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Entrevista a Camille Chalmers, secretario ejecutivo de La Plataforma de Apoyo para el Desarrollo Alternativo de Haití (PAPDA)

«En Haití está en juego un nuevo escenario de colonización»

Fuentes: Rebelión

Mario Hernandez (MH): Hace unos días que arribaste a Buenos Aires. Ayer tuviste una reunión vinculada al próximo Río + 20.   Camille Chalmers (CCH): Llegué el 24 de marzo para participar en un Seminario convocado por Jubileo Sur y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), de reflexión, de intercambio de opiniones sobre el tema del […]

Mario Hernandez (MH): Hace unos días que arribaste a Buenos Aires. Ayer tuviste una reunión vinculada al próximo Río + 20.
 
Camille Chalmers (CCH): Llegué el 24 de marzo para participar en un Seminario convocado por Jubileo Sur y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), de reflexión, de intercambio de opiniones sobre el tema del medio ambiente, en preparación de la Cumbre de los Pueblos que se hará en Río de Janeiro del 15 al 23 de junio, paralelamente a la reunión de los Jefes de Estado a partir del 20 de junio.
 
MH: Veinte años después de la primer cumbre.
 
CCH: En realidad la primera fue en 1972, pero la de 1992 tuvo un impacto muy importante porque la opinión pública mundial tomó conciencia de la importancia del medio ambiente, del cual se está haciendo un gerenciamiento muy negativo que incluso amenaza la sobrevivencia del planeta.

Realmente es un momento muy importante, pero también hay que decir que en 20 años no ha cambiado nada, al contrario, estamos en retroceso y en un mundo cada vez más guiado por el mercado, por las ganancias de las transnacionales, por la sobreexplotación de los recursos naturales y por el desprecio a la vida y la civilización. Un verdadero proceso de retroceso y saqueo de las riquezas de los pueblos y de recolonización de nuestros países. Es un momento muy importante para tomar conciencia de lo que significa este aniversario y qué tipo de movilización podemos hacer.
 
El capitalismo no puede ser verde, nunca lo ha sido ni lo será
 
MH: Hace tiempo estoy preocupado y consultando a distintos especialistas y economistas, como lo sos vos, también lo he charlado mucho con Julio Gambina, el tema de la llamada economía verde; esta nueva presentación de una suerte de capitalismo ecológico o preocupado por la ecología que de alguna manera está tiñendo la publicidad del Río + 20 oficial. Me gustaría que te refirieras a este tema porque creo que es muy importante generar conciencia y es poco conocido el contenido real de lo que significa la economía verde.
 
CCH: Es una manipulación conceptual y básicamente quiere decir que el capitalismo y los mercados pueden resolver los problemas del medio ambiente, lo que es totalmente falso porque el problema básico que tenemos es que estamos en un mundo atravesado por las ganancias capitalistas que produjo el tipo de producción y saqueo que conocemos. La respuesta del sistema ha sido decir: ‘nosotros, los capitalistas, podemos resolver el problema’ y el mecanismo que están proponiendo es la mercantilización de la naturaleza poniéndola dentro de mecanismos de mercado, es decir, dar un precio al aire, a los ríos, a todos los bienes naturales e introducir mecanismos de intercambio monetario alrededor de esos bienes, lo que es totalmente escandaloso.

Es un proceso normal dentro de la lógica capitalista para responder a la crisis de la caída de la tasa de ganancia, es un proceso donde hay que mercantilizar todo transformándolo en mercancías para obtener beneficios económicos y, por supuesto, cuando hacemos esto, destruimos los bienes naturales y estamos en un proceso de sobreconsumo de esas riquezas lo que va a agravar la crisis ambiental que estamos conociendo.

Es muy importante denunciar este proceso que como te decía es una manipulación porque el capitalismo no puede ser verde, nunca lo ha sido y nunca lo será, porque su lógica es no tener en cuenta la vida, los ciclos biológicos de reproducción de la naturaleza y somete todo a la lógica del saqueo y la explotación. Hay que comenzar a tomar conciencia que la única manera de empezar a resolver la crisis ambiental es saliendo del capitalismo.

Haití fue el primer pueblo que se alzó por los Derechos Humanos para todos
 
MH: Como Secretario Ejecutivo de la Plataforma de Apoyo para el Desarrollo Alternativo de Haití (PAPDA) te voy a hacer una pregunta que supongo incómoda pero que creo importante porque se ha instalado la idea que el pueblo haitiano no está listo para la democracia. ¿Está Haití preparado para la democracia?
 
CCH: Es una reflexión enraizada en un desconocimiento total de la historia del pueblo haitiano. Durante nuestros 520 años de existencia hemos luchado por la emancipación, por la democracia, por el respeto a los Derechos Humanos y somos el primer pueblo que se alza para decir que los DD HH deben ser para todos, saliendo de la definición restrictiva de la Revolución Francesa que solo hablaba de ‘ciertos’ humanos, fundamentalmente los europeos, ya que no consideraban como tales a los africanos y asiáticos.

Esa primera revolución antiesclavista en 1804, proclama un derecho de universalización de los DD HH y contrarresta la lógica de acumulación de los imperios de esa época basada en la segmentación del mundo entre más y menos humanos y de un proceso de explotación de continentes enteros y despojo de Asia, Africa y América Latina. Fue una revolución que introdujo un cuestionamiento radical a la base misma de la explotación capitalista a nivel mundial y por eso fue rechazada, silenciada y atacada por los imperios.  

Cuando los primeros ataques militares fracasaron, trataron de destruir la revolución haitiana a través de mecanismos económicos, con la deuda externa. En 1825 nos imponen las deudas que llaman de la Independencia, por las cuales Haití tiene que pagar 150 millones de francos oro que representaban el equivalente al presupuesto anual de la primera potencia económica de la época: Francia. Algo descomunal. Tres años después el servicio era impagable y Haití tuvo que recurrir a préstamos del sistema financiero en Londres.

A partir de 1828 entramos en el círculo vicioso y destructivo de la deuda y a lo largo del siglo XIX Haití destinó el 65% de sus ingresos a ese servicio. Una hemorragia financiera enorme que explica la imposibilidad de construir una Nación, infraestructura, servicios, etc.

Paralelamente, a partir de esta deuda, se construye todo un sistema de dominación, por ejemplo, Francia compra el café, el mayor producto de exportación de la época, a un precio de liquidación, con el argumento que si no podíamos pagar los servicios de la deuda, teníamos que venderles el café a un precio 3 veces menor que el del mercado. Todo un sistema de dominación, saqueo y extracción de valores para impedir la estructuración del país que representaba una amenaza para los intereses estratégicos de los imperios. Montan esta política para demostrar que Haití iba a fracasar, no era viable. Por eso desaparece de los manuales de historia y hay procesos de agresión para reinsertar la economía haitiana dentro de la lógica del sistema mundial. Una reinserción muy violenta que destruye y anula la victoria militar de 1804.

Para hacer una comparación, algunos años antes de este acuerdo Francia vende Louisiana por 60 millones de francos oro, un territorio mucho más grande que Haití al que le cobran 150 millones, un monto que no tenía nada que ver con los recursos del país y que va a actuar como un elemento de destrucción de la posibilidad de construir un Estado-nación. Es muy importante ver toda esta historia que desemboca al inicio del siglo XX en la ocupación militar por EE. UU. para controlar la cuenca del Caribe como su patio trasero y expulsar a las potencias europeas, entonces invade Haití en 1915 e impone un nuevo orden reestructurando el Estado, creando unas Fuerzas Armadas totalmente a su servicio y a partir de ese momento introducen a Haití dentro del mecanismo global de dominación imperialista y hasta ahora permanecemos en ese esquema.

Hay que subrayar que durante todo ese proceso el pueblo haitiano ha luchado, también contra la oligarquía local, contra la dominación imperial y siempre ha buscado construir una democracia moderna, incluso adelantada respecto de lo que viene del norte. El último ejemplo fue la lucha que desarrolló el pueblo haitiano contra la dictadura duvalierista, una dictadura del tipo de seguridad nacional como conocieron en la Argentina.
 
MH: Tengo el dato de 50.000 haitianos asesinados.
 
CCH: Sí y la destrucción del país, la persecución sistemática, la destrucción de instituciones como la Universidad que explica la emigración de muchos cuadros técnicos e intelectuales hacia Africa, Canadá y otros países. Esa dictadura cayó a raíz de una movilización muy fuerte del pueblo que rechazó esta dominación autocrática y reclamaba un sistema político abierto y participativo.

A partir de 1986, cuando cayó la dictadura duvalierista, EE. UU. y la oligarquía local comenzaron a agredir al movimiento popular, a asesinar dirigentes, a crear grupos paramilitares, a fomentar mecanismos de corrupción, de cooptación, para impedir que ese movimiento se desarrollara como un sujeto histórico de transformación.

Los que hoy hablan de democracia como lo hace EE. UU., fueron las fuerzas más antidemocráticas que impidieron hacer al pueblo haitiano una transformación real después de la dictadura duvalierista manteniendo los intereses estratégicos del imperio y la oligarquía local.

Es una historia que hay que conocer para ver que el pueblo haitiano siempre ha luchado con mucha lucidez y fuerza, construyendo organizaciones combativas como las campesinas que lucharon contra la ocupación norteamericana llegando a contar con 20.000 combatientes armados y con victorias militares contra el ejército norteamericano. Ese movimiento siempre ha sido excluido, marginado del juego político que es muy cerrado, monopolizado, que impide que el pueblo haitiano pueda expresarse e influir en las decisiones estratégicas sobre su porvenir.
 
MH: Hablabas sobre los Duvalier y hace pocos meses regresa Jean Claude, «Baby Doc», ¿qué significa en el marco de la elección del nuevo presidente Michel Martelly?
 
CCH: En primer lugar hay que señalar que este regreso fue posible porque Jean Claude Duvalier fue acogido y protegido en Francia durante 25 años por las fuerzas del Servicio Secreto francés, a pesar que muchos ciudadanos haitianos y organismos de DD. HH. en Francia han tratado de enjuiciarlo por crímenes contra la humanidad y por robar los fondos del Estado, pero nunca pudieron desarrollar un proceso judicial. Hay que subrayar la complicidad del estado francés que se presenta como defensor de la democracia pero acoge a un dictador y lo protege de los reclamos de los ciudadanos haitianos.

Segundo, el regreso no fue casual. Entra dentro de un proceso de recomposición de la derecha política en Haití. Uno de los problemas de EE. UU. es que frente a la existencia de un movimiento popular dinámico, no había una fuerza política de derecha realmente estructurada y para ellos era una ocasión aprovecharse del fracaso desgobierno de Preval para recomponer la derecha y la presencia de JCD fue muy importante para lograrlo. La candidatura de Martelly es parte de ese mismo proceso.

Martelly era un cantante de carnaval, un outsider, no era un profesional de la política aunque había participado en el golpe de estado contra Aristide, apoyó a los militares y sus crímenes durante el período 1991-4 y siempre se ha declarado un nostálgico del duvalierismo. Desde su llegada al poder, el 14/5/2011, nombró en espacios estratégicos del Estado a remanentes de la dictadura duvalierista, hijos de duvalieristas famosos y su manera de dirigir el país está mostrando su deseo de regresar al período duvalierista, rechazando los cambios institucionales que se han dado entre 1986 y 2012.

La única ayuda real es la que brindan Cuba y Venezuela
 
MH: ¿Cómo se interpreta el acercamiento de Martelly al ALBA, sosteniendo que lo ha hecho para brindarle una mejor oportunidad de vida a los haitianos e incluso afirmando que países como EE. UU. no pueden oponerse a los intereses que Haití pueda integrar plenamente el bloque de la Alianza Bolivariana de los Pueblos (ALBA)?
 
CCH: Es importante esclarecer que este acercamiento no es político ni ideológico, no tiene nada que ver con los objetivos del ALBA, es un acercamiento oportunista porque el programa Petrocaribe suministra a Haití un financiamiento importante que representa el 25% de las inversiones públicas y dentro de las «ayudas» que vienen del extranjero, este es el único flujo financiero que llega al Estado. La ayuda de EE. UU. y la Unión Europea transita por las ONGs.
 
MH: Se habla de entre 8000 y 10000 ONGs actuando en Haití.
 
CCH: Por lo menos, debe haber muchas más. Ya había muchas, pero después del terremoto hubo una invasión, son una multitud para aprovechar los fondos internacionales que llegaron después del terremoto.
 
MH: Me imagino que esa «ayuda» llega al pueblo haitiano en cuentagotas.
 
CCH: No llega porque está absorbida por los imperialistas y las burocracias de las ONGs. La única ayuda efectiva y real es la que brinda Cuba, sobre todo a través de la permanencia de la brigada médica y Venezuela a través de Petrocaribe. Para el Estado haitiano esta ayuda es prácticamente de vida o muerte. Desde el punto de vista político no ha cumplido con lo que ha declarado porque al llegar a Caracas dijo que iba a solicitar una integración plena al ALBA y lo no hizo, conservó el carácter de observador porque seguramente recibió presiones de EE. UU.
También hay que subrayar que el gobierno de Martelly se inscribe dentro de la dominación imperialista y es muy sumiso a esa visión aceptando la presencia de un «gobernador» como el ex presidente Clinton que dirige la política económica, que escoge donde van los financiamientos e incluso orienta las decisiones de política global.
 
MH: O sea que Clinton es el verdadero Presidente de Haití.
 
CCH: Sí, se ha dado un proceso de vaciamiento del Estado, de su debilitamiento y sustitución por instituciones extranjeras y se aprovechó de la presencia de la MINUSTAH y el terremoto. Noamí Klein habla del capitalismo del desastre y Haití es un ejemplo perfecto donde aprovechando la crisis post terremoto hay todo un proceso de marginalización del Estado, las empresas y las organizaciones sociales haitianas en todos los espacios de decisión y Martelly es cómplice de esta situación. No hace nada para ganar un espacio de soberanía.

«Los 5» son presos políticos
 
MH: Me llamó la atención la decisión de la Jueza Joan Leonard de permitirle a René González, uno de los 5 cubanos presos en EE. UU., la posibilidad de visitar a su hermano enfermo de cáncer en Cuba después de finalizar una condena de 13 años y de aplicarle una nueva de 3 adicionales en libertad condicional por la cual no podía abandonar territorio norteamericano, sin embargo, ahora le han permitido permanecer durante 2 semanas en La Habana coincidiendo con la visita del Papa a Cuba.
 
CCH: Primero hay que subrayar que todo el proceso de los 5 fue manejado de manera política, no fue manejado con criterios de justicia. Hubo múltiples violaciones del sistema judicial norteamericano, de convenios internacionales sobre la libertad de prisioneros, etc. Fue gracias a las presiones internacionales, de organizaciones solidarias en EE. UU. que finalmente se obtuvo esa liberación condicional. Es importante ver el doble lenguaje de EE. UU., que al mismo tiempo que habla de Derechos Humanos y democracia, en los hechos no se aplican. Conocemos el Patriot Act que es un retroceso histórico de varios siglos y en el caso de los 5 cubanos se evidencia que fue un hecho político muy influenciado por los «gusanos» de Miami y, por supuesto, se manejó sin tomar en cuenta los derechos de los acusados, la información sobre el caso, las declaraciones de Amnistía Internacional que lo analizó y afirmó que no había ninguna justificación de las condenas que fueron terribles: doble cadena perpetua más 10 años en algunos casos. Fueron tratados de manera inhumana con aislamiento total y prohibición de ver a sus familiares; además, el proceso se hizo en Miami, un lugar dominado por anticastristas. Fue un manejo inaceptable, totalmente injusto e inhumano. Son presos políticos, injustamente retenidos en EE. UU. y es muy importante que la ciudadanía mundial pueda unirse a esta causa firmando peticiones, por ejemplo, y haciendo reuniones informativas que permitan desnudar la política exterior de EE. UU., su naturaleza real. Es muy importante solidarizarse con los 5 héroes cubanos que hacían un trabajo de protección de su país, de prevención de los ataques terroristas organizados desde Miami que asesinaron mucha gente en Cuba, un trabajo patriótico que hay que saludar y felicitar. Están injustamente encarcelados desde 1998 y me parece una causa importante que debe movilizar a todos los que defendemos la justicia.
 
MINUSTAH: Es un escándalo que tropas de A. Latina estén siendo utilizadas en este proyecto de dominación

MH:
Se ha conocido un informe sobre la violación de los DD HH por la Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití (Minustah). ¿Cuál es el contenido de ese informe?
 
CCH: Es un informe hecho por la Plataforma de DD HH en Haití que agrupa 12 instituciones y muestra que la Minustah en 8 años de presencia ha sido un instrumento permanente y sistemático de la violación de los derechos básicos del pueblo haitiano. Se ha evidenciado su participación directa en la violación masiva de niños y niñas y contra pobladores de barrios populares. Hay muchos expedientes, pruebas y testimonios que muestran que no son casos aislados sino sistemáticos y que se explican por la situación de ocupación militar. Es muy importante subrayar que la Minustah es parte de una sucesión de misiones militares en Haití desde 1992 y constituye una fuerza de ocupación con todo lo que esto significa de violencia y agresión contra el pueblo haitiano y su dignidad. Me parece un escándalo que tropas de América Latina estén siendo utilizadas en este proyecto de dominación.
 
MH: Entre ellas, tropas argentinas.
 
CCH: La mayoría de las tropas son brasileras, argentinas, chilenas, uruguayas, de Guatemala, Bolivia, así que es muy importante denunciarlo porque me parece muy grave y no solo hay una gran mentira alrededor de la naturaleza de esa fuerza sino que también constituye una especie de laboratorio, de experimento para justificar nuevas formas de presencia militar, instrumentalizando ejércitos latinoamericanos. Esa presencia se inserta dentro de la lógica global de militarización imperial de la cuenca del Caribe con la presencia masiva de nuevas bases militares en Panamá, Honduras, Curazao y la que se está construyendo en Santo Domingo.
 
MH: Ahora aparece otra en Argentina aunque fue negado por el gobernador Capitanich de la provincia del Chaco diciendo que se trata de un centro de ayuda humanitaria en el aeropuerto de Resistencia.
 
CCH: Cualquiera sean los objetivos proclamados por el Consejo de Seguridad de promoción de los DD HH, de restablecer un clima de seguridad y estabilidad, de realizar elecciones democráticas, de relanzar la economía, controlar el narcotráfico, etc., todos han fracasado rotundamente. La Minustah no está contribuyendo, al contrario, es una fuerza de desestabilización del país y rechazada masivamente por el pueblo haitiano. Durante los 2 últimos años se dieron manifestaciones en casi todas las regiones del país para denunciar el comportamiento de esas tropas de ocupación y reclamar su retiro inmediato porque son tropas de atropello que han cometido múltiples violaciones a los DD HH. Son casos terribles por las consecuencias que tienen sobre la población, las familias y los niños víctimas. Por ejemplo, el caso del cólera, introduciendo una enfermedad que no existía en Haití, a través de soldados nepalíes, que ya mató a 7000 personas y afectó a 500.000, sobre todo en las comunidades rurales más alejadas que no tienen infraestructura sanitaria para luchar contra el cólera. Por supuesto, no reconocen su culpabilidad y participación en la introducción de la enfermedad. No hicieron nada para luchar contra ella. Cuando uno compara el presupuesto anual de U$S 800 millones al año y lo que hacía falta para luchar contra el cólera -U$S 125 millones- se da cuenta que no han enviado recursos financieros para ese fin. No solo es una negligencia culpable, criminal, sino también muestra el tipo de relación que tienen con el pueblo haitiano. Es evidente que la infraestructura de acceso al agua potable y sanitaria, podrían ayudar a disminuir el número de muertos y afectados. En Haití denunciamos esa presencia pero también hay grupos que se formaron para acusar formalmente y reclamar reparaciones indemnizatorias para todas esas familias. Hasta ahora Naciones Unidas ha rechazado esas quejas. Es una relación totalmente vertical que crea en el país una situación inaceptable desde el punto de vista de los DD HH y ese documento señala con una gran cantidad de pruebas todas las violaciones cometidas por la Minustah durante los últimos 8 años.

Reclamamos el retiro de la Minustah lo más rápidamente posible e indemnizaciones para todas las víctimas de su presencia.
 
MH: Se nos terminó el tiempo, te dejo el cierre de la entrevista.
 
CCH: Hago un llamado a las organizaciones argentinas para que apoyen el reclamo del pueblo haitiano exigiendo el retiro de las tropas latinoamericanas en general y de Argentina en particular. Sabemos que las organizaciones argentinas dan mucho valor a la libertad, a la dignidad de los pueblos y estoy seguro que si supieran realmente lo que está pasando en Haití no tendrían ninguna duda en apoyar nuestra lucha, que no es solo de nuestro pueblo sino por toda América Latina y el Caribe.

Lo que está en juego en Haití es un escenario nuevo de recolonización que amenaza a todos nuestros pueblos para controlar sus recursos y nuestros bienes naturales a través de imposiciones económicas de las instituciones financieras internacionales para exigir el pago de una deuda criminal e injusta que no debemos pagar.

Todo esto entra dentro del mismo sistema de recolonización y la Minustah es un elemento muy peligroso para el porvenir de la libertad y la soberanía de todos nuestros pueblos. Hay que tomar esta lucha al lado del pueblo haitiano como un momento fuerte frente a la amenaza de recolonización y contra los intereses estratégicos de nuestros pueblos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.