Vecinos del recinto La Estacada no tienen sistema de agua potable y, desde el lunes, tampoco pueden tomar la del río.
Lechuguines de color negro flotan sobre las aguas del río Daule. La presencia de la especie es normal, salvo que su tono debería ser verde. Hace cinco días se repite esa situación en las orillas del recinto La Estacada (Daule). Las canoas que movilizan a los habitantes de esa zona humilde también están manchadas, en su parte baja, por el búnker que derramó la empresa Balsasud. Pero para las 200 familias que residen en esa área campestre la mancha oscura es lo de menos. El drama de ellos está en que viven del río: como no tienen sistema de agua potable consumen el líquido que toman directamente del afluente.
Doña Rosa Claudino, quien reside a orillas del Daule, no puede abastecerse de líquido desde el sábado pasado. Las manchas aceitosas en el caudal la hacen abstenerse de volver a consumirla. «Normalmente tomamos agua del río, la purificamos con cloro y la hervimos. Luego esperamos que se asiente un poco para tomarla». Sin embargo, la vecina Yuri Morán tomó un vaso con aquella agua, el pasado miércoles y terminó con cólicos estomacales. «Olía a tierra. Ya no voy a consumir esa agua».
Así están en ese sector de Daule. Aparte de no tener el servicio público, les contaminaron su única fuente. Según sus residentes, el alcalde Pedro Salazar, socialcristiano, no se ha acercado para hablarles del desarrollo de algún proyecto de agua potable. Tampoco se ha hecho presente para advertirles de la emergencia reportada por la contaminación. «Recién ustedes han venido a vernos», cuenta Claudino.
Por ahora, tendrán que adquirir agua embotellada, cada unidad cuesta $ 2,40. Pero como no hay tiendas, deben esperar a los repartidores, que llegan 2 veces a la semana. En ocasiones, cada 15 días. Al otro lado del río, en Guayaquil, los vecinos de Puente Lucía también denunciaron la presencia de lechuguines contaminados con alquitrán. El Comité de Calidad del Agua informó antier que observaron dos manchas de aceite en el afluente. El Municipio de Guayaquil, en un boletín, informó el martes que el impacto se extendería por 20 km. Fiscalía comenzó inspección Ángel Palacios, fiscal de personas y garantías, ayer visitó a la empresa involucrada en el daño ambiental. El agente hizo un reconocimiento de la compañía y la recopilación de indicios. Lo acompañaron peritos del Ministerio del Ambiente (MAE) y del Ministerio del Interior. Tomaron muestras en las instalaciones de la compañía ubicada en el km 24 de la vía a Daule. También se hizo un recorrido en la Estación de Bombeo Daule. En cambio, personal de diversas instituciones recorrieron las orillas de Las Mercedes, en Guayaquil, donde se concentra la mayoría del hidrocarburo derramado.
Patricio Madrid, de la Superintendencia del Terminal Petrolero de El Salitral, explicó que observaron el funcionamiento de las barreras absorbentes de contención del búnker. «Vamos a tratar de recolectar la mancha. Esta siempre va a subir y bajar con la marea». Hasta la mañana de ayer, la empresa responsable del accidente no había aplicado técnica alguna de remediación ambiental. El personal de Petroecuador instaló las barreras y el musgo particulado para que evite que se extienda el crudo. Las mangas son cambiadas cuando capta el material, es decir, en la noche y en la mañana, cada 12 horas. En la zona han estado 28 personas de la institución estatal. Las protecciones también están en la planta de Interagua. Por su parte, Ángel Morán, responsable de Promoción de la Salud, recomendó a los pobladores que eviten coger directamente el agua del río ya que está contaminada y que lo hagan por tubería. «Y tienen que hervirla. Desde el momento que empieza la ebullición contar 10 minutos. Recién allí es apta». Además, informó que en los centros de salud están entregando cloro a la población para que purifiquen el líquido. «Bastan 6 gotas». El centro de salud más cercano a Las Mercedes está en Pascuales. El facultativo advirtió que tomar líquido contaminado del afluente puede originar dolores abdominales, vómitos y diarrea.
DATOS En el artículo 251 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) reza que la pena sería de 3 a 5 años para personas, empresas o entidades que contaminen cuerpos de agua y produzcan daños. El propietario de la empresa que derramó el búnker es Pascual del Cioppo, presidente nacional del Partido Social Cristiano (PSC), agrupación que impulsó la candidatura de Jaime Nebot Saadi en alianza con Madera de Guerrero. En la mañana de ayer la compañía responsable del accidente ambiental seguía clausurada, pero los trabajadores igual acudieron a cumplir con sus horarios. El Ministerio de Salud Pública recomendó a la ciudadanía en general que acuda al centro médico más cercano en caso de que sientan malestar al consumir agua. Interagua sugirió hacer uso racional del líquido vital en la ciudad.