En la próxima Cumbre de presidentes del Mercosur en Montevideo se va a rubricar el acuerdo con la nación de Medio Oriente. Aún restan algunos detalles, pero el resultado está casi asegurado.
Semanas atrás, los medios más conservadores de Argentina titulaban con evidente descaro el «fracaso» en las negociaciones que el Mercado Común del Sur (Mercosur) llevaba adelante con el Estado de Israel. De más está decir que se culpaba de este fiasco a Buenos Aires y a Caracas, acusados de «proteccionistas», «aislacionistas», «comunistas», «profetas del Apocalipsis», etc., etc. No obstante, la información actual indica que en la reunión del bloque compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay como miembros plenos, y Venezuela en proceso de ingreso, se va a firmar el primer tratado de libre comercio (TLC) con una capital no americana como Tel Aviv.
El lunes y martes próximos, en Montevideo, se va a realizar la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados asociados, donde el mandatario anfitrión Tabaré Vázquez va a traspasar la presidencia pro tempore a Argentina, y la ocasión va a ser histórica porque por primera vez este mecanismo va a estar en manos de una mujer, la presidenta Cristina Fernández.
«Tenemos todas las expectativas de que se firme», dijo el embajador israelí en Montevideo Yoel Barnea la semana pasada, aunque «hay detalles que aún se están conversando entre Israel y el Mercosur y al interior del Mercosur. Todos los signos demuestran que se va a firmar, pero todavía hay aspectos que no han sido concluidos», y agregó que la decisión final «depende de un acuerdo dentro del Mercosur».
A su vez, fuentes de la Cancillería uruguaya indicaron que «se están terminando las negociaciones y se están ajustando los términos», y que «la intención de la Cancillería es firmar el acuerdo, por lo que está dispuesta a allanar todos los obstáculos para lograrlo». La información brindada prevé la desgravación de productos, pero como en todos los casos, se incluyen algunas restricciones para productos denominados «sensibles».
Algunos productos van a estar desgravados desde la misma puesta en marcha del TLC, mientras que otros van a serlo en forma gradual. El comercio bilateral entre el bloque sudamericano, de 250 millones de habitantes, y la nación hebrea, de cinco millones y medio, es similar al que el Mercosur tiene con el resto del mundo: las cinco naciones exportan (en mayor o menor medida) bienes de escaso valor agregado, mientras que Israel vende bienes con alta tecnología incorporada. El comercio bilateral en 2006 muestra exportaciones sudamericanas por 430 millones de dólares, y ventas israelíes por 597 millones de la misma moneda.
El primer acercamiento entre el Mercosur e Israel se produjo hace casi un año, en la Cumbre de diciembre de 2006, también en la capital uruguaya, ocasión en la cual se firmó un acuerdo marco. Las conversaciones se continuaron durante el resto del año, y en algún momento parecieron estancarse debido a cortocircuitos entre Caracas y Tel Aviv, debido a la alianza que Venezuela estableció con Irán, país al cual Israel considera enemigo.
No obstante, se espera la presencia del ministro de Industria y Comercio de Israel (también cumple las funciones de viceprimer ministro) Eliahu Yishai, para la firma del acuerdo. Ergo, si no viene al río de la Plata, será debido a que no va a haber acuerdo.
El problema que tiene el Mercosur cuando negocia con otras naciones o bloques es que sus principales productos de exportación son los alimentos, y casi todas las naciones del mundo protegen su producción primaria. Este, y no otro, es el principal escollo para que el bloque no celebre otros TLCs.
La estrategia del Mercosur es alcanzar acuerdos también con la Unión Europea (UE) por el tamaño de su economía, pero también con las naciones del sur de Africa nucleadas en la Unión Aduanera de África del Sur, y con el Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar y Omán).
Las autoridades argentinas realizaron consultas entre el sector privado para encontrar respaldo a un posible TLC entre el Mercosur y Corea del Sur, y hay interés en profundizar las conversaciones con el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) en ese mismo sentido.
Todo parece indicar que el Mercosur va a tener libre comercio con Israel. Como en todos los casos, debemos advertir que este tipo de medidas no son un fin en sí mismo. Si sirve para integrar dos zonas remotas y cooperar para la salida del atraso histórico de nuestra región, bienvenido sea. Pero la Historia nos ha demostrado que la Economía por sí sola no resuelve nada, sino que la que decide sobre la vida y obras de las personas es la Política.