerca las políticas económicas aplicadas por los respectivos gobiernos e influenciar sobre ellos. Por otra parte, en el curso de los años 80, y sobre todo después de la caída del muro de Berlín, el FMI estuvo muy activo en Europa central y en Europa del este, donde asesoraba a los gobiernos que restaurarían el capitalismo, aplicando la «doctrina del shock», analizada por Naomi Klein. 3 Se impusieron unas medidas brutales en términos de privatizaciones, de despidos, de reducción de los servicios sociales, lo que contribuyó al grave retroceso del nivel de vida de una parte importante de la población de los países afectados.

A partir de 2008, favorecido por la crisis internacional, el FMI reforzó aún un poco más su intervención en los países de Europa del este, fueran o no fueran miembros de la Unión Europea, y desembarcó en Islandia, país al que concedió un préstamo de 2.100 millones de dólares. Era el primer país de Europa occidental que recurría a tal medida desde 1983, pero cuando los islandeses aprobaron por referéndum rechazar el reembolso de una deuda bancaria ilegítima, el FMI reaccionó congelando el tercer tramo del préstamo. A partir de mayo de 2010, el Fondo prestó masivamente a Grecia y participó en la elaboración de un plan de austeridad particularmente impopular. Más tarde, con la agravación de la crisis, El FMI se sumó activamente a la puesta a punto de un plan de austeridad en Irlanda, país que durante años habían presentado como un modelo a seguir. Ahora está tejiendo y consolidando su telaraña neoliberal en el Norte: Portugal, España, Italia y otros países caerán, sin duda, en su red.

Una crisis que vino de perillas

En abril de 2009, en Londres, los gobernantes de los principales países industrializados así como de los emergentes, invitados a la reunión del G8, decidieron reflotar el FMI a fin de permitirle intervenir ante unos Estados golpeados por una nueva crisis de la deuda, que esta vez afecta principalmente el Norte del planeta. Principal beneficiario de la operación, el FMI vio triplicar su capacidad de préstamo, de 250.000 a 750.000 millones de dólares, «gracias a una financiación inmediata de los miembros de 250.000 millones de dólares, […] aumentada hasta 500.000 millones.». Más aún, el FMI podrá ahora «considerar préstamos en el mercado si fuera necesario». 4 El tiempo de las vacas flacas se acabaron desde entonces para el FMI, que ha abierto una línea de crédito a una decena de países europeos en menos de un año, e interviene ahora en múltiples frentes.

El FMI se libró de una buena. Desde 2004, el importante aumento del precio de las materias primas provoca un crecimiento neto de las reservas de cambio de los países en desarrollo. En el año 2008 triplicaban las reservas reunidas de Japón, de Europa occidental y de América del Norte. Muchos países del Sur las emplearon para reembolsar anticipadamente su deuda, reduciendo así su dependencia del Fondo. 5 El monto de los préstamos del FMI, que se elevaba aún a 107.000 millones de dólares en el año 2003, había caído en el 2007 a 16.000 millones de dólares. Gracias a la crisis, los negocios renacieron: a finales de enero del 2011, los préstamos en curso de concesión del FMI llegaban a los 254.000 millones de dólares, 64.000 de los cuales ya habían sido otorgados y 190.000 en espera. Los principales prestatarios son europeos: Rumania, Ucrania y Grecia.

Detrás de la retórica del cambio, siempre el mismo FMI

El ex director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, se empeñaba en transmitir la imagen de «un nuevo FMI» en ruptura con los errores del pasado… Pero la lógica de las políticas impuestas no ha cambiado. En todos lados las condiciones son severas: reducción o congelamiento del salario de los empleados públicos, reducción de las jubilaciones, privatización de las empresas públicas, ampliación de la duración del empleo por el aumento de la edad de jubilación, etc. Un auténtico vendaval de austeridad se abate sobre Europa. El FMI recluta nuevo personal para sus trabajos sucios, las delegaciones son despachadas simultáneamente a las grandes capitales y estudian, desde lo alto de sus habitaciones de hoteles de lujo y en oficinas del ministerio de finanzas, que ocupan como si se tratara de sus despachos, el balance contable de sus planes, sin considerar las consecuencias sociales. Si un país no acepta someterse a las medidas de austeridad impuestas por el FMI, entonces la presión aumenta y el grifo del crédito se cierra súbitamente.

Los ejemplos son numerosos. El FMI suspendió un préstamo a Ucrania tras la decisión de su gobierno de aumentar el salario mínimo; para continuar recibiendo financiación del FMI y de la Unión Europea, Letonia se vio forzada a practicar una fuerte reducción del salario de los empleados públicos y de las pensiones y jubilaciones; Grecia, debe aceptar la privatización antes de lo previsto so pena de sacrificar sus playas turísticas al sector privado, y Rumania tuvo que reformar su sistema de jubilación y recortar los salarios en la función pública. En fin, Islandia, para que su nota no fuera degradada por los mercados financieros debe encontrar los medios para saltarse la voluntad popular, que se manifestó contra el pago de la deuda.

Pero no nos equivoquemos, si el FMI logra imponer su lógica, es porque los gobiernos se muestran dóciles ante la organización. Deciden no seguir una vía alternativa a la sumisión a los intereses de los grandes tenedores de capitales privados. Para justificar su política antisocial, los gobernantes recurren regularmente al argumento de que no tienen otra opción. En esto, siguen unas recomendaciones publicadas en el sitio web de la OCDE en 1996, 6 entre las cuales se encuentran unos párrafos muy claros: «Recordemos que todo ajuste es una operación políticamente arriesgada. Por un lado, la oposición imputará la totalidad de los costes del ajuste al gobierno. Por otro lado, si el gobierno, por temor a la oposición, espera la crisis financiera para ajustar, tendrá menos margen de maniobra en caso de crisis política. Pero como, en principio, ya no puede hacer concesiones desde el momento en que se ha comprometido con el FMI, el gobierno puede responder a la oposición que el acuerdo al que ha llegado con el FMI se impone a él, aunque no lo quiera. […] El gobierno puede explicar que, al imponer el FMI, por ejemplo, una reducción del 20 % de la masa salarial, la única opción posible es el despido o la reducción de los salarios, y que prefiere la segunda solución por el interés de todos.» 7 Este conjunto de recomendaciones sigue siendo enteramente de actualidad.

Se impone una revisión detallada de la acción reciente del FMI en Europa.

A Hungría le impiden optar por otra vía

A pesar de estar cerca de alcanzar los objetivos Maastricht en materia de déficit (3,8 % en 2008), Hungría será el primer país de la Unión Europea que obtendrá un apoyo financiero a raíz de la crisis. En octubre de 2008, se decidió un plan de 20.000 millones de euros para Hungría: 12.300 millones prestados por el FMI, 6.500 millones por la Unión Europea y 1.000 millones por el Banco Mundial. El stock de la deuda crece mecánicamente. Las condiciones son severas para la población: 5 puntos de aumento del IVA, la edad legal para la jubilación se lleva a 65 años, congelamiento de los salarios de los empleados públicos durante dos años, supresión de la tercera paga extra de los jubilados, reducción de la ayuda pública a la agricultura y al transporte público, etc.

Mientras los socialdemócratas, sufriendo una derrota histórica, abrían una avenida a la extrema derecha, que entraba al Parlamento por primera vez con un resultado de 16,6 % de votos, la agencia de notación Fitch Ratings saludaba la victoria de abril de 2010 del nuevo primer ministro conservador, Viktor Orban, y consideraba que su partido, el Fidesz, obteniendo la mayoría necesaria para modificar la constitución, «representa una oportunidad para introducir reformas estructurales». 8 Pero en diciembre de 2010, la agencia de notación bajó repentinamente la nota soberana de Hungría (de BBB a BBB-) con la votación del presupuesto de 2011, considerando que «El nuevo gobierno de Fidesz ha sentado las bases de un proyecto de presupuesto que va en la mala dirección.» En efecto, el presupuesto se basaba en unas medidas contrarias a la voluntad del mercado, particularmente en las tasas sobre los resultados de los bancos y en la elevación temporal del impuesto a las multinacionales que operan en Hungría, en vez de recortar aún más el gasto público, como reclama el FMI. Sin embargo, este presupuesto intenta llevar el déficit público al 3 % en el año 2011, como prevé el acuerdo firmado entre el FMI, la UE y el anterior gobierno húngaro. La discordia se basa así no sobre el objetivo buscado sino sobre la manera de lograrlo. La adopción de un impuesto excepcional sobre el volumen de negocios de las principales empresas de la gran distribución, de las telecomunicaciones y de la energía, aprobada por el Parlamento en octubre de 2008 y prevista hasta finales del 2013, no alegró a las empresas multinacionales instaladas en Hungría. Trece grandes grupos (AXA, Allianz, Deutsche Telekom, etc.) apelaron a la Comisión Europea para que aplicara sanciones al país y, en una nota dirigida al presidente de la CE, José Manuel Durão Barroso, denunciaban unas medidas que consideraban «contra la competencia», amenazando a la vez con reducir sus activos en Hungría. Según Christophe Rosenberg, responsable de la misión del FMI en Budapest, la política económica húngara era «muy arriesgada»: «Las políticas actuales no pueden asegurar una fiscalidad sostenible.» Para este funcionario del FMI, había que reducir de un modo «duradero» el gasto público.

Sin embargo, el gobierno no parece ser sordo a las sirenas del FMI pues, con el fin de tranquilizar a los mercados, ya ha previsto aplicar recortes claros en los gastos públicos, a una altura del 2,5 % del PIB: en los transportes públicos, las pensiones de invalidez, las jubilaciones y las subvenciones estatales a los medicamentos.

Y a Ucrania no le dejan aumentar los salarios

En noviembre de 2008, un mes después que Islandia y Hungría, fue Ucrania el país que cayó en las redes del FMI. A cambio de un préstamo de 16.400 millones de dólares (13.000 millones de euros) a 15 años, con un interés anual del 4 %, el Parlamento ucraniano fue obligado a adoptar un plan de «rescate» draconiano, con privatizaciones y recortes presupuestarios. Ucrania tuvo que llevar la edad de jubilación de las mujeres de 55 a 60 años y aumentar un 20 % la tarifa del gas de la compañía Naftogaz.

Pero el aumento del 11 % del salario mínimo, y del 12 % del salario mínimo vital a partir del 1º de noviembre de 2009, y del 18 % a partir del 1º de enero del 2010 inquietaron tanto al FMI, que bloqueó su programa. «Estoy muy intranquilo por el acuerdo que dio el presidente a ese proyecto de ley, que pone fuera de circuito el programa que habíamos firmado. En estas circunstancias, temo que sea muy difícil concluir el próximo examen del programa», 9 declaró Dominique Strauss-Kahn, quien por su parte se había aumentado su salario más del 7 % cuando se puso a la cabeza del FMI. 10 Para justificar sus temores con respecto a Ucrania, agregó: «Una reciente misión del FMI en Ucrania concluyó que las políticas en ciertos campos, entre ellas la nueva ley sobre el salario mínimo, amenaza la estabilidad» del país. Y aprovechando la ocasión, la agencia de notación Standard & Poor’s emitió una señal negativa sobre la deuda de Ucrania.

Cuando se produjo un bloqueo en el programa de privatizaciones, la reacción del FMI no se hizo esperar y suspendió el desembolso de la cuarta entrega, por una suma de 3.800 dólares, previsto para noviembre de 2009. Pero después de la constitución de un nuevo gobierno en febrero de 2010, pro ruso, se observó un acercamiento entre el nuevo presidente ucraniano, Viktor Ianukovich, y el FMI. En julio de 2010, el FMI aprobó un préstamo de 15.150 millones de dólares escalonado en 29 meses, y esta vez, Standard & Poor’s mejoró la nota de Ucrania. Como contrapartida del préstamo, Ucrania debía iniciar una serie de reformas de las jubilaciones en marzo de 2011 elevando la edad de jubilación de las mujeres de 55 a 60 años, antes de llevarla a 65 años para todos los ciudadanos, una reforma de la función pública y un aumento importante de la tarifa del gas provisto por la compañía nacional Naftogaz. El FMI había así logrado sus fines y Ucrania volvía al redil.

El FMI aplaude la austeridad, Letonia la considera inconstitucional

Después de haber registrado la más alta tasa de crecimiento de la UE (una media del 10 % en 2003-2007), Letonia sufrió la peor recesión económica en 2009. Espera ingresar en la zona euro en 2014, pero para ello debe reducir su déficit mediante medidas de austeridad condicionadas a un préstamo, de 7.500 millones euros, del FMI y de la Unión Europea.

En diciembre de 2008, el FMI, la UE y varios países nórdicos se comprometieron a inyectar 7.500 millones de euros en la economía de este pequeño Estado báltico, de 2,2 millones de habitantes. Ex República Soviética, miembro de la Unión Europea y de la OTAN desde 2004, Letonia vio trepar su tasa de desempleo del 6,1 % al 22,5 % entre mayo de 2008 y abril de 2010. Su PIB tuvo un retroceso del 4,6 % en el 2008 y del 18 % en 2009, la mayor caída entre los 27 miembros de la Unión Europea.

En vez de afectar los beneficios del capital y el patrimonio de los más acaudalados, fue a los trabajadores, jubilados y desempleados a quienes se impuso prioritariamente un tratamiento de austeridad de dos años, acompañado de un recorte del gasto equivalente al 15 % del PIB. Al precio de increíbles sacrificios de la mayoría de la población, el que fuera «el tigre báltico» salió penosamente de la recesión a principios del año 2010. Tras un préstamo del FMI y de la UE acordado a fines del 2008, redujo un 20 % los salarios de los empleados públicos y un 10 % a los jubilados. En diciembre de 2009, el Tribunal Constitucional de Letonia declaró inconstitucional la reducción del monto de las jubilaciones vigente desde julio del 2009 y una violación del derecho de las personas a la seguridad social, derecho fundamental basado en el artículo 109 de la Constitución nacional y del artículo 9 del Pacto Internacional relativo a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. En consecuencia, el Tribunal ordenó al Parlamento que estableciera un plan de reembolso de las sumas descontadas a los jubilados. 11 Además, recordando el principio de soberanía, el Tribunal declaró que esas condiciones «no pueden reemplazar los derechos establecidos en la Constitución» y rechazó el reconocimiento de las condiciones de préstamo como un argumento válido. Según los jueces, «la decisión de reducir el monto de las jubilaciones violaba a la vez el derecho de las personas a una seguridad social y el principio del Estado de derecho.»

De todos modos, la austeridad prosiguió para llevar el déficit del 10 % del PIB en el año 2009, al 3 % en el 2012, condición necesaria para un eventual ingreso a la zona del euro en 2014. El FMI elogió los «esfuerzos extraordinarios» emprendidos para volver a encontrar el camino del crecimiento gracias a las exportaciones competitivas, no por la devaluación de la moneda sino por una reducción de los salarios que pudieron llegar a ser ¡del 80 %! Cierre de escuelas y hospitales por decenas, y el IVA pasó del 18 % al 22 %, mientras las sociedades se beneficiaban de las tasas impositivas sobre las ganancias más ventajosas de la Unión Europea (15 %, frente a un impuesto medio de 23,5 % en la UE).

A pesar de esto, el primer ministro Valdes Dombrovskis, que no vacila en afirmar: «Yo no recomendaría a ningún país infligir un remedio como éste», fue reelegido en octubre de 2010. Con el fin de prevenir eventuales protestas populares, prolongó la duración del subsidio por desempleo y aplicó el programa «100 lats» (unos 140 euros), que propone un empleo en el servicio público por 100 lats durante seis meses. Aparte de esto, pretende mantener su política de austeridad. En febrero de 2011, para lograr el pago de una tercera cuota de un préstamo del FMI de un total de 200 millones de euros, Letonia tuvo que aplicar una reducción de sus gastos anuales de 500 millones de lats (703 millones de euros) durante un período que iba de 2009 a 2012. El presupuesto aprobado es el más riguroso de los últimos años, con recortes de cerca del 11 %. Entonces quizás sí, a este precio, Letonia podría esperar su entrada en la zona euro en el año 2014.

Rumania y Serbia bajo el shock de la austeridad

La crisis golpeó igualmente a Rumania, que después de una década de fuerte crecimiento, se encontró muy pronto en dificultades. En marzo de 2009 obtuvo un préstamo de unos 20.000 millones de euros. De esta suma, 12.900 millones fueron abonados por el FMI, 5.000 por la Unión Europea y 1.500 por el Banco Mundial y el resto por diversas instituciones, entre ellas el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD). Por su parte, Bucarest se comprometía en primer lugar a reducir su déficit público del 9 % del PIB en el 2009 al 5,9 %, y luego, viendo este objetivo irrealizable, al 6,8 % en el 2010. En el menú, congelación de las pensiones y de los salarios, manteniendo el salario mínimo mensual en 600 lei (450 euros brutos), supresión de 100.000 puestos en la función pública en el 2010 (o sea, un 7,5 % de los efectivos)… Y también allí, el programa de ajuste es inequívoco: en mayo de 2010 se decidió la reducción de un 25 % del salario de los empleados públicos y del 15 % de los subsidios por desempleo y de las pensiones. En un país donde el impuesto de las sociedades cayó 9 puntos, pasando del 25 % en el 2000 al 16 % en el 2009, mientras el impuesto al consumo (IVA) pasaba del 19 % al 24 %, los trabajadores tenían motivo para rebelarse.

El FMI y la Comisión Europea, en misión en Bucarest el 14 de diciembre de 2009, intervinieron directamente en la elaboración del presupuesto del 2010, una condición de la continuidad del préstamo. Así, M. Lybeck, representante del FMI en Bucarest, señalaba que «una misión técnica restringida del FMI y de la UE visitaba Bucarest para continuar la discusión sobre el proyecto de presupuesto del 2010 con los expertos del Ministerio de Finanzas». Por su parte, el primer ministro, Emil Boc, reconocía que «el presupuesto se basa en los indicadores aceptados por el FMI […] Mis prioridades son las siguientes: cumplir los compromisos derivados del acuerdo con el FMI y los asumidos con la Comisión Europea». La soberanía del pueblo rumano es burlada, los «expertos» del FMI y de la Comisión Europea ordenan y el gobierno obedece. Como declarara unos meses más tarde Jeffrey Franks, jefe de la misión del FMI en Bucarest en agosto de 2010: «Después de que las autoridades rumanas cumplan las condiciones previas requeridas, el consejo director del FMI se reunirá y dará su aval al desembolso de un nuevo tramo de su préstamo.» 12

Así, se comprende mejor que, con semejante influencia sobre el aparato del Estado y las políticas en curso, el FMI no piense en dejar el país. Después del 2010, el presupuesto del 2011 tuvo la misma suerte: el desembolso del séptimo tramo de 900 millones de euros, inicialmente previsto para diciembre del 2010, se trasladaba al mes de enero del 2011, dando tiempo para asegurarse de que las leyes sobre la reforma de las pensiones y el presupuesto del 2011 fueran aprobadas por el Parlamento. Después de la expiración del préstamo suscrito en el 2009 con el desbloqueo del último tramo, 1.000 millones de euros, concedido por el FMI en marzo del 2011, Rumania firmó un nuevo acuerdo, llamado «de precaución», por un préstamo de dos años, con el FMI (con un máximo de 3.600 millones de euros), la UE (1.400 millones) y el Banco Mundial (400 millones). La trampa de la deuda se cerró con toda su fuerza sobre Rumania.

La situación es similar en Serbia, donde a un millón de jubilados se les congeló su pensión tras la conclusión de un préstamo con el FMI de 2.870 millones de euros en mayo del 2009. Con este acuerdo, Serbia se comprometió, entre otras medidas, a reducir el coste de la administración pública, iniciar una reforma del régimen de jubilación y congelar los salarios de su administración pública y las pensiones hasta enero del 2011. El desembolso del último tramo de dicho préstamo, por otra parte, se retrasará por las negociaciones con los sindicatos y el FMI sobre el aumento de los salarios y de las pensiones que reclama la ciudadanía.

Denegación de democracia en Grecia

Fuertemente conmovida por esta crisis, Grecia asistió al rápido desembarco del FMI, que el 9 de mayo del 2010 dio su acuerdo a un préstamo «de urgencia» a Atenas de 30.000 millones de euros en tres años, del cual 5.500 millones estaban disponibles de inmediato. La UE debía aportar 80.000 millones para llegar a la suma colosal de 110.000 millones de euros. Hay que decir que la situación en Grecia es incluso agravada por las manipulaciones estadísticas que durante años permitieron disimular las cifras reales del endeudamiento, con la complicidad del banco estadounidense Goldman Sachs, que aconsejaba al gobierno griego en ese sentido mientras recogía jugosos beneficios especulando con la bancarrota del país!

Mientras el desempleo continúa su progresión después de haber trepado del 9,7 % al 12,9 % de la población activa entre el 3er trimestre del 2009 y el 3er trimestre del 2010 13 (cerca del 34 % de los menores de 25 años están sin empleo), los planes de austeridad dictados por el FMI siguen siendo aplicados en Grecia. Esta política, promovida por la troica FMI/Comisión Europea/BCE, es similar a la que condujo a Argentina, alumno modelo del FMI, a una crisis memorable en el año 2001.

En diciembre del 2010, los diputados griegos aprobaron una nueva serie de recortes presupuestarios consistentes en bajar el salario de los empleados de la televisión y los transportes públicos. En febrero del año siguiente, la UE y el FMI reclamaron una reducción de 1.400 millones de euros de los gastos en sanidad, mientras un centenar de médicos acampaban frente al ministerio de Salud Pública en Atenas. La delegación del FMI y la UE, despachada al lugar en esos días, espera la aplicación de la reforma del sistema sanitario antes de dar luz verde a la entrega del cuarto tramo del préstamo -una suma de 15.000 millones de euros- prevista inicialmente para esa fecha. Los acreedores aumentaron la presión: «Estamos en un punto crucial en el que necesitamos una aceleración de las reformas», declaraba Paul Thomson, jefe de la misión del FMI, que proponía entonces «la venta de terrenos, incluido el antiguo aeropuerto» de Atenas (según el diario Kathimerini). El objetivo de las privatizaciones de bienes públicos del Estado fue revisado al alza, pasando de 7.000 millones de euros de ingresos a realizar hasta el año 2013 (1.000 millones de los cuales en 2011) a 50.000 millones hasta 2015. Se apuntaba entonces a los puertos, los aeropuertos, los ferrocarriles, la electricidad, así como a las playas turísticas del país. Como cada vez, unas medidas draconianas reclamadas por la UE y el FMI son la condición previa requerida para desbloquear los tramos sucesivos de este megapréstamo que perpetúa la dominación neoliberal.

Irlanda pasa por el aro

La continuación de este terrible juego de dominó tuvo lugar en Irlanda, que a su turno se tambalea en octubre-noviembre de 2010 bajo las repetidas amenazas de los especuladores. El FMI le concede entonces, en diciembre de ese año, un préstamo de 22.500 millones de euros. Para el FMI, el hecho de que haya habido un cambio de gobierno a raíz de las elecciones legislativas de febrero de 2011 no debía cambiar las condiciones para el desembolso de dos nuevos tramos del préstamo. «Estos objetivos globales siguen siendo los mismos», había declarado la portavoz Caroline Atkinson. En resumidas cuentas, todo pasa como si el pueblo tuviera todo el derecho de esperar que la opinión emitida durante las elecciones se respetaría sólo si dócilmente dijera sí al FMI. Si no, sus opciones serían barridas con el dorso de la mano en nombre de intereses superiores: la conformidad con los desiderata del FMI y el reembolso a los acaudalados acreedores, aunque para ello hubiera que multiplicar los planes de ajuste estructural, que significarían decenas de medidas de retroceso social y de violación de los derechos fundamentales. Esto demuestra el poder de un FMI que tiene graves problemas con respecto a la idea de democracia: no sólo sus reglas internas son antidemocráticas, sino que además no respeta la opinión de los pueblos de los países donde interviene, manteniendo las mismas exigencias sea cual fuere el resultado de las elecciones. 14

Preparar a la opinión pública

John Lipsky, número 2 del FMI y ex alto responsable del banco J.P.Morgan, había prevenido a los gobiernos de los países desarrollados que debían «preparar» sus respectivas opiniones públicas para las medidas de austeridad que vendrían, como la reducción de las prestaciones de salud y de jubilación. Según él, «la amplitud de los ajustes que habrá que aplicar es tan vasto que podrían traducirse en un retroceso de las asignaciones de sanidad y jubilación, una reducción del gasto público y un aumento de los impuestos». Para prevenir y contener las probables revueltas populares como reacción contra estas medidas, el número 2 del FMI, consciente de los perjuicios sociales que se anunciaban, aconsejaba: «Los países desarrollados con elevados déficit públicos deben comenzar desde ahora a preparar a sus opiniones públicas para las medidas de austeridad que serán necesarias a partir del año próximo.» 15

Un mes más tarde, con ocasión de una conferencia de dos días organizada en Washington, sobre las estrategias presupuestarias después de la crisis, aclaró su pensamiento en materia de reducción de gasto público: «un aumento de años en la edad de jubilación puede contribuir a restablecer la viabilidad de las finanzas públicas a largo plazo y nuevas ganancias de eficiencia son posibles en los servicios de salud». El boletín del FMI añade: «Con más precisión, el señor Lipsky ha declarado que, en casi todos los países, es aún posible mejorar considerablemente los ingresos provenientes del impuesto sobre el valor agregado (IVA).» 16

En el caso de Francia, el FMI expresó en su boletín del 30 de julio de 2010: «Francia: la recuperación está bien encaminada, pero es necesario reducir la deuda pública […] Ahora Francia tiene que dedicarse a alcanzar el objetivo fijado en el Pacto de estabilidad y crecimiento, es decir, llevar el déficit presupuestario global al 3 % del PIB en 2013.» El apoyo del FMI a la reforma del sistema de jubilación es inequívoca, pues se inscribe perfectamente en las recomendaciones formuladas por la institución: «Para preservar la viabilidad presupuestaria sin comprometer la recuperación, los esfuerzos de ajuste se deben concentrar en las medidas que menos perjudiquen la actividad económica, a saber, la reforma de las prestaciones de los sistemas de pensiones y de salud. En esta óptica, la mayor y más difícil reforma, la de las jubilaciones, anunciada recientemente, tiende a reducir a término el déficit del sistema de jubilaciones; con toda razón hace hincapié en el aumento de la edad de jubilación efectiva, llevando progresivamente de los 60 a los 62 años la edad mínima legal de jubilación, y de 65 a 67 años la edad mínima legal que da derecho a una pensión completa.» Por último, el panfleto termina así: «Para aumentar la competitividad de la economía francesa y sacar beneficio de la expansión del comercio internacional, hay que privilegiar nuevamente las medidas apropiadas para moderar el crecimiento de los costes salariales, intensificar la competencia y promover la innovación […] la moderación del salario mínimo tendría que ser proseguida a fin de establecer progresivamente una escala de salarios que incite a los jóvenes y a los trabajadores poco calificados.»

En resumen, el FMI, dirigido en ese momento por un eminente responsable del Partido Socialista Francés (PS), apoyó e impulsó la reforma del sistema de jubilaciones del gobierno de derecha, contra la cual se manifestaron y tomaron posición numerosos militantes de izquierda. La muy discutida reforma de las pensiones en Francia no es más que un ejemplo entre otros. Presionados por el FMI, la Comisión Europea y los mercados financieros, el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) hizo aprobar en junio de 2010 una reforma laboral, muy discutida, que precariza aún más a los trabajadores y facilita su despido.

La Europa de los pueblos

Este vendaval de austeridad pone a prueba con rudeza la capacidad de resistencia de la mayoría de la población, que es duramente afectada. El crecimiento del desempleo en el seno de la Unión Europea prosigue después de haber dado un salto histórico: en 2008 estaba en el 7,1 % de la población activa, y pasó al 9,0 % en 2009, y luego al 9,7 % en 2010. 17 Representaba en 2009 más 4 millones de personas que habían perdido su empleo. Incluso, hay que considerar estas cifras oficiales como una simple aproximación del desastre social en curso y no perder de vista todos los contratos precarios y otros desempleados no contabilizados, eternos «olvidados» de las estadísticas. Frente a este grave retroceso social, el año 2010 se cerró con una reactivación de las movilizaciones contra la austeridad impuesta a los pueblos europeos para alcanzar los objetivos de reducción de los déficit fijados en nombre del reembolso de la deuda. Las reacciones de los pueblos europeos, golpeados de frente por los recortes presupuestarios, se acentúan y apuntan a los responsables: el FMI, la Comisión Europea y los gobiernos sometidos a los intereses del gran capital.

Las manifestaciones que tuvieron lugar en enero de 2009 contra la violencia de la austeridad en Lituania y en Letonia han sido las más importantes que conocieron los países bálticos desde que abandonaron la Unión Soviética, en 1991. Los media dominantes destacan en esta ocasión la «violencia» de estos «disturbios», olvidando que la violencia es ante todo obra de los que imponen unas medidas inicuas. En Rumania, el ministro del Interior, Vasile Blaga, tuvo que dimitir el 27 de septiembre de 2010 debido a las manifestaciones de miles de policías que protestaban por la reducción del 25 % de su salario, con vigencia desde el 1º de junio de 2010.

En Italia, el 24 de noviembre de 2010 los manifestantes que se oponían a una reforma, causada por una privatización rampante, que amenazaba el derecho al estudio de calidad para todos, tomaron por asalto el Senado y ocuparon la torre de Pisa y el Coliseo romano. Protestaban por los recortes presupuestarios que suprimirían 130.000 puestos de trabajo en la Educación nacional, en el quinquenio 2009-2013. El mismo día, en Portugal, las dos principales confederaciones sindicales, la CGTP y la UGT, hicieron causa común por primera vez desde 1988 y convocaron una huelga general contra la austeridad y el aumento del desempleo. Unos días más tarde, el 27 de noviembre de 2010, en Dublín, una manifestación de alrededor de 100.000 personas respondía a la convocatoria del Irish Congress of Trade Unions contra el plan de rescate de los bancos impuesto por el FMI y la Comisión Europea. En la República Checa, el 8 de diciembre de ese mismo año tuvo lugar la mayor manifestación sindical desde la caída del estalinismo, con una jornada de huelga y movilizaciones, con los policías y bomberos manifestando frente al Parlamento su oposición a la reducción salarial del 10 % en el sector público.

En Portugal, donde la tasa de desempleo superaba el 11 % de la población activa a principios de 2011, las manifestaciones contra un gobierno que se dice de izquierda, mientras aplica una política liberal de derecha, se sucedían. El primer ministro José Sócrates no esperó las recomendaciones de FMI para decidir un nuevo plan de austeridad, anunciado por el ministro de Finanzas el 11 de marzo. El plan, «bienvenido» y «apoyado» por el Comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, prevé una reducción de los gastos en sanidad y ciertas prestaciones sociales a fin de llevar el déficit presupuestario al 2 % del PIB en el año 2013. Al día siguiente, respondiendo a la convocatoria del movimiento contra la precariedad «Geração à rasca» («generación pelada», sin dinero) unas 300.000 personas salieron a la calle contra el desempleo y los planes de austeridad, y otras manifestaciones se sucedieron unos días más tarde. La presión popular es muy fuerte y el 23 de marzo de 2011, el Parlamento rechazó el cuarto plan de austeridad. Menos de dos meses más tarde, el primer ministro Sócrates renunció. Sin poder ocultar su decepción, la canciller alemana Angela Merkel afirmó: «Es lamentable que el programa de austeridad portugués haya sido rechazado por el Parlamento portugués», y añadió: «Dije que era una medida valiente, una medida justa». 18 Unas horas después que su colega Fitch, la agencia de notación Standard & Poor’s rebajó en dos puntos la nota de la deuda soberana de Portugal (de A a BBB), provocando un aumento de las tasa de interés de la deuda portuguesa. Portugal debe entonces pagar más porque su pueblo y su Parlamento dijeron no al cuarto plan de austeridad. Todo pasa como si los mercados financieros sancionaran a quienes no se inclinan dócilmente ante sus deseos de beneficio máximo e inmediato. De todas maneras, los líderes de los dos principales partidos portugueses, Pedro Passo Coelho por el centro derecha, y el primer ministro socialista dimisionario José Sócrates, en campaña por las elecciones legislativas anticipadas del 6 de junio se comprometieron a aplicar el plan de rescate del FMI y de la Unión Europea, cualquiera que fuese el resultado de la votación. Esta ausencia de alternativa explica sin duda el récord de abstención, de un 41 %, que permitió al candidato del partido social-demócrata (PSD), de centro derecha, Pedro Passo Coelho ser elegido para el cargo de primer ministro. Éste tratará de tranquilizar a los mercados asegurando estar listo para ir más allá de los pedidos de la Unión Europea y del FMI, como contrapartida del préstamo de 78.000 millones de euros a devolver en tres años (38.000 millones de los que provienen del FMI).

En Londres, el 10 de noviembre de 2010, los estudiantes tomaron por asalto la sede del Partido conservador cuando se manifestaban contra los planes de austeridad del gobierno británico. El primer ministro David Cameron declaró que el gobierno «está en vías de tomar medidas difíciles para contener la deuda y el déficit», entre ellas la duplicación de los derechos de ingreso universitario, de 3.290 libras (3.915 euros) a 6.000 libras anuales y, en «circunstancias excepcionales», a 9.000 libras de aquí al 1012. Concluía: «No vamos a retroceder. Aunque lo quisiéramos, no deberíamos volver a la idea de la universidad gratuita.» 19 El movimiento social más importante desde las revueltas que precipitaron la caída de Margaret Thatcher hace dos décadas, no pensó quedarse en esto, y el encuentro contra la austeridad del 26 de marzo de 2011 en Londres fue de una amplitud inigualada desde la manifestación contra la guerra de Iraq, que había concentrado un millón de personas en el año 2003.

Mientras que la austeridad se traducirá especialmente en la supresión de por lo menos 300.000 puestos de trabajo y la congelación de los salarios en la función pública, para obtener un ahorro de 81.000 millones de libras (unos 92.000 millones de euros) hasta el año 2015, el gobierno de David Cameron, ante la indignación provocada, debe volver a su proyecto de vender 150.000 hectáreas de bosques. 20 La movilización popular logró parar este proyecto en el 2011, proclamado por la ONU «año internacional de los bosques». Si hubiera prosperado el proyecto se habría puesto el patrimonio forestal de Inglaterra a disposición del sector privado, con las consiguientes maniobras de loteo, de construcción de terrenos de golf, de barrios de vacaciones, etc., en lugares hasta ahora protegidos.

Finalmente, el 15 de mayo de 2011 surgió en España un movimiento sorprendente por su amplitud y su espontaneidad, que emana en parte de la «generación Tahrir», de la plaza del mismo nombre que simboliza la revolución en Egipto, así mismo consecutiva de la revolución tunecina. La población se organiza por medio de asambleas populares y comisiones de trabajo en más de sesenta ciudades de España. Las manifestaciones de masas han vuelto y los indignados se movilizan de la misma manera, en Atenas, delante del parlamento griego.

Pero, a pesar de las movilizaciones sociales, quienes aplican las medidas exigidas por el FMI prosiguen los atentados contra los derechos sociales. A pesar de las fuertes movilizaciones en Grecia y la sanción de los electores en Irlanda contra un gobierno sometido a sus dictados, los responsables del FMI mantienen a toda costa el rumbo hacia la austeridad. El nombramiento de la ministra francesa de Finanzas Christine Lagarde, que confirma una vez más el dominio de Europa sobre la Institución, no cambia nada. Después de haber gastado cerca de 150.000 euros a costa del contribuyente francés para su campaña con el fin de obtener ese puesto, la nueva presidente del Fondo, por otro lado demandada en una investigación por «complicidad en fraude y malversación de fondos públicos» en el caso Bernard Tapie – Crédit Lyonnais, se concede, recién llegada, un aumento de salario del 11 %. La institución, cuyos numerosos expertos no habían previsto la llegada de la crisis de las subprimes en Estados Unidos, ni su expansión a Europa y al mundo, prosigue la misma política devastadora.

Algunos datos útiles sobre Dominique Strauss-Kahn

1. Ejerció las funciones de ministro de Industria y Comercio Internacional de 1991 a 1993, período durante el cual participó en las negociaciones comerciales de la Ronda Uruguay, preparatoria de la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

2. En 1994, participó, con Raymond Lévy, por entonces PDG de Renault, en la creación del Círculo de la Industria, especializado en la defensa de la industria francesa en Bruselas, del cual fue vicepresidente y donde se codeó con la gran patronal.

3. En 1997, Lionel Jospin, nuevo primer ministro, lo nombró ministro de Economía, Finanzas e Industria. Fue el artesano de las privatizaciones masivas, en particular la de France Telécom, a pesar de que el programa de Jospin excluía a esta última. Bajo su impulso, su gobierno (1997-2002) privatizó más que los gobiernos de derecha de Balladur y de Juppé juntos (31.000 millones de euros frente a 25,7 millones), en particular algunas estrellas de la economía francesa que escaparon así al control público: Air France, Aérospatiale (AEDS), Thomson, autopistas del Sur de Francia, France Telécom, Eramet, compañías de seguros (GAN, CNP), bancos (Crédit Lyonnais, CIC, Marseillaise de Crédit, Crédit Foncier de France) etc.

4. En mayo de 2005 se editó un DVD a favor del «sí» al Proyecto por el que se instituye una Constitución para Europa. El «no» recogió en Francia más del 54 %.

5. El 17 de septiembre de 2006 declaró: «Las universidades francesas están en vías de hundirse en los palmarés internacionales. Es necesario crear una competencia entre los establecimientos y poner fin a la hipocresía del diploma único. Lo que no impide mantener el sistema en el sector público y conservar una visión igualitaria.» Y añadió: «Para mí, no constituiría ningún escándalo que la cátedra de física nuclear de París VI sea financiada por EDF (Electricidad de Francia), si ésta considera que es bueno para su imagen. Pero no es la costumbre.» 21

6. En noviembre de 2008, al acabar su visita a Libia, declaró: «El Magreb ha realizado progresos destacables y su potencial es considerable. […] He felicitado a los participantes de la Conferencia de Trípoli por haber adoptado el plan de acción para acelerar las reformas en materia de facilitar los intercambios, de integración financiera y de promoción del sector privado y de proyectos comunes. […] El principal desafío es mantener el ritmo de reformas en curso tendientes, entre otras cosas, a reducir el tamaño del Estado. En ese contexto, el Programa de distribución de la riqueza comporta a la vez una buena ocasión y ciertos riesgos. Si es estructurado y puesto en pie convenientemente, este programa podría promover el sector privado minimizando a la vez los riesgos planteados para la oferta de servicios públicos esenciales.» 22

7. El 18 de noviembre de 2008, fue condecorado con las insignias de Gran Oficial de la Orden de la República por el dictador tunecino Ben Alí. En esta ocasión, Strauss-Kahn declaró: «La economía tunecina va bien, a pesar de la crisis […] la política económica que se sigue es sana y pienso que es un buen ejemplo que pueden seguir muchos países […] el juicio que tiene el FMI sobre la política tunecina es muy positivo […] las cosas seguirán funcionando correctamente.» 23

8. «Se vive 100 años, no se va a continuar teniendo la jubilación a los 60 años.» (Le Figaro, 20 de mayo de 2010). El ministro de Trabajo de Nicolas Sarkozy, Éric Woerth, le agradeció públicamente su posición a favor de la reforma de las jubilaciones. 24

9.- Acusado por una mucama de un hotel de Manhattan e «inculpado de agresión sexual, secuestro de persona y tentativa de violación», pasó varios días en prisión antes de dimitir y de ser puesto bajo residencia vigilada el 19 de mayo de 2011, gracias a haber pagado una fianza de 1 millón de dólares, acompañada de un depósito de garantía de 5 millones de dólares. Probablemente no tendrá la misma suerte que Horst Köhler, ex director general del FMI, que había anunciado su dimisión un año antes de la expiración de su mandato en marzo de 2004, para asumir la presidencia de la república federal de Alemania…

Ultraliberal, antidemocrático y pro yanki

En 2008 y después en 2010, se decidió dos reformas sucesivas del FMI para tratar de hacer frente a las críticas de los países emergentes, que se consideran, con toda razón, subrepresentados. 25 La de 2008 no entró en vigencia hasta marzo de 2011, dado que la ratificación por un número suficiente de países tarda a menudo mucho tiempo. Esta reforma de los derechos de voto lanzada por los países miembros fue presentada como «una decisión histórica» por entonces su director general con ocasión de la reunión del G20 en octubre de 2010, quien agregó: «La cuestión que se plantea desde hace mucho tiempo sobre la legitimidad del Fondo está resuelta. Es una etapa muy importante del camino hacia una institución totalmente legítima.»

No nos engañemos: esta transferencia de derechos de voto no es más que una «reformita» que no altera las relaciones de fuerza en el seno de la institución. Estados Unidos conserva su derecho de veto de facto sobre todas las decisiones importantes, lo cual le permite bloquear cualquier cambio de fondo; los países desarrollados aceptaron una leve erosión de sus derechos de voto en el seno del Consejo de Administración (compuesto por 24 administradores) en beneficio de Corea del Sur, China, Turquía Brasil y México. Pero los números no mienten: en la mesa del Consejo de Administración del FMI, los representantes de los países más ricos (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, Australia, Italia, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca, Suiza, Arabia Saudí) detentan más de dos tercios de los derechos de voto. Por consiguiente, la gran mayoría de los países en desarrollo no tienen ni voz ni voto… De todos modos, la mayoría de los dirigentes de los países emergentes, perfectamente formateados antes de asumir su puesto, defienden en el nivel internacional unas políticas económicas absolutamente acordes con la actual lógica del FMI.

Los ejemplos aquí desarrollados muestran cómo la lógica del ajuste estructural está lejos de haberse visto afectada, a pesar de lo que diga el FMI, que incluso ha utilizado la actual crisis para reforzar su influencia sobre la economía de los países europeos, siguiendo el ejemplo de lo que pasó en el Sur con la crisis de la deuda de 1982. El FMI dicta su voluntad a los gobiernos, le impone medidas muy impopulares y se inmiscuye hasta en la elaboración del presupuesto del Estado y de la política macroeconómica. Esta «reformita» del FMI tiene después de todo su importancia: confirma que no se puede esperar nada de un FMI claramente irreformable.

Capítulo 3 del libro La deuda o la vida, Europa en el ojo del huracán, Icaria, 2011. Ver: http://www.icariaeditorial.com/libros.php?id=1241

Notas

1 Joseph E. Stiglitz, El malestar en la globalización, Santillana, Madrid, 2002.

2 Anne Cheyvialle, «La population traumatisée par deux interventions passées du FMI», Le Figaro, 26-27 de marzo de 2011, p. 22.

3 Véase Naomi Klein, La doctrina del Shock. El auge del capitalismo del desastre, Paidós, Barcelona, 2009. También el film La doctrina del shock, dirigido por Michael Winterbotton, Gran Bretaña, 2008.

4 Renaud Vivien, «L’annulation de la dette du Tiers Monde», Courrier Hebdomadaire nº 2046-2047, CRISP, 2010, p. 37.

5 Especialmente Argentina y Brasil (9.900 y 15.400 millones de dólares, respectivamente, a finales de 2005), y también Tailandia, Uruguay, Filipinas, Indonesia, Turquía. El CADTM lamenta estos reembolsos anticipados pues, a pesar de que permiten ahorrar los intereses debidos, legitiman la deuda y anulan su carácter eventualmente odioso.

6 Véase Christian Morrisson, La faisabilité politique de l’ajustement, OCDE, París, 1996. http://www.oecd.org/dataoecd/24/23/1919068.pdf. Este documento ha sido ampliamente comentado por Éric Toussaint en La bolsa o la vida. Las finanzas contra los pueblos, capítulo 13, Clacso, Buenos Aires, 2004.

7 Ibid. pp. 22 y 29.

8 Le Figaro, «Hongrie: Fitch salue le résultat électoral», 26 de abril de 2010.

9 Despacho de Reuters, «Le président ukrainien relève le salaire minimum malgré le FMI», 30 de octubre de 2009.

10 Su sueldo anual para el año 2010 era de 441.980 euros, sin contar una indemnización de 79.120 dólares para cubrir sus gastos de representación.

11 Despacho de Reuters, «Baisse des pensions retraite – le gouvernement letton désavoué», 21 de diciembre de 2009, http://fr.reuters.com/article/frEuroRpt/idFRLDE5BK14A20091221. Véase en castellano en el sitio Red-DESC, Red Internacional para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, http://www.escr-net.org/caselaw/caselaw_show.htm?doc_id=1285943&country=13565&attribLang_id=13441

12 Jérôme Duval, «El FMI dispone, Rumania abdica», 14 de marzo de 2010, http://www.cadtm.org/El-FMI-dispone-Rumania-abdica

13 Eurostat, 1º de febrero de 2011, http://epp.eurostat.ec.europa.eu/cache/ITY_PUBLIC/3-01022011-AP/FR/3-01022011-AP-FR.PDF. La tasa de desempleo oficial era del 13,9 % de la población activa en noviembre de 2010.

14 Podemos señalar el caso de Brasil, donde los dos protagonistas de la elección presidencial del 2002, Fernando Cardoso y Lula da Silva, tuvieron que firmar antes de la elección un documento en el que se comprometían a respetar, si fueran elegidos, el acuerdo ya rubricado con el FMI, que sellaba las grandes líneas del futuro económico del país.

15 Despacho de Reuters, «Le FMI plaide pour des mesures d’austérité dès l’an prochain», 21 de marzo de 2010, http://fr.reuters.com/article/businessNews/idFRPAE62K05V20100321

16 Bulletin FMI, abril de 2010, http://www.imf.org/external/french/pubs/ft/survey/so/2010/newo4230af.pdf

17 Eurostat, datos anuales, http://epp.eurostat.ec.europa.eu/tgm/table.do?tab=table&init=1&plugin=1&language=fr&pcode=tsiem110. En su informe 2010, la OCDE declara: «Partiendo del 5,6 % a fines de 2007, el nivel más bajo después de 28 años, la tasa de desempleo de la zona OCDE llegó al 8,5 % en el primer trimestre de 2010. Por lo tanto se produjo un aumento de 17 millones de personas en el número de desempleados…».

18 Despacho de AFP, «Merkel regrette le rejet par le Parlement portugais du plan d’austérité», 24 de marzo de 2011.

19 «We won’t go back. Look, even if we wanted to, we shouldn’t go back to the idea that university is free.» Citado por The Guardian, 11 de noviembre de 2010, http://www.guardian.co.uk/politics/2010/nov/11/cameron-no-turning-back-tuition-fees-rise

20 The Guardian, «Forest sell-off plan by government is «asset-stripping our natural heritage»», 24 de octubre de 2010. La ministra de medio ambiente, Caroline Spelman, anunció el abandono del proyecto el 17 de febrero de 2011.

21 Libération, «Depuis New York, Strauss-Kahn veut dinamiter les facs», 19 de septiembre de 2006, y en un sitio de apoyo a su candidatura en las primarias del Partido Socialista: http://www.dskpour2012.com/dominique-strauss-kahn.html

22 Comunicado de prensa consultado el 12 de marzo de 2011, http://www.imf.org/external/french/np/sec/pr/2008/pro8290of.htm

23 Véase el video http://www.cadtm.org/Strauss-Kahn-decoe-par-Ben-Ali

24 Despacho de AFP, «Retraites: merci à DSK (Woerth)», 7 de octubre de 2010.

25 Véase el punto 10 de Las cifras de la deuda, http://www.icariaeditorial.com/pdf_libros/Anexo%20la%20deuda%20o%20la%20vida.pdf; www.cadtm.org.

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