«La competencia significa, en este tipo de capitalismo, el aplastamiento monstruosamente feroz del espíritu emprendedor, de la energía, de la iniciativa audaz de la masa de la población… significa también la sustitución de la emulación por la pillería financiera, el nepotismo, el servilismo en los peldaños mas elevados de la escala social.» (Vladimir Illich Lenin) […]
«La competencia significa, en este tipo de capitalismo, el aplastamiento monstruosamente feroz del espíritu emprendedor, de la energía, de la iniciativa audaz de la masa de la población… significa también la sustitución de la emulación por la pillería financiera, el nepotismo, el servilismo en los peldaños mas elevados de la escala social.» (Vladimir Illich Lenin)
Cerca de mi casa, a sólo diez minutos en automóvil, funciona un Centro Diagnóstico Integral (CDI). Funciona digo, porque cuando lo necesitamos -de día, de noche o de madrugada- sus médicos están allí, listos para aliviarnos dentro de las limitaciones de la modesta edificación que les alberga. La actitud de los médicos cubanos contrasta con la de muchos funcionarios venezolanos, que en el servir a sus compatriotas ven un fastidio, una interrupción del ocio placentero.
Los cubanos son gente muy discreta. Aún así, un día me atreví a hacerle una broma política a uno de los trabajadores del CDI.
-Ustedes se me parecen a los gringos.
El hombre respondió con cierta alarma.
-¿Y cómo es eso señor?
-Se toman su trabajo en serio.
El hombre sonrió.
-A los gringos les gusta trabajar -agregué-. Además, siempre tienen un supervisor encima.
-Nosotros también -contestó-. Nos reunimos y nos evaluamos entre todos. Al que cumple con los objetivos, se le premia.
-Pero un camarada venezolano diría que eso es competencia.
-No chico, es emulación socialista.
Toda persona tiene la necesidad psicológica de contribuir a algo más grande que sí misma; y de sentirse reconocida por su contribución. La emulación socialista es un sistema de gerencia que satisface esta necesidad, premiando a quienes con su esfuerzo individual benefician al colectivo.
Dijo Martí: «el elogio oportuno fomenta el mérito; y la falta del elogio oportuno lo desanima… La alabanza justa regocija al hombre bueno, y molesta al envidioso. La alabanza injusta daña a quien la recibe: daña más a quien la hace.»
Fuente: http://apartaderos.blogspot.com/2011/01/emulacion-socialista.html
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