Escuché que un músico llamado Horacio Blanco aprovechó su presentación en el festival «Suena Caracas», para decir que ya que nos van a robar que nos roben otros… Sólo actualizaba aquella penosa crítica al Copei de la Cuarta República: los adecos roban, pero, dejan robar. Las añoranzas del señor Blanco por el saqueo democratizado, me […]
Escuché que un músico llamado Horacio Blanco aprovechó su presentación en el festival «Suena Caracas», para decir que ya que nos van a robar que nos roben otros… Sólo actualizaba aquella penosa crítica al Copei de la Cuarta República: los adecos roban, pero, dejan robar.
Las añoranzas del señor Blanco por el saqueo democratizado, me llevó a leer de nuevo unos postulados del filósofo Francois Houtart. Decía él: son cuatro los asuntos que toda sociedad tiene que resolver: la relación con la naturaleza; la producción de la base material de la vida; la organización colectiva, social y política y la cultura come lectura de lo real y construcción de la ética…
Son, obviamente, contrarios al abordaje que hace la sociedad capitalista. ¿Con la naturaleza? depredación sin ninguna consideración de sostenibilidad. ¿La producción? su razón es la acumulación de riquezas. ¿Esfuerzos colectivos? Todo lo contrario, estimular la competencia entre los individuos. ¿Ética? nada que ver, es una traba para escalar.
Este último guía a los otros tres. El saber mantenerse en el borde sin caer llevará al éxito a cualquier empresa. Los ejemplos son amplísimos, pero tomaré uno de sinvergüencería cotidiana: en una pescadería elegante y muy cara llamada Fresh Fish, se molestaron porque me quedé esperando la factura de lo que acababa de comprar. La joven dependiente, cumpliendo con el propósito de sus jefes de robarse el IVA, me dijo que sí la quería tenía que haberla pedido antes. Le dije, nunca más.
Esos, como Horacio Blanco, construyen así su concepto de libertad y democracia, desprovista de justicia. Afortunadamente, como la crisis es política, hay atajos para salirle al paso y enfrentarlos . La economista Emily Morris (que no es castrista), explicó las razones de la sobrevivencia de Cuba: La «ética revolucionaria» la cual ha incluido una fuerte postura oficial contra la corrupción… la oposición a la ostentación… y una inflación suprimida por los controles estatales, que produjo un patrón único de los cambios en los precios relativos y los ingresos…
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