Recomiendo:
0

El origen de la lucha del neofascismo financiero contra la democracia

Fuentes: Rebelión

El principio básico, que es el mismo en todos los casos, sería perfectamente enunciado por David Rockefeller con estas palabras: «De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional que se ha practicado durante siglos en el pasado por la soberanía de una élite de técnicos y de financieros mundiales». Informe nº 8, […]

El principio básico, que es el mismo en todos los casos, sería perfectamente enunciado por David Rockefeller con estas palabras:

«De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional que se ha practicado durante siglos en el pasado por la soberanía de una élite de técnicos y de financieros mundiales».

Informe nº 8, de 211 páginas de extensión, que lleva por título «La Crisis de la Democracia». En 1975

Este trabajo, elaborado por los trilateralistas Michel Crozier, sociólogo, Samel Huntington, profesor de Harvard e ideólogo del plan de devastación de las aldeas vietnamitas, y Joji Watanuki, profesor de sociología en la Universidad Sophia de Tokyo, contiene análisis y recomendaciones tan sugestivas como éstas:

«En el curso de los últimos años el funcionamiento de la democracia parece haber provocado un desmoronamiento de los medios clásicos de control social, una desligitimación de la autoridad política y una sobrecarga de exigencias a los gobiernos… De igual modo que existen unos límites potencialmente deseables de crecimiento económico, también hay unos límites deseables de extensión democrática. Y una extensión indefinida de la democracia no es deseable…

Un desafío importante ha sido lanzado por ciertos intelectuales y por grupos próximos a ellos, que afirman su disgusto por la corrupción, el materialismo y la ineficacia del sistema, al mismo tiempo que ponen de manifiesto la subordinación de los gobiernos democráticos al capitalismo monopolístico.

Los contestatarios que manifiestan su desagrado ante la sumisión de los gobiernos democráticos al capitalismo monopolístico constituyen hoy un serio peligro. Se hace preciso reservar al gobierno el derecho y la posibilidad de retener toda información en su fuente».

Tampoco nada de esto representaba ninguna novedad, habida cuenta que los análisis vertidos en ese informe se ajustaban rigurosamente al esquema de la pseudodemocracia oligárquica implantado por las revoluciones burguesas y perfeccionado después por las «democracias populares» marxistas.

Ese fue el concepto que compartieron también los padres fundadores de la República norteamericana, como tendremos ocasión de ver más adelante, y el mismo que ha inspirado las actividades de diversas sociedades clandestinas, entre las que figuraría la logia Propaganda-Dos, una entidad íntimamente vinculada a la Trilateral, según se desprende de un informe elaborado en 1984 por una Comisión del Parlamento italiano. Informe que, asimismo, identificó a la Trilateral como una emanación de la masonería internacional.

Cabe recordar que, entre las actividades de dicha logia, célebre después por sus prácticas delictivas, figura la creación (en comandita con la CIA y la francmasonería americana) de la sociedad secreta Gladio, constituida para «velar» por el correcto funcionamiento de las «democracias» occidentales e integrada por altos mandos de la OTAN.

En consonancia con todo lo apuntado, el propio Gran Maestre de la logia Propaganda-Dos, Licio Gelli (antiguo SS y ex-agente del KGB y de la CIA), se declaró en varias ocasiones un ferviente «demócrata» y, como tal, firme partidario de «una democracia limitada y dirigida oligárquicamente para así poder gobernar con eficacia y sin contratiempos».

http://revistas.ucm.es/index.php/POSO/article/view/38989/40783

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.