Traducido para Rebelión por Guillermo F. Parodi
Este debate tuvo lugar en Bruselas el 13 de octubre de 2009.
En el marco de la Semana de Acción Mundial contra la deuda y las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) del 12 al 18 de octubre de 2009 [1] , el CADTM organizó el martes 13 de octubre en la Universidad Libre de Bruselas (ULB) un conferencia-debate con Eric Toussaint [2] (presidente del CADTM Bélgica) y Gino Alzetta (Director Ejecutivo suplente al Banco Mundial para el grupo formado por Austria, Bielorrusia, la República Checa, Bélgica, Hungría, Kazajstán, Luxemburgo, Eslovaquia, Eslovenia y Turquía). Esta conferencia titulada «Banco Mundial, crisis y derechos humanos» reunió alrededor 200 participantes, en su gran mayoría jóvenes menores de 25 años. Fue moderada por la periodista del diario belga Le Soir , Colette Braeckman. Las exposiciones de los dos participantes dejaron a continuación lugar al debate. He aquí algunos momentos fuertes.
¿Habló usted de deuda colonial?
Después de haber escuchado la exposición de Eric Toussaint sobre el funcionamiento del Banco Mundial (BM) así como algunas de sus exacciones y haber calificado al orador de «verdadero historiador del BM», Gino Alzetta se lanzó en un argumento contra la anulación de las deudas heredadas de la colonización [3] . Corresponde, a su modo de ver, a los Estados respetar el principio de la transmisión de las deudas como hicieron la Federación Rusa [4] en ocasión de la caída de la URSS así como el Pakistán occidental y el Pakistán oriental con la creación de Bangladesh [5] en 1971.
Eric Toussaint alegó el carácter completamente inadecuado de estos dos ejemplos: «No se puede considerar de la misma manera la disolución de Federaciones donde la deuda se comparte efectivamente entre las distintas entidades que la componían y un Estado colonizado que en el momento de su independencia hereda de la deuda contraída por la metrópolis colonial. Se trata de dinámicas absolutamente diferentes. Corresponde a toda potencia colonial pagar la deuda que contrajo para controlar y explotar al pueblo sometido a su soberanía. Nunca, esta deuda colonial debe pesar sobre la hacienda pública de ex colonias que adquieren su independencia. Este principio fue codificado por el Tratado de Versalles en 1919 con respecto a la deuda contraída por el Gobierno Prusiano para la colonización de Polonia. Forma, por lo tanto, parte integrante del derecho internacional. »
«¡No se puede poner un gendarme detrás de cada árbol de la selva congolesa!»
Ante la acusación de Eric Toussaint de graves violaciones de los derechos humanos por parte del BM en la Republica Democrática del Congo (RDC) en donde apoya la explotación comercial del bosque en detrimento de las tierras y medios de subsistencia de los pigmeos [6] , G. Alzetta declara que el banco quiere «poner en orden» los préstamos concedidos demasiado rápidamente a los explotadores forestales. Hace notar, sin embargo, a la audiencia la dificultad que tendrá el banco para supervisar todo lo que ocurre el territorio tan inmenso que es el bosque de la Cuenca del Congo. Para que las poblaciones de pigmeos no exploten solamente su bosque para obtener los recursos financieros que puede reportarles, G. Alzetta abogó porque el BM los instruya en la utilización de las plantas medicinales, en la gestión de la biodiversidad…
«No es necesario hacer comparecer al BM ante la justicia pues ya está controlado por el Panel de Inspección»
G. Alzetta pretende que el banco está sometido a un proceso de verificación de la conformidad de sus políticas con los Derechos Humanos fundamentales. De hecho, el banco puso voluntariamente una institución que hace posible mecanismos de recurso contra sus actos y decisiones: el Panel de Inspección del BM que ejecuta, de acuerdo con el Sr. Alzetta, con gran éxito la misión que le fue conferida.
Eric Toussaint se rebela contra esta » fábula » de control efectivo y conforme al derecho internacional que ejercería el grupo de expertos que componen el Panel de inspección sobre las maniobras del banco. En efecto, este grupo de expertos no constituye de ninguna manera un organismo de control exterior y fiable del respeto de los derechos humanos por el BM. No posee ningún poder vinculante incluso cuando constata que el banco ridiculiza sus propios códigos de conducta. Pertenece al poder discrecional del banco decidir lo que hará con las recomendaciones emitidas por el grupo. Así pues, cuando a raíz de una denuncia presentada por las comunidades de pigmeos, el grupo de expertos declaró que el BM había infringido sus propias normas en cuanto a evaluación de impacto medioambiental, en particular, y había violado el derecho de los pigmeos a la consulta, ninguna medida correctiva fue tomada por el Banco. El grupo de expertos de inspección, organismo de control interno y no independiente del banco, constituye pues una parodia de justicia del banco. Esta es la razón por la que Eric Toussaint llama a iniciar sin demora acciones judiciales contra el BM para que responda por fin por sus numerosas violaciones a los derechos humanos.
…La palabra al auditorio…
Entre las numerosas intervenciones e interpelaciones de los participantes he aquí dos que son representativas del espíritu general del debate:
«Sr. Alzetta, soy agrónomo y trabajo en África. ¡Deseo decirle que su discurso es absolutamente incomprensible cuando se está en el terreno! Las políticas impuestas por el BM destruyeron la agricultura local en África. Al operar cortes drásticos en la hacienda pública de los Estados africanos, causaron el cierre de las escuelas agrícolas en Burkina, en RDC, etc. Las políticas impuestas están dirigidas, generalmente con la complicidad de los Estados, a debilitar, y hasta destruir, a las organizaciones campesinas que luchan por los sus derechos y por la soberanía alimentaria. Habida cuenta los efectos devastadores de sus medidas sobre la agricultura, ¿cómo puede aún afirmar que el Banco Mundial lucha, en particular, contra la pobreza sosteniendo a los pequeños productores ? ¡Es un contrasentido y una hipocresía de alto vuelo!»
«Mientras que los argumentos de Eric Toussaint son retomados por los africanos que no quieren saber más de sus conspiraciones y sus chanchullos de todo género, sino que exigen actos concretos en favor de una verdadera mejora de sus condiciones de vida. Su discurso, Sr. Alzetta, no puede ser más lejano de las realidades que viven los africanos. Después de que los dictadores hayan desparecido, ¿¿quién, a su modo de ver, pagará la deuda? El pueblo. Pero tomen bien nota que el pueblo no lo aceptará. ¡Que saldrá a la calle!»
Gino Alzetta se defiende:
«¡El Banco Mundial generalmente sólo impulsa proyectos que fracasan. Aunque tiene también algunas historias de éxitos!»
Refutando la implicación del BM en el cierre de alguna escuela agrícola en África, G. Alzetta desea compartir con la audiencia algunos ejemplos de intervenciones exitosas del banco. Así pues, gracias a una financiación de 80 millones de dólares, el BM consiguió «restaurar» el mar de Aral de Kazajstán, mar que la URSS había destruido completamente por una explotación abusiva y ecológicamente mortífera. ¡Después de eso, el mar abunda en peces, los pescadores pueden de nuevo vivir de su actividad y llueve de nuevo!
El BM es una institución única e indispensable, según su representante. «Es la única que no rechaza el riesgo sino que lo administra. Inicia proyectos que sin ella no se realizarían nunca ya que otros protagonistas no se atreverían nunca a encargarse.» G. Alzetta destaca que, todas las semanas se abre una cantera de carbón en China. «El interés en recurrir al Banco Mundial para proyectos como la financiación de canteras de carbón y proyectos de industrias extractivas es que el banco prevé medidas de salvaguardia medioambiental.» A su modo de ver, estos proyectos por lo tanto se administrarán mejor y tendrán un impacto ecológico menor si es el banco el que los financia. G. Alzetta desea destacar que el BM es sensible a la promoción de las energías renovables pero financia los proyectos energéticos que los países le piden apoyar. «¡Si China le pedía apoyar el sector de sus energías renovables, el BM lo haría con mucho gusto pero está bien lejos ser aún el caso!». A pesar de estas buenas intenciones formuladas, Eric Toussaint destaca que para el período de 2006 a 2008, las financiaciones del BM puestas a disposición para los combustibles fósiles fueron cinco veces más elevadas que las asignadas a las energías renovables y, sobre el mismo período, los préstamos destinados al carbón aumentaron un 648%!
¡Por qué querer anular la deuda odiosa si existe la iniciativa StAR del Banco Mundial!
G. Alzetta nos indica la existencia de un mecanismo que permite la restitución a los Estados interesados de los haberes ilícitos de los jefes de Estado o altos funcionarios que desvían el dinero público para colocarlo en bancos extranjeros. Este procedimiento nombrado la iniciativa STAR (Stolen Assets Recovery Iniciative) sería mucho más eficaz que una anulación global de la deuda odiosa, ya que permitiría identificar a los responsables, así como los importes realmente desviados.
Eric Toussaint señala que en varias ocasiones en la historia, hubo deudas que se anularon por haberlas reconocido como odiosas. La doctrina de la deuda odiosa es un argumento jurídico bien fundado y suficiente para conseguir una anulación. La iniciativa STAR prevé la devolución (¡cuando tiene efectivamente lugar!) de bienes mal habidos y el CADTM apoya el principio de la devolución siempre que esté realizada bajo control de la población y en su beneficio. Esta devolución debe realizarse al mismo tiempo que la aplicación de la doctrina de la deuda odiosa que implica la anulación de una deuda contraída por un Gobierno no democrático para su propio beneficio y no para el de su población, todo ello con la aprobación de los acreedores. Se constata fácilmente que estas dos medidas no tienen el mismo efecto y que, por lo tanto, la iniciativa STAR no puede nunca substituirse a una anulación de deuda calificada de odiosa. «Los acreedores tienden a no estar de acuerdo con la aplicación de la doctrina de la deuda odiosa hasta que sirve los intereses de los más poderosos, en particular, Estados Unidos. ¡Si en 2004, se cancelaron el 80% de las deudas del régimen de Sadam Husein ante el Club de París (seguido a continuación por otros acreedores), es porque Estados Unidos, bien decidido a controlar las reservas de petróleo del mundo árabe-musulmán, estaba implicado! [7] Tras este episodio, los acreedores intentaron desacreditar la doctrina de la deuda odiosa con el fin de evitar a toda costa que este caso sea emulado «.
«En todas las épocas, el Banco Mundial prestó su apoyo financiero a dictaduras que violaban los derechos humanos»
Para ilustrar su observación, Eric Toussaint menciona los apoyos de los que se beneficiaron el Chile de Pinochet, el régimen del apartheid en Sudáfrica y más recientemente, el de Juvénal Habyarimana en Ruanda. Mientras que el BM sabía que los préstamos se desviaban y servían para abastecer los gastos militares de las autoridades ruandeses, el banco ha esperado un año (de 1992 a 1993) antes de cerrar el grifo de la ayuda financiera. Se puede por lo tanto acusarlo de complicidad pasiva con el régimen que planeó el genocidio de Ruanda.
Políticas propicias a la aparición de desvíos autoritarios…
Circunstancias agravantes a cargo del BM, además de este apoyo a dictaduras, las políticas predicadas por el BM a menudo han sido factores de empobrecimiento de las poblaciones y por lo tanto causantes de importantes desórdenes sociales. Eric Toussaint menciona así el abandono de la autosuficiencia alimentaria en favor de cultivos de exportación en toda una serie de países, en particular del África Subsahariana o también el abandono de políticas de garantías de los precios agrícolas (lo que tuvo consecuencias dramáticas, en particular, para una mayoría de campesinos ruandeses, empobrecidos y que constituyeron una reserva importante para las milicias interahamwés. Estos últimos que llegaron perfectamente a instrumentalizar las frustraciones de los campesinos designando a los tutsis como la causa de todos los males del país) [8] .
Se puede finalmente destacar la responsabilidad del banco en la crisis alimentaria de 2007-2008. En efecto, «las políticas del BM aplicadas desde hace décadas han desarmado los países del Sur ante el aumento de los precios de los alimentos». Estas políticas, incluyen, en particular, medidas drásticas como la supresión de las agencias públicas de crédito a los campesinos, la supresión del control de los precios y subvenciones para los productos básicos, una reducción radical (incluso la supresión) de las barreras arancelarias que protegen a los productores locales, etc. Consecuencias de todo este paquete de medidas: aumento de la dependencia de las economías del Sur a los riesgos del mercado mundial, aumento radical de los precios de los alimentos en 2007-2008, motines por hambre en 15 países en 2008 y aumento de 150 millones del número de personas hambrientos.
Eric Toussaint hace hincapié a continuación en el caso de Corea del Sur, que es uno de los países que conoció un relativo éxito económico y que se negó sistemáticamente a aplicar las recomendaciones del BM entre 1945 y 1989, en particular, dando al Estado un papel inevitable en la actividad económica, o también protegiendo sus industrias nacientes de la competencia extranjera. Esas decisiones son las que le permitieron desarrollarse. Eric Toussaint precisa aún que Corea del Sur no representa de ningún modo un modelo que debe seguirse a rajatabla ya que se trata de un régimen dictatorial (de 1945 a 1987). La experiencia coreana no es por otra parte reproductible a otra parte
El oleoducto Chad-Camerun: ¿modelo a seguir por los países productores de petróleo ?
Al decir de G. Alzetta, este oleoducto -si hubiera funcionado correctamente- habría sido el arquetipo de un proyecto petrolífero eficaz. «Aunque hasta ahora, la mala gestión del proyecto nunca fue resuelta, no se puede acusar al BM por no haber suspendido sus préstamos cuando se dio cuenta de que no se respetaban las cláusulas iniciales del contrato.»
Eric Toussaint matiza formalmente esta afirmación: «El BM ha suspendido efectivamente durante algunos meses los desembolsos previstos para el Chad pero cuando en represalia a esta suspensión, el gobierno del Chad amenazó con cerrar pura y simplemente los pozos de petróleo, el banco, bajo la presión de Washington, concluyó un nuevo protocolo de acuerdo (oficializado en julio de 2006) con el Chad que legitimó a Idriss Deby, dictador notorio, ¡a guardar casi todo lo que ya había embolsado! »
Además del enriquecimiento odioso de este régimen en detrimento de su población que sufre y reembolsa, Eric Toussaint desea destacar que este oleoducto no impulsa ningún «desarrollo» si no es el del transnacionales privadas: «Este oleoducto permite a las multinacionales apoderarse de una riqueza natural del Sur y obtener, para sus accionistas, jugosos dividendos sin que ninguno llegue a las poblaciones del Sur. De hecho, cuando la materia prima bruta se haya tratado en el Norte y haya por lo tanto, adquirido un valor añadido y comercial, se revenderá a precio pleno al Sur. Este «escaparate» del BM, además de que favorece solamente el modelo extractivo exportador, constituye un impedimento para encarar el proyecto de creación de un Fondo para las generaciones futuras. En efecto, mal uno puede imaginarse una iniciativa similar respaldada por el dictador Idriss Deby. Si el Banco Mundial bien tuvo razón al suspender sus pagos, ¿por qué los reanudó en 2006? Esta es una vez más la prueba que está a los órdenes de Estados Unidos».
En conclusión, Eric Toussaint preconiza un cuestionamiento radical del modelo productivista capitalista: «El Norte debe empezar un decrecimiento para que los países del Sur puedan alcanzar un nivel de desarrollo que les permita garantizar los derechos y las necesidades humanas fundamentales de sus poblaciones.» Concretamente, se debe comenzar por una reforma radical del funcionamiento de las instituciones internacionales en las que el principio de funcionamiento sería: 1 estado = 1 voto, como en las Naciones Unidas, donde las financiaciones se determinarían con la participación directa de las poblaciones interesadas, donde los proyectos deberán favorecer la aplicación de los pactos internacionales sobre los derechos humanos, etc., todo ello con el objeto de construir una nueva arquitectura internacional, donde el Banco Mundial sería sustituido por una red de Bancos del Sur, y un organismo del Norte que financiaría un desarrollo humano dentro del marco de las reparaciones que el Norte tiene que pagar a los pueblos del Sur, todo ello patrocinado por una ONU reformada (sin derechos de veto de las grandes potencias).
Notas:
[1] http://www.cadtm.org/Semana-de-Accion-Global-contra-la,4744
[2] Las diapositivas en Power Point de la presentación en francés de de Eric Toussaint se pueden consultar en http://www.cadtm.org/Conference-debat-Banque-mondiale
[3] Como ejemplo emblemático de deuda colonial, Eric Toussaint citó el caso de la Republica Democrática del Congo (RDC). Bélgica legó en 1960 al nuevo Estado independiente del Congo los importes que había pedido prestados para colonizarlo. Así pues, su deuda con el BM por un valor no menos de 120 millones de dólares del tiempo estuvieron a cargo de la hacienda pública del Congo.
[4] Las deudas de la ex URSS han sido repartidas entre los diferentes Estados que se separaron: la actual Federación Rusa, Ukrania, las repúblicas de Asia Central…
[5] El Estado independiente de Bangladesh tomó a su cargo las deudas del ex Pakistán Oriental.
[6] En la RDC, la política de deforestación controlada por el BM para mayor beneficio de las grandes empresas privadas extranjeras ignoró completamente la existencia incluso de la comunidad de los pigmeos. Ahora bien, no tener en cuenta el modo de vida de los pigmeos en la gestión de los bosques de la provincia de Ecuador (en la RDC) amenaza su propia supervivencia. De hecho, la población pigmea, que asciende a alrededor de 600.000 en un país de aproximadamente 58 millones de habitantes, cuenta con el bosque para la renta, el refugio, la alimentación, los medicamentos y la identidad cultural. El Banco Mundial al privar a los pigmeos de sus tierras, los priva de sus medios de subsistencia y desarrollo. De acuerdo con la Declaración de las Naciones Unidas sobre el pueblo autóctono adoptada el 13 de septiembre de 2007, se les adeuda una indemnización justa y equitativa.
[7] Estados Unidos así hizo cancelar deudas de Iraq con Francia, Alemania y Rusia que rechazaron implicarse en el conflicto. Iraq conservaba así recursos para pagar la reconstrucción del país realizada mayoritariamente bajo la tutela de las transnacionales estadounidenses.
[8] Ver especialmente el capítulo 16 que trata de Ruanda del libro de Eric Toussaint La finanza contra los pueblos.