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Reseña de "Changó, el gran putas", de Manuel Zapata Olivella: Sentido de cooperación vs. prurito de acumulación

El negro no quiere mal para nadie aun obligado a escoger ‘confesión’ o ‘tortura’ (III)

Fuentes: Rebelión

Cap. III (375-405): El Aleijadinho: Donde quiera que tus manos sin dedos dejen la huella de tu espíritu. El Lisiadito, Antonio Fco. Lisboa (1730-1814), escultor y arquitecto brasileño, mulato, hijo de portugués y esclava, de vida trágica aunque fructífera y al que la lepra le quitó dedos/manos y pies; haciendo de su mal un poder, logró una obra con vigor y expresión americanos; se le considera el mayor escultor del hemisferio en la historia, por combinar escultura/arquitectura y teatro, de modo magistral, v. gr., los doce profetas de Congonhas, cuyo conjunto puede leerse como un solo texto que no va a un sujeto sino a la Humanidad; y dando forma a un arte sincrético: lo que al principio parece una concesión al branqueamento, termina siendo, como en la iglesia de San Fco. de Asís, de Ouro Preto, todo lo contrario, en tanto la conexión de la imaginería, posiblemente europea, hace parte en definitiva de la tradición negra africana, con lo cual termina, de golpe, por confundir/engañar al espectador. Todo esto va a convertirlo en el artífice perfecto del barroco: perla irregular, así se define al estilo, que crea algo mediante capas, tal como la ostra segrega en torno a un grano de arena oculto e íntimo. Como esa perla, el barroco, vía Aleijadinho, ofrece la ocasión mágica de revelar por ocultamiento, tomar conceptos o formas y fundirlos con otros más, “de modo que a través de las [muchas] capas de brillo, movimiento, imaginería y sinuosidad podamos intuir, sin captarla nunca cabalmente, la idea central en toda su complejidad”, dice A. Manguel en Leyendo imágenes, La imagen como subversión – El Aleijadinho (Norma, 2002: 217/42): se destaca su habilidad para convertir oro, madera y piedra en sucedáneos de “la carne palpitante”, para crear vida a partir de lo muerto, “en gozosa desobediencia del segundo mandamiento del Dios celoso de su padre.” (242) MZO intenta un retrato humano: “… la sangre de mis muñones coagulada en los rostros de los profetas que he esculpido” y un sincretismo literario: “Oseas con su pluma alzada… Jonás todavía oloroso a vientre de ballena… El león de Daniel rugiendo a mis pies.” (375) Muestra la tenacidad del inválido, la adversidad vuelta motor por un ser inteligente. Cómo el explotador desconfía de sus explotados, los trabajadores del oro en Minas Gerais, estado que llegó a tener dos millones de kms2 para su explotación y que hizo de Río, la segunda capital de Brasil, detrás de Bahía. Paralelo a eso, muestra la avaricia y la soberbia del opresor: Antonio al sobrino Januario: “… debes de saber, […] el estómago siente más hambre por los minerales de la tierra que por los frutos que en ella se cosechan.” (385). Las palabras del vivo, salen con igual aliento a las del muerto: lo dicho, quien estudia, se estudia. Más que predicar la libertad, es cómo conquistarla y debe ser igual para todos. La fama de su arte nunca fue mayor al cariño que siempre recibió. La esclavitud duele más que sus llagas. Aun con el relato de su ayudante/tallador afro Maurício: “¡No, mi mestre! Aunque sea su esclavo, estas manos no lo obedecerán nunca” (404), con sus manos atadas por aquél al cincel y al martillo, logró mostrar un dios hombre, a la Kazantzakis, con figuras tan distintas de la suya como pudo urdir. En esos gestos/rostros surgidos de su mente acaso proyectaba su anhelo, en una suerte de blanqueamiento por el arte, no por presiones de políticos o por traición a sí mismo. Como dice Manguel, aun con el fuerte arraigo del barroco en el Nuevo Mundo, hasta llegar a ser casi vernáculo: “Los lujos importados con que el rey Juan V enriqueció el estilo portugués eran para los súbditos de la metrópoli el desarrollo o la corrupción de un arte que ellos y sus ancestros habían visto cambiar desde sus primeros tiempos”. (232/33) A ella, fue ajeno el tipo contrahecho y deforme, el artista acendrado y versátil Aleijadinho, como a la definición que da L. Boff (5/dic/2013): “Palabra que se origina en la teología. Antes del pecado original, la tradición cristiana decía que el ser humano vive en una situación de corrupción. San Agustín explica la etimología: la corrupción es tener un corazón (cor) roto (ruptus) y pervertido.” La Iglesia a través de la historia no ha tenido otro cor, a diferencia de quien, con sus manos aun sin dedos, dejó la huella de su espíritu: de ello dan fe 76 esculturas hechas durante 9 años en Congonhas, las más potentes de su tiempo e incluso de la actual y decadente era Bolsonazi.

Cap. IV (406-438): José María Morelos: El llamado de los ancestros olmecas. (1775-1815), cura, héroe de México, mestizo triétnico: en la Carta de Apatzingán confirmó la libertad de los esclavos que anunció Hidalgo, 1810. Al pasar por el cementerio, los muertos asoman al cercado donde están presos: Pedro Páramo (22): Ngafúa, lo lleva a sus ancestros. Extraños curas reprimen al pueblo y predican amor con tanto odio, como si fuera América, ya no México. Es elegido para devolver la dignidad a negros e indios oprimidos y a herederos mestizos/zambos y mulatos. Luego, penado, no por cómplice de herejes, apóstata, traidor al rey y al Papa, sino por su ralea de negro. (410) Ancestros le fallaron/dictaron degradación y muerte. Para la Inquisición, blasfemo, tolerantista, por intentar homologar religión con rebelión, además de encubridor de su hijo, tenido por brujo. Ateo y réprobo, se atrevió a decir la soberanía emana del pueblo y no de un dios y predica que la patria no será libre hasta expulsar al tirano español. Por eso, lo obligan a hincarse para azotarlo, pero él, ya cadáver, no siente las desgarraduras. Las balas no lo hunden entre los bazimu: Ngafúa entonces dirige la 2a descarga para que su cadáver pueda andar con su ídem ración de plomo. (412) Chema cuenta las misteriosas mulas: “Trece, mal número”. El caballo melado que lo acompaña, aun ciego, en la noche recupera la visión y lo guía por caminos inhóspitos, mientras se pregunta dónde aprenderán los gitanos a mirar las cosas que escapan al resto. Al topar a la Chingada descubre su vocación de pastordehombres, así lo lapiden. Sabe que negros/indios y mezcladitos penan por el mundo “sin saber cuándo [hallaremos] otra vida menos parecida a la de las bestias.” (416) Su superior, le aprieta el cuello: “Eres un negrito simpático, y como todos […] debes ser obediente a los ministros del Señor.” (418) Su parcero Hidalgo es excomulgado y Morelos, su cómplice, por volver la capilla de Carácuaro fortín útil a los alzados. Nagó empuja sus pasos hacia los curas rebeldes/excomulgados. Morelos/Hidalgo: objetivo común, la libertad; destino común: la muerte. Chema descubre dos factores para poder ser libres: apellidos y posición: ser hijo de dos castas, lo hace descastado. Por órdenes de Clemente XII, los pardos son indignos para dirigir almas. Solo por la partida de bautismo que lo blanquea, puede ser religioso. Las castas son abolidas. Otra cruz carga, cuando se sospecha que la gente no asiste a su iglesia y desoye sus deberes: pero él los reduce al yugo de Cristo con amor y paciencia. MZO destaca su drama en vía a elegir confesión o tortura al ser víctima de racismo. El pueblo, cansado de rogar, deja las iglesias. El indio Jacinto Canek, Kaan Ek, serpiente negra o de la estrella, asesinado de 31 años por armar a inconformes con palos y azuzarlos contra el feudo Provincial. Mientras la VdeG no consiente abusos, la madre de Chema, sabedora del maltrato al hijo, agoniza en Pátzcuaro. Por contraste, la profecía de los ancestros olmecas lo convierte, sin saberlo, en general de Changó. Su estado mayor: curas rebeldes y tenientes de varios pueblos. En un canto que también podría ir por Zapata/Villa, la soldadera acuña la pólvora: “…por mi general Morelos, / doy todo mi corazón!” (429) Le notifican caída y cárcel de Hidalgo. Lo que el ELN no dijo a Camilo, JM lo recibe de su tropa: “¡Señor, usted no debe exponerse, así como un soldado! ¡Para eso estamos nosotros!” (430) En Orizaba Dña. Mariana le cede su casa al Estado Mayor. En Tlacotepec, donde sus ancestros esperan rinda cuentas, lo llaman inepto. Al exclamar: ¡Ya no soy nadie!, Tata Gildo le dice pifiarse porque él lo cuida por Nagó. El fantasma de la Rocha usa un traidor para que lo delate, mientras el códice de Hidalgo abole la esclavitud. La algarabía de muertos se hace sentir hasta no redactar el Acta de Independencia. Ardido en fiebre, llama a Quintana Roo; oye voces: América es libre de España u otra nación/monarquía. Quintana escribe, los hombres son iguales, solo los distingue vicio y virtud. Su tinta es indeleble: deben distribuirse las fazendas cuyos terrenos útiles rebasen dos leguas para facilitar división de la propiedad, porque el goce de cada ciudadano consiste en igualdad/seguridad y libertad. (436) En México se mezclaron las sangres… hasta que llegó la Loba Blanca. Para José M. Morelos su padre era ya difunto cuando lo engendró con la orden de que lo reviviera, libre, con sus guerras.                  

V parte: Los ancestros combatientes: Cap. I (443-481): El culto a los ancestros. (23) A través de la afro Agne Brown, su padre Timothy, el indio Zaka/Nube Negra/hijo de Gato Salvaje, vigilante de pueblo/tierra/ancestros negros, el reverendo Robert, el profe Harrington, la racista tía Harriet, para quien las chicas del servicio le señalarán su lugar a Agne, MZO hace una suma etno/antropológica sobre lo que fue el viaje obligado de 100 millones de afros a América y la lucha de sus ancestros guerreros que no se sabe cómo superaron tanta maldad: no obstante, Changó los señaló para liberar al muntú: la cultura tecnificada tiene mucho que aprender del hombre elemental (450). Al referirle Harrington la supremacía blanca, Agne le hace ver que sin la fuerza de los negros la Humanidad seguiría en la barbarie: su músculo y su humillado cerebro, convertidos en palancas del blanco, han movido al mundo (451). La familia humana es el dios más potente: el nexo vivos/muertos, el culto a los ancestros, pondrá fin al monoteísmo por el panteísmo. (452) Agne lleva la cicatriz, como hija del pastor, que quizás ninguna otra niña afro vivió, al serlode un blanco que no la engendró y por ello ha requerido muchas noches para recuperar la memoria de años de dominación. Nadie en Lawrence al verla pasar con él, piensa: “Eh, ahí va la hija del linchado Tim Brown.” (457) A diferencia del blanco, capitalista, que pregona, callado, ego/división e individualismo, los negros pregonan hermandad, trabajo colectivo y cooperación en cultivos, slums, fábricas, donde se active su rebeldía ante la afrenta de aquel. Otra víctima inocente del blanqueamiento (493), sin que su piel se aclare, con borrón del pasado africano incluido, al tomar el tren para Atlanta, con su hermana Susan, sobre la rodilla del padrastro. Vendrán arrestos, cargos por proxenetismo/prostitución, ofensas, como desnudarse, por si lleva armas, frente a los 200 kilos de la superior, gendarme. (465) La antropóloga de la U. de Columbia es convicta por poliandria en público. Se le tilda de depravada, mientras solo practica vitalismo africano, algo que el blanco no capta o su hipocresía, y la de la autoridad, le ayuda a ocultar. Detrás de todo, proselitismo religioso, el diablo blanco enquistado en la mente negra. Y delante del dolor, la música: “¡Mississippi! / Te mido por mis penas /largo camino de sangre / sin cabeza ni cola.” (470) Un consuelo, Schweitzer: “Hay dos formas de refugiarse de las miserias de la vida: la música y los gatos.” Para Ngafúa, es hora de que los negros dejen de sembrar granos y criar cerdos y recobren el saber acumulado en las U. y cortes imperiales del antiguo Níger: “Realmente existen tales universidades y escuelas en Hampton”, dice Booker T. W., quien veía en la educación la clave para el ascenso político/social de los negros en la estructura de EEUU y en el hambre de saber una virtud de la raza humana. (473) Ningún otro pueblo ha resistido a las peores injusticias, al poder más déspota, a la opresión más desculturizadora. 

Por último, la lideresa Francia Márquez al aceptar el Premio Goldman medioambiental (24): tantas veces una mujer buscando para la comunidad justicia, la misma que muchos hombres desprecian con relación a los otros y que los políticos apenas buscan para sí; una mujer recuperando vía memoria las luchas de su pueblo, el agobio en haciendas/minas esclavistas; rindiendo tributo a sus ancestros bajo la égida del sacrificio (no religioso), la lucha tenaz, el combate a la desidia; rescatando solidaridad, respeto, honestidad, valor de la tierra; recordando, la dignidad no tiene precio, resistir no es soportar, debe amarse al territorio como al cuerpo, a la vida, y aun en riesgo luchar por ellos, con amor maternal como factor básico; hay que seguir pariendo justicia y libertad: en fin, cambiar el modelo económico de muerte, por un modelo que respete/garantice la vida. El sentido de cooperación, de nuevo, enfrentado al prurito de llenar las alforjas como en el Oeste bajo la guía avariciosa de la acumulación. *

Cap. II (482-568): Los fabricantes de centellas. MZO emprende una/otra historia de EEUU: desmitificar al viejo Oeste por el no citado genocidio de 100 millones de indios (igual el de 80 por España), mientras los judíos refieren seis por vía nazi. Idas al futuro, a Malcolm y su crimen, que da pie a calumnia del blanco: inmigrante polaca: “Puedo asegurarles que fueron los musulmanes negros.” (484) Igual dirán autoridades blancas. Único musulmán implicado con pruebas: L. Farrakhan, según él responsable moral. (25) De un relato acronológico, brotan traidores (Black Scorpions), líderes, esclavos libertos, a la cabeza Garvey vocero del regreso a África mientras otros pugnan integracionismo, MLK, o separatismo, MX. Vendrán más héroes: Booker T. W., Nat Turner, S. Truth, D. Vesey, H. Tubman, para los blancos, negros ignorantes y fanáticos. (p. 485) En medio, desvirtuación del credo africano por el blanco pues el nuevo culto despierta falsos anhelos en el abrumado al confundirlos con salvación. Los traumas de infancia de Agne y, ya adulta, su nexo con Joe, inválido de guerra y único hombre que amó. (498) Exclusión, racismo e intolerancia, del viejo Perkins: la identifica, aun en lo oscuro, por el olor de la piel. (487) Surge el Ras-Tafari, despertador de América con el fuegotrueno de su voz. Agne profetiza: ¡África para los africanos del mundo!, no como la Doctrina Monroe: solo para gringos y europeos en casi toda África. A. Jackson, B. Bill, D. Boone: no faltan asesinos de indios que Hollywood validó al difamarlos como en El prófugo, cuyo actor cita Brando: “J. Wayne causó más daño que Custer en toda su vida, al proyectar la imagen estúpida de un blanco valiente que lucha en la frontera contra salvajes ateos. Hollywood necesitaba malos, [ellos] pasaron a ser [símbolo] del mal.” (26) Ríos de sangre india/zamba/negra corre a bosques vecinos: la noche los ciega y solo los ilumina la vendetta. (491) Agne reconoce días de blanqueo, como el intertexto deja ver con Aleijadinho. Nagó: “La libertad es […] semilla que ha de [regarse] con sangre.” (496) Vuelve la memoria futura, Malcolm X, el Rojo de Detroit, supraconciencia, cuyo padre fue otra víctima del KKK, y con él el verano rojo de Chicago: mil familias “dejarán atrás sus hogares incendiados.” (501) Así, ¿qué son 15 blancos y 23 negros muertos en la refriega, frente a 3.436 negros linchados en solo 23 años? Frente a esto, antes de predicar huida y libertad, aprender a leer. Autoalusiones: “Tengo la suficiente valentía para lanzarme a la aventura […] y mis fuertes piernas para caminar.” (472) “Sabe que no tiene nada en el mundo distinto a sus ansias de vivir” (513). “Creo, para esa fecha, ago/1920, no he nacido en Omaha. Pero los recuerdos son tan vivos como los sueños y así como lo [imaginó] mi padre, en este día […] nazco.” (514) La Loba, 500 años mordiendo carne de negro. Nat dice al esclavo no obedecer: antes de huir, robar un arma, incendiar cultivos, envenenar al amo. (520) Changó, fabricante de centellas. Caso de violencia, a propósito del rechazo al aborto hoy: ekobia abraza a su hijo sin cabeza; lo decapitó al nacer porque el amo se lo engendró con ira; otro, como en Palestina: “Yo vi morir a mi madre aplastada por un Caterpillar [por resistirse a que tumbaran] nuestro rancho”. (522) Alpheus Turner y rebelión en tres pasos: sentirse libre, aun preso, ofendido o tieso; unirse a familia del muntú; usar sabiduría ancestral. Eso practica Agne, sin equidad: rasgan su ropa, matan su sonrisa, trituran sueños: sin intuirlo, era “la alumna más esperada esa mañana en la escuelita […].” (526) ¿Sino de la sangre negra? Prender otro Ren. en el corazón anciano de la humanidad (537): revueltas de N. Turner, víctima de soborno/chantaje; S. Truth, predicaverdad, asesina, testigo del Cód. Negro sureño y de ley blanca que ahorca a niña por robar 5 USD a un ama cristiana; HT, quien junto a FD más buscó abolir la esclavitud, 13 misiones y 70 esclavos libres vía ferrocarril subterráneo y por cuya cabeza, esclavistas pagan 40 mil dólares. (561) Sus últimos años luchó por el voto femenino, con Susan Anthony y Emily Howland. Contó sobre Fort Pillow, 12/abr/1864, no 74, a orillas del Misisipi, Henning, masacre de tropas de Unión afrogringa y oficiales blancos que querían rendirse por soldados al mando del gral. conf. Nathan Bedford Forrest. Para David Eicher, un evento sombrío de la historia militar gringa, con campos sembrados de restos insepultos; la primavera no osa abrir sus rosas entre sangre derramada por cientos de víctimas. (566/68) Cesado el combate se ordenó masacrar: “Heridos, ciegos, mutilados, muertos a los cuales aún les latían las vísceras. […] Supimos después de muertos que no somos sacos vacíos.” (568) Hacia 2020 Tubman ilustrará el billete de 20 USD, en lugar del expoliador, esclavista, asesinodeindios y ex presidente Andrew Jackson, quien hizo lo que quiso entre 1829 y 37.

Cap. III (569-607) La guerra civil nos dio la libertad, la libertad nos devolvió la esclavitud. MZO, 566: “Pensaban, viejo presentimiento, que la libertad aquí puede ser una esclavitud mayor.” 569: “Si en la guerra derrotamos la esclavitud, en la paz perderíamos la libertad.” Más que un presagio, si se piensa qué pasa no solo a los negros. Con el derecho al voto, creen de vuelta la dignidad. 22 son elegidos, 1901, al Congreso de la Unión por AL/LA/FL SC/MS. Sueñan emanciparse por las leyes, asegurando tierra, trabajo, capital y educación para todos: “No tardamos en enterrar nuestras ilusiones, Agne” (570), dice Burghardt. Junto al engaño político, siempre por venir, en los montes, cruces del KKK. La Corte declara inconstitucional proteger derechos civiles de tres quintas partes del país. Tras el cierre de New Orleans, se les abren fábricas y slums de Harl/Phil/Clev/Chi/Pitts/Detr/St.Louis: mano de obra barata. ¿Respuesta? La Unión Nal. de Trabajadores Blancos no los ve tan humanos para sentarse a su lado. (570/71) El dualismo maniqueo ya lo señala la Biblia y el Imperio aprovecha: “Desde el comienzo los hijos de Noé fueron separados…” El negro riposta: “No me juzguéis por mi piel negra / sobre ella se ha posado el sol. […] ¡Por mi piel negra se olvidaron / de darme mi propio predio!” (571) Al orgullo de los ekobios pastores, granjeros, músicos, poetas, médicos, comerciantes que apuestan al talento, poder material, sueño del nigeriato, sucede el parteaguas de una sola sangre por dádivas de mecenas y sermones blancos: ello convierte a los negros en óptimo fetiche de banqueros e industriales. Henry Ford y magnates del Oil acuden al Cotton Club, donde Satchmo, Duke y la Baker les ponen sordina a nuestras penas. Sordos de paso a las legiones afro de Garvey que anuncian la furia de los slums contra élites y amos. Pronto, el Crack del 29 desnudará la farsa del Ren. Negro: caen los salones de Harlem y los negros de nuevo son la mica de sus fans. Intentan contagiar al obrero blanco: “¡El socialismo es la única patria […] donde pueden vivir los oprimidos de todas las razas!” (572) Liderazgo del negro, ya previsto por Changó. Al Yarmouth, que anuncia otros de la naviera La Estrella Negra (Douglass, Goethales, Booker T., Wheatly y Maceo, que uniría a antillanos), lo apresan en el puerto del Hudson por orden judicial: el pasado blanco gravitando sobre el futuro negro. Pero, la recolecta de los ekobios llega tarde. Deudores, con guiño de jueces, precipitan quiebra de Flota. La Loba ahorca el sueño de libertad económica negra. El profeta Garvey, en cadenas, es llevado a una cárcel de Atlanta, guarida del KKK. Al ser deportado, dirá: “¡Nuestra máxima hazaña, la libertad, está a nuestro alcance!” (576) MZO cita a un tal Molineux, de Virginia, que explotó los puños en el box de Tom, la Fiera Negra. En la vida real, Tom Molineaux y Tom Cribb. (27) A éste, en Changó, lo vence La Fiera Negra, en Inglaterra, a 40 asaltos, lo que lo hace primer púgil del mundo. (577) Tras ser explotado, un día le anuncia a Molineux que ya pagó su libertad. Vuelve a Virginia, compra también a su novia, se casan y deciden tener hijos libres. El pícaro lo persigue por años, para que vuelva al box y él dice a Agne: el ring es el corral donde el amo encierra a sus esclavos a pelear el ilusorio hueso de la libertad. Nunca, desde que fue libre, lanzó sus puños contra un ekobio. (578) Su potencia no es para exhibirla como gorila de circo sacado del cultivo, sino para aplastar la esclavitud de la loba. MLK cree que esta, pese a su opresión, brinda opciones sin recurrir a la violencia. Le cae el truenofuego de MX: el hambre genera violencia y el ayuno acumulado volvió poderoso al negro; aquella solo se sacia extirpando a todo opresor, al que su víctima oprimirá: principio y fin de la Historia que unas veces se repite como tragedia y otras como farsa. (582) El negro libertará al blanco, no al revés (Garvey). A la lección de literatura, historia, etno/antropología, libres, MZO suma conciencia ecológica: “¡la Madre Tierra es inviolable!” El lema de época ¡Black is Beautiful!, lo afirma el cap. Brown, aunque cree que su auténtica belleza radica en qué conciencia tenga de su libertad. (586) El negro no quiere dar ya la suplicante mano tíotomesca, está cansado de ser hombre/gueto, convicto de toda cárcel. Y, claro, rechaza la consigna racista/xenófoba de la Supremacía (587). A negros e indios nadie podrá defenderlos de la traición de la Loba. El senador negro B. K. Bruce denunció en el Congreso el genocidio perpetrado por Fuerzas Regulares contra indios; en la Academia de West Point, de 20 cadetes solo tres son oficiales: para impedirlo, mandos y colegas los maltratan/calumnian hasta lograr su expulsión. A Johnson C. Whittaker, hallado inconsciente, atado, orejas cortadas y cabello rapado, se le acusó por intentar suicidio y atacar a otros compañeros: para el Tribunal, culpable. (605) El Pte. Chester Arthur revive el caso, prueba falta de evidencias para la condena: el veredicto inicial se sostiene y el cadete es expulsado. Los Scouts Indios Negros Seminolas juran que sus familias nunca recibieron la tierra prometida, sus mujeres e hijos padecen hambre y ellos, desleales, emboscaron a seminolas/comanches/creeks/oceolas y demás brothers. Por fin, discriminados y empobrecidos son echados de filas y arrojados al desierto. EEUU, ¿tierra de democracia? **

Cap. IV (608-645): ¡Oye, los orichas están furiosos! MZO sintetiza varios temas tratados en los otros, c/u en efecto una novela con unidad, protagonistas, estilo y lenguaje propios. A lo largo afloran aciertos y fallas reconocidos por el negro; la tierra de esclavitud y rebelión que, de América, el continente, no el país/hemisferio gringo, ha hecho el blanco; la utilidad de aplicar el viejo Carpe Diem y el auge y caída del Ren. Negro; caritiznados de una y otra etnia, Minstrels: payasos blancos y negros que divierten al blanco: su falta de ritmo al caminar vs. las fuertes piernas del negro, qué paradoja, flojas por elásticas; el blanqueamiento de Harlem a partir del citado RN, no poco a causa del control social de la época; profecía: los blancos escribirán sobre los negros, para que puedan vivir de sus obras (615): gesto que agradezco; cómo el blanco se toma el patio/alegría del negro, pero no le comparte el suyo, lo que de paso, por la injusticia, provoca un cáncer que devora al negro (616); Satchmo, MLK y MX desde la muerte reviven y sus piernas sangrantes salen a velocidad luz a trascender; el negro, no el blanco, es el hacedor: “NY fue construida pared a pared con nuestras manos” (618); rol del blanco: fuego, violencia, muerte, acción del negro: dignidad humana; el espejismo de la libertad ha cegado al negro, mientras el blanco preserva la esclavitud (624); educación de Agne: actuar como blanca así ofenda su piel; al negro quisieron enseñarle a nadar entre aguas opuestas del mismo río: aceptar como integración la forma correcta que debe asumir en la sociedad blanca: limitarse al estrecho mundo que se le dicte; por contraste, marginación es el efecto de su forma grosera/insólita e ingrata como rechaza la injerencia blanca en sus actos personales/sociales (628); la profecía de Betty Shabazz: “¡Malcolm, hoy serás asesinado!”, alumbrada por la metáfora: “Tendido […] vi que uno de mis asesinos salta al escenario y pretende ametrallar mis piernas que han comenzado a andar con la ligereza de la luz.” (634); genocidios de 180 millones de indios y 22 de negros; el poder para estos; cárcel antes que morir en Vietnam: en todas cunde la rebelión; se oye el grito wolof de B. Biohó en C/gena, la resistencia cimarrona de Gunga Zumbi en quilombo de Palmares, a L’Ouverture, venido del calabozo, y grals. Dessalines y Christophe, a revelar cómo vencieron a Napoleón. La furia de los orichas se justifica al comparar actos de ancestros con dirigentes negros de hoy: relucen Langston Hughes, Nat Turner, Frederick Douglas, William Edward Burghardt Du Bois, Harriet Tubman, Sojourner Truth, Malcolm X, Martin L. King, entre tantos más que se pierden en la noche de los tiempos. En fin, aprovechar el tiempo: para los vivos, efímero. ***

Cien millones sacados de su tierra – Diez millones de alienados

MZO: “… este ha sido un trajinar de toda mi formación intelectual, de mi conocimiento científico, etc., de escritor, esa identidad de una raza con todas las razas del mundo. Creo que […] de ahí viene, pues, esa visión de Changó, el gran putas, una novela, ustedes han podido haberla leído, donde está […] la mayor epopeya importante que haya vivido la humanidad, en el sentido de cien o más millones de africanos, sacados de su tierra, llevados a un continente extraño y que eso no hubiese tenido a un escritor, […] a un Homero, […] a un Dante, me sorprendía a mí. Y aun cuando sabía que no iba a llegar a la altura de un Homero, de un Dante, me propuse a escribir la historia del negro, para contar a través de […] su historia […], no el dolor de la esclavitud… sino la lucha por la vida de ese africano, para poder sobrevivir en un medio adverso, afirmando su condición de ser humano, no de ser negro. A mí no es […] que me entusiasme que me digan que soy el adalid de la negritud; yo sé que soy un triétnico. Sé que no me puedo connotar como negro ni como indio ni como español, sino en su totalidad, como un descendiente de la especie humana africana, que es la misma que ha dado origen al blanco, al indio y al blanco en cualquier otra parte del mundo.” (28)

A favor de la cooperación y en contra de la acumulación

En conclusión, Changó… es filosofía de libertad, ejemplo de rebelión, paradigma de cómo sin religión institucionalizada, sin prédica alguna, es más probable la armonía entre los hombres, como siempre lo supo el negro, que jamás ha querido, a diferencia del blanco, el mal para el prójimo. Puentes comunes permiten hablar de una humanidad en paz, no sin justicia social: con redistribución de riqueza y devolución de tierra a los despojados por esas terceras personas que todo el mundo sabe quiénes son, pero que prefieren seguir en el anonimato, porque eso significa seguir acumulando riqueza y poder a costillas de los muertos. La paz no se decreta, la guerra, en cambio, sí. Así, aunque se hable de paz, lo normal es la guerra: por eso la única salida es la justicia social. No una romántica y gaseosa reconciliación, aunque sí verdad y reparación sin que se repita la histeria/historia, para ver si, al fin, los muertos pueden bajar mansamente a su territorio del recuerdo: al sepulcro, cuando la vejez, y no la bala, lo determine. De muerte natural, no artificial, ayer/hoy enseñoreada de Colombia/Brasil/Chile/Ecuador/Bolivia, bajo distintas modalidades que cabe recordar: reformas laborales/pensionales inviables, poco empleo, bajo salario, alta explotación, nueva esclavitud por el trabajo que, por fortuna, solo en los casos citados pocos padecen, mientras a la mayoría no le queda otra cosa que seguir soñando con utopía, esperanza y paz.

Aun así, quizás el mayor legado de Changó, el gran putas, sea que cuando se revela su verdad, no la verdad, se pretende favorecer a la mayoría, no dañar a nadie. Así sea la cifra, vía USA/oligarquía/paras, de diez millones de alienados que posibilitó poner a esa dicha de presidentes que hoy nos desgobiernan. Que en el caso Odumare/Changó/orichas y ekobios, hay que multiplicar por diez y no alienados sino expoliados/ultrajados/ofendidos. Por hombres, en ambos casos, operando fuera de la ley, aunque la ley hecha por ellos dijera que actuaban/actúan en derecho, dentro de la ley, bajo democracia y demás entelequias. ¿Cuándo volverá un hombre inteligente, cual Changó, capaz de decir, como Raul Seixas, con algunas variantes: “Mamá, no quiero ser presidente / puede ser que resulte elegido / y alguien /sobre todo si soy Petro / pueda quererme asesinar. Menos mal, / no necesito leer periódicos / mentir solo soy capaz / no quiero ir al encuentro del azar. No soy bestia para tomar onda de héroe / soy vacunado, vaquero / cowboy fuera de la ley / Durango Kid solo existe en el cómic / y quien quiera que quede aquí / y entre con ustedes a la historia.” (Tradujo/intervino: LCMS) Como fuera de la ley actuó la Iglesia, para que los negros abrieran su corazón a Cristo: siempre mediando la triste generosidad que les daba a escoger entre confesión y tortura. Como fuera de la ley actúan los imperios, contra los cuales hay que ejecutar un estatuto contracolonial que ponga fin al oprobio, para que la Humanidad tenga su tiempo de revancha, contra ese genocida otrora respetado: hoy el más odi/oso/ado del mundo: el capitalismo. ****

Como Raúl Seixas, MZO a los 13 años ya rehuía la verdad absoluta. Había pasado por todas las religiones, filosofías, políticas y luchas. Manuelito y Manuel, siempre fueron el mismo niño/hombre: jamás aprendió el juego de las ratas, ni transó con Dios, la Loba Blanca o el hombre lobo. “El hombre es un lobo para el hombre”, dijo hace siglos el comediógrafo latino Plauto en su drama Asinaria, aunque lo popularizara Thomas Hobbes en El Leviatán (1651). MZO tuvo el mismo sentido de justicia e igualdad que los negros en Changó y demostró con su obra no querer el mal ni siquiera para el blanco, causante del daño hecho a los negros a través de la historia: éstos, siempre a favor de la noble cooperación y en contra de la irracional acumulación, pensando como MZO que si callaran en su lugar hablarían hasta las piedras. *****

Los héroes de epopeya vencen o, si son vencidos, conservan hasta el último suspiro su grandeza, dice en un bello texto Milan Kundera. Conservan, agrego, también su dignidad. Y señala que Don Quijote ha sido vencido: como lo fue Changó. En ello, acota, no hay grandeza alguna. Porque, de repente, todo queda claro: la vida humana en sí es una derrota. Y concluye que lo único que les queda a los hombres, ante esta irremediable derrota que se llama vida es intentar comprenderla: esta es la razón de ser del arte de la novela. No tanto dar respuestas, como proponer preguntas. Como muy bien señala Kundera, una novela ni afirma ni niega nada, solo busca y plantea inquietudes. Así, el novelista inventa historias, como lo hace MZO, las pone frente a frente y mediante esa técnica hace las preguntas, pero no se plantea réplicas: “La estupidez de la gente procede de tener respuesta para todo. La sabiduría de la novela procede de tener una pregunta para todo.” (29) Y ese es el leitmotiv del arte de una epopeya, así esté poblada de antihéroes, más que de héroes, de una gesta literaria/libertaria afrocolombiana, en clave universal: Changó, el gran putas, de MZO. ******

A mis ekobios Santiago & Valentina, hasta el fin de los tiempos.

A Marthica, con amor. Y a Roberto Pinzón, con sumo aprecio.

El capitalismo es el genocida más respetado del mundo. ERNESTO CHE GUEVARA

Notas:

(22)https://elpais.com/cultura/2017/05/13/actualidad/1494637687_211622.html?fbclid=IwAR22lgjFa2snlGjqbDYHOe1LsnJRgg-yrDt9RKGNIv1sq8YjlmuCWmE4aOU

(23) https://www.youtube.com/watch?v=cpWSi-wYCy4

(24)https://www.youtube.com/watch?v=5e_lOxXnHwc 26:33 Perspectivas. Emisión 31 julio 2018. Francia Márquez.

(25) https://elpais.com/diario/2000/05/12/internacional/958082413_850215.html

(26) Brando, Marlon y Lindsey, Robert. Las canciones que mi madre me enseñó, Anagrama, 2000: 384.

(27) https://lasoga.org/tom-molineaux-la-leyenda-del-boxeo-no-llego-campeon/

(28) https://www.youtube.com/watch?v=OIebraUlZ1A

(29) https://calledelorco.com/2015/04/26/el-novelista-ensena-a-aprehender-el-mundo-como-pregunta-milan-kundera/?fbclid=IwAR1P_eHb-SbB6g1p3YkWFjopSc6Rny0v8mVjoVsWMncxo1-Y1RthaAAniGA

Enlaces:

* https://www.youtube.com/watch?v=DF8NTVV-thc 4:36 FM acceptance speech, 2018 Goldman Environmental Prize

** https://www.youtube.com/watch?v=d5BRK_1Hjmg 1:57 Malcolm X negro de campo

*** https://www.youtube.com/watch?v=tce_OorpgQU Ray & Cruz – Cabo E: 4:15

**** https://www.youtube.com/watch?v=23EO7sDO9Lw  Raul Seixas Cowboy fora da lei: 3:55

***** https://www.youtube.com/watch?v=izBUsaO5H4g As aventuras de Raul Seixas na Cidade de Thor: 3:43

(Bogotá, Colombia, 1957) Padre de Santiago & Valentina. Escritor, periodista, crítico literario, de cine y de jazz, catedrático, conferencista, corrector de estilo, traductor y, por encima de todo, lector. Colaborador de El Magazín de EE, 2012, y columnista, 23/mar/2018. Su libro Ocho minutos y otros cuentos, Colección 50 libros de Cuento Colombiano Contemporáneo, fue lanzado en la XXX FILBO (Pijao, 2017). Mención de Honor por Martin Luther King: Todo cambio personal/interior hace progresar al mundo, en el XV Premio Int. de Ensayo Pensar a Contracorriente, La Habana, Cuba (2018). Siete ensayos sobre los imperialismos – Literatura y biopolítica, en coautoría con Luís E. Soares, fue publicado por UFES, Vitória (Edufes, 2020). El libro El estatuto (contra)colonial de la Humanidad, producto del III Congreso Int. Literatura y Revolución fue lanzado por UFES, el 20/feb/2021. Autor, traductor y coautor, con Luis E. Soares, en el portal Rebelión. E-mail: [email protected]

****** Changó, el gran putas obtuvo el Premio Francisco Matarazzo Sobrinho, en São Paulo, Brasil (1985). Asimismo, ¡Levántate, mulato! por mi raza hablará el espíritu, lo hizo acreedor al Premio Nuevos Derechos Humanos por la Asamblea de Francia, en 1988.

Nota: Ensayo tomado del libro El estatuto (contra)colonial de la Humanidad, producto del III Congreso Int. Literatura y Revolución, lanzado por la Universidad Federal de Espírito Santo (UFES), el 20/feb/2021.