El presidente de la Asociación de Software Libre de Ecuador (ASLE), Rafael Bonifaz, consideró que el proyecto Flok representa «un interesante cambio de paradigma que puede ayudar a Ecuador y los países de la región a caminar hacia la soberanía tecnológica y a desarrollarnos con nuestras propias fuerzas». En el marco de la «Cumbre del […]
El presidente de la Asociación de Software Libre de Ecuador (ASLE), Rafael Bonifaz, consideró que el proyecto Flok representa «un interesante cambio de paradigma que puede ayudar a Ecuador y los países de la región a caminar hacia la soberanía tecnológica y a desarrollarnos con nuestras propias fuerzas».
En el marco de la «Cumbre del Buen Conocer», que se celebra entre hoy y el 30 de mayo en Quito, Ecuador, Bonifaz explicó a Télam cómo pueden traducirse los principios del movimiento del software libre a otros ámbitos en la búsqueda de la «sociedad del conocimiento libre y abierto».
¿Cómo puede el modelo del software libre cambiar la matriz productiva de Ecuador?
El modelo de software libre permite la apropiación de la tecnología y la independencia tecnológica. Es decir que el país puede tener 100 por ciento transferencia tecnológica ya que el conocimiento es público. Además, se puede poner nuestro valor agregado y generar economía a través del intercambio de servicios.
El software libre beneficia al cambio de la matriz productiva porque, como diría el presidente (de Ecuador, Rafael Correa), dejamos de ser usuarios de tecnología para convertirnos en productores de la misma.
¿Puede el modelo de software libre «contagiarse» a los demás sectores productivos de la sociedad y la economía?
Lo que hemos aprendido del software libre es que cuando se comparte el conocimiento podemos apropiarnos de la tecnología. Cuando muchas personas entienden cómo funcionan los sistemas, es más fácil generar talento humano local para desarrollar la tecnología.
¿Qué pasaría si en lugar de comprar maquinaria agrícola, aprendemos a construirla y mejorar en conjunto?
Iniciativas como Open Source Ecology hacen justamente esto, lo que permitiría tener una industria local para desarrollar esta tecnología. Este tipo de iniciativas se discutirán en la cumbre de Flok. Además todos los documentos serán públicos por lo que no solo Ecuador se beneficiará de estos documentos, sino la sociedad global.
¿Cuál es el papel del Estado en esta cumbre?
El gobierno central es quién propone esta cumbre y además esta promoviendo el código de la Economía Social del Conocimiento. El éxito de esta cumbre no depende de tener lindas propuestas de políticas públicas para caminar hacia la «Economía Social del Conocimiento», sino de la aplicación de estas propuestas en proyectos reales.
¿Cómo ves el estado actual de la comunidad internacional de software libre? ¿Qué sucede en la región?
A nivel global existe cada vez una tendencia más marcada hacia el uso del software libre. Por ejemplo, en China, ahora se prohíbe que el estado use Windows 8 por motivos de seguridad y prefieren que usen sus versiones propias de GNU/Linux. Sin embargo considero que lo que pasa en América Latina es muy importante, sobre todo en Unasur.
Casi todos los países miembros de Unasur tienen políticas y legislación en favor del software libre. Considero que lo que ha faltado de nuestros gobiernos es trabajar juntos para desarrollar software libre que sirva a todos nuestros ciudadanos. Ahora que sabemos que todas nuestras comunicaciones están siendo espiadas, esto es una oportunidad de integración, si los países de Unasur desarrollamos en conjunto herramientas de software libre para empoderar a los ciudadanos con tecnología en la que puedan confiar. ¿Qué mejor forma de integrarnos que trabajar juntos? ¿No es una buena escusa defender las comunicaciones de todos nuestros ciudadanos?
¿Cuál es el rol que el software libre tiene por jugar en esta coyuntura en la que, de repente, los ciudadanos nos descubrimos espiados y con las soberanías nacionales de alguna manera vulneradas?
Gracias a las publicaciones de Snowden hace un año, ahora sabemos que todas nuestras comunicaciones son espiadas y almacenadas. Todo lo que escribimos en Internet puede ser utilizado en nuestra contra. No solo en redes sociales como Facebook o Twitter, pero incluso en nuestros correos electrónicos. Eso es algo que todos los ciudadanos del mundo debemos estar conscientes.
La vigilancia masiva es un síntoma de no tener soberanía tecnológica. El software libre permite tener control sobre los sistemas que utilizamos todos los días ya que estos pueden ser auditados y mejorados. Si bien el software libre es un requisito indispensable para tener comunicaciones seguras, por sí solo no es suficiente. Necesitamos masificar el uso de la criptografía, promover el uso de servicios distribuidos, la adpoción del hardware libre y evitar los servicios hiper-centralizados como Facebook, Twitter, etc.
De poco sirve usar software libre e incluso tener un anillo de fibra óptica para Unasur si la gente sigue usando servicios como Gmail para comunicarse. El cambio más importante y más difícil es el cambio cultural. Así como cuando se descubrieron las bacterias la gente tuvo que aprender a cambiar sus hábitos y empezó a lavarse las manos con agua y jabón. Hoy en día si queremos sacar provecho de todos los beneficios que nos da el Internet y queremos hacerlo sin perder la privacidad debemos aprender a usar software libre con criptografía.