Con la fecha límite para inscripción de candidatos y candidatas para la Presidencia de Ecuador a la vuelta de la esquina, las fichas de cada uno de los movimientos y partidos políticos están prácticamente definidas. Aunque muchas candidaturas estaban bastante pronosticadas, como la de Guillermo Lasso por parte de CREO, o Lenin Moreno de parte […]
Con la fecha límite para inscripción de candidatos y candidatas para la Presidencia de Ecuador a la vuelta de la esquina, las fichas de cada uno de los movimientos y partidos políticos están prácticamente definidas. Aunque muchas candidaturas estaban bastante pronosticadas, como la de Guillermo Lasso por parte de CREO, o Lenin Moreno de parte del oficialismo, la proclamación del General (r) Paco Moncayo Gallegos para representar en la contienda presidencial al Acuerdo Nacional por el Cambio (ANC) ha sido prácticamente la sorpresa dentro del tablero electoral ecuatoriano. Un golpe sobre la mesa.
Esto también después de una inesperada reactivación de un partido político como la Izquierda Democrática (ID) que trata de recuperar el espacio abandonado por la socialdemocracia ecuatoriana en la década de los 90. Los dos acontecimientos no pueden entenderse por separado. En menos de una semana, en movimientos relámpago el ex general pasó de coordinador de la ANC a candidato presidencial por la ID 1 , y enseguida a ser el presidenciable de la ANC 2 .
Por otra parte, el ANC es la evolución política de un intento previo de los partidos y movimientos de izquierda por construir una alianza política de base amplia para presentar batalla en una contienda electoral, la Unidad Plurinacional de las Izquierdas. En el año 2013, esta se presentó con Alberto Acosta y Marcia Caicedo como binomio electoral, pero no llegaron a obtener ni el 4% de los votos en las elecciones generales. Desde sus inicios, esta unidad de izquierdas ha pretendido agrupar una variedad de movimientos y partidos de este espacio del espectro político. Así, estuvieron juntos en esta alianza primera, el Movimiento Popular Democrático (MPD), Pachacutik (PK), Montecristi Vive, Socialismo Revolucionario, RED, el PCMLE, así como otros movimientos sociales y sindicales.
Para esta nueva campaña electoral que culminará en febrero de 2017, la renovada alianza de izquierda se denomina Acuerdo Nacional por el Cambio, que a pesar de algunos cambios en su constitución (como la renovada Unidad Popular, antes MPD), solo logra incluir a la también resucitada Izquierda Democrática. Pero, el incluir a un partido como la izquierda Democrática dentro del ANC ¿es más estrategia electoral o verdadero reconocimiento del progresismo de este nuevo-viejo partido y del propio Moncayo?
La figura política de Paco Moncayo está relacionada principalmente a sus años como Alcalde de Quito (2000-2009) y luego como legislador en la Asamblea Nacional (2009-2013). Si bien, su gestión municipal es, en general, bien recordada por los habitantes de la capital por sus trabajos por la modernización de su infraestructura, especialmente de alcantarillado y agua potable. Además de sentar las bases para el despegue de Quito como ciudad metropolitana y ventana del Ecuador como destino turístico mundial. A pesar de lo anterior, Moncayo nunca fue una figura relevante de la izquierda en el país, sino más bien de la burguesía progresista quiteña. Condición que tomó su administración municipal.
Esto se presentó claramente en varios episodios que vendrían bien recordar ahora. En sus primeros años como alcalde de la capital existió el intento de privatización del agua de la ciudad 3 , posteriormente una turbia negociación para la construcción del nuevo aeropuerto con un consorcio canadiense (contrato que tuvo que ser renegociado por la administración de Augusto Barrera). También, podemos mencionar la planificación y construcción del túnel Guayasamín, que en menos de 10 años fue desbordada por el propio tráfico que pretendía diluir. Pero, principalmente, el sello de su administración fue la implementación de un modelo de gestión municipal centrado en fundaciones y corporaciones privadas. Es decir, la encubierta privatización del manejo de los recursos públicos de Quito. Estas llegaron a gestionar, incluso, más del 50% del presupuesto municipal 4 . Con este historial de manejo público, de tinte más oligárquico que progresista, es complicado situar a este nuevo presidenciable como perteneciente al ala izquierda del tablero político en Ecuador.
Entonces, ¿por qué el ANC lo fichó como su candidato para la lid electoral de febrero próximo? Se podría argumentar que la dirigencia del ANC hizo un cálculo electoral lógico. Ninguna de sus figuras más relevantes tiene un peso electoral adecuado como para atraer los votos suficientes para en verdad poner en aprietos al candidato/a de la derecha, y peor aún al binomio del oficialismo. La manera más fácil de atraer los votos es aliarse con sectores más centristas y de derecha que tengan una base electoral más amplia y que puedan presentar a un candidato algo más » amable » para las clases medias. Un candidato/a que no proyecte el izquierdismo duro de los propios integrantes del Acuerdo, pero tampoco resalte por su trayectoria conservadora o tenga vínculos evidentes con la oligarquía histórica. La figura de Paco Moncayo cumple, como nadie ahora mismo, con estos requisitos.
Pero quizás esta coalición le termine reventando en la cara a la izquierda, porque nadie dentro del propio ANC puede asegurar que Paco Moncayo y la ID termine por cumplir su pacto con esta alianza. El ANC le ofrece una plataforma política con algunos años de recorrido, al contrario de lo que podría pedir de su propia tienda. Por otro lado, igual que su relampagueante ascenso hacia la candidatura, fue su meteórico acercamiento posterior con sectores empresariales y de derecha nacional. Y para más sumun, fueron sus declaraciones acerca de que si su binomio no llegara a la segunda vuelta, daría su apoyo al binomio de oposición al gobierno. Oposición que será con seguridad algún representante de la derecha.
Todo esto hace pensar que, tanto Moncayo (y la ID) como el ANC se están utilizando mutuamente para volver a ser relevante en la política ecuatoriana. ¿A quién le saldrá más cara esta estrategia electoral? Podríamos decir que la ID no tiene nada que perder en este momento, pero la ANC podría terminar perdiendo lo poco que le queda.
Renato Villavicencio Garzón es Máster en Estudios sobre Globalización y Desarrollo por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y Máster en Análisis Político por la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Referencias:
1. «Paco Moncayo será el candidato a la Presidencia por la Izquierda Democrática», visto en El Comercio, 24 septiembre 2016. http://www.elcomercio.com/actualidad/pacomoncayo-candidato-presidencia- elecciones-politica.html
2. «En la Plaza de Toros, Paco Moncayo toma «la alternativa» «, visto en Plan V, 03 octubre 2016. http://www.planv.com.ec/historias/politica/la-plaza-toros-paco-moncayo-toma-la-alternativa
3. «Municipio de Quito, Ecuador, quiere privatizar el agua», por Rosa Rodríguez J., Red Voltaire , 24 de agosto 2004, www.voltairenet.org/article121930.html
4. «Fundaciones: nueva forma de atracar los recursos naturales», Red Voltaire , 26 de febrero 2008, www.voltairenet.org/article155442.html
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