Christian Rodríguez: ¿Cómo se desarrolló tu vida, si desde niño ya triunfaba la Revolución en Cuba? Michaelis Cué Pérez: En realidad cuando triunfa la Revolución teníamos, como tenía yo, 6 o 7 años. Sin embargo hemos tenido una vida muy intensa.Tú sabes que la Revolución triunfa y tuvo un apoyo abrumadoramente mayoritario, yo me encontraba […]
Christian Rodríguez: ¿Cómo se desarrolló tu vida, si desde niño ya triunfaba la Revolución en Cuba?
Michaelis Cué Pérez: En realidad cuando triunfa la Revolución teníamos, como tenía yo, 6 o 7 años. Sin embargo hemos tenido una vida muy intensa.
Tú sabes que la Revolución triunfa y tuvo un apoyo abrumadoramente mayoritario, yo me encontraba dentro de todo porque venía de las clases más humildes de la sociedad.
Inmediatamente comencé a participar en todas las campañas de la Revolución para que se consolidara y al mismo tiempo disfrutar de todas las ventajas económicas, de transformación social que se llegó a dar, en mis estudios pre-universitarios, en la universidad, las escuelas de arte y siempre participando activamente sin que yo sea un político porque yo… soy un artista. Ahora, como ser social participando para que se consolidara la Revolución desde mi lugar y… ha sido y es una vida muy intensa.
CR: ¿Es cierto que cuando tu profesora te quiso explicar sobre «Lucha de Clases», tú le dijiste que eso era algo ya conocido por ti?
MCP: Claro, cuando la Revolución triunfa y se declara abiertamente socialista, se empieza a estudiar el Marxismo y yo comienzo oir hablar de la «Lucha de clases». Recuerdo que a una profesora que estaba hablándonos le dije: «Mire profesora si usted quiere no me hable más de eso porque yo lo entiendo»; desde niño supe lo que era la lucha de clases en el sentido de la miseria, de la opulencia de una minoría que tenía todos los recursos que produce la sociedad en sus manos, mientras que la gran mayoría que también produce muchos recursos no tiene nada. Y es la «Lucha de Clases», algo de lo que la gente ya no quiere hablar; sin embargo esto no lo inventó Marx, eso existe. Marx fue quien lo vio y lo llevó a teoría.
CR: Acercándonos más hacia la obra que representas «Marx en el Soho» ¿Porqué Marx y no otro personaje?
MCP: Yo siempre digo que hay dos grandes ideólogos en la historia de la humanidad, en cuanto a que sus ideologías han movido el mundo y las masas durante cientos de años; uno de ellos es Jesucristo y otro es Carlos Marx. Son dos maneras de ver la vida muy parecida; yo pienso que no hay teoría más cristiana que la marxista, porque todas están abogando por lo mismo que en Cristo es: «Todos los seres somos iguales ante Dios» y por lo tanto debemos ser iguales en la tierra. Sin embargo Marx plantea de manera directa que «Todos los hombres debemos ser iguales en la tierra» y a mí me parecía interesante sacar la figura sobre todo para decir: «MIREN SEÑORES EL FIN DE LAS IDEOLOGÍAS NO HA LLEGADO».
Ahora, el movimiento progresista tuvo un revés muy grande con la caída del Muro de Berlín, pero también sabemos ya que eso no era perfecto, que se cayó porque intrínsecamente estaba enfermo, que no tenía nada que ver con el marxismo.
CR: Para entonces el Che ya lo había visto desde hace mucho tiempo atrás.
MCP: El Che se dio cuenta desde la década del 60´que eso no servía, claro era mejor de lo que había en Estados Unidos, pero eso se burocratizó o sea de pronto se volvió de lo que debería ser un Estado democrático, participativo, donde el pueblo es el que tenga el poder a un Estado donde la burocracia asume el poder y lo toma. Entonces a partir de ahí ya nada funciona como debe ser.
CR: Michaelis, en los diversos espacios que tú participas (teatro, TV, etc.) ¿Qué quieres transmitir al público del mundo?
MCP: UN DISCURSO HUMANISTA sin caer en el panfleto, porque el arte tiene que huir de eso; todo lo que le dé por un lado felicidad a los seres humanos y el arte… es una forma de gozo ya en sí misma o sea… el hecho artístico, el hecho creativo, el hecho estético es para los que afortunadamente saben disfrutarlo un gozo creativo. Leer un libro es un gozo, ver un buen cuadro es un gozo y a través de ese gozo si tú logras inculcar ideas, haces que la gente reflexione sobre los fenómenos mundiales. Por eso yo decía que el arte no transforma la realidad, la realidad la transforma las Revoluciones Sociales, lo que sí hace el arte es contribuir a que la gente mueva su pensamiento y lo haga más pleno. Entonces todo lo que tenga que ver con el mejoramiento me gustaría que estuviera en el arte.
CR: Dime ¿Podemos contribuir a la Revolución a través del teatro y en especial con «Marx en el Soho»?
MCP: Sí, se puede contribuir a la Revolución no sólo con el teatro sino con todo; como por ejemplo el de no permitir que se tire un papel en el piso a contribuir a que alguien no cometa una justicia contra otro ser humano. O sea que en mi pequeño radio de acción laboral y humano yo contribuyo a la Revolución diciendo la verdad, siendo ético, eso… individualmente eso, ya contribuye con la Revolución.
CR: ¿Cómo fue que conociste a Howard Zinn, el autor de «Marx en el Soho»?
MCP: El texto me cayó en las manos por casualidad, un amigo me lo prestó, yo lo leí, me apasionó e inmediatamente le pedí al Ministerio de Cultura tratar de conseguir el e-mail de Howard Zinn para comunicarnos con él porque yo quería dirigir.
En el Ministerio de Cultura me ayudaron mucho y además cuando conocieron la obra me brindaron todo el apoyo.
Howard Zinn, comuniqué con él por e-mail e inmediatamente me anunció una visita a Cuba para ver lo que yo estaba haciendo y está muy entusiasmado. En estos momentos somos muy buenos amigos.
CR: ¿Cuántas veces Howard Zinn fue a Cuba? ¿Cuando llegó a ver tu obra?
MCP: Fue dos veces a Cuba en el año 2004, en abril a ver un ensayo y conversar conmigo sobre la puesta en escena, lo que yo pretendía y después volvió en mayo al estreno, un mes después. Estuvo en febrero, que yo tuve otra temporada, porque a él le fue entregado el título de Doctor Honoris Causa la Facultad de Historia de la Universidad de la Habana con motivo de su visita, porque él es un gurú de la izquierda latinoamericana y del pensamiento latinoamericano; es un hombre importante y para mí es un honor hacer una obra de este señor.
CR: ¿Cuando vio tu obra qué impresión tuvo?
MCP: Le encanto, dijo y además me escribió diciendo que es la mejor puesta en escena que él ha visto de su obra y ahí alrededor de 6 o 7 puestas en escena; muy contento y en estos momentos un gran amigo de Cuba.
CR: Una infinidad de personas creyendo que Cuba es una monarquía se preguntan ¿Qué personaje sucederá en el cargo a Fidel? Entonces será cierto que… ¿Muere Fidel y muere el socialismo en Cuba?
MCP: No va a morir, sabes porqué no va a morir, porque lejos de las campañas y las calumnias que se hacen contra Cuba, ésta no es una dictadura; es por suerte un socialismo Democrático-Participativo donde realmente quien gobierna es el país, los trabajadores; eso está cerca de los postulados marxistas de que el Estado socialista, es un Estado dirigido por los trabajadores.
Fidel es como el guía, el hombre que tiene el encargo de ese pueblo para llevarlo adelante, el líder histórico de la Revolución Cubana, pero por tratarse de una Revolución Democrático-Participativo, un hombre no decide que se caiga un Sistema, se cae el Sistema de los dictadores. Entonces… para todos los que piensen que él es un dictador y crean que con su muerte el Sistema Cubano se cae, sólo me queda decirles que no se va a caer porque ahí ya hay una Democracia muy enraizada con una justicia social muy grande; además el pueblo cubano de bobo no tiene un pelo, no quiere volver al pasado.
Un cambio en Cuba sería peor de lo que pasó en Chile, se instauraría el Fascismo. En Miami hay una consigna que es: «Tres días para matar» ¿Para matar a quienes? A nosotros ¿no? Pienso que la cuestión está muy clara: Es de vida o muerte.
CR: Si el socialismo dejara de existir en Cuba, los dictámenes de EE.UU. para con la isla sería el de un gobierno sumamente dictatorial, arrancando todo lo que la Revolución levantó, principió y consolidó.
MCP: Pero claro y es que la Revolución Cubana es un hueso en la garganta para EE.UU., entonces si ellos pudieran matarían o sea lo que vendría sería terrible y eso Cuba lo tiene muy claro. Además mi país ha logrado conquistas que son sueños todavía para el resto del tercer mundo.
CR: Complementando lo que nos vienes diciendo, nuestra compañera trotskista Celia Hart…
MCP: Sí, es amiga mía, le dicen la trotskista pero yo diría más bien que es la Fidelista.
CR: Parafraseando a Fidel nos recalca que «Primero triunfará una revolución socialista en EE.UU. que una contrarrevolución en Cuba».
MCP: Ella es muy amiga mía, tiene mucha simpatía por el pensamiento de Trotsky y sobre todo yo no diría simpatía, lo que ella quiere es que ya Trotsky no sea una mala palabra en la izquierda, en las ideologías y eso me parece bien.
Yo suscribo absolutamente las palabras de Celia; la Revolución Cubana no va a caer, estará ahí por los siglos de los siglos porque sencillamente es un movimiento que ha logrado conquistas inimaginables en todo el mundo.
Algo que a mí me sorprende es que cuando la gente va a Cuba ve lo que quiere ver, si vas con una ideología de izquierda tú te reafirmas; pero si vas pensando que Castro es un dictador, llegas y es el dictador Castro. En conclusión la gente ve lo que quiere ver.
Cuba es un pueblo en donde se critica y consulta de todo. La gente no sabe que en Cuba hay elecciones, la gente no conoce qué cosa es la ley de Ajuste Cubano, hay mucha incultura en ese aspecto y deberían indagar para que vean que hay mucha hipocresía en el mundo.
CR: Tu país vive desde hace más de 40 años un brutal e inminente bloqueo por parte del Imperio norteamericano, sin embargo esto no le basta y promueve actos o atentados terroristas que llevan la factura de Carlos Alberto Montaner o Posadas Carriles ¿Es justo esto que algunos liberales denominan «resistencia civil»?
MCP: Cómo va ser justo que tú, en cualquier ideología, cojas un avión en pleno vuelo de inocentes y lo hagas volar en pedazos. Eso sí, si lo hace alguien contra un avión norteamericano está mal, pero si se hace contra Cuba no es terrorismo, es resistencia civil.
Carlos Alberto Montaner es un terrorista, tú lo sabes, él cayó preso en Cuba poniendo bombas.
CR: En el año de 1960 puso una bomba en un Centro Comercial Cubano.
MCP: Exactamente y eso lo sabe todo el mundo, entonces qué moral tiene ese señor.
CR: Incluso tuvo la osadía de querer presentar en la Universidad de San Marcos su libro «La Libertad y sus enemigos». El diario Correo del miércoles 6 de julio, muestra el testimonio de un estudiante que afirmó que la embajada cubana presionó para que Montaner no se presentara, cosa que el actual embajador de Cuba desmintió.
Y la verdad…, me hubiera encantado gritarle todas sus atrocidades en la cara.
MCP: Hubiera sido interesante la confrontación de ideas, pero también me parece interesante que el alumnado se movilice para no permitir que un fascista mueva sus ideas.
Cuando tú lees las cosas de Carlos Alberto Montaner habla de la «Democracia», «Libertad» y cosas que no tienen sentido para Cuba…
CR: Además tiene artículos muy fuertes, recuerdo uno en el que dice: «Para que Cuba pueda ser realmente una República Democrática, lo único que bastaría es la muerte de Castro».
MCP: Él piensa eso, aunque estas ideas parten de ser agente de la CIA
CR: ¿Qué tendría que agradecer Michaelis Cué Pérez al Pueblo Cubano, a la Revolución Cubana?
MCP: Tengo que agradecérselo todo, todo, todo; con los errores que puedan existir e incluso con los errores que yo pueda haber cometido como ser social. La Revolución Cubana ha creado una cultura política, una cultura general que es otra de las cosas que la hace indestructible. Cuando uno es una persona medianamente culta, ya no te pueden engañar ni en el arte, ni en el pensamiento filosófico, ni en el pensamiento cultural en general… tener cultura te hace escapar de toda la enajenación que el arte capitalista tiende a dar.
CR: Bueno, muchas gracias por la entrevista.
MCP: Gracias a ti, haz sido muy amable.
Entrevista realizada el 24 de Noviembre del 2005