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Cronopiando

¿En quién se inspiró Obama?

Fuentes: Rebelión

Al margen de que Barak Obama asegurase sentirse inspirado por Ghandi y Luther King, las palabras con que agradeció la infamia del Nobel de la Paz, más evocaba el viejo discurso del presidente George Bush en febrero de 1991 sobre el estado de la nación que cualquier pensamiento de quienes se declaraba humilde admirador. De […]

Al margen de que Barak Obama asegurase sentirse inspirado por Ghandi y Luther King, las palabras con que agradeció la infamia del Nobel de la Paz, más evocaba el viejo discurso del presidente George Bush en febrero de 1991 sobre el estado de la nación que cualquier pensamiento de quienes se declaraba humilde admirador. De hecho, el discurso de Obama, con excepción de algunos párrafos intrascendentes y algún que otro proverbio romano que yo pensaba en desuso, se parece tanto al de su antecesor que hasta podría ser el mismo.

Dijo Bush entonces: «Nuestra causa es justa. Nuestra causa es moral. Nuestra causa es correcta».

Dice Obama ahora: «Nuestra guerra es justa».

Dijo Bush entonces: «Como americanos sabemos que hay veces en que debemos dar un paso al frente y aceptar nuestra responsabilidad de dirigir al mundo, lejos del caos oscuro de los dictadores. Somos la única nación en este planeta capaz de aglutinar a las fuerzas de la paz».

Dice Obama ahora: «Estados Unidos de América ha ayudado a garantizar la seguridad mundial durante más de seis décadas con la sangre de nuestros ciudadanos y el poderío de nuestras armas. El servicio y sacrificio de nuestros hombres y mujeres de uniforme han promovido la paz y prosperidad desde Alemania hasta Corea, y permitido que la democracia eche raíces en lugares como los países balcánicos«.

Dijo Bush entonces: «Esta nación nunca encontró gloria en la guerra. Nuestro pueblo nunca ha querido abandonar las bendiciones de su hogar y su trabajo por ir a tierras lejanas y a conflictos mortales. Si peleamos con ira, es tan sólo por el hecho de tener que pelear. Y todos nosotros anhelamos un mundo en que nunca tengamos que pelear de nuevo.

Dice Obama ahora: «Por supuesto, las herramientas de guerra juegan un papel determinante para preservar la paz y por tanto, esta verdad debe coexistir con otra: aunque se justifica por sí misma, la guerra promete una tragedia humana. Soy plenamente consciente del coste que suponen los conflictos armados».

Dijo Bush entonces: «Como ya he dicho a menudo, nosotros no deseábamos la guerra, pero todos conocemos ese versículo del Eclesiastés que dice que hay un tiempo para la paz y un tiempo para la guerra».

Dice Obama ahora: «Decir que la guerra puede ser necesaria no es un llamamiento al cinismo, es reconocer la historia, las imperfecciones humanas y los límites de la razón».

Dijo Bush entonces: «Por dos siglos hemos trabajado por la libertad. Esta noche estamos a la cabeza del mundo al enfrentarnos con una amenaza contra el decoro y la humanidad. Lo que está en juego es algo más que un pequeño país, es una gran idea:  un Nuevo Orden Mundial donde diversas naciones se unen por una causa común para lograr las aspiraciones universales de la humanidad: paz y seguridad, libertad y el gobierno por la ley. Tal es el mundo merecedor de nuestra lucha y digno del futuro de nuestros hijos.

 

Dice Obama ahora: » No puedo permanecer inactivo frente a las amenazas que existen contra el pueblo americano. Que no les engañen: el mal existe en el mundo. La no violencia no habría resultado suficiente para detener a los ejércitos de Hitler ni para convencer a Al-Qaeda para que deje las armas».

Dijo Bush entonces: «Que Dios bendiga a los Estados Unidos de América».

Dice Obama ahora: «Que Dios bendiga a los Estados Unidos de América».

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.