Crónica exprés de un desfile Paseo de la Castellana, Madrid, España. La calle está engalanada esperando impaciente a que pase rápido la desafortunada celebración. Cuando parece que el presidente Zapatero ya se ha llevado lo suyo en pitos y abucheos, llega el rey. Al paso de la vomitiva real los abucheos y los pitos no […]
Crónica exprés de un desfile
Paseo de la Castellana, Madrid, España. La calle está engalanada esperando impaciente a que pase rápido la desafortunada celebración. Cuando parece que el presidente Zapatero ya se ha llevado lo suyo en pitos y abucheos, llega el rey. Al paso de la vomitiva real los abucheos y los pitos no cesan; antes al contrario, arrecian. Se escuchan «fueras» y «dimisiones» para Zapatero de una forma demasiado organizada como para descartar una cuidadosa planificación. Más pitos y más abucheos. El rey arruga el rostro y Zapatero traga saliva.
Los ultras pitan, gritan y rugen, valga la redundancia. La cámara les acerca a los televidentes. Están entre rejas, algo habrán hecho. Sus cuerpos se sacuden en convulsiones impropias de humanos mientras sueltan por su boca el mantra enviado a todo el rebaño por mail, sms o twitter.
Mientras, unos hombres vestidos de militares hollan el suelo a paso firme, para que quede bien claro quien manda aquí (todavía).
Más pitos y abucheos. Algo no me cuadra. La extrema derecha pita a un presidente que hace política de derechas. Si les parece poco la reforma laboral, quizás se conformarían esos energúmenos si quemásemos en una pira a unos cuantos demonios comunistas.
Las Nuevas Degeneraciones cumplen las órdenes: más pitos y más abucheos. Incluso saludos fascistas. Menos mal, de reojo compruebo que siguen enjaulados, como si fueran bichos de feria. Como si fueran. Degeneración en degeneración siguen vivas las tradiciones, se empieza por no condenar el franquismo, se sigue por hacer el saludo fascista el 12 de octubre y se acaba montando un museo para mayor gloria del movimiento, como en Alemania.
Al día siguiente, cuando los rugidos de la extrema derecha hacían temblar aún a la Democracia, los sentimientos más elementales van aflorando:
Elementa (1) nº1, Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid: «No veo que nadie se queje cuando me abuchean a mí» (¿Será porque TODOS están ocupados abucheando?)
Elemento nº2, Alberto Ruiz Gallardón, Alcalde de Madrid: «descalificar y etiquetar una manifestación de descontento es un error por parte del Gobierno»(entonces también lo es cuando lo hace la prensa de extrema derecha y la protesta se llama Huelga General)
Elemento nº3, Pedro J. Ramírez, Director de El Mundo: «tal vez próximos a la extrema derecha que renace, y no hay más que ver cómo en el quiosco ya hay quien llega marcando el paso a dar satisfacción a los nostálgicos de El Alcázar«(sin comentarios que sirvan de atenuante)
Elementa nº4, María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP: «en otros sitios hay abucheos aquí ha habido aplausos» durante un acto de su partido.(Muy elementa mía, no tiene usted en cuenta que el desfile también fue un acto de su partido y del resto de los partidos de la extrema derecha, por lo que solo cabía esperar lo que sucedió)
Elemento nº5, Federico Jiménez, ¿? de la radio española de las jons: «para mí que [los abucheos y pitos] provenían de los infiltrados de Rubalcaba»
Elementa nº6, Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz parlamentaria del PP,según El País no criticó en público a los alborotadores de taberna. Presumo que tampoco los criticaría en privado.
(Nota) En cumplimiento del espíritu de igualdad de esta legislatura he incluido el mismo número de elementos que de elementas. Las voces de estos elementos y elementas son las más respetadas dentro del PP. En atención a la salud de mis lectores no he incluido los verbos de los humoristas fracasados Moa y Tertsch, así que, quien tenga tripas y una bolsa de papel a mano…, pues eso.
Elemento bonus track , Alberto, miembro de la Hermandad de Antiguos Legionarios de Madrid: «Yo vengo a abuchear a Zapatero«
Otro descuadre. Ninguna voz autorizada del extremo centro ha descalificado los abucheos, cuando apenas quince días antes no dejaban de (des)calificar los abucheos contra la reforma laboral. Ni estos energúmenos son «el pueblo» ni aquellos trabajadores unos violentos por defender sus derechos. Estos son la extrema derecha y aquellos son o serán la extrema pobreza. Aquellos, mis queridos elementos, sí que son el pueblo.
En fin, puede que solo sean impresiones mías, pero creo que estos elementos observan a rajatabla el famoso dicho, que tu mano derecha no sepa lo que hace tu mano ultraderecha. Con estas actitudes, además de engañar a los españoles, el PP y sus dirigentes y simpatizantes más destacados abuchean al pueblo español y abuchean a la Democracia.
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1 Acepción nº 6 del DRAE. Elemento: Componente de una agrupación humana. El elemento conservador, Elementos subversivos
Enlace al original: http://impresionesmias.com/2010/10/15/el-rebano-que-abuchea-unido-permanece-unido/
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