«Las mujeres jugamos un rol importante en la lucha por la transformación y construcción de un mundo distinto y mejor para todos, por eso somos parte de la movilización por una producción responsable, diversa e integral, que recupere lo ancestral, lo nativo, lo criollo y sobre todo que fortalezca la agricultura campesina familiar», afirma la líder campesina.
OCARU: ¿En qué momento se encuentra la Lucha Campesina en América Latina y en el Ecuador?
En América Latina, la lucha campesina viene teniendo grandes avances en la búsqueda de sus derechos a la vez que resiste a los modelos explotadores que impone el sistema imperialista. A pesar de estas condiciones la lucha campesina no desaparece, se profundiza y se mantiene en pie de lucha frente a la miseria, la traición y la manipulación de la conciencia, aunque signifiquen sangre y muerte.
En pleno siglo XXI nuestra lucha continúa tanto en aquellos países autodefinidos progresistas como en aquellos países neoliberales donde se hace necesario mantenernos activos por esta arremetida conservadora.
En Ecuador la lucha campesina se mantiene activa y despierta –aunque actuamos en muchos de los casos de manera dispersa–, sin embargo, hay que reconocer que actualmente pasamos por una crisis organizativa, de unidad y conciencia, pero a pesar de esto seguimos adelante.
OCARU: ¿Qué desafíos específicos enfrenta?
Actualmente los desafíos son recuperar la autonomía, la conciencia de clase, la solidaridad y sororidad en lo común.
Necesitamos construir una agenda que nos indique una ruta, debemos despojarnos de los clientelismos gubernamentales. Es necesario ser críticos, tener autocrítica y construir una historia distinta de desarrollo y avanzar en la conquista de nuestros derechos.
OCARU: ¿En qué aspectos cree que las luchas campesinas en América Latina pueden contribuir con las luchas que llevan los campesinos en otras partes del mundo?
Podemos compartir con los campesinos y campesinas de otras partes del mundo, sobre todo de Europa, nuestra experiencia en aspectos sociales y humanos, pero sobre todo en la lucha por un Estado constitucional de derechos.
Es importante que intercambiemos conocimiento y saberes sobre nuestras capacidades productivas a través del diálogo de campesino a campesino. Establecer acuerdos que nos permitan mantener relaciones entre organizaciones sin pasar por la institucionalidad de los Estados.
Podemos compartir experiencias para disminuir el calentamiento global, establecer mecanismos para la transferencia de tecnología y acuerdos de intercambio o comerciales basados en la solidaridad, comercio justo, el trueque retomando los principios de los pueblos ancestrales.
OCARU: ¿Qué conexiones tienen con esas organizaciones campesinas?
Tenemos una serie de espacios de encuentro con los campesinos y
campesinas de la región, de Europa y de todo el mundo, por ejemplo: las
escuelas de formación política e ideológica en todos los niveles, los
institutos de agroecología, las campañas de incidencia, las Asambleas
Regionales y Continentales, los Congresos.
Desde la CLOC y la Vía
Campesina nuestras conexiones están establecidas a través dos elementos,
primero, luchamos en contra de enemigos comunes como son: los
agrotóxicos, el neoliberalismo, el capitalismo y toda forma de violencia
y explotación. Segundo, nos organizamos por la soberanía alimentaria,
la construcción del feminismo campesino y popular y la promoción de los
derechos campesinos que han sido construidos colectivamente.
Las
mujeres jugamos un rol importante en la lucha incansable por la
transformación y construcción de un mundo distinto y mejor para todos,
por eso somos parte de la movilización por una producción responsable,
diversa e integral, que recupere lo ancestral, lo nativo, lo criollo y
sobre todo que fortalezca la agricultura campesina familiar.
OCARU: ¿Cuáles son las principales luchas de los movimientos campesinos en Latinoamérica?
En Latinoamérica nos estamos oponiendo a los tratados de libre
comercio (TLC) y a la presencia del Fondo Monetario Internacional FMI)
en nuestros territorios. Nuestras luchas rechazan las privatizaciones y
la violación a los derechos humanos. Luchamos por reconstituir las
relaciones internacionales para fortalecer la organización campesina que
se ve amenazada por la ofensiva conservadora, para lo cual organizamos
la resistencia internacionalista.
Nuestra lucha actual es contra el
neoliberalismo y a favor de la defensa del derecho a la tierra, el agua,
la soberanía alimentaria, la soberanía de los pueblos y los
territorios, por los mismos derechos campesinos.
Nos movilizamos por
la inclusión de las mujeres en igualdad de condiciones y derechos, por
los alimentos sanos que nos ayuden a vivir libres de la opresión, la
violencia y el saqueo de los recursos naturales.
OCARU: ¿Y la CLOC Vía Campesina cómo se integra a estas luchas?
De la misma forma se integran a la lucha contra del neoliberalismo,
contra el racismo, el capitalismo, el imperialismo y el patriarcado. Nos
oponemos a los agronegocios, a la violencia contra las mujeres y toda
forma sistémica de explotación y esclavitud.
En América Latina
luchamos por alcanzar la paz, la libertad y la soberanía de los pueblos y
nacionalidades. Por el derecho al territorio, por la unidad de la
patria grande, por la construcción del socialismo y por un feminismo
campesino y popular. Además, impulsamos la recuperación de las semillas
ancestrales y criollas, por preservar la biodiversidad.
Como mujeres
reivindicamos nuestro rol de administradores de las economías, ahora
estamos organizadas para recuperar los conocimientos y valores
ancestrales para que nuestras prácticas productivas cuiden el medio
ambiente y contribuyan con la reducción del calentamiento global. Y sin
lugar a dudas, vamos por más espacios donde asumamos como mujeres un rol
protagónico en la toma de decisión política.
OCARU: ¿Qué mensaje daría a las mujeres rurales por el día de la Lucha Campesina, tanto a las mujeres de Latinoamérica como de Europa?
El mensaje que puedo dejar a la mujeres rurales es decirles que: los límites no existen mientras haya libertad en nuestros pensamientos, que nuestras vidas deben ir marcando huellas profundas de resistencia y de grandes desafíos, que ningún dolor, injusticia y opresión se conviertan en causas para desmotivarnos y retroceder, unidas somos fuertes, somos las dadoras de vida, el complemento de lucha y persistencia, aquí y en todo lugar del mundo hay una mujer que levanta la voz, que piensa, propone, lucha y conquista, sin temor, por amor a los suyos y a una vida mejor.
Yrma Domínguez integra la Comisión Política de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo – Vía Campesina (CLOC-LVC) y la articulación de Mujeres de Sudamérica. Es parte de la Coordinación Nacional del Seguro Social Campesino en Ecuador.
Fuente: https://ocaru.org.ec/index.php/comunicamos/noticias/item/9000-en-ecuador-la-lucha-campesina-se-mantiene-activa-y-despierta